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“Estar más cerca de ti” por Zusuki Misaki96

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Notas del capitulo:

Bien como dije en el resumen del fic, >w< Esta vez quise hacer algo diferente, este fic es parte de "Onodera Neko" pero, obviamente como es un fic no puede estar dentro la recopilación de mis one shots nwn...

así que espero que estén satisfechas con esto... jeje la verdad es que este fic tal vez no dure mucho... ñwñ... alrededor de unos cuantos capítulos lo finalizare... así que, mientras tanto agradecería que le echen un vistazo y me digan que tal les pareció... bien n.n 

COMENCEMOS 

 

 

Capítulo 1  “Extrañas coincidencias”

 

 

 

“De esta manera puedo estar cerca de ti, pero… no me es suficiente, quiero  ser mucho… mucho mas cercano a ti”

 

El enamorarse no se escoge ni mucho menos se sabe ¿cuándo? ¿Dónde? ni con quien te puedes quedar al final pero aun así, se tiene la esperanza de que algún día puedas encontrar a la persona indicada para ello y será el momento más dichoso de tu vida.  Onodera Ritsu apenas se había mudado a una casa realmente enorme, pero no tan alejada de la civilización como se esperaba, de hecho era mucho mas sencilla a los que sus padres comúnmente  solían escoger, es solo, que por unos cuantos días prefirieron cambiar un poco el ambiente familiar  dando como conclusión: una casa algo mas pequeña. Por supuesto que la casa principal era otro asunto además de que nunca se paso a vender. Solamente seria temporal el alojamiento en aquel lugar.

 Onodera Ritsu a los 15 años de edad, el  hijo único de los Onodera dueños de una de las mas  grandes editoriales, caminaba por un rumbo diferente para llegar a la escuela.  Se cansa debido a que al parecer aquel rumbo se encontraba mucho mas lejos que su casa anterior pero aun así logra llegar. Con un gran desanimo entra a su salón, la razón de ello es que últimamente no le ha ido demasiado bien en sus estudios y los profesores le han llamado bastante la atención  debido a eso. No tiene muchos ánimos de estudiar por el momento nuevamente, se desploma a penas se sienta en pupitre y por poco se queda dormido. Sus padres le han regañado debido a sus bajas calificaciones pero aun así no quiere esforzarse, siente que no puede aun sin haberlo intentado antes. Solamente quisiera sentarse en un sitio calmado, lejos de trabajos o tareas y libremente disfrutar de un buen libro, a él le encanta leer y si fuese por si mismo leería todo el día, pero simplemente no puede.

 La clase por fin comenzó, a duras penas tuvo que levantar su rostro para prestar atención a la clase, esta transcurre como siempre… El maestro explicando con demasiada calma, como si tratara de que todos sus alumnos se durmieran a pesar de ser la primera hora.

-{hoy será un largo día…} – mira por la ventana y justamente ve al árbol mas viejo de la escuela, aquel que simplemente era muy grande para ser un árbol de cerezo. Era hermoso, las ramas gruesas y torneadas le comenzaban a colgar los pequeños botoncitos de flores,  no tardaran mucho en que florecer, eso era bueno. Podría irse a la biblioteca y ver como ese gran árbol se mecía con el viento, desprendiendo los pétalos rosas,  llenando la habitación de su aroma. – {pronto, solo un poco mas y podre disfrutar de esto de nuevo…}

-Onodera-kun… veo que esta prestando atención ¿podría continuar con la lectura por favor?- dijo el profesor algo fuerte para sacarlo de sus distraídos pensamientos,  se levanta de golpe al escuchar su nombre, toma el libro de acuerdo a la lectura y busca donde se había terminado, unos cuantos segundos después.        

-   ¿¡Eh!?... etto… lo siento sensei no estaba prestando atención- se sonroja, puesto que lo habían pillado despistado viendo y pensando en otra cosa que no tiene nada que ver con la clase. Sus demás compañeros se mofan por lo que estaba ocurriendo. El maestro lo mira con algo de preocupación, no era normal que este se distrajera en una clase donde se tenga que leer. Sin más remedio, solamente le dice que  preste mucho más atención y que se lo volvería a leer. El tiempo se acorta más mientras mira el pizarrón, pero no tenia más remedio que atender a la clase. Al menos hasta que llegara su momento favorito del día. “Volver a ir a leer a la biblioteca”.

.

.

Sintió que le regresaba el alma, al fin pudo librarse de los sermones de su tutora de nuevo, sabe que si su padre vuelve a tener otra queja no podría seguir yendo a la escuela y a fuerza lo pondrían estudiar en casa. Eso es algo que no permitiría, su hogar era el único refugio que tenia después de la escuela. Aunque no seria mala idea, no saldría de casa y tendría mucho mas tiempo para leer, pero ya leyó todos los libro de su stand y tendría que ir a una biblioteca, a esto agradándole que tendría que familiarizar con su tutor privado y que es pésimo con las relaciones  humanas, no podía aguantar mucho tiempo una platica sin que se le trabe la lengua en la garganta. Eran  muchos puntos menos hacia tener un profesor en casa, preferiría echarle mas ganas a la escuela, ya que... amaba la biblioteca de esta, siempre llena de libros por todas partes y tardaría un poco mas en terminar de leer todos los libros.

Por ahora llega a la biblioteca y se percata de que aun hay personas ahí, algunas buscando información para un trabajo (las cuales son extrañas)  o por simple hobby como él. No importaba, de todas maneras el se centra en su lectura y no mira mucho a los lados.

-{bien, por fin podre terminar de leerla la trilogía de las “leyendas de Otori”… que emoción, siendo un libro extranjero me sorprende que se encuentre aquí, no importa lo terminare por fin esta tarde…}- ahora busca el lugar del libro, busco y busco hasta que lo encontró. Más hubo un problemita- {¡eh! ¿Cómo llego hasta allá? Talvez alguien demasiado alto no lo puso donde se debía y lo coloco hasta allá… ¿Por qué no lo puso en su lugar? Ahora me costara trabajo alcanzarlo… Mmm… tengo que bajarlo, Takeo no peleo demasiado, ni mato a su padre Shigeru como para que yo no sepa como terminará, Jooo… ¿Quién es tan grande como para dejarlo hasta ahí? }-como pudo estiro sus brazos para alcanzar aquel libro, mas no podía, se paro de puntitas y ni aun así. Ser alguien bajito a veces es algo complicado. – {solo un poco mas… y…} Ah-Ah…- estuvo a punto de alcanzarlo cuando se desequilibrio y paso a caerse. – Lo siento – se disculpo automáticamente ya que fue receptado por un sujeto mucho, pero mucho mas alto que él.

-Toma-  Sus ojos se sorprendieron por su alta estatura y se sorprendió mucho mas al ver como aquel sujeto de cabellos negros y ojos color miel le entregaba el libro que hace unos minutos estuvo a punto de alcanzar. – ¿No lo quieres?, lo vuelvo a poner en su lugar…- al parecer el oji verde tardo un buen en reaccionar. No pudo contestar mas que con un simple y nervioso “gracias”. Cogió el libro con mucho nerviosismo y el ojimiel se alejo de este. El pequeño solo vio cuando se fue e inconscientemente fue tras él. Claro, sin que el otro se diera cuenta de ello.

Después de cruzar el stand de libros no pudo seguirlo más que con la mirada. Ve como lentamente aquel se sienta y frente a él un gran libro abierto para leerlo. Ya estaba por terminarlo. Fue cuando se percato que era el libro que leyó antes que él.             

-{increíble, ya termino de leer el segundo libro de la trilogía… ¿me pregunto cuando comenzó? Entonces tengo que leer lo mas rápido que pueda para que no le cause problemas a… a… ¿Are? ¿Cómo se llama? ¿De que grupo es?... apuesto que por su altura es un año o dos mas grande que yo… ¡¿Eh?! ¿Por qué tengo que estar viendo a otro chico? No me importa lo que el haga… Mmm... }- Onodera se da cuenta de que esta prestando demasiado atención al sujeto que lo ayudo, sabe que este también es un chico pero no puede evitar dejar de verlo. Le llama demasiado la curiosidad de conocerlo un poco más. Se siente extraño, por lo que lo deja por la paz… bueno, al menos hasta que supiera su nombre y su grupo. – {no esta bien lo que estoy haciendo pero… por lo menos quiero saber… ¿Dónde puedo encontrar su nombre sin preguntarle?...Uhm… ¡Ya se!...  puede que tenga algún libro prestado, tiene que registrarlo como devuelto… su nombre tiene que estar ahí… bien, ahora solo tengo que esperar}- aquel mismo día, Onodera pudo saber un poco acerca del ojimiel.  Su idea de como saber su nombre funciono, este se llama “Saga Masamune”… además este al ser un estudiante de tercer año lo volvía su Senpai. Por mínimos que sean sus fuentes de información, estuvo feliz por saber tan siquiera un poco más… pero no era suficiente… 

  

**********************+************************

   

Por otra parte, justo cuando ya era el momento en el que se retiraría de la escuela, después de su lectura y de que prácticamente todos los alumnos de la escuela se habían retirado, Saga caminaba hacia la salida de la escuela. Un poco mas y oscurecería por completo así que no podía quedarse por mas tiempo.  Siempre tenía la misma rutina, llegar a la escuela, mantener su promedio sin mucho esfuerzo aunque siempre sobresaliera, terminando su horario de clases pasa a la biblioteca para entretenerse. Solo a eso… le era mucho mas entretenido estar en la escuela leyendo que estar en casa completamente solo. Sus padres no están con él debido al exceso de trabajo que tienen en sus empleos y por lo que al parecer no tenían tiempo en atender a su único hijo. Además al ser alguien algo mayor recibe menos atención que cuando pequeño. En realidad no le importaba que no le tomaran en cuenta pero, le dolía no contar con nadie más que consigo  mismo.                

