En el colegio de artes de Seúl existen chicos atractivos pero ninguno como él. Se hace llamar Kai, aunque su verdadero nombre sea simplemente Kim Jong In.
Kai es el chico más popular de toda la escuela, sin embargo, así como todo chico popular, es el rey de los idiotas.
Se la pasa todo el día en lo alto de un árbol, saltándose las clases y convirtiéndose en una carga para los profesores. Pero a pesar de ser un idiota, es increíblemente popular con todas las chicas y hasta chicos, claro, el joven no se quejaba y jugaba con quienes le 'pretendían' ─ en el buen sentido de la palabra ─ así que no tiene a nadie "especial" y nunca lleva una relación profunda.
Su vida transcurría como todos los días en la copa del árbol más alto del colegio. Todas las chicas y uno que otro chico aclamaban su nombre a su alrededor en señal de que querían divertirse con él ─ de nuevo, en el buen sentido de la palabra ─ y el moreno sonreía torcidamente como solía hacer ganándose los suspiros de todas las chicas que estaban alrededor del tronco del árbol y uno que otro grito de "admiración" por parte de los chicos.
Bajó finalmente del árbol de un salto ganando una vez más los suspiros de las féminas que lo acompañaban. Poca fue su distracción al toparse de cara con un chico, en el cual nunca se había fijado. Y las preguntas de las chicas que estaban a su alrededor no se hicieron esperar.
─ ¿Quién es? ─ murmuraban ─ ¡Estás en medio! ─exclamaba otra.
Un chico de cabello negro y corto, piel blanca, estatura baja y grandes ojos que se notaban aunque tenia puestos sus lentes. Un estudiante de honor y serio.
─ Kim Jong In, ¿saldrías conmigo por todo un mes? ─ preguntó el bajito serio y algo cortante.
Como todo aquel que escuchara semejante petición, se quedaron atónitos por aquello que el chico había dicho. Claro, no era extraño ya que se trataba de Kai pero… ¡¿Qué Do Kyung Soo, el estudiante de honor en el colegio, alguien serio como él, le dijera eso?!
─ Disculpa, ¿cómo dices? ─ se acercó el moreno al bajito en un intento de descifrar lo que sucedía ─¿Dijiste por un mes? ─
Las otras chicas que estaban colgadas del Kai empezaron a reírse y a burlarse de Kyungsoo. Aunque, claro, a él no le importó en lo absoluto.
─ Por supuesto, tampoco dije que sería gratis ─ mencionó el mayor mientras sacaba un boleto de color oro y plata ─¿Sabes qué es esto? ─
Jongin abrió sus ojos con sorpresa.
─ I-Imposible... ─ murmuró ─ ¡No pude conseguir esa entrada! ─
─ Así es, es un boleto para acudir al concierto de un cantante extranjero que curiosamente admiras ─ mencionó en tono triunfante el de anteojos ─ ¡Además es un asiento de primera! ¡Justo delante del escenario! ─ exclamó acomodándose los lentes.
Y como si de un reto se tratase, le lanzó la pregunta final.
─ ¿Lo harás? ─
Y como cualquier idiota ilusionado...
─ ¡Lo haré! ─ exclamó el menor con un brillo peculiar en los ojos.
Luego de despedirse de las chicas que se encontraban con él, uno que otro comentario ofensivo hacia a D.O. dígase "el enano de ojos grandes" fueron lanzados. Y así fue como Kai, fue comprado.
─ Soy Do Kyung Soo soy de un año superior, estoy en el área de canto, encantado de conocerte ─ dijo monótono y sin ninguna expresión en el rostro.
─ Do Kyung Soo... ─ repitió para sí mismo el moreno ─ Te llamaré D.O., un gusto ─y extendió su mano en señal de saludo.
D.O. lo miró fijamente sin expresión, tomó su mano y la sacudió en un gesto algo brusco. Sin embargo Kai no le agregó demasiada importancia.
