Ambos buscaban algo en común, y como pareja que eran decidieron mudarse juntos en algún pequeño y modesto departamento para empezar su convivencia. Kiyoshi Teppei era una persona simple, que podía adaptarse a las situaciones y lugares sin mostrar signos de incomodidad, y por eso era que su novio, Hyuuga Junpei, se encargaba de dar su opinión cada vez que visitaban a los bienes raíces. Estaba de más preguntarle al ex-Centro de Seirin, éste no sabía mentir muy bien, y Hyuuga sabía descubrirlo enseguida. Pero después de semanas de búsqueda, lograron encontrar el hogar ideal.
Mientras contemplaban el departamento elegido, la pareja se encontraba abrazada, sonriendo satisfechos. “A unas pocas cuadras hay una pequeña escuela primaria” –Había comentado Teppei mostrando todos los dientes sin soltar a su novio. Hyuuga había pensado la idea de tener hijos, pero todavía tenían mucho tiempo para pensar en eso. Primero debían acomodarse, y luego, tal vez, pensar en formar una familia, después de todo, su nueva casa era lo suficientemente grande y el barrio en dónde estaban era muy tranquilo y seguro.
***
La última caja, el departamento había quedado amoblado y decorado, después de toda una tarde yendo y viniendo con cajas de diferentes tamaños. Cuando terminaron con todo, el Sol se estaba ocultando y cielo se había tornado anaranjado.
—Aquí tienes –Teppei le entregó un gran vaso de limonada fría a su novio. Debido a que el verano se acercaba el calor iba aumentando y sumado al “ejercicio” de ese día los dos estaban cansados. Subir y bajar del edificio y, cargar y bajar cajas, eran un trabajado muy duro.
—Gracias –Aceptó gustoso el vaso, y su contenido lo acabó en dos parpadeos –Estoy feliz de que ya hayamos terminado todo esto –Suspiró cansado devolviéndole a Kiyoshi el vaso, ahora vacío.
Antes de que Teppei pudiera responder el timbre de su departamento sonó –Tal vez sean vecinos, nos darán la bienvenida.
Caminaron hasta la sala para abrir la puerta, y de verdad es que, lo último que esperaban encontrarse detrás de ella, era la figura menos deseada de Hyuuga. Hanamiya Makoto, el mismísimo “Bad Boy”, estaba ahí parado con una sonrisa angelical, vistiendo sobre sus ropas un lindo y rosado delantal. Pero la sonrisa de todos se fue esfumando poco a poco. Makoto fue frunciendo el ceño sin dejar de mostrar los dientes, y lo mismo ocurría con Junpei.
—¿Qué… es esto? –Tartamudeó el de lentes sin poder dejar de mirar a su “rival”. Y lo mismo ocurría con Makoto.
—¿Hanamiya? –Teppei miraba embobado al chico malo, y sin poder evitarlo, el buen “Corazón de Hierro” abrió la boca –Ese delantal rosa es muy lindo, Hanamiya.
—¿D-de qué estás hablando... Ki-Kiyoshi? ¿Acaso eres daltónico? N-no estoy usando un delantal rosa… - Hanamiya estrujaba nervioso, sin aflojar la sonrisa y sin poder evitar sonrojarse.
—No, claramente es rosa – Hyuuga acotó serio sin dejar de mirarlo, y sin dejar de pensar para analizar la situación que los tres estaban pasando.
—¡C-cuatro ojos, necesitas nuevos lentes! –Gritó sacándose la prenda rápidamente frente a ellos para esconderla detrás de una maseta que había en el pasillo -¿Ves? ¡N-ni siquiera tengo delantal, idiotas! –Hecho y dicho, les sacó la lengua, acompañado de un fuerte rubor en las mejillas.
—¡Lo único que veo es a un descerebrado! –Exclamó Junpei, ignorando por completo el tema del delantal.