-{nuevamente ya es muy tarde… no quiero llegar pronto a casa, tal vez me pase por la librería para ver si hay algo interesante… no importa a que hora llegue, seguramente de nuevo no haya nadie en casa…} – sin motivo alguno ahora va  rumbo a la librería mas cercana, sin embargo, antes de ni siquiera pudiese pasara la reja principal.

-Saga-kun, espera un momento- el ojimiel voltea y ve a su profesora de literatura algo desesperada, esta es algo joven para estar en un ramo de la educación tan peculiar, aunque no le es tan raro ya que al el en particular le gusta mucho leer. Por ahora eso no importaba, lo que le interesaba era el motivo por el cual interrumpían su retirada. Una vez ya cerca de este, la profesora hace un esfuerzo para tranquilizar su respiración. Respira varias veces hasta que al fin recupera el aliento. – Que bueno que aun no te has ido Saga-kun… necesito hablar contigo de algo importante ¿se puede?- el rostro del ojimiel no cambiaba en lo mas mínimo, solo se dedico a asentir y seguir a su Sensei hasta la sala de profesores.

-es raro que un Sensei ande por la escuela –

-es mucho mas raro encontrar alumnos a esta hora y mucho mas cuando ni siquiera se están preparando el festival de la escuela, tu en serio que eres alguien inusual… normalmente un alumno corre como loco al momento de que dan el toque de salida… pero tu solo te pasas a la biblioteca a pasar tu tiempo libre. ¿Acaso no quieres ir a casa?

-no quiero ir ahí… mas tengo que hacerlo – después de decir este no siguió hablando;  la profesora recordó la situación de su alumno por lo que decidió no decir mas nada. En el transcurso el sol se ponía cada vez más.

– Ya es muy tarde así que te lo diré aquí… - cayo por un momento, respira hondo ya que lo que va a hacer – por favor… ayúdame con darle asesorías a un alumno…

-¿eh? {Me hizo pasar un mal rato y es todo lo que me va a decir,  eso era lo tan importante que me hizo venir hasta aquí}-

-por favor Saga-kun, dependo de ti ya que eres uno de los muy pocos alumnos que sobresalen pero que tienen tiempo en las tardes.- dijo de golpe, el darle clases suplementarias a otro alumno le puede traer varios problemas si este no aprende… además de que tendría que sacrificar el tiempo que tiene libre para leer en la biblioteca.

-¿Por qué tendría que hacerlo Sensei?  no tiene caso darle clases suplementarias a alguien que es tan cabeza dura como para que ni usted pueda enseñarlo… -

-no es eso… el es inteligente, es solo que se le dificulta una materia… no quiero fallar como asesor del grupo y por eso quiero que todos ellos pasen todas sus materias. – insiste aquella maestra, al parecer no se rendirá tan pronto.

 -pues si lo fuera no pasaría por esto, discúlpeme Sensei pero no quiero…puede buscarse a otros, total no soy el único -         

-por favor Saga-kun, es mas si este te saca de quicio por lo menos una vez puedes renunciar y yo buscare a alguien más… -

-Sensei…

-por favor… tan solo haz el intento… - el ojimiel solo se queda pensando en lo que va a responder,  no quiere darle clases a otro alumno, ni siquiera lo conocía como para sacrificar su buena dosis de lectura diaria. Mas su profesora viéndolo de esa manera tan suplicante no tuvo mas opción que aceptar junto con las condiciones que dijo su maestro.

-esta bien Sensei, acepto darle asesoría a ese estudiante…-

-Ok… bien, por ahora no te lo voy a presentar si no hasta dentro de unos meses, lo siento es que solo quería tener confirmada tu respuesta… en caso de que vuelva a reprobar algebra no tendrá mas opción que aceptar que le den clases suplementarias.-

-No hay problema hasta cuando el pueda empezar, por cierto Sensei ¿Por qué no es usted el que le de esas clases? Si de todas maneras es profesora, no creo que se niegue. –

-Es que yo no tengo mucho tiempo libre como para ayudarlo, además de que el es muy tímido con la gente adulta e incluso con personas de su edad, eso sin mencionar que es un estudiante varón con una maestra eso haría que el tuviese mucho problemas, sin embargo creo que podrá aprender mas si tu le enseñas. Ambos son hombres, eres su Senpai y puedes llevar un ritmo mas considerado -  la profesora sonríen de oreja a oreja, al perecer logro lo que quería, Saga se comenzaba a arrepentir de lo que estaba haciendo, sin embargo acepto y no se dará por vencido. – no te preocupes de cuando empezaran, aun falta para lo próximos exámenes… y en caso de que te necesite para este estudiante te mandare a llamar.  Eso es todo, ahora si te puedes retirar, ya es demasiado tarde… ve- la maestra dejo ahí al ojimiel mientras se iba por el sitio contrario. Suspira ya que no esta del todo convencido de hacerlo. Más tenía la esperanza de que este alumno que le asignaron se haya dado cuenta de lo mal que esta y se pusiera a estudiar.          

-{espero que en realidad no sea un bueno para nada, sino de inmediato me alejo de el} – aun seguía con el mismo ritmo de caminata hasta la salida. La noche era mucho más notoria, sabia que no habría mucho tiempo para que llegaran sus padres. Sin embargo, no se le olvida que entre mas tarde mejor, ya que usualmente sus padres llegan a casa, y solo para que se griten sus verdades o de  vez en cuando lo anexen a la discusión, obviamente nunca le responde a sus padres y solo se queda escuchando. Verlos mucho tiempo en realidad en ocasiones le molestaba, si querían discutir es mejor que tengan sus horarios o si no se quieren ni ver era mejor que se turnaran para venir a casa.  Los gritos le daban dolor de cabeza y los estresaban.

Por el momento se encuentra caminando hacia la librería,  sin mirar a más nadie, su mirada de vez en cuando se encontraba cabizbaja o simplemente miraba solo hacia adelante. Perdiéndose entre la multitud  de la metrópolis.  Entre tanta gente prefería ver los enormes edificios… llenos de tecnología. Lo único era que le molesta las luces de la ciudad, hacen parecer que todo mundo se encuentra feliz, entonces ¿Por qué el no podía serlo?, claro que no carece de sentido común y sabe que todo mundo tiene problemas, sin embargo, porque tenia que ser el quien se tenga que enfrentar este tipo de situaciones  aun estando en la escuela media. Sigue su camino.

-{prefiero estar fuera de casa, es mas divertido ver estas presumidas luces que volver a la oscuridad mi “hogar”, estoy por llegar a librería… mi familia tiene dinero así que no habrá problema si me gasto mas en libros. Además ellos nunca se enteran a donde se va todo el efectivo que me dejan para el mes… prácticamente nunca están en casa así que…}- llega y la librería esta algo llena para su gusto, no importa, de todos modos tiene intereses propios de lectura. Después de pasar el rato entre las novelas y leyendo a ver si alguno le podría interesar (por el momento ninguno) se pasea por la zona de manga y en especifico shoujo manga. Ve a las muchachas muy emocionadas leyendo lo que al parecer es un nuevo tomo, así que por curiosidad se acerco solo ver si se puede interesar en algo como eso.

-{¿Cuál es el chiste de leer esto? De todas maneras siempre es la misma historia solo que modificada por otro autor y con otro diseño, si fuese quien esta a cargo de esto lo haría mucho mas interesante…}- tomo algunos tomos solo para leerlos muy rápido, de hecho el leer libros extensamente largos le a hecho tener casi una mirada flash para ello. Aun así se dio el tiempo para detallar las imágenes y llevar el ritmo de la historia. De cierta manera se engancho al manga, o tal vez le gusta leer todo tipo de libros. No los compra todos, ya que solo algunos le parecieron mucho interesantes por que de cierta manera cambian lo normal. A muchas chicas les atraía este tipo de comportamiento y otros muchachos se les hacia algo raro pero no diferente, ya que seria mucho mas inusual si este se encontrara leyendo Boy’s Love en la tienda. En realidad Saga nunca le intereso lo que los demás pensaran de el con respecto a sus gustos. Así que siguió yendo a la misma librería para buscar la continuación de algunos mangas o libros interesantes.  De cierta manera se puso algo más feliz por tener otro entretenimiento, ya que mientras lo retrasaran de llegar a casa mejor.