─ Así que, ¿por qué sólo un mes? ─ inquirió curioso.
─ Me traslado, exactamente en un mes, el 24 de diciembre. ─ respondió el más bajo─ La próxima escuela es muy estricta, así que quería experimentar lo que es "una relación"─ completó con cierto orgullo en sus palabras.
─ No lo entiendo, pero... ─ musitó el menor ─ ¿Por qué yo? ─ preguntó para saber aquella respuesta que de algún modo le carcomía.
─ Si lo iba a hacer, tenía que ser con el número uno del instituto. ─ Jongin paró en seco y de alguna manera eso hizo qué su corazón latiera de felicidad ─ Entonces, cuídame durante todo un mes y el 24 te daré la entrada ─ dijo Kyungsoo con el fin de acabar la conversación.
─ ¿Te vas? ¿Te acompaño a casa? ─ agregó el moreno en un vago intento de gesto cortés.
─ No, está bien, me siento algo resfriado así que iré al hospital ahora ─ contestó D.O. mientras elevaba la mano en señal de despedida.
Aterradoramente formal... ¿Acaso Kyungsoo sabe lo qué significa "salir"? ¡Sí que era raro! El menor le vio alejarse hacia su destino.
─ Tiene buen cuerpo... ─ pensó ─ A pesar de ser un enano.─
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Al día siguiente...
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Varias pilas de hojas yacieron inmediatamente en los brazos del moreno mirando confuso y algo sorprendido lo qué habría durado hacer todo eso.
─ ¿Q-Qué es esto? ─ inquirió con nerviosismo.
─ Para la cita de mañana, traje cinco sugerencias, revísalas y más tarde dime cuál te parece ─ contestó con firmeza el de ojos grandes.
─ ¡No voy a leer esto! ─ exclamó el menor mientras lanzaba las hojas al aire y las dejaba a su suerte ─ ¡Eres tan aburrido ratón de biblioteca! ─ exclamó mientras le daba la espalda a su acompañante.
Kyungsoo, algo aturdido, sólo se limitó a ver al chico irse hasta que paró bruscamente su caminar.
─ ¡Para mañana déjamelo todo a mí! ─ mencionó señalándose a sí mismo ─ Sólo trae algo de dinero y lentillas ─ dijo señalando al mayor que algo confundido asintió levemente.
La teoría de Kai era sencilla "Todo mundo tiene su encanto" así que no dejaría que Kyungsoo se comportara aburrido por todo un mes. Así fue como decidió que al día siguiente eliminaría al viejo Do Kyungsoo para convertirlo en un nuevo D.O.
La tortura inició llevando al mayor con el estilista. Después de todo no hay nada que sea imposible. Luego de la transformación, D.O. se miró al espejo sorprendido de verse sin anteojos usando las lentillas, su cabello ahora teñido de un castaño tirando a rojizo, más arreglado y con un esplendor especial.
Los estilistas comentaban lo guapo que estaba el chico diciendo incluso que parecía un modelo, causando débiles sonrojos por parte de Kyungsoo.
─¿Qué te parece, Kai? ─ preguntó la estilista que era amiga cercana del chico.
─ Realmente me gusta, D.O. se ve muy bien ─ contestó sonriendo torcidamente.
─ ...Ya veo ─ mencionó el bajito con un rostro serio.
Se levantó de su asiento, caminó algunos pasos y después prácticamente se tropezó con el aire cayendo de cara al suelo.
El ver esa extraña escena, al moreno le vinieron las palabras de unas chicas.
─ "Do Kyung Soo es extraño por naturaleza, no importa lo que digamos, nunca muestra una expresión, es como un robot"─
─ "Así que básicamente... ¿Eso significa que nadie lo ha visto nunca 'emocionarse'?" ─ pensó Kai.
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─ ¿A dónde quieres ir? ─ preguntó monótono el mayor ahora ya cambiado.
─ Veamos...¡Vayamos a un motel y...! ─ pero el más bajo lo interrumpió con un golpe en la cabeza.
