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Alma y Cuerpo por Orenjiyuu

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Notas del fanfic:

Este es mi primer fic no original, cualquier duda o sugerencia sientanse libres de decirmela porque les contestare enseguida... o cuando lo vea

Los personajes y la historia original de esta serie pertenecen a Hino Matsuri sensei. 

No es cosa de todos los días encontrar algo especial para ti, uno se preocupa de cuidarlo con toda su alma… pero aun así ¿Cómo hay que reaccionar cuando te lo quitan? ¿Odio? ¿Dolor? ¿Furia? ¿Qué se supone que se debe hacer?

Bueno, algo parecido es lo que estaba sufriendo aquel joven de cabellos castaño y ojos color vino, estaba fuera de control, no podía distinguir lo bueno de lo malo, después de ver aquella  fotografía todo su mundo se desvaneció, al principio no quería creerlo, se auto convencía de que era mentira, pero entre más lo meditaba más lógica le encontraba. El rechazo constante a cualquier caricia que él le daba, su oposición a dar otro paso, todo porque estaba con otro, le engañaba y le dejaba como un tonto, a él, el gran sangre pura Kuran Kaname lo estaban dejando en ridículo y él no se quedaría de brazos cruzados, se vengaría y se las haría pagar

-¡Kaname suéltame!- seguía gritando el cazador tratando de escapar- ¡te dije que me dejes explicarte!- la cachetada que recibió era una orden para mantener el silencio y el no pudo hacer más que obedecer, estaba en clara desventaja

-Cállate de una puta vez- ordeno el mayor con una clara expresión de odio- hubiera sabido esto antes te hubiera tratado como la putilla que eres desde el principio

Sin decir más, desvió su atención al cuerpo desnudo del peli-plateado bajo el para comenzar a morder y lamer cada centímetro de aquella banca y tersa piel. No le ponía la menor atención a las quejas del chico que seguía tratando de hacerlo razonar en vano

Y si se lo preguntan, si, en ese momento Kuran Kaname estaba a punto de violar al cazador de vampiros y su ex pareja (ahora) Kiryuu Zero, el por qué, estaba en la mesita de noche de la habitación del puro (junto a la cama donde estaban) donde reposaba una foto en la que su cazador se veía recostado sobre el pasto siendo besado por otro cazador sobre él, de cabellos marrones y ojos dorados, Takamiya Kaito.

Para Kaname siempre fue difícil su relación con el cazador, primero se tuvieron odio, luego se desearon físicamente y ese fue su gran error porque al juntar sus cuerpos por primera vez en un beso bajo las estrellas ya no pudieron dejar de pensar en el otro, sin embargo, Zero nunca quiso terminar sus encuentros sexuales y para Kaname había pasado con recelo pero se conformaba con que el peli-plateado le quisiera a él, pero aquella foto que su hermanita le había entregado tiro todos sus planes por la borda dejando paso al odio y el rencor

Aburrido de malgastar el tiempo volvió a sentarse en el borde de la cama, y tomando por los cabellos al menor le ordeno con dureza

-Abre las piernas

-No

-¡ABRELAS!- ordeno ahora con más fuerza apretando con fuerza la entrepierna del chico- siempre fuiste un mentiroso, una zorra cualquiera, me hiciste participar en  tu estúpido juego ¿fue divertido verdad? Ahora abre tus piernas para hacerte lo que ese tipo te hace cada noche

Un sentimiento de compasión se reflejó en aquellos ojos amatistas que le miraban fijamente, no volvió a decir nada, tampoco hizo ningún movimiento cuando las manos del mayor apresaron su entrepierna y la presiono dolorosamente. Termino obedeciendo de mala gana moviendo temblorosamente sus extremidades esperando que todo fuera un sueño

El castaño se posiciono entre ambas piernas liberando su palpitante erección de entre sus pantalones mirando ladinamente la rosada entrada del prefecto, le dio otra mirada de odio que fue recibida sin afectarle, y levantando las caderas del chico le penetro de una estocada

-¡¡¡!!!! – el menor se mordió el labio inferior para resistir el alarido que quiso liberar, le dolía horrores y no tuvo tiempo de acostumbrarse a esa sensación invasora, pues el castaño comenzó a penetrarle con fuerza sin consideración alguna a su persona