-{ya veo la razón de la afición a este tipo de libro, es entretenido hasta cierto punto… te dan representación visual de la historia. Aunque ciento que tienen límites… shoujo, shounen, seinen, josei, etc… todos llevan cierto ritmo y son entretenidos a pesar de que en ocasiones sabes lo que va a suceder y te impresiona en el caso que no sea así… de verdad seria entretenido trabajar en ello} – mira el reloj de la una televisión, ya era tarde – {será mejor regresar de una vez aunque no quiera, podría tener problemas si me ven caminando de noche}- de regreso a casa, las calles siguen llenas ya que no pasa demasiado tiempo en la librería para no ser un estorbo. Las miradas lo persiguen por ser aun estudiante andando de noche. – {eh llegado algo mas tarde a mi casa y nadie se percata de mi, ¿Por qué ahora todo mundo me mira?... talvez solo sea mi imaginación, seguiré caminando sin mirar a nadie}- sigue de esa manera hasta por fin pasar la zona mas concurrida, ya esta por llegar a su casa. Las luces aun siguen apagadas. Lo mira sin mucha extrañez ya que el es un “chico de llave”. La gente de su vecindario lo mira con preocupación o compasión, saben que no es su culpa lo que esta ocurriendo en su llamado “hogar”, no lo puede evitar, por ser parte del resto de su familia lo involucra sin motivo. No quiere entrar y se queda un rato recostado en el poste de luz. Se percata de que al otro lado de la calle, justo frente a su casa se encuentra “el hogar de la familia fastidiosa”, la razón de llamarlos así es el simple hecho de que ellos siempre están juntos a pesar de que la pareja de casados trabajan, además de que no solo son un montón de gente rica tratando de experimentar vivir en una casa normal, sino que también son mas felices que el y su familia, y eso le molesta. 

No quiere seguir viendo como otras personas se regocijan de la felicidad que él no tiene, así que prefiere entrar a la soledad de su casa. Al entrar.

-Tadaima…- lo oscuridad y el silencio son los que siempre le reciben, no dijo mas nada y entro por completo. Deja sus  zapatos en la entrada y camino directamente a su cuarto. Prefirió no cenar por el día de hoy. No tiene deberes tampoco así que nada le impedía dormir. – en ocasiones quisiera no despertar… talvez mi existencia es la razón de que mi familia este cayendo en pedazos.- su rostro no muestra señales de los triste que se encuentra, solo se lo guarda para si… haciéndolo mucho mas doloroso.  Se queda dormido. Mientras que al otro lado de la ventana, un gato negro y algo grande se le queda viendo.

-{podría utilizar a este}-  el gato desaparece de la nada después de eso.

 

**********************+************************

 

-{Al parecer me eh encontrado con un par de chicos demasiado interesantes} – el mismo gato que veía al ojimiel por la ventana, ahora se encontraba encima del techo de la casa de frente, viendo la luna,  por supuesto era normal que un gato ande a esa hora, pero este gato no era para nada normal. Su sonrisa en su rostro felino lo demostraba – {¡no puedo esperar a jugar con ellos! ¡Si que será entretenido! Mucho más con la situación por la que están pasando.  Al parecer al chico pequeño y castaño, etto ¿Cuál era su nombre? ¡Ah si! Onodera Ritsu, ese nombre no se me debe olvidar de ahora en adelante. Esta enamorado de el chico mas grande y solitario ¡je~! Pobrecito, se enamoro de alguien muy difícil a parte de que ser similar en sexo. Tendrá bastantes problemas el pobrecito, en la sociedad no se toma a bien que dos chicos jóvenes del mismo sexo estén juntos. Es obvio que sus padres no lo aceptaran y seguramente le dirán algo como “estas confundiendo tus sentimientos” o “aun eres demasiado joven para saber de quien estas enamorado realmente” o todo junto. Como siempre la mente cerrada de los adultos llena de experiencias…}- la luna desapareció entre las nubes nocturnas y como si de agua se tratara comenzó a sacar demasiado vapor de su cuerpo, cada vez mas ocultando su figura… - {claro que no todos son igual de tradicionalistas pero, en su mayoría si. Me da mucha pena Onodera-kun, me pregunto si podre ayudarle de alguna manera en vez de molestarlos} – finalmente termino de  salir vapor, el cielo oscuro se despejo mostrando nuevamente la luz de la hermosa luna, dando la vista de una mujer con orejas y cola de gato sobre el tejado. Tenia una hermosa figura y vestido negro corto, este le ajusta demasiada cintura moldeándole el cuerpo mucho más. Sus ojos reflejaban miedo y soledad. Cabellos largos y negros. – {aunque también tendría que divertirme mientras lo hago, nadie notara mi presencia y podre irme de este sitio sin problemas}- una fuerte ventisca paso por cerca de ella al mismo que desaparecía  

 

**********************+************************

 

Pasaron dos meses y la familia de Onodera aun se quedaban en esa casa, no tenían muchos lujos en ella debido a que todo estaba en la casa principal y solo contaban con lo “necesario” pero se sentían a gusto. Al menos eso era lo que el padre del oji verde repetía una y otra vez.

-No me voy a mover de esta casa ¡es pequeña pero cómoda!… -

-no digas eso cariño, sabes que esto solo es temporal… será mejor que nos vallamos de una vez lo antes posible, eh escuchado extraños rumores de que hay una mujer muy sospechosa que anda por estos rumbos…-

-esas son tonterías, aquí es mas tranquilo que Ritsu leyendo… no te preocupes, tal vez no falte mucho para quitarnos- la familia estaba toda unida en la mesa, el oji verde mira el reloj para saber si ya era hora de marcharse a la escuela antes de que se le haga tarde.

-Ya es hora de irme… -

-¡Eh! En serio, bueno cuídate hijo… échale ganas para que no me sigan llamando por tu bajo rendimiento-

-¿¡Eh!?  Hai…- salió disparado por escuchar las palabras de su padre - {de nuevo a la escuela, estos últimos días se han vuelto mas difíciles pero aun así, me gusta caminar hasta la escuela, ya que me da tiempo para pensar…} – en frente de la casa donde viven se encuentra otra, no es tan grande pero tiene dos pisos y cuenta con una reja, extrañamente nunca ha visto a sus vecinos ya que prácticamente nunca están en casa. – {¿habrá vida en esa casa? Si lo creo ya que en la noche las luces se prenden y no pasa media noche y se vuelven a apagar…bueno…es “la casa solitaria”}-sigue su camino, la escuela se iba complicando cada vez más y en ocasiones Onodera no podía con todas sus materias y en especial algebra. Simplemente se revolvía  y se desesperaba por no aprenderlo como los demás.

 

**********************una vez en la escuela************************

 

Parecía un día normal hasta que una vez estando en la escuela fue llamado a la sala de profesores. Onodera se estuvo preguntando en ese transcurso la razón del ¿Por qué? Y la idea mas lógica que se le vino fue que lo iban a volver a retar por no poder avanzar como los demás en una materia en específico. Su idea era acertada, pero no del todo, ahora su profesor tutor no tuvo mucho más remedio que utilizar medidas algo drásticas. Su búsqueda tardo unos días pero al fin hace tiempo pudo decidirse. Escogió entre los mejores a un solo alumno para que este fuese enseñado y ese mismo día se lo iba a presentar formalmente a su pequeño alumno.

.

Estando en frente de la puerta de la sala de profesores, tembló un poco y luego toco la puerta.

-Soy Onodera ¿puedo pasar sensei?- se oía a leguas lo asustado que estaba, pero aun así no tenia mas remedio que no discutir con la profesora y simplemente escucharla.

-Si, pasa - Fue hasta que escucho que alguien le daba el permiso de pasar fue que entro. No podía ver a su maestra a los ojos por lo mal que se sentía, sin embargo, no es como si lo estuviese haciendo a propósito, él se esforzaba demasiado en entender pero, entre mas estudiaba mas se revolvía y se empeoraba la situación.

- bien, ya que estas aquí Onodera, tienes alguna idea de por que te mande a llamar otra vez, ¿no?- su maestra entrelaza sus dedos mientras junta estos a su boca aun sentada.

-supongo que es por mis problemas en el estudio- musito algo nervioso sin mirarle aun a los ojos a su profesora.