Jongin se sobó la parte afectada tratando de amainar el golpe, entonces notó como el chico se sonrojaba mientras hacia una mueca de nerviosismo.
─ Lo siento, pero no puedo hacer eso de repente, si pudieras, me gustaría ir a... ─ un bufido lo interrumpió y luego una carcajada por parte del menor ─ ¿Qué es tan gracioso? ─ preguntó D.O. con enfado.
─ Nada, nada, lo siento… ─ dijo el moreno calmándose un poco y ofreciéndole su mano ─ Entonces empecemos con tomarnos de las manos, ¿de acuerdo? ─
─ "Sorprendentemente, puede ser bastante divertido estar con él"─ sonrió ante su pensamiento el menor mientras sentía el frío roce de la mano de Kyungsoo.
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El día siguiente transcurría normal la hora del almuerzo, excepto por...
─ ¿Quién es ese? ─ exclamó una tipa.
─ ¡No puede ser! ¿Do Kyung Soo? ─ exclamó indignada otra.
─ ¿Por qué es tan guapo de repente? ─ dijo una más mientras veían la escena que estaba enfrente de ellas.
─ Quería tener una cita en el almuerzo en el patio, así que hice uno para ti, Jongin─ dijo D.O. ofreciéndole un bento al moreno que aceptó gustoso.
Abrió la caja del almuerzo y no pudo evitar sorprenderse con semejante buffet que se encontraba en sus manos.
─ ¿Qué es tan divertido? ─ cuestionó un tanto alterado el de ojos grandes mientras veía el rostro asombrado del menor.
Se llevó un pedazo de comida a la boca y sus ojos le brillaron de la maravilla qué su paladar había probado.
Vio el rostro de Kyungsoo y no pudo evitar un pequeño sonrojo por ver su cara feliz, aunque no lo demostrara del todo.
Y así fue como poco a poco Kai observaba los pequeños cambios del chico, D.O. no era una máquina, lo sabía, él en definitiva estaba vivo.
Pasando por una calle en donde había pegados varios anuncios, Kyungsoo paró su caminar en seco, causando también el detenimiento de su acompañante.
─ ¿Qué pasa? ─ preguntó Jongin quien dirigió su mirada a aquel anuncio que veía el mayor ─ ¡Te gustan los girasoles, ¿verdad?—exclamó con emoción el moreno.
Hubo un silencio por parte de D.O. que aún se encontraba en trance viendo la imagen de aquellas flores.
─ ...Sí ─ cortó el silencio ─ Me gustan ─ dijo sonriendo y con un leve color carmesí adornando sus mejillas.
Kai se sonrojó por ver la sonrisa del chico y sintió como su corazón aceleró en ese momento.
─ "Él se refería a los girasoles, ¿verdad?... Ah, pero se veía lindo" ─ pensó Jongin hasta que luego de unos instantes sacudió la cabeza tratando de eliminar esos pensamientos que no iban para nada con el comportamiento de un chico como él.
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─ ¿Eh? ¿En la enfermería? ─
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─ Sólo tengo un poco de fiebre ─ mencionó el mayor que yacía recostado en la cama de la enfermería del colegio.
El moreno no pudo evitar preocuparse por Kyungsoo, ya que le había tomado bastante cariño después de un tiempo.
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─ Ya casi llega el final de los exámenes, así que no podremos ir a muchos lugares ─ dijo el mayor mirando el calendario de exámenes que se avecinaban ─ Así que, ¿quieres que estudiemos juntos? ─ invitó, Kai volteó a verle─ Pero antes... ¿Puedo preguntar en qué posición estas? ─
─ 136 ─ contestó el moreno simplemente.
─...─ enmudeció ─ ¡¿Qué dijiste?! ─ reaccionó el más bajo con cierta sorpresa.
─ 136 de 138 ─ repitió Kai.
─ ¡Nos vamos a mi casa ahora mismo a estudiar! ─ ordenó Kyungsoo tomando bruscamente de la chaqueta del moreno.
