Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En la oscuridad del Bosque por InfernalxAikyo

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el capítulo 10 >< espero que les guste 

PD: tengo una seria duda existencial sobre el final de la historia...nosé con quien va a termiinar Sasha, de vdd xd ayúdenme :C

Dejen sus revieews ! :)

Luego de un par de horas volví a la fría cabaña, atravesé el umbral de la puerta completamente decidido aunque estaba un poco nervioso, por suerte aún no había rastro alguno de Soul, así no tendría que dar explicaciones.

- Debes llevarte su secreto a la tumba, no sabes cuantos enemigos tiene Desmond allá afuera, si alguno de ellos llegase a enterarse de su estado…Será presa fácil- Llevaba frescas las últimas palabras del viejo Vlad en mi cabeza. Los ojos de Desmond se abrían sorprendidos mientras veían como yo, sin decir palabra alguna comenzaba a quitarme el abrigo rojo y la camisa blanca que llevaba bajo él, mostrando el desnudo y delgado torso con cicatrices aún visibles desde la última pelea. El cazador pareció sonrojarse.

- S… ¿Sasha?- Tartamudeó torpemente tragando saliva mientras intentaba sentarse en la cama al ver como yo llegaba hasta ella y me arrodillaba frente a él.

- No hables…- Susurré mientras posaba mi tembloroso dedo índice sobre sus labios, no podía evitarlo, estaba un poco asustado. Los vampiros me habían contado que Desmond llevaba más de diez años sin beber gota de sangre alguna, que podía descontrolarse, que podía llegar a matarme, pero ya lo tenía decidido, esta era la única forma de salvarle. Quedé por unos momentos mirando su rostro pálido, débil y enfermo.

- Lo sé todo, Desmond- Afirmé acercándome demasiado a él y quitando un par de mechones de cabello que tocaban mi cuello.

- ¿De qué hablas?- Preguntó sorprendido intentando evitar las notables sacudidas de sus manos, quizás por el mal estado en el que  estaba o porque sabía que le había descubierto.

- No te preocupes…- Susurré mientras me posaba sobre él y me apoyaba contra su hombro, dejando mi cuello considerablemente cerca de su boca –Vamos-  Murmuré un poco más bajo –Bebe toda la que quieras-

- No…No se de que me…-

-   ¡Vlad y Ethan me lo han contado todo!- Alcé un poco la voz  -Solo quiero ayudarte, Desmond- Dije intentando tranquilizarme –Es lo único que puedo hacer…-

- No…No lo haré- Dijo frunciendo el ceño mientras me miraba con enfado y negaba con la cabeza.

- Sabía que dirías eso…- Dije con maliciosa sonrisa  mientras me inclinaba un poco para sacar una de las dagas que llevaba amarrada a mis botas, con cuidado la lleve a mi cuello e hice un pequeño corte para que saliera algo de sangre. Había visto antes la reacción de Desmond frente a mi sangre, sabía que funcionaría.

El cazador se llevó la mano a la boca, vi como sus pupilas se dilataron por completo y sus hermosos ojos mieles se agudizaron, tomando un anaranjado que parecía brillar incluso en la oscuridad. Pude sentir su corazón agitarse contra mi pecho a mil por segundo, a punto de explotar y el temblor de sus manos aumento considerablemente, se estaba conteniendo.

Sin pensarlo lo tomé por el cabello y suavemente lo atraje hasta mi cuello, no podía resistirse porque estaba demasiado débil, lo acerqué tanto hasta que sus labios rozaron con las primeras gotas. Cerré los ojos y respiré hondo.

No tardó en entregarse a su instinto, tomó de mi mano y la sostuvo con fuerza mientras clavaba sus colmillos filosos como agujas lo más suave posible dentro de mi cuello, justo en la yugular. Sentí como el fluido rojo que corría por ahí comenzaba a ser succionado. Lo estreché entre mis brazos mientras se alimentaba de mí, era una forma de contener el dolor.

- Lo siento, Sasha- Murmuró con voz temblorosa y quebrada aún sin apartar su boca de mi cuello.

- No te preocu…- Intenté decir pero mis palabras fueron cortadas por un brusco movimiento, los brazos de Desmond me sujetaban fuerte y me embestían contra la cama, quedando él ahora sobre mí. La fuerza de su cuerpo parecía haber vuelto de un momento a otro, ahora me tenía apresado contra él con sumo ímpetu, no podría haberme zafado, aunque lo hubiese querido. Clavó sus colmillos un poco más fuerte y no pude evitar soltar un vergonzoso gemido, comenzaba a arder, mi respiración se aceleró en entrecortados jadeos mientras que mi corazón latía lo más rápido posible, lo cual era algo malo, porque bombeaba más sangre aún. Su respiración se agitó también, mientras intentaba clavarlos aún más hondamente, pero no podía, ya había llegado al tope.