-supones bien Onodera,  acércate mas, ni que te fuese a comer niño… - el oji verde se acerca con vergüenza por lo que esta sucediendo, mucho mas porque los demás profesores que tienen hora libre se encontraban ahí viéndolo como lo iban a regañar – sabes debido a tu bajo rendimiento en algebra, me di la tarea de buscar alguien que te pueda ayudar, me tomo algo de tiempo, además no pensé que lo tendría que buscarlo ya que confiaba en que podías subir de calificaciones por tu propia cuenta, pero al parecer no fue así… es una lastima… Pero que mas queda, encontré a ese alguien lo suficiente capacitado para ayudarte así que déjame presentarte… ¡oye puedes pasar! - Onodera da la vuelta a ver de quien se trataba, sus ojos se abren tal platos por impresión,  atravesando la puerta se encuentra la presencia de su siempre admirado “Senpai” observándolo detenidamente, como si pudiera saber como es con solo verlo a los ojos.-…  bien Onodera el es Saga Masamune, es dos años mas grande que tu, espero que no haya problema con eso. El será tu, ¿Cómo decirlo?... “tutor privado”… me costo mucho trabajo convencerlo de que te ayudara  a estudiar, es uno de los pocos alumnos que sobresalen y que tiene tiempo de sobra… así que échale ganas y no lo desaproveches…- de lo tan impresionado que estaba aun pudo reaccionar ante lo que le decía su asesora no pudo hacer mas nada que acercarse para poder susurrarle.

-Pero Sensei no me dijo nada de esto antes… -   musito tan bajito, solo para que su maestra pudiese escucharlo.

-lo siento Onodera, pero fue prácticamente instantáneo esta idea… no podía echarme  para atrás.- eso era una mentira - Solo quiero decirte que mi otra opción era peor… así que por tu bien tuve mas alternativa,  pensé que te seria incomodo trabajar con un adulto y por eso me tome el tiempo de buscar a alguien no tan grande, por supuesto le pedí autorización a tus padres para que te quedaras después de clases o en el peor de los casos ir con Saga-kun a algún otro sitio a estudiar…-  le contesta con el mismo susurro.

El ojiverde no sabe ni que decir, sus padres nunca le avisaron de nada y ahora se encontraba con que el Senpai que siempre observaba solo por que le gustaba verlo leer, siéndole asignado para darle clases extras – no te preocupes, Saga es un buen chico… aunque no parezca cambiar su expresión… el te ayudara, cualquier duda o cualquier suceso que pase entre ustedes pueden contarme y no habrá problema.- mira que el ojimiel esta mas cerca.- bien, Saga-kun… este es el chico que te dije, espero que trabajes bien con él… -

-entonces este es…-

-si su nombre es Onodera Ritsu de la clase 1-4… a partir de ahora será  tu pupilo…-

-…  - el mayor no le contesto más que con una asentada de cabeza.

- bueno…eso es todo por ahora chicos… ya le di a Saga el horario que deben seguir para que no tengan problemas, pueden retirarse…-ambos solo se miran por un ratito, aunque el ojimiel siente algo familiar por aquel chico, no se dirigieron la palabra y ya punto de salir de ahí - antes de que se vallan, Saga-kun, ven…tengo algo que decirte… - el ojimiel solo voltea y regresa sin muchos ánimos

.

 – se que no te lo tengo que decir, pero por si acaso lo hare y seré directa. – lo mira seria - No dejes que tus problemas personales se mezclen con esto… ¿de acuerdo?- no hizo mas nada que asentir de nuevo  – espero que cumplas… ahora si es todo, cuento contigo-  sin mas nada que decir,  el ojimiel sale de la sala de profesores. Más antes de que se fuera a su salón ve al oji verde parado cerca de la puerta y nervioso.

-no tienes porque esperarme, ve a tu clase…-  

-{yo también se que debo pero… no entiendo porque sigo aquí…} N-no… es so-solo que-que quería presentarme por mi mismo… mu-mucho gusto me llamo O-Onodera Ritsu de la clase 1-4, por favor cuide de mi – su habla se cuatropeaba y estaba temblando de nervios, haciendo una reverencia y se presenta de manera mas formal. El mayor solo lo mira de nuevo y lo recorre para saber como es su ahora pupilo.

-de igual manera, soy Saga Masamune de la clase 3-3… - la voz del ojimiel era tan penetrante  que el castaño no pudo vitar sonrojarse por lo seductor que resonaba en sus oídos. – nos veremos en tu primera asesoría que será dentro de dos días después de clases en la biblioteca, no debes perder mas tiempo, regresa a tu salón… pronto empezara la siguiente clase- no le dijo mas nada y solo camino hacia rumbo opuesto al que Onodera había venido.     

-Hai… - se da la vuelta y camina de regreso- {Saga-Senpai es tan alto e impresionante… no cualquiera puede ganarse la admiración de Sensei… eso lo hace mucho mas impresionante de lo que me parecía}- se estruja el pecho con la mano mientras esta en movimiento, según él, una extraña sensación comenzó a surgirle- {rayos… mi corazón esta palpitando muy rápido…es como  si estuviese…}-se sonroja con solo la idea – {No, no, no… tal vez solo este confundido, quiero decir me gusta verlo mientas lee y me es un gran ejemplo a seguir pero no es como si estuviese enamorado de él, es solo admiración, es solo admiración… además es muy pronto como para haber comenzado a sentir algo por él en el sentido romántico, tan solo porque me hizo el favor de darme un libro que se encontraba demasiado alto para mi…} – para en seco por lo ingenuo que era en esas cosas- ¿o si?...{ mi corazón late demasiado y me gusta verlo leer … aunque hoy que lo vi no estaba leyendo y de alguna manera me hizo feliz verlo… solo que no pude expresar mi felicidad mezclada con mi nerviosismo… entonces ¿si estoy enamorado de Senpai?...¿tendré una oportunidad alguna con él?... }  – sus pupilas se dilatan y queda completamente colorado, se altera con la solo idea de querer salir con su Senpai, es mas no podía ni imaginarse en estar con alguien así, seguramente no podrían ni platicar por lo nervioso que se pondría. Estando en la escuela no se permitía correr en los pasillos así que solo camino algo mas rápido, el tiempo era demasiado para pensar y tenia miedo de lo que se le pudiese ocurrir. Lo único que si le quedo claro, son los nuevos sentimientos que sentía ahora y se dio cuenta de lo que realmente pasó en la biblioteca aquel día – {no puede ser, me enamore de Senpai a primera vista…} – ahora si se altero por completo y comenzó a correr sin importarle que lo podrían regañar por hacerlo.- {esto no me puede estar pasando}- sigue corriendo, ante las fuertes pisadas, Saga se da la vuelta y lo ve correr todo alterado.

-{¿Qué le pasa? Bueno no importa}- ahora por su parte disfrutaba su regreso al salón, ya que una vez que entre la sensación de estar aburrido se iba.

-{tengo la sensación de que eh visto a este chico en algún otro lado, pero no recuerdo del todo…o talvez solo sea mi imaginación}- la cara del chico al que enseñaría le era conocido hasta cierto punto y no recordaba de forma clara. No le tomo mucha importancia por el momento, tenia mucho tiempo para saber quien era.    

 

**********************+************************

 

Su primera clase de asesorías no comenzaba para nada bien, las horas de escuela prácticamente ya finalizaron, ahora solo tiene que recibir un poco mas de la escuela, por lo menos no será un profesor o profesora que siempre hacen que se ponga nervioso, sino su siempre anhelado Senpai. Corre a todo lo que puede, en el pasillo se escucha el chirrido de sus zapatos cuando se pasa a caer por lo acelerado que va, su cabello se termina de despeinar y su respiración se agita mucho más de lo normal debido a las ansias y la agitación de su cuerpo. Era su primera clase junto a Saga y se daba el lujo de llegar algo tarde, claro que no fue por que el quería, su salón se encuentra abajo al otro extremo del edificio principal mientras que la biblioteca que esta estaba arriba también al otro extremo. Eso no importaba más, tenía que llegar y explicarle en todo caso al ojimiel. Una vez mas cerca…

-¡llegue tarde!- de golpe se abre la puerta de la gran biblioteca, dejando ver al oji verde en el mal estado en el que se encontraba. 

-De eso hace mucho que me di cuenta, es mas estuve a punto de irme sino llegabas en cinco segundos- la expresión de rigidez no cambiaba. Onodera solo no dijo nada con respecto a eso, se dedico a simplemente escuchar por el momento.       

-Lo siento mucho- dijo mientras miraba hacia el suelo sonrojado.

-Antes de que me des tu excusa déjame decirte algo – Onodera levanta la vista y lo mira de frente, este no se encontraba molesto, es mas su semblante serio no cambio demasiado- no solo porque también sea un estudiante puedes llegar a la hora que quieras, entendiste… ponte serio, es a ti a quien le debería interesar este estudio extra -  parecía molesto pero en realidad no lo estaba, solamente así era su forma de ser. El siempre es serio con respecto al trabajo.

-lo siento mucho, es solo que mi salón esta hasta el otro extremo de edificio y no pude venir exactamente después de la ultima hora a pesar de que corrí mucho - musito, realmente apenado ya que esta era la primera impresión que tenia Saga de Onodera.

