LuHan
Mis manos intentaban colarse por entre sus ropas, mis labios intentaban permanecer entre los suyos, pero sus intentos por frenar mis acciones me frustraban aún más. Me separé con pesar, intentando respirar normalmente. Lo observé con el mismo anhelo con el que lo había mirado al ingresar a su cuarto. Tenía los labios hinchados, el cabello desordenado y la remera mal colocada.
Me observó con reproche antes de alejarse lo más que pudo.
- Deja de hacer eso, me asustas – le dediqué una de esas sonrisas que suelo mostrar a las fans, que me hacen parecer inocente -. Además están por llegar todos.
- Nadie nos escucha – intenté acercarme de nuevo, pero él solo colocó su mano en mi pecho para impedirlo.
- ¡LUHAN!
- ¡MINSEOK! – me burlé de su tono, aunque me gané un pequeño golpe de su parte. Juntos reímos.
- Es en serio, LuHan, no es el momento.
- ¿Cuándo será el momento? Hace más de un mes que no lo hacemos – dije completamente frustrado -. Si realmente me quisieras, dejarías que se lo dijera al resto.
- Solo deja que me sienta preparado para decirles…
- ¡Un año! Hace un año que estamos juntos. ¿Realmente crees que no lo aceptarán? – le di la espalda intentando calmarme, cuando sentí que me abrazaba con delicadeza. Tomé sus manos y las besé. Giré para verle a la cara -. Solo quiero que sepan que eres mío.
Me besó con suavidad los labios, cuando sentimos la puerta de la entrada abrirse y las voces escandalosas de quienes llegaban, rodé los ojos antes de salir del cuarto de MinSeok y saludar a todos con mi perfecta sonrisa.
Junto a SeHun fuimos a jugar con la consola, varios de los miembros nos acompañaron más tarde, pero MinSeok no salía del cuarto y me estaba preocupando.
KyungSoo nos llamó a comer, así que fui a avisarle que saliera.
- No tengo hambre – gritó desde dentro, la puerta estaba trabada, pero si MinSeok no quería comer, no debía obligarlo a hacerlo.
En el comedor me senté junto a SeHun, quien cada tanto quitaba un poco de alimento de mi plato.
JoonMyeon comenzó a hablar sobre el comeback que cada vez se acercaba más, no le prestaba demasiada atención a lo que decía, solo estaba perdido en mis pensamientos.
Esa noche tampoco dormí.
MinSeok
Era simplemente estresante.
"Estás un poco relleno, MinSeok", "tendrías que bajar de peso", "cuando debutaste tu cuerpo resaltaba de los demás" frases así las escuchaba desde el debut. Nunca había tenido complejo con mi cuerpo, había aprendido a quererme como era, aunque admitía que con un gran esfuerzo. Pero volver a escuchar cosas como esas, por más que la intención no fuera mala, me destrozaban internamente.
Por otro lado, sumándole a esa presión que me obligaba mentalmente a no pensar en comida, estaba LuHan. Yo lo quería, claro que lo hacía, más de lo que podía imaginar y más de lo que sabía que podía hacer. Pero realmente no estaba preparado para salir de la habitación con Luhan de la mano y decirle a los miembros "Oigan, estamos saliendo desde hace un año. De hecho, nos hemos acostado en tu cama Tao, así que espero que puedas disculparnos" no, no estaba preparado para ver el rechazo de los 10 miembros a los que consideraba familia.
"La familia se apoya, MinSeok. ¿Por qué sigues insistiendo con eso?" LuHan seguía repitiendo eso constantemente y yo sabía que tenía razón, pero me negaba a aceptar su petición de hacerles saber a los demás acerca de nuestra relación.
También estaba SeHun. Sí, bien, él era mi dongsaeng con mayor diferencia de edad. Mientras yo era el más grande de EXO, él era el más chico. Así que era terriblemente ridículo tenerle celos a casi un niño, ¿verdad?
Sin embargo sí que los tenía. Porque había que estar ciego para no ver la mirada que el menor le dirigía a LuHan, una mirada llena de admiración, cariño y amor, sobre todo amor. No es como si fuera muy diferente entre los sentimientos que nos teníamos todos, pero el perseguimiento diario del maknae hacia el otro, las sonrisas que sólo a él le daba, los abrazos que se daban cada tanto, hacían que yo muriera de ganas por declarar nuestro noviazgo. Pero tenía que mantener la compostura aún, eso era lo más importante.
Así que ahí estaba yo, tratando de olvidarme de todos los problemas componiendo una canción. Más tarde le mostraría a LuHan, me gustaba que las cantara para mí.
Estaba tan concentrado escribiendo que no noté que ya eran pasada las 11 de la noche, y aún menos que mi compañero de habitación había entrado con su propia llave, ya que yo tenía la costumbre de trabar la puerta cada vez que estaba dentro. Este método me era útil cuando con LuHan estábamos a solas.
—Hyung —habló SeHun—. ¿No tienes hambre? Te hemos dejado un poco de comida.
—No, gracias SeHun-ah —contesté dándole una sonrisa sincera—. Realmente no tengo hambre —aunque era mentira, porque el entrenamiento pesado de hoy nos había dejado muy cansados y hambrientos, todos estábamos nerviosos por el comeback.
—Está bien —y con eso concluyó la conversación mientras él se ponía a leer un cómic.
No fueron pasada las 12 cuando estábamos ambos en nuestras respectivas camas y yo estaba a punto de caer dormido que él habló.
—Hyung, ¿estás despierto?
—Sí, ¿qué pasa? —murmuré al igual que él.
—Creo que... me gusta LuHan hyung —y sus mejillas se tiñeron de un fuerte rojo.
—Oh... yo... ¿estás seguro de eso? —apenas me las ingenié para hablar.
—No, pero... tenemos mucho en común y él me cuida mucho. ¿Está bien que sienta eso, hyung?
Por supuesto que no lo estaba, esto era lo que más me temía y en lo que menos quería pensar en estos momentos.
—¿Por qué me lo preguntas a mí?
—Porque... creo que hyung y LuHan hyung son realmente cercanos, así que pensé que podía pedirte consejos sobre él y tam... —pero yo lo interrumpí bruscamente.
—Será mejor que te duermas ahora, SeHun. En un par de horas tendremos que estar de pie nuevamente.
—Sí —asintió rápidamente con una expresión seria.
Nos dimos las buenas noches y en cuestión de minutos pude escuchar sus ronquidos, pero yo aún necesitaba pensar.
A SeHun le gustaba LuHan. O al menos, así lo creía él. SeHun era casi un niño que se volvía sorprendentemente adorable a medida que lo conocías. Con extraordinarias habilidades para el baile, una preciosa sonrisa, un gran corazón y apariencia, era muy difícil no enamorarse de él. Y ahí estaba lo que más me preocupaba, ¿en serio LuHan no se iba a enamorar de él?
Antes de quedarme dormido noté cómo las saladas lágrimas corrían por mi rostro.