Vi como una especie de aura, un resplandor alrededor de su cuerpo comenzaba a aglomerarse en grandes cantidades, abrí los ojos asustado y sorprendido. Su piel había vuelto a tomar su color dentro de su palidez y sus brazos envolviéndome con sobrenatural fuerza me informaban que ya estaba bien ¿El problema? Ya no sabía cómo detenerle.

Comencé a sentirme mareado, di una rápida mirada a mis manos, estaban blancas y casi ya no podía sentir dolor en mi cuello.

-D…Desmond-  Musité agitado casi implorando que se detuviese - ¡Desmond!- Grité abrazándole con todas mis fuerzas, él se detuvo y se apartó de mí bruscamente.

- S… ¡Sasha!- Exclamó desconcertado mientras intentaba suavizar su respiración que ahora se escuchaba honda y agitada., volviendo en sí me mostró sus filosos y blancos colmillos en una mueca de asombro, mientras que sus ojos de a poco volvían a su característico y suave color –Sasha…yo- Tartamudeó nervioso mientras me tomaba por las mejillas, dejando su boca aún salpicada con sangre considerablemente cerca de la mía. Por un momento me sentí feliz de sentir su aliento fresco tan cerca de mis labios nuevamente, estaba bien, estaba vivo y esto era suficiente para mí.

- Sasha ¡No! ¡Mantente conmigo!- Gritaba inútilmente intentando despertarme, pero yo me sentía cansado, quería dormir un poco, cerré los ojos antes de caer desplomado contra su pecho, inconsciente.

No los volví a abrir si no  hasta el amanecer, forzosamente me froté los párpados que picaban con la luz del sol y dí una rápida mirada por toda la habitación. Allí estaba Desmond, sentado justo a mi lado observándome con cara de preocupación  mientras sobaba sus manos nerviosamente, clavé mi mirada en sus pupilas dilatadas y me fue imposible no recordar lo ocurrido la noche anterior, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza y casi me hace saltar de la cama, mis manos se helaron e instintivamente llevé una de ellas a mi cuello, llevaba una venda, una pequeña venda de seda blanca que cubría la herida como un lindo lazo. Guardé silencio, no sabía que decir, me sentía avergonzado.

- Me alegro que estés bien…- Murmuré luego de un rato con una forzosa sonrisa en mi rostro.

- Siento mucho haberme sobrepasado ayer, Sasha- Dijo luego de corresponder mi sonrisa.

- No es tu culpa- Respondí rápida y secamente, no quería hablar mucho del tema –Debías alimentarte- De alguna forma, luego de pensar en lo ocurrido comenzaba a molestarme un poco ¿Por qué Desmond no me dijo que era un vampiro?

- ¿Estas molesto?- Preguntó inocentemente como si leyese mis pensamientos, no fue necesario contestarle, el ya lo sabía.

- ¿Por qué no me lo dijiste?- Pregunté mientras miraba hacia otro lado bufando, él se enderezó en su silla y me miró sorprendido con los ojos abiertos como platos.

- ¿Decirte qué?-  Comenzó un poco molesto - ¿Qué era un maldito chupa sangre? ¡Ni siquiera me preguntaste! ¿Por qué iba a contarte si podía mantenerlo en secreto?-

- ¡Por qué estuviste a punto de morir!- Exclamé furioso mientras me sentaba  en el borde de la cama. Aún los movimientos bruscos me mareaban un poco, me quedé en esa posición por un rato. Desmond guardó silencio y me miró aún más anonadado, intentando decir algo.

- Yo…lo siento- Dijo finalmente avergonzado. No podía culparle, seguramente era difícil para él todo esto también.  Me puse dificultosamente de pie y di un par de pasos hasta quedar frente a él.

- Está bien- Dije en un tono suave mientras me inclinaba y delicadamente me abalanzaba contra su pecho, abrazándole, titubeó unos segundos para luego rodearme con uno de sus brazos mientras que con la otra mano acariciaba mi mejilla y después descendía sus dedos fríos hasta el lazo que cubría mi cuello y lo desataba, rosando suavemente la herida con sus uñas.

- No luce tan mal…- Dijo como si estuviese mintiendo mientras amarraba nuevamente la pequeña cinta de seda.

- ¿Qué tal sabe mi sangre, Desmond?- Pregunté curioso, él detuvo el amarre y pareció congelarse, dejé de sentir su respiración. Guardó unos segundos de silencio.