-Mmm… esta bien, de todas maneras no tengo nada que hacer… ven, ahora vamos a comenzar- el menor solo se dedico a asentir dando  un fuerte “Si”. Las clases extra comienzan a partir de ahora. Onodera tiene que controlarse con respecto a su corazón, ya que este no paraba de palpitar por lo cerca que se encontraba de su Senpai.

-bueno, por lo menos sabes las prioridades  de los signos, Cómo se simplifica una expresión  o tan siquiera el resultado que te debe dar si los signos son iguales o diferentes  ¿O me equivoco?… - la confianza de la voz de Saga lo ponía mucho mas nervioso y la falta de contestación hacen que el mayor  se ponga en duda con respecto a sus pocos conocimientos de su Kohai. - ¿eh? ¿Puede ser que ni lo básico sepas?- ahora cambio débilmente a una cara de fastidio. El oji verde capta ese gesto. “no dar una mala impresión” cruza por su mente y contesta. 

-No, eso si lo se… - era cierto pero apenas se escucho lo que dijo, aunque fue lo suficiente para que llegara al ojimiel, su rostro ardía severamente. Dios, si apenas puede estar viéndolo y su corazón casi sale ahora con el demasiado cerca y dirigiéndole la palabra solo a el, prácticamente su corazón se paraliza y su respiración falla.

-Bien, al menos no tendremos que comenzar desde cero… no recuerdo muy del todo pero si la mayoría, pero por precaución  sugerí estar en la biblioteca por cualquier duda o falla de ambos o principalmente tuya, así que siéntete mas tranquilo, no aprenderás cosas erróneas -      

-{¿eso fue alentador o una burla?} Entendido – al parecer su voz se concentro por unos instantes.

-Ven, comenzaremos con unas operaciones bien simples- caminan hasta donde se encuentran las mesas y las sillas, se sientan para estudiar. Después de sacar todo lo necesario, el mayor toma el cuaderno de Onodera y comienza escribiendo algunos problemas.

-como ya sabes lo básico creo que no habrá problemas con los polinomios… - sigue escribiendo y Onodera prestando atención a lo que escribe. – bien con dos comenzaremos… si lo haces rápido seguimos… si no puedes te explico, así de simple.  

-¿eh?

-es para saber que mas sabes, en ocasiones puedes saber sin embargo no tienes ni idea de como se llaman  y solo confundes todo. Hazlo, están sencillos- Onodera mira el cuaderno y la primera operación de verdad que era simple, solo era resta (-8a2x + 6 -5ax2 – x3) de (7a3+ 8a2 + 7a2  - 4), así de simple.- ¿tienes dudas tan rápido? – musita ya que nota algo preocupado al oji verde.

-¡no!, si puedo…-  

-esta bien, por mientras yo voy por un libro… quédate a terminar, cuando regrese de seguro ya acabaste.

 La clase inicio sin problemas, Saga fue por un libro para distraerse mientras el otro esta haciendo los ejercicios. No podía evitar mirarlo de ves en cuando por instantes y verlo trabajar. Por el momento puede que el mayor no se haya dado del todo cuenta de lo nervioso o desesperado que en ocasiones se encontraba su pequeño Kohai, sin embargo no como para que no se percatara de lo incomodo que se encontraba. Cuando regresa el pequeño aun no ha terminado pero sigue haciéndolo sin problemas. Saga detecta uno que otro error, pero era cosas un tanto insignificantes y entendía el procedimiento.

-no eres tan malo como esperaba, si entiendes esto puedes con lo demás-

-¡¿Ah?! Saga-Senpai, lo siento me asusto, no vi cuando regreso – su concentración se rompió cuando escucho la voz de su Senpai detrás de él.

-Siento asustarte, sigue… - con la seguridad de que el ojimiel se encontraba observándolo cerca ahora no puede concentrarse del todo. Su lápiz se mueve y de vez en cuando se confunde y borra. Ya estaba por terminar, cuando se da cuenta de que esta mal y lo vuelve a borrar. Así es, su concentración se fue por el bote de basura por su nerviosismo. Se repite muchas veces esta acción.

-¿te sientes incomodo conmigo cerca? {Si es así, me voy a otro lado hasta que termine}-  no era necesario ser demasiado inteligente para saber que el oji verde no pensaba bien con su Senpai cerca, mira que de repente este deja de escribir. Se sorprendió tantito por ello. - ¿Qué pasa?-

-Lo siento Saga-Senpai, continuare… {No es que me sienta incomodo, es solo que me pongo demasiado nervioso, nunca le veo de cerca y eso es un problema, ya que no estoy tan acostumbrado a su compañía… sin embargo, tengo que hacer esto bien por mi y por Senpai que me brinda su apoyo} – ahora sin mucho que decir, continua y lo termina mucho mas rápido que el de hizo hace un rato.  – Aquí tienes Senpai – el mayor lo toma y lo revisa sin mucha tardanza.

-están bien, bien ahora podemos seguir con algo un poco mas complicado –

-Hai… {Tengo que esforzarme y concentrarme mucho mas, porque sino me saldrá el corazón de tanto contacto cercano con Saga-Senpai}-  

Las explicaciones del mayor seguían y seguían, dándole pequeños detalles verdaderamente importantes para su resolución de los problemas y otras cosas que vienen con respecto a la materia, la primera sección no fue tan mala, aunque en ocasiones el mayor tenía que medio regañar a su aprendiz por no captar del todo.  Este se altera en nerviosismo y no busca ni por donde mirar cuando escucha los sermones de su superior.

 

********************** dos semanas después ************************

 

-{ah de nuevo termino… se que esta parte es normal, pero no puedo evitar la idea de que no quiero que llegue al final… de esta manera puedo estar cerca de Senpai, pero… no me es suficiente, quiero  ser mucho… mucho mas cercano a ti Senpai} - 

La tarde aun alumbraba  las calles del vecindario de la escuela, esta  prácticamente se encontraba vacía y el único ruido que se escuchaba prevenía de la biblioteca, Saga y Onodera por el momento dieron por finalizada la clase extra del día y tenían que acomodar los libros que  sacaron y las sillas que utilizaron,  no se pueden quedar mucho tiempo, sin más motivo tienen que ir directo a sus respectivas casas. Caminaron hasta la entrada de la escuela y no sabían que decir.

-esta vez me voy directo a mi casa, así que voy por  aquí ¿y tu?- dijo sin mucho interés el ojimiel, ya de verdad ni siquiera le interesaba entrar a su casa de nuevo.

-etto, yo igual  voy por ese rumbo – ahora sin la distracción de la tarea prácticamente apenas podía hablar sin que el nervio no se le detectara en la voz.-pero si quieres puedes avanzar primero y  después… -

-no hay problema, vamos… {¿Cuál es su problema? Parece que se quiere alejar de mí}- musito y camino hacia donde dijo sin importar que el mas pequeño lo siguiera o no.

-. . . – prefirió no decir nada y simplemente seguirlo, se encontraba a una distancia promedio del  otro.  Se limitaba a acercarse más por mantener el espacio personal del mayor. Caminaba de una forma chistosa, como si estuviese tieso, similar a un robot  y el ojimiel no voltea a verlo sin embargo siente el aura de comedia

– {¡aah! Esto parecer un sueño, estoy caminando junto a Senpai para ir a casa…después de tanto tiempo,  cuantas veces me imagine este momento y sin embargo no puedo mantenerme realmente cuerdo para saber que hacer… me pongo nervioso y asustadizo con solo escuchar su voz dirigiéndome la palabra ¿Qué hare? ¿Será mejor que deje que se aleje? Pero así pensara que de verdad no me gusta su compañía… pero si me ven de esta manera pueden hacer rumores extraños, pero no hay nadie… pero… ¡AH!  ¿Qué debería hacer?  .} -  sus gestos muestran lo que esta pensando, lo que hace que Saga se sienta curioso.

-{¿Qué le pasa a este tipo? De verdad que no lo entiendo, parece muy alterado con solo estar conmigo o porque de por si le tiene miedo a las personas para socializar, si no quería estar en estas clases no debió haber reprobado}- solo de reojo lo mira para confirmar si aun se encontraba caminando detrás. Ahora divagando en su mente, Onodera se percata de que su Senpai aun no ha doblado, y si lo ha hecho, es en la misma dirección que él.

-{¿Qué esta pasando? No se por donde vive Senpai pero ¡pareciera que lo estoy siguiendo como un acosador! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No es así!  Yo de verdad vivo por aquí…entonces eso quiere decir que… no puede ser… o ¿acaso Senpai vive cerca de mi casa actual y yo no me eh dado cuenta?}- fue como si eso fuese algo grave y solo se altero mucho mas, esta vez captando la total atención de mayor.             

- ¿Qué pasa?... – dijo con su mismo tono de voz tan despreocupado.