Porque después de todo, el primero del colegio con el 136... ¡Qué irónico!
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En casa de D.O. …
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─ No te preocupes. Saber lo que vendrá en el examen y estudiar son casi la misma cosa así que... ─ el mayor se vio interrumpido por el abrazo inesperado del moreno que lo dejó tenso en el instante.
Nada que no se pueda solucionar con un pequeño golpe en la cabeza por cortesía de Kyungsoo que poseía una enciclopedia de mil páginas en mano.
— ¡Estudia! ─ regañó molesto.
─ Entonces… Si me das un beso lo haré ─ dijo sonriente el moreno que había tomado del mentón al mayor para que lo viera los ojos ─ Sólo bromeaba ─ sonrió burlonamente.
Y después de otro golpe en la cabeza se dispusieron a empezar a estudiar. Kyungsoo se sentó a un lado de Kai.
─ Empecemos entonces con lo que no entiendes, estás... ─ pero fue interrumpido nuevamente por sentir un cálido roce en sus fríos labios. Sintió el contacto, sin embargo no correspondió a la acción del menor.
Kai se separó de los labios de D.O. y lo miró a los ojos. Se encontraba sin expresión y lo siguiente que vio fue que se desplomara en el suelo.
─ L-Lo siento, Hyung, es que... Te ves muy lindo y... ─
─ C-Cierra el pico, idiota ─ espetó el mayor aún sonrojado por la acción del moreno.
Pasando los días y después de haber llegado al puesto 118 de 138 por parte de Kai, éste se daba cuenta de que el estar con él era un modo inesperado de divertirse.
El moreno se encontraba en el árbol del colegio y hablaba a lo lejos con D.O. que se encontraba en lo bajo del árbol.
─¿Quieres subir? ─ preguntó Jongin.
─ N-No puedo ─ contestó su Hyung con cierto nerviosismo.
─ Vamos, yo te sujetaré... ─ decía el menor hasta que vio que Kyungsoo se tambaleaba de un lado a otro.
─ ¡Kyungsoo Hyung! ─ exclamó preocupado.
─ Estoy bien, debe ser la anemia... ─ dijo pasándose una mano por la frente.
─ Eres tan delicado... ─ dijo Kai tomándolo y llevándolo en brazos como una princesa hacia la enfermería.
─ ¿Por qué no me puedes llevar en tu espalda? ─ indagó a manera de reproche el mayor.
─ Porque es más fácil llevarte de esta manera y porque me gusta ver tu cara avergonzada ─ respondió Kai simplemente.
─ En serio... ─ musitó D.O. viéndolo a los ojos.
─… ─ sopesó unos segundos ─ Oye, hyung, aunque esto termine en un mes... ¿Quieres seguir saliendo conmigo? ─ preguntó causando sorpresa al de menor estatura─ Y así el próximo verano, iremos a ver los girasoles. ─
─ … ─ Kyungsoo abrió sus ojos sorprendido por aquella propuesta, pero él sabía que no podía ─ Me niego ─ contestó finalmente desviando su rostro del de su acompañante.
Kai quedó en un estado de shock por aquella respuesta, sin embargo el mayor no le tomó importancia y se aferró a su cuello.
─ La única razón por la que nos divertimos es porque hay un límite de un mes, ¿no es así? ─ empezó a decir el de ojos grandes ─ Si quiero, empezarían los problemas y los celos y no queremos eso... ─ su voz se hizo más apacible ─ Además pensé que eso era lo que menos te importaba. ─
Kai lo miró y a su mente vino el recuerdo del dolor que sintió aquella vez y la razón por la que dejó de aferrarse a las cosas que eran importantes, pues para el moreno era muy duro tener a alguien especial.
─ Cierto, tienes razón, lo siento ─ contestó el menor mirando fijamente al de ojos grandes, luego volvió su mirada al frente ─ Pero también es verdad que me sentiré sólo. ─
─ Me siento honrado. ─ mencionó el otro chico con una mirada nostálgica ─ "Probablemente también me sentiré solo" ─ pensó mientras cerraba sus párpados.