- Es…- Comenzó con una impávida mirada que inspiraba miedo, mientras sonreía y dejaba relucir sus colmillos blancos, sus pupilas se dilataron levemente como si estuviese recordando un buen momento –Es la más sabrosa que he probado en siglos- Volvió a clavar su mirada en mí y un segundo escalofrío me invadió y la piel se me erizó por completo ¿Acaso había dicho siglos?

El incómodo momento fue interrumpido por un fuerte estruendo, alguien daba golpes en la puerta, parecían golpes  desesperados y débiles, como una mano que simplemente caía sobre la madera. Me acerqué sigilosamente hasta la puerta y titubeé un poco antes de abrirla, pero finalmente me decidí. Cuando tire de la manilla el cuerpo de Soul cayó sobre mí, di unos pasos hacia atrás intentando mantenerme de pie y Desmond llegó en mi ayuda rápidamente y me sujetó por los hombros.

- ¡Soul!- Mi amigo llevaba tan solo sus pantalones puestos y parecían estar muy malgastados, iba descalzo. La desnudes de su torso dejaba al descubierto heridas que le atravesaban todo el pecho y que aún sangraban considerablemente, los cortes eran perfectos, como hechos con la hoja de alguna fina espada. Pasé mis brazos alrededor de su espalda para sujetarle, estaba frio como la nieve y todo su cuerpo estaba temblando, instintivamente le cubrí paternalmente con mi cuerpo para que el suyo comenzara a tomar un poco de calor.

- ¿Quién te hizo esto, Soul?- Preguntó Desmond un poco nervioso y ansioso, como si ya supiese la respuesta.

- Un lobo…- Musitó apenas con la voz entrecortada y estremecida.

- ¡¿Un lobo!?- Exclamó sorprendido - ¿Estás seguro?- Insistió. Yo dirigí una mirada tenaz hacia Desmond, como queriendo decir cállate

- Luego hablaremos de eso- Dije en tono serio mientras le hacía una mueca para que me ayudase a levantar al herido Soul y a dejarlo sobre la cama.

- Hoy te ha tocado ser el curandero- Bromeó Desmond mientras observaba como yo ágilmente me movía de un lado para otro buscando vendas  y un poco de agua ardiente que mi madre guardaba en uno de sus cajones. Los ojos del cazador se abrieron como esferas al ver la botella de licor.

- No me digas que usaras eso para…- Yo asentí con la cabeza, fuese un lobo o no lo que atacó a Soul no me arriesgaría a que tan grande herida se infectara. Me paré junto a él y vertí un poco del líquido en un trapo blanco –Esto va a doler un poco- Dije mientras intentaba conectar mi mirada con la de sus ojos verdosos que lucían un poco apagados por el dolor. Sin dudarlo demasiado y con cierta torpeza deslicé el paño empapado de agua ardiente por las heridas de Soul quién entre pequeños estremecimientos tomaba de mi mano y la apretaba con suma fuerza, le vi apretar los labios para contener el dolor causado por el ardor y sentí como todo su cuerpo se tensó, soplé un poco la herida para intentar calmarle, pero creo que hice peor.

- Duele- Susurró con una pequeña sonrisa esbozada en sus labios.

Cuando terminé de desinfectar sus heridas instintivamente llevé mi mano a su cabeza y deslicé mis dedos por sus suaves cabellos oscurecidos –Mañana estarás mejor- Musité sonriendo al ver que el rostro de Soul se tornaba completamente rojo, aparté mi mano de su cabello y resbalé hasta sus ojos, cerrándolos con la yema de los dedos, el pelinegro no tardó en dormirse.

Desmond observaba apoyado en la chimenea hacia la cama con los brazos cruzados y actitud pensativa, pasé por delante de él y no se percató de mí presencia allí.

- ¿Desmond?- Pregunté atrayendo su atención, dirigió sus mieles hacia mí - ¿Qué sucede?-

- No es nada- Dijo un poco molesto mientras apartaba la mirada de mí. No entendía muy bien esta actitud, me sentí confundido mientras me quedaba junto a él sin apartarlo de mi vista.

- Debes estar cansado, ve a dormir- Dijo de pronto, clavando nuevamente sus ojos en los míos. Abrí la boca para protestar –Yo cuidaré a Soul esta noche, no te preocupes- Cerré la boca, vacilé unos segundos y luego sonreí

- Esta bien- Dije mientras él dirigía su mano a mi hombro y lo palmeaba suavemente.

- Buen trabajo, Sasha- Volvió a sonreír dejando de lado ya la actitud preocupada y mirándome con suma dulzura, sin quererlo mi rostro se ruborizó por completo. Cuando me tapé con las cobijas él aún me seguía observando afablemente, esto de alguna forma me ayudaba a calmarme, Desmond se quedaría vigilándonos ¡Me estaba cuidando un vampiro! Nada malo podría pasar esta noche.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).