-Vamos grita como la puta que eres ¡esto es lo que te gusta!- se burlaba Kaname deteniendo la movilidad del contrario afirmándole los hombros mientras seguía con sus embestidas y aun así deseaba darle palabras de aliento para que lo soportara, hacer un vaivén más lento para que él también lo disfrutara, pero no, se había propuesto hacerlo sufrir y eso era lo que haría

Zero seguía impasible sin demostrar emoción alguna, se dejaba hacer sin rezongar nada, guardando cada sentimiento que le inundaba para sí, sentía como cada segundo su cuerpo era invadido más y más, como aquella hombría le desgarraba la piel poco a poco, sentía a cada segundo como si su cuerpo se fuera a partir en dos, igualmente se limitaba a quedársele mirando aguatando cada sonido que su garganta luchaba por liberar, aguantando las lágrimas que le nublaban la vista para terminar sintiendo como la esencia de Kaname se hacía parte de su calvario

El castaño se vino en el interior del cazador, pero sin quitarse aquella risa superiora volvió a acercarse al chico para agarrarle del mentón y obligarlo a mirarle

-La noche es joven y te lo hare hasta que me canse, luego te iras de aquí y no vas a volver, si eres obediente te daré un premio- luego se acercó a su oído para agregar- por prestarme tus servicios te daré una buena `paga.

No pasó desapercibido para sus perspicaces ojos la dura tragada de saliva que hizo el oji-amatista lo que solo le convencía de seguir con eso, y volteándolo para ponerlo en cuatro volvió a penetrarle, y ahora con más insistencia que la primera vez

De lado, sentado, agachado, atrás, y adelante, prácticamente le hizo el kamasutra entero esa misma noche, lo violo una y otra vez mesclando cada eyaculación con la que hubo antes y con la sangre que había empezado a salir por el ano del menor que seguía sin decir ni hacer nada

En cada ronda las palabras del puro se hacían más venenosas, si se lo dijera ¿le creería que esta era su primera vez? Le creería que todas las ideas que tenía en su cabeza eran erróneas, que cada frase que él le pronunciaba le rompía más y más el corazón, ¿Por qué las cosas terminaron así? ¿Qué hizo para merecer esto? Y más importante, ¿porque su orgullo le impedía quejarse y soltar el nudo que le oprimía la garganta? Aquellas palabras de amor que recibió en antaño ¿eran mentiras? ¿Qué paso con la confianza que él decía tener en él?

“Déjalo desahogarse y todo terminara más rápido”

Ese era el pensamiento que tuvo en un principio, pero que se le hacía cada vez más difícil de cumplir, pues ahora los puños del moreno se descargaban contra su piel golpeándole con fuerza sin detener sus estocadas que cada vez le ardían más, morir en aquellos momentos era una idea tentadora

Ya había perdido la cuenta de las veces que su ser había sido profanado cuando sintió como su zona media baja era liberada, aunque no pudo relajarse mucho, pues enseguida escucho la voz del mayor nuevamente

-Supongo que esto es suficiente- de un solo empujón lo boto de la cama en la que habían estado, dejándolo retorcerse en el suelo- ahora vete, tu sola presencia me asquea, un maldito nivel E no se me acercara nunca más ¡VETE!

Le miro atentamente hasta que el chico se levantó lentamente, tomo las prendas útiles que le quedaban, las cuales no sobrepasaban la mitad de su camisa y el pantalón y caminaba trabajosamente hasta la puerta, antes de irse se volteó y con una reverencia dijo

-Adiós…

-TRATAME CON MÁS RESPETO- exigió levantándose para arrinconarlo contra la pared y amenazarlo nuevamente- ¿o quieres que te castigue hasta que aprendas?

-No… adiós Kuran-sama- repitió el prefecto

-Así se hace- felicito el castaño mientras lamia el cuello descubierto del menor- ahora tendrás mi marca por el resto de tus días pequeña perra

-Si…- dijo este antes de salir con la mirada baja de la habitación

 

 

Se despertó sobresaltado y tuvo que mirar donde estaba para asegurarse de que todo había sido un sueño, o más bien una pesadilla

-Buenos días- saludo un chico de pelo castaño y ojos color dorado- ¿estás bien? Estas sudando… ¿tú puedes sudar?