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Más tarde…
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─ ¿Se fue temprano? ─repitió incrédulo el moreno. Que su Hyung se hubiera ido sin decirle nada antes le extrañó.
─ Sí, si vas a casa de Do Kyung Soo, ¿puedes llevarle esto? ─ mencionó el doctor de la enfermería del colegio.
─ ¿Eh? ¿Medicina del hospital? ─ indagó con curiosidad el menor.
─ Será hospitalizado pronto, así que es mejor que lo veas lo antes posible ─ dijo el doctor acomodándose los anteojos.
A Kai le extrañó mucho el hecho de que el mayor no hubiera mencionado nada. Se preguntaba la razón por la que sería hospitalizado. ¿Habría empeorado la gripe? ¿Le habría pasado algo por la anemia?
─ ¿Hm?—algo extrañado el doctor lo miró ─ Puede ser que... ¿Kyungsoo no te mencionó nada? ─
De repente al moreno se le vinieron aquellas dos palabras a su mente.
─ "Me niego".─
¿Acaso no había dicho eso porque el lugar donde lo transferían era muy estricto?
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─ No fue nada serio ─ mencionó el bajito que se encontraba algo sorprendido por ver a Kai en su casa.
La anterior vez que el moreno había ido a su casa, sus padres no se encontraban ─ por gracia de Dios ─ y ahora mismo tampoco. D.O. miró el rostro preocupado de Jongin y lo único que se le pudo venir a la cabeza era aquello.
─ Comprendo… ─ murmuró tomando de la mano del menor ─ Ven, sígueme ─ y lo condujo hasta su habitación.
Hizo qué se sentara en su cama y lo tomó de ambas manos.
─ En una situación como esta, ¿se supone que yo deba desnudarme primero? ─ preguntó el de ojos grandes de forma monótona.
─ ... Sí ─ respondió el moreno sin siquiera darse cuenta de lo que acaba de decir. Cuando se le prendió el foco en la cabeza, Kyungsoo ya estaba por quitarse su ropa interior.
─ ¡Espe...Espera! ─ gritó algo aturdido el menor y sonrojado por fijarse en el fino cuerpo que su Hyung poseía.
Se le quedó viendo fijamente sin pudor alguno. No podría controlarse, pero no era momento para aquello. En un rápido movimiento Kai se deshizo de su chaqueta y pronto cubrió al mayor con la misma, que algo confundido y sonrojado lo contempló.
—Jong...
─ Lo he oído. ─ mencionó el moreno en tono serio apoyando sus manos en los hombros de D.O. con la cabeza baja ─ Lo sé… Sé que tienes... Un tumor en la cabeza ─ pronunció en un vano intento de no romper en llanto.
D.O. abrió sus ojos con sorpresa; no pensó, nunca imaginó que terminaría de esa manera. Sabía que Jongin era un idiota, lo sabía perfectamente, tampoco creyó que se enamoraría de él después de estar un mes a su lado.
─ "Tan duro. Tener a alguien especial, es tan duro". ─
─ Dormitorio ¿huh? ─ empezó a decir el menor aún tomándolo de los hombros ─ ¿Creíste que porque era yo, podrías engañarme? ─ trató de decir el chico, ya que con tanto dolor y sentimientos a su alrededor no sabía cómo tratarlos, pero sintió como que de alguna manera, después de todo, sí era un idiota ─ Por qué se trata de mí... ─ dijo entrecortado sus palabras ─ ¿Creíste que no sabría y todo terminaría bien? ─ el de tez más blanca vio a su dongsaeng con dolor ─ Me escogiste... ¡¿por qué soy un idiota?! ─ exclamó al borde del lágrimas ─No juegues... conmigo ─ musitó mientras unas lágrimas rebeldes escapaban de sus ojos.