-¡Ah! ¿Eh? Etto… No, lo siento – esta comenzando a temblar, el que no se haya dado cuenta de era algo muy descuidado de su parte. – {seguramente Senpai sabe que vivo por aquí… que vergüenza si me impresiono por verlo entrar en cualquier casa y saber que estamos cerca.} –

-Mmm… ¿acaso tu vives por aquí?- dijo sin mirarlo, ya que estaba también impresionado por lo que estaba ocurriendo, ambos caminaban y caminaban por el mismo sitio sin cambiar.- nunca te había visto.

-¿eh? {Me creí la gran cosa, al parecer Senpai ni siquiera sabia de mi existencia} etto si…- quedo muy desanimado, al parecer estaba usando mucha su imaginación. Le hirió en que el mayor le preguntara de esa manera la ubicación de su casa.

-Ah ya veo, talvez sales muy temprano o muy tarde para ir a la escuela y por eso no te haya visto.- la conclusión era cierta, de una  u otra forma había motivos como para que ellos no pudieran verse durante la mañana. Onodera entendió la situación, no era porque su Senpai no lo tomara en cuenta, es solo, que nunca se han encontrado en la calle. – ¿de verdad aun has llegado a tu casa? Lo digo por ya esta entrando la noche. -       

-aah si es cierto, pero aun no eh  llegado… pe-pero Sen-Senpai ya se puede ir a su casa -  musito pero se fue suficiente para que le mayor lo escuchara.

-No…-  su tono fue de voz era mas fuerte, como si estuviera molesto.

-¿eh? {¿Lo hice molestar?}-

-No, yo tampoco eh  llegado – solo dijo esto y se camino otra vez.      

-Oh… {Regreso su voz a su tono anterior, que bueno… pensé que sin querer lo hice molestar} – fue la ultima conversación que tuvieron en su transcurso a casa. Árbol por árbol se cruzaban por la calle y el atardecer se oculta cada vez mas, sin embargo su pisadas siguen. La calle esta vacía de cierta manera, ya que a esa hora no muchos andan por la calle por lo cansados que se encontraban de regresar de trabajar o algunos ni siquiera se había asomado por su casa. Ahora prácticamente ni se dirigían la mirada y la camita se torno de vergonzosos a incomoda para ambos.

 

********************** ************************

 

¿Quién sigue a quién? Fue la pregunta que se hacían por parte de ambos, ya que siguen y siguen por el mismo sitio y ninguno de los dos ha cambiado de ruta, prácticamente siguen la misma. Esto tenía que ser una broma, como si el mismo destino los tuviese atrapados en un tipo de comedia. Onodera ya no soportaba mucho mas, no le molestaba pero era demasiado para él, este se había dado cuenta desde hace mucho de lo que estaba pasando ya que tiene su vista en el ojimiel. Sus mejillas se sonrojan por lo que pasa. Ahora prácticamente parecieran que se llevan muy bien. El mayor tenia que soportar no explotar por lo tonto que se veía, no sabía en donde vivía el oji verde y sin embargo siguen el mismo camino.

-{¿Qué rayos esta pasando? Esto de verdad es incomodo, apenas lo conocí hoy formalmente ya que recuerdo haberlo visto antes y sin embargo el mismo día que me lo presentan prácticamente lo acompaño a casa ¿o el me esta acompañando?} Ya debes estar cerca de casa –

-¡eh!, etto si… a una cuadra mas y ya llegue –

-¿a una cuadra? Mmm… -

-¿pasa algo Senpai? –

-Si, yo también a una cuadra más y ya llegue también -     

-¿en serio? {¿Qué esta pasando? Esto es casi una burla a mis sentimientos o… ¿es suerte?, Senpai vive mucho mas cerca de lo que me imagine} – queda rojo por sus pensamientos – {pero, si el vive cerca ¿estará bien ir con él a la escuela? O seria demasiado atrevido.} – después  de que se dio cuenta de la posibilidad de que su Senpai viva cerca, ahora viene la gran duda. “¿Puede ir con el a la escuela?”.  Al fin llegaron pero…

.

-{tiene que ser una broma, el vive ahí...} –

-etto, Senpai… ¿su casa aun esta mas lejos-?… {¿Qué le pasa a Senpai?, se quedo parado en seco frente a mi casa} ¿Acaso pasa algo malo? – lo mira con preocupación, en serio que no decía nada y su mirada quedo oscura.  Solo vio que el ojimiel dio media vuelta y se dirigió hacia la casa que Onodera nombro hace poco “la casa solitaria”. –  {¡Senpai vive en la casa de frente! Pero ¿cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Nunca lo había visto, ni una sola vez… ¿cuan despistado soy? ¡Jo~! no puede ser, no puede ser… siempre pensé que en esa casa no vive nadie y resulta que es ahí donde vive Senpai, incluso le puse “la casa solitaria” ¿Qué demonios estaba pensando?... eso es algo muy grosero de mi parte…   }- sus ojos quedaron verdaderamente abiertos por la impresión. La casa estaba con la luz prendida antes de que el ojimiel entrara.- {sus padres están ahí…} –ahora no quería entrar pero tenia que hacerlo. Sin mucho ánimo entra a su casa temporal.      

Por otra parte, Masamune entraba sin muchas ganas a su “hogar”, con la esperanza de que por lo menos nadie estuviese en casa, sin embargo sabia que eso no podía ser. Así es, era la noche en el que sus padres tenían que venir a darle tan siquiera dinero suficiente para el mes.  En la entrada ve dos pares de zapatos, uno masculino y el otro femenino.

-   {ellos están aquí} ya llegue – dijo sin mucha fuerza, dejo sus zapatos también y camino hasta la puerta. Al abrir se pudo encontrar con ambos padres, cada quien en su asunto sin importarle que su hijo ya llego.

-Llegas tarde, ¿Dónde estas perdiendo el tiempo? Compórtate según tu edad… -

-{con un “bienvenido a casa” tendría suficiente} - su padre le da una “buena recibida” y su madre ni siquiera lo saluda.

 -al menos ya llegaste, toma… el dinero suficiente para un mes… -

-{con que aun sienten obligación conmigo, si no fuese por esto prácticamente seria alguien sin aparentemente padres}- con eso en mente se retira de la sala y se va directamente a su cuarto, esta fastidiado de estos momento que ni siquiera quiere decir nada al respecto. Al entrar a su habitación sin mucho animo y tirando su bulto a la mesa puede ver la casa de frente. Aquella a la cual le puso “el hogar de la familia fastidiosa” simplemente no soportaba a esa familia. – {Con que él vive en un ambiente amoroso y feliz… personas como él, tan inocentes e ingenuos, me dan ganas de destruirlos sin remordimientos}- se veía la molestia en su rostro, no podía mirar mas esa casa, así que con coraje se acerca a la ventana y la cierra al igual que la tapa con las cortinas. – {son realmente molestos}

Antes de eso Onodera, solo entro a casa todo atolondrado por lo que acababa de pasar. Incluso por poco se le pasaba saludar a sus padres.   

-Ya llegue –

-Bienvenido Ritsu, pasa rápido… en un rato mas te hablo para que bajes a cenar - Su madre era algo seria con respecto a las bienvenidas, pero en esta ocasión la contestación fue muy rápida.

-Si… - pasa y se encuentra a su padre hecho polvo en el sillón de la sala.

-Ah bienvenido –

-Padre, te encuentras verdaderamente cansado ¿verdad? – dijo el oji verde con preocupación.

-si,  pero mientas pueda pasar tiempo necesario con ustedes puedo aguantarlo –

-pero estas arriesgando mucho tu salud –

-puede que sea cierto, sin embargo el tiempo que pasa mientras creces son cosas que no puedo dejar pasar desapercibidas, además no es para nada agradable tu te encuentres solo en casa…… si no me esforzara seria de esa manera… - las palabras de su padre eran ciertas. Incluso su madre trabaja ayudando a su padre pero el hacia la mayor parte del trabajo pesado, de todas maneras se trataba del ejecutivo general de las editoriales Onodera. – te encontrarías solo y triste… no puedo permitir eso, no pasaras lo mismo que tu padre – su padre le habla con una sonrisa en el rostro. – Bien,  iré a ayudar a tu madre – el ambiente se torno vergonzoso así que despisto la conversación, lo deja y se va directo a la cocina. Él también se retira a su habitación, pensando en lo que dijo su padre.

-{solo y triste, creo que tan solo personas verdaderamente fuertes pueden soportar eso…} – se le viene a la mente la imagen de su Senpai- {¿Senpai vivirá de esa manera? Siento que me estoy metiendo en algo muy delicado pero, me pregunto ya que antes de que supiera que él vivía ahí, siempre paso por mi mente que aquella casa se “encontraba muy sola, las luces solo se prenden cuando es de noche y no veo venir a los dueños, las luces solo se apagan y hasta el día siguiente era lo mismo” ¿acaso era porque los padres de Senpai no llegaban esas noches}- su rostro mostro preocupación, el ojimiel sufría en su propia casa.- si fuera cierto ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?- abre la puerta de su habitación  y al momento de estar completamente dentro se encontró con algo verdaderamente impactante.