-Claro que puedo idiota- contesto con una venita en la frente- ¿paso algo?

-No… solo quería verte- dijo con una sonrisa amable disminuyendo la distancia que les separaba, se para frente al cuerpo frio que reposaba sobre la cama y lo acaricio con una mano, luego volvió a mirar al chico junto a el- pero la asociación te asigno otra misión- agrego mientras volvía a salir tan rápido como había entrado besando la frente de aquel cuerpo antes de salir

Volvió a quedarse solo, se sentó en el borde de la cama y paso la yema de sus dedos por la zona donde Kaito le había besado, no le gustaba que tocaran su cuerpo ni siquiera le gustaba dormir cerca de su cuerpo, de lo contrario recuerdos como ese volvían a el

Dio un profundo suspiro, y volvió a mirar a su alrededor, la habitación estratégicamente arreglada con muebles de primera, pero que eran inútiles ya que él no los necesitaba aunque ciertamente era habitación de lujo al igual que el resto de la casona, sonrió para sí mismo, de cierta manera le alegraba tener otra misión, iba a necesitar más sangre para su cuerpo durmiente y salir solo de vez en cuando le hacía bien

Bajo al primer piso, no se molestó en usar las escaleras después de todos los espíritus como el no necesitaban de escaleras y en cosa de minutos estuvo en la cocina con un delantal puesto, dispuesto a preparar el desayuno para el ejercito que vivía en aquella casa y lo más probable era que Kaito no se iría sin comer algo

-Ohayo Zero…- saludo desde la puerta de la cocina

-Hola Ichiru ¿no deberías ir a ver a tus hijos?- contesto el otro gemelo

-Si esos mocosos no se quieren levantar es su problema

Zero rio, sabía que al final Ichiru iría a levantar a esos tres niños antes de las diez y les daría dulces a escondidas de él haciéndoles prometer que se comerían el almuerzo, esto último no lo cumplirían

-Ne Zero… ¿dormiste contigo anoche?

-Si… ¿por?

-Idiota- exclamo Ichiru golpeando a su hermano en la cabeza- siempre que haces eso tienes pesadillas ¡masoquista!

-Sí, si… toma aquí está el desayuno, supongo que sabes ponerlo en un plato- dijo evitando su mirada y desapareciendo del lugar, no se molestó en decirle a  donde iba, su hermano ya lo sabía mejor que nadie

Volvió a subir a la segunda planta y camino por el pasillo tres puertas a la izquierda de la propia, toco antes de entrar, suspiro al no escuchar nada y atravesó la puerta de roble para entrar a aquella habitación igual de elegante que la suya, solo que esta contenía un aire infantil y más femenino, se acercó a la cama con dosel acostándose al lado del bulto entre las sabanas, quedándose quieto esperando a que el bulto mostrara signos de vida

Como si se tratara de un reloj, el bulto se desesperezo bajo las sabanas y salió lentamente para ver la luz del día dejando caer sus largos cabellos plateados por su espalda al sentarse, se restregó los ojos y los abrió lentamente, esos ojos bicolor contrastaban perfectamente con su cara piel, cualquiera podía decir que aquella pequeña criatura era un ángel caído del cielo

La criatura le miro tiernamente y se acercó a los brazos del mayor, para enredarse en ellos y descansar unos breves minutos. El peli-plata estaba considerando la idea de ponerle más reglas a esa niña para que o se volviera más mimada de lo que era

La niña de cabellos plateados se puso de pie, aun en silencio deslumbrando con aquella figura delgada, sus ojos de color borgoña con destellos violeta reflejaban la modorra que aun tenia pegada al cuerpo. Hizo una reverencia estirando la punta del vestido blanco que hacía de pijama y sonriendo dijo con una voz dulce como la miel

-Ne, ne, ya puedo saludar como dicen los libros- e hizo una pausa exigiendo un premio, Zero le sonrió mientras le revolvía los cabellos y la niña sonreía feliz- ¿entonces podremos ir al parque hoy mama?

 

-Si haces la tarea podemos ir- le contesto el mayor con la misma sonrisa

Notas finales:

Continuara...


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