Un incómodo silencio invadió la habitación del mayor. Donde reinaba el dolor, la duda e incertidumbre de lo que sucedería de ahí en adelante.
─ Deberías estar en cama, cogerás un resfriado ─ el moreno cortó aquel momento tenso. Le dio la espalda a su mayor y salió en silencio de la casa de Kyungsoo.
─ Mierda... ─ masculló.
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Como era de esperarse, Kyungsoo y Jongin no se volvieron a ver desde entonces, las razones aún no eran definidas pero los rumores no se hicieron esperar.
Como todos los días de "soltero" del moreno se encontraba en lo alto del árbol del colegio... Más deprimido de lo que cualquiera podría imaginarse. No creyó que le afectaría tanto, pero así fue. No había terminado el mes y extrañaba a D.O., más de lo que creía. Una voz exclamando su nombre hizo que saliera de su trance. El doctor lo llamó a la enfermería.
─ Toma, es una carta de Kyungsoo, me dijo que te la diera ─ informó el doctor disculpándose después por haber dicho el secreto de D.O.
De nuevo Jongin subió a su árbol preferido y teniendo en sus manos la carta que D.O. había escrito comenzó a leerla.
"Querido Jong In:
Me gustaría devolverte el boleto y los audífonos..."
─ ¿Audífonos? ─ se cuestionó confundido. Los tomó delicadamente y abrió los ojos con algo de sorpresa. Unos audífonos con forma de girasol... Recuerda que ese día había tomado los auriculares de su hermana por molestarla, sin embargo no ocurrió lo que esperaba, así que se los dio a la primera persona que vio, que curiosamente había sido Kyungsoo.
—Conservó algo como esto...—formó una pequeña curvatura con sus labios y luego continuó leyendo aquella carta.
"El día que me enteré de mi enfermedad estaba muy triste. Estaba tan atónito que no podía ni moverme del patio. En un vano intento de desahogarme había tomado mi reproductor para escuchar algo de música, me di cuenta de que mis auriculares se habían descompuesto y empecé a maldecir. Entonces fue cuando saliste de entre las hojas del árbol y me dijiste que debería tener unos nuevos ya que me veía distraído, así que me diste esos audífonos con forma de girasol. Me dijiste que me los regalabas y que los usara. Después de eso desapareciste otra vez entre las ramas. Los había observado, pensaba que eran bastante femeninos, pero no me importó, lo esencial era que funcionaran y lo hacían a la perfección.
Mi mirada cegada vio otra vez el sol y la sonrisa de aquel chico me empapó.
Jongin, la razón por la que me gustan los girasoles es porque me recuerdan a ti.
Quería estar contigo aunque tuviese que mentir. De ahora en adelante tendré qué afrontar una difícil operación y una larga rehabilitación. Espero estar bien y volver para disculparme.
Así que, por favor, hasta que pueda hacerlo...
No me perdones..."
Apenas el moreno terminó de leer la carta salió corriendo del colegio y sin pensarlo dos veces se dirigió apresurado a la casa de Kyungsoo.
Al llegar ahí se encontró con una mujer que regresaba de sus compras diarias.
─ D-Disculpe... ─ indagó con nerviosismo el moreno ─¿Es usted, la madre de Kyungsoo Hyung? ─
La mujer que hasta ese momento no se había percatado de su presencia se acercó al chico.
─ Así es, soy yo. Tú debes ser Kim Jong In, ¿cierto? ─ mencionó con un tono algo enfadado.
─ S-Sí ─respondió nervioso.
─ Ah, mi Pororo me ha contado sobre ti... ─ dijo la mujer dejando las bolsas del supermercado a un lado.
─Eh... Escuche... ─ mencionó Kai algo dubitativo y dejando de lado la manera en la que la madre de Kyungsoo lo había llamado─ Yo... Desde que mi madre murió no he sido yo mismo. Porque estoy asustado de decir adiós... ─ La mujer le puso atención al chico ─ Yo... Nunca he sido capaz de mirar seriamente a las personas y la verdad es que... ─
─ Kim... ─ interrumpió la señora Do ─ ¿Quieres a mi hijo? ─ agregó más como un tono intimidador.