-¡Ozu! Tú eres Ritsu ¿no? Mucho gusto…– un gato negro muy grande, en realidad verdaderamente grande recostado en su cama y para colmo hablándole como si fuese humano. La piel se le erizo de pies a cabeza y prácticamente no buscaba que hacer. El miedo recorría su cuerpo haciéndole no poder gritar. Sus ojos abiertos como platos mirando fijamente al gato su boca solo se movía sin decir nada. – que maleducado eres… te salude ¿o acaso no sabes lo que es una saludo? Bien, dejando eso ahora te diré la razón… oye- No siguió hablando y solo ve como Onodera colapsa. Se transforma rápidamente a su forma humana para que este no hiciera ruido al caer. – no te desmayes cuando te están hablando, algunos malentendidos suceden cuando no escuchas completamente ¡Jo~!  No hay de otra fue mi culpa por aparecer así como si nada… -  sin cuidado alguno deja caer el cuerpo del oji verde en la cama y se sienta a su lado viendo hacia la ventana – {sus cuartos están de frente y no te diste cuenta de que vivía frente a ti ¡Tonto!}- Mira detenidamente la ventana y ve como esta es cerrada junto a las cortinas arrastradas para cubrirlas. Se da cuenta de la situación, al parecer se metió en algo muy problemático. – {habrá mas trabajo de lo que pensé… esto me pasa por meter mis narices donde no me importa pero de todas maneras ya me estaba aburriendo}…- se convierte nuevamente en gato y sale por la misma ventana por la que entro, sube hasta el techo y se queda admirando la belleza de la luna… aquella que ilumina (aunque no por si misma) la oscuridad de la noche.

 

********************** Al día siguiente ************************

 

 En la comodidad de su casa, Onodera Ritsu sigue acostado boca abajo después de haber colapsado. Su cabeza no dejaba de darle vueltas por haberse desmayado, ni siquiera tuvo tiempo de cambiarse el uniforme y al no despertar se quedo profundamente dormido. Con mucha dificultad abre lentamente los ojos y deja ver el tierno color verde que tienen estos, le duele el cuerpo y no quiere siquiera hacer el esfuerzo de ponerse de pie y solo se queda recostado en su confortable cama para uno. Afortunadamente para él, aun comenzaba el fin de semana, se había levantado realmente tarde como para siquiera ir corriendo a la escuela.

 -{Etto… ¿Qué paso? ¿Acaso tanto estudiar a hecho que comencé a tener alucinaciones? Tiene que ser  es ridículo, no soy tan débil como para que pase eso… ¿o si?}- se levanta levemente y al instante regresa de golpe a la cama- {Estoy comenzando a marearme, solo me quedare recostado por un poco mas…} – seguidamente después de eso simplemente cierra los ojos de nuevo dejándose llevar por la relajación. Cosa que duro por lo menos durante los siguientes cinco minutos.

-¡Ritsu! ¿Cuánto tiempo más vas a estar dormido? Levántate de una vez… - la voz femenina de su madre le hizo salir de su transe. Mira con pereza el reloj y ya eran las 11:58 de la mañana, un poco mas para medio día. Se asusta al ver la hora y se levanta de golpe aun con el malestar que sentía.- ¡Ritsu! ¡Despierta! ¡Ritsu! Abre la puerta…-  

-Hai, estoy despierto, estoy despierto… {¡Ah! Sabia que era tarde pero no me espere que tanto… ¿Qué me esta pasando? Ayer vi una gato enorme convertirse en una chica…} - sentía vergüenza por lo que estaba pasando, se cambio a una velocidad impresionante para quedarse en ropa casual y poder ir a abrir la puerta. – estoy despierto –

-¿Qué te paso? Ni siquiera bajaste a cenar ayer a pesar de que llame…pensé que te dormiste temprano y sin embargo te levantaste muy tarde- le dice su madre con preocupación.

-¿será el cansancio? Ja ja ja –su risa era sarcástica, era cierto lo que decía su madre pero, por mas que quisiera decirle lo que recuerda, no podía por lo verdaderamente extraño que se escuchaba.   

-¿te es demasiado las clases extras? –

-¿eh? No… estoy bi-bien con mi Senpai enseñándome-   su madre lo ve de forma sospechosa, ya que con el solo hecho de recordarle las clases extraescolares su rostro se sonrojaba y se ponía obviamente nervioso. 

-esta bien… en un rato más estará el almuerzo, solamente regrese para hacerla y luego me voy… últimamente hay mucho trabajo así que por hoy almorzaras solo – decía aquella mujer mientras le daba la vuelta al oji verde y caminaba de regreso.

-Hai, entiendo –

-bien, hazle compañía a tu madre mientras cocina… el vivir aquí me ha obligado a aprender - dijo mientras el oji verde no tenía  más alternativa que ir tras ella. Una vez en la cocina, el muchacho solo se quedo viendo lo que hacia su madre mientras preparaba la comida, al menos hasta que le fue incomodo estar ahí sin hacer mas nada.

-¿te puedo ayudar en algo? – dijo con una sonrisa sincera, la mujer no pudo ver aquel deslumbrante deseo de ayudar.

-No hijo, esta bien si me encargo solo yo… - como siempre no le dejaban hacer cosas que constaran con las labores del hogar. – tan solo te pedí que me acompañaras ya que prácticamente no hay más nadie aquí-

-Oh… Uhm… -

-por cierto Ritsu, ¿conoces a los vecinos o por lo menos, los haz visto en alguna ocasión?- esa cuestión callo de repente y se volvió extraña. Ante todo estaban a punto de comenzar una plática con respecto a los padres de su Senpai ¿acaso eso era bueno?

-No, solo conozco a su hijo – dijo con cierto animo y algo de tristeza, ya que, ayer estuvo pensando en la situación tan delicada en la que se encuentra Saga con respecto a su familia y su conclusión fue demasiado triste.

-Yo igual, entonces estas enterado de la situación ¿verdad? – el  menor no respondió, se encuentra preocupado por esa situación y preferiría no hablar de ello, pero su madre simplemente no puede evitar sentirse inquieta. – en una ocasión me lo encontré pasada las 11:00 pm y se me hizo extraño, pensé que lo iban a regañar por regresar tan tarde a casa, sin embargo, cuando se acerco mas y lo vi entrar en la casa de enfrente con las luces completamente apagadas fue cuando me sorprendí,  se que no esta bien hablar mal de otras familias ni mucho menos entrometernos demasiado pero, ¿no te incomoda? Los padres de ese chico prácticamente no llegan a casa y él  llega a la hora que le plazca… es muy triste que no se den cuenta de lo mal que están actuando… su hijo se volverá un desastre si lo siguen dejando todo el tiempo solo... a mí, como madre… se me hace demasiado triste lo que le esta pasando a ese muchacho… - un silencio necesario fue lo que reino por unos instantes para pensar –

-{lo se…. A mi tampoco me gusta que Senpai siempre este solo cuando regresa a casa, debe ser demasiado doloroso} Senpai…. – musito lo mas despacio que pudo.

-Es él quien te da clase extras ¿no? Ritsu – la comida al fin esta terminada, apaga la estufa y voltea a ver a su hijo que esta pensativo por lo que están conversando. Ritsu levanta el rostro para ver a su madre y asentir, ante ello, la mujer sonríe y se acerca a su hijo – entonces, cuento contigo para que ese muchacho no sea mas antisocial, ¿vale? –

-Hai…. ¿eh? Espera - la sonrisa de su madre brillaba con intensidad, ella no sabia de que su hijo se encontraba con sentimientos románticos con respecto a ese Senpai solitario, así que no entendió en el momento en el que su hijo comenzó a ponerse nervioso, su cuerpo temblaba, su rostro se lleno por completo de un gracioso color rojo y sus ojos se perdían   - espera madre… yo… etto… -

-no me vengas con que es difícil hablar con él, tsk… actúas como muchacha enamorada… venga, tu puedes… además ahora eres el mas cercano a el ya que pasan cuatro veces a la semana con dos horas extras de clases… no espera, son mas horas-  su madre lo tenia acorralado, no es como si no quisiera volverse mucho mas cercano a Saga pero, apenas podía mantener un simple conversación con el sin que no evitara salirse el corazón. ¿Cómo hará para volverse mas intimo? – bien ¿que dices ahora?- ahora se encuentra sin más opción.