Kai se quedó callado y como quien dice, el silencio otorga.
La mujer sonrió de medio lado y posó su mano derecha en el hombro del moreno.
─ No dejaría que mi hijo se metiera con cualquiera, él es lo más preciado para mí. Es mi único tesoro. ─ mencionó seriamente─ Pero nunca lo había visto tan feliz en meses... ¡Gracias! ─ dijo finalmente dejando algo aturdido al Kim, más luego sonrió de manera cálida.
Jongin realmente amaba a Kyungsoo, no le importaba si era duro o impresionante, no se podía remediar.
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24 de Diciembre
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─ Siento hacerte conducir esta noche, madre. ─
─ No te preocupes, Pororo, te dejaste algo en la clínica ¿cierto? ─ afirmó la mujer mirando cálidamente a su único hijo.
─ Sí, voy a llamar a la enfermera ─ y Kyungsoo se adentró en la escuela en plena víspera navideña ─ Qué bien, aún hay algo de luz... ─susurró para sí mismo.
Algo lo cautivó en ese momento, desviándose de su camino hacia la enfermería.
─¿Hay luz, en el patio? ─ se cuestionó.
Se acercó a la puerta transparente que dirigía hacia el patio y abrió sus orbes impresionado y sumamente asombrado por aquel espectáculo que ocurría ante sus ojos.
El árbol del colegio tenía miles de girasoles hechos de papel colgando de las ramas. Un curioso y lindo color carmesí adornó las mejillas del chico al percatarse de aquel que había hecho semejante espectáculo.
─ Esto sí que lleva su tiempo ─ dijo un moreno qué no se había percatado de la presencia de D.O. ─ ¡Wah! ¡H-Hyung! ─ exclamó sorprendido de verlo tan de pronto.
Se resbaló violentamente y cayó del árbol recibiendo varios golpes por ello.
─ ¡Aaaaagh! ─ gritó del dolor el menor ─ ¡Se me ha clavado una rama en la espalda! ─
Después de que Kyungsoo le quitase la rama, Kai dejó de quejarse y el de tez blanca empezó a tratar sus heridas.
─¿Qué pasa con el concierto? ─ cuestionó D.O.
─ Se la di a mi hermana, también es fan...de todas maneras quería darte un regalo, Hyung ─ pronunció el moreno volteándose a ver al de ojos grandes─ El contrato era sólo hasta hoy, ¿cierto?, así que este era mi último regalo. ─ sonrió torcidamente ─ ¡Desde mañana oficialmente empezaré a perseguirte, Kyungsoo! ─ declaró sonriendo cálidamente.
El mayor rompió en llanto, no creyó que realmente sucediera esto. Pronto sintió como Kai posaba su cálida mano en su mejilla limpiando aquellas lágrimas cristalinas con su dedo pulgar.
─ Incluso si te rehúsas, te seguiré ─ el moreno tomó ambas mejillas del mayor y sonrió con calidez.
Kyungsoo se abalanzó hacia Jongin, formando así un suave abrazo en el que ambos expresaban sus sentimientos.
─ Lo haremos cuando te sientas mejor... ─ mencionó el moreno.
─ ¿Huh? ─ gimió confundido el más bajo.
─ El amor ─ contestó el menor con picardía.
─... Sabes... honestamente perdiste esa oportunidad ─ repuso el mayor dejando escapar una risita nerviosa.
─… No juegues ─ refutó con desilusión Jongin.
"Aun cuando todavía hace frío, puedo enviarte las que hice y entonces cuando llegue el verano...iremos a ver los girasoles de verdad...
...Si dices que te gustan los girasoles y sonríes, no importa que sea invierno o Navidad. Te enviaré más de mi corazón y mis sentimientos por ti."
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¿Fin?