- Lo hare-

-Muy bien, ahora si… te dejo la comida aquí… me regreso al trabajo con tu padre pero apenas termine estaré de vuelta, hasta la noche hijo…. – ambos caminan hasta la entrada de la casa – ahora si me voy-

-Hai… vaya con cuidado – la mujer se despide moviendo su mano,  se sube al auto de lujo que tiene estacionado fuera de la casa, entra y lo arranca, pero antes de avanzar mira hacia un lado y ve a Saga saliendo de nuevo por mercancía de la semana – {espero que mi hijo pueda llevarse bien con él…}   -después de eso solo se fue.  El castaño no se percato de la salida de su Senpai por lo que no quiso quedarse fuera de la casa y un momento antes entro.  

-Creo que comeré de una vez… me duele el estomago-  regreso de inmediato a la cocina lentamente, hasta que escucho un leve sonido que le hizo ir mas rápido. Al momento de llegar…

-Wuaaah… tu madre debería practicar mucho más… esto esta demasiado salado para ser pescado empanizado… bien ya que estas aquí…  oye… -  

.

Onodera no podía creer lo que estaba viendo, DE NUEVO, el mismo gato/mujer que vio anoche ahora esta sobre su plato de comida individual servido. Estaba en shock de nuevo pero antes de que cayera - ¡ESTA VEZ NO TE DESMAYES Y ESCÚCHAME!- Automáticamente paro su caída y mantuvo estable – Bien, un poco mas y todo hubiese sido igual que anoche… ¿acaso eres tan espabila? ¡¿Eh?!- cierra los ojos y ahora se transformo en aquella mujer.    

-lo siento {¿Qué? ¿Por           qué me estoy disculpando con la que se esta comiendo mi almuerzo e hizo que me diera un gran susto?}  - se dio cuenta de sus posición así que trata de tener el mando de la conversación- espera un segundo, ¿por     que te estoy pidiendo disculpa cuando eres tu la que se esta comiendo mi almuerzo? – sin querer el tono de su voz subió a un tono por encima de lo normal.

-¡Ah! Eso lo haces por idiota… Uhm… esto me saco por estar dispuesta a darte mi ayuda- después de decir eso, giro la mirada con los ojos cerrados y un puchero como si de una niña se tratase.  La verdad fue que para Onodera, las palabras dichas por aquella mujer le resultaron mucho más extrañas. ¿Ayuda para qué? Y sobre todo ¿Por qué tenia que venir por un ser fuera de lo normal?  - no te quedes callado di algo… - aquella seguían sin respuesta alguna y era de esperarse, el oji verde aun no asimila del todo lo que esta ocurriendo. –

-Entiendo que me quieres ayudar y lo agradezco pero, el problema es que no veo,  qué sea tan grave como para que necesitar ayuda. -

-Por supuesto no es tan grave por ahora, pero si dejas pasar más tiempo las posibilidades escasearan,  Uhm… Eres un malagradecido, esta bien… de cualquier manera te lo iba a decir… - se acercó hasta el oji verde pero con suficiente espacio personal -  tranquilo, en lo que te quiero ayudar no es tan complicado hasta cierto punto… pero quiero hacerlo, quiero demostrarme que puedo hacer algo bueno después de todos mis pecados y errores-  su expresión cambio a ser una de tristeza pero sostenida por una pequeña sonrisa dibujada en su rostro– estoy dispuesta a hacer todo lo posible para que seas mas cercano a tu amor no correspondido y… en el mejor de los caso que él te acepte de todo corazón… (^o^)♦… por eso mantente tranquilo- la sonrisa de ahora era demasiado resplandeciente.

Damas y caballeros, Onodera no sabía ni quien era en realidad su entrometida y aun así esta ya estaba enterada de lo cautivado que él se encontraba por su Senpai. Su rostro hervía por la vergüenza que estaba pasando, completamente colorado y con humo cómico saliendo por sus oídos.

-¿Qui-i-i-én? Te-te…. A… dicho de… {Esto no puede estar pasando, no le eh dicho a nadie entonces como ella}- nervioso, estaba sumamente nervioso… en serio, temblaba y sudaba frio.

-¿De que estas profundamente enamorado de tu Senpai? Por supuesto que lo averigüe por mi cuenta, no necesito conexiones para tener mi información preferida, aunque de vez en cuando tengo que recurrir a alguien más…. Juju líos y amoríos entre adolescente son dignas de ver, mucho mas la de ustedes ya que son una situación inusual pero no extraña ha ha ha… - se veía cierta maldad en su rostro al momento de reír.

-¿Qué acaso es-esto no era para sentirte mejor con tu conciencia?- ahora lloraba de forma cómica, su secreto fue descubierto.

-Si, tienes razón pero…- Onodera la mira de nuevo, ya         que volvió a tener el rostro de tristeza con mascara de felicidad, mientras también ella lo mira fijamente -  también estoy algo aburrida, cien años haciendo lo mismo es aburrido ¿sabes?-            

-¿eh?...

     

********************** En ese momento************************

 

-{Compre lo necesario para uno…ahora de regreso a casa…} – Saga se encuentra en supermercado comprando lo necesario para vivir. El dinero que sus padres le dan son para este tipo de situaciones y el hecho que no se pase de lo normal es por ahorrar lo suficiente para darse el gusto de comprar libros- {al parecer no se me olvida nada… de todas maneras lo revisare, no quiero regresar aquí y seguir escuchando el cuchicheo de las señoras que me conocen}-  asienta la mercancía en el piso de la tienda y checa que todo este completo, al confirmar de nuevo su compra volvió a alzarlas y caminar fuera del supermercado… -{Bien… ahora si de regreso… me pregunto si debería tomar el camino largo, estoy lleno de bolsas… por esta ocasión creo que estará bien…}-  el camino se vuelve mucho mas largo al estar aburrido – {estoy cansando, últimamente estudio de mas por Onodera... Uhm,  ¿Dónde estará? O ¿Qué esta haciendo en estos momentos?, Espero que este estudiando lo suficiente sin excederse, no sirve de mucho esforzarte demasiado si no puedes aplicarlo al 100%} –durante el transcurso del trayecto de regreso a su “casa”, Saga paso todo el rato pensando en su mas  pequeño (que él)  vecino de enfrente. Al parecer los momentos de odio se desquita con quien tenga oportunidad de hacerlo y ayer le toco al castaño. – {No debería seguir desquitándome con otras personas que no tienen la culpa de mi vida}- y siguió así hasta que por fin llego… voltio y miro la casa de enfrente, ahora sin mas nada entra con calma.       

  

********************** ************************

-Disculpa por decirlo tan precipitadamente, no fue mi intensión ya que… es obvio que no entiendes mi situación… no es para tanto, mejor nos enfocaremos en ti… siento ser una entrometida pero, quería hacerlo y no pude evitarlo por mas que me dijera a misma que “no”- la mano de su brazo derecho esta detrás de su cabeza al mismo tiempo que sonríe - será mejor que nos conozcamos formalmente, es gusto conocerte… me llamo  Miyako… simplemente Miyako, no preguntes el porque, confórmate con saber eso…– diciendo esto hace una reverencia muy educada para parecer alguien extranjera.-  

-De igual manera es un gusto conocerla, me llamo… –

- Onodera Ritsu… sé tu nombre… nunca se me olvidara, ni mucho menos el de Saga Masamune, ambos son nombres hermosos y gente única… él es un muchacho que no reacciona normalmente como la haría cualquier otro cuando su familia esta tan mal… y tú, bueno es difícil encontrarse a alguien tan ingenuo y torpe pero a la vez lindo ja ja ja ja ja – Onodera se sorprende por lo que le dijo.

{¿ingenuo y torpe? ¿De verdad soy tan patético? }- el aura de depresión lo envuelve mientras que Miyako se burla con entusiasmo.

– ¡Je~! Lo siento no pude controlarme – se limpia las lagrimas que salían por sus fuertes carcajadas de hace unos momentos – se que no me tienes confianza pero no te asustes, con forme nos conozcamos mas y avancemos con esto  podrás saber - una tierna sonrisa, una que parece casi irreal para darle la mejor comodidad al castaño -Bien, para comenzar, primero vamos a un sitio en especial…

-¿sitio? ¿Eh? Espera… la casa…- 

- Regresaremos antes de lo que te imaginas y por supuesto antes de que tus padres lleguen a casa así que no hay razón de preocuparse… ahora vamos… - el oji verde se acerca hacia donde esta aquella mujer, este no escucho con claridad lo que decía la pelinegra, simplemente vio y sintió como una oscura sombra se posaba sobre ellos haciéndoles desaparecer de la casa y llevándoles a aquel extraño lugar.  

-{¿Dónde estamos?} 

 

 

 

 Continuara… 

Notas finales:

Eso a sido todo por el momento... tan bien uno de estos días subo un one-shot n.n en "Onodera Neko" por lo que a l@s interesad@s pueden leerlo si gustan n.n... 

Por otro lado el fic... je je ese no creo tenerlo pronto, quiero escribirlo bien así que me demorare un poco mas u.u... así que esperenlo por favor n.n... Mmm... creo que eso es todo por ahora... (creo ¬.¬U) 

JEJE nos leemos, Ia ne!!! 


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