—¡Maldita sea! ¡¿Por qué se tenían que mudar justo enfrente?! Bueno, si hubiese sido sólo Kiyoshi no me hubiera molestado. ¡Al que no tolero es a Hyuuga! Ese maldito topo tiene a Kiyoshi todas los noches, mientras que yo me tengo que conformar con pensar en él y colarme un par de dedos… ¡Te odio, Hyuuga Junpei! –
Luego de dirigirle una fuerte mirada de odio a Makoto, miró a su novio, se le veía nervioso, como si se encontraba en algún aprieto, y vaya que lo estaba.
—¡No puedo creer que el hipócrita de Hanamiya viva justo enfrente! ¡Seguro que aún sigue enamorado del torpe de mi novio! Bueno, no importa, puedo refregarle en la cara que nos amamos mucho ¿verdad? Pero ¡ Kiyoshi, él seguramente lo sabía! Kiyoshi Teppei, hoy dormirás en el suelo… -Pensó con una sonrisa maliciosa sin dejar de mirar a su novio. Éste sólo pudo tragar duro sonriéndole.
—Mejor los dejo solos… -Chistó algo molesto dándose la vuelta para volver a su departamento, pero el ex-7 de Seirin lo paró, tomando su brazo. Esto causó que el frio de corazón de Makoto diera un enorme salto y se encendiera, claro que eso era algo que nunca iba a demostrar.
Hanamiya se soltó de éste con el ceño fruncido -¡¿Qué crees que haces?! -¡No! ¡Vuelve a tocarme! ¡Azótame, idiota!-
—Lo-lo siento, sólo quería saber si te gustaría quedarte a cenar. Quiero decir, ya somos adultos ¿verdad? Hay que dejar las peleas del pasado ¿Qué opinan?
—¿Acaso eres idiota? Ese “chico malo” lo único que quiere es matarme y luego secuestrarte ¿Por qué eres tan ingenuo? ¡Una persona no cambia de la noche a la mañana!- Kiyoshi, será mejor que dejemos eso para mañana, además, aún hay algunas cosas que arreglar en la casa –Hyuuga no era ningún tonto, conocía a Makoto desde el jardín de infantes y siempre tuvo serios problemas con él. Siempre fue un niño caprichoso y envidioso, y cada vez que él tenía algo que Hanamiya no, éste lo terminaba rompiendo. Y ni hablar de esa actitud hipócrita y molesta, Hanamiya Makoto era un actor dramático nato.
—Hyuuga tiene razón, Kiyoshi –Sorpresivamente, el Bad Boy le dio la razón a su rival –Deben estar cansados. Mañana preparemos una cena mejor organizada.
—Si, tal vez sea lo mejor… -Aceptó volviendo al lado de su pareja –Buenas noches Hanamiya.
***
Después de que todo el tema de Hanamiya acabara, el ambiente en su “dulce hogar” no era muy cómodo, y eso se podía sentir de sólo mirarlos. Ninguno de los dos sabía qué decir, o mejor dicho, por dónde empezar.
—Y-yo no sabía que él vivía aquí, amor~ -Dijo Teppei para romper con ese terrible ambiente que había entre ellos.
—No me gusta que me mientas, Ki-yo-shi –Dijo apretando la mandíbula –¡No creo que haya sido una simple casualidad!
—¡Lo siento, Hyuuga! –Se disculpó otra vez esquivando el puñetazo que le había dado su lindo novio –La verdad es que… sabía que él vivía en en el barrio, pero no creí que en el mismo edificio. Sólo quería que se llevaran bien, Hanamiya a veces puede ser muy amigable ¿sabes?
—¡No me jodas con eso! –Pensó frustrado y cansado dirigiéndose hacia el cuarto donde pasarían su primera noche en aquel nuevo departamento.
***
Mientras la pareja vecina solucionaba sus pequeños problemas, el Bad Boy reía entre dientes mientras pensaba, nuevamente, en dulces fantasías.
—Kiyoshi vive en frente. Si Hyuuga saliese a trabajar o hacer algunas compras podría aprovecharme del grandote. Sólo debo aprender su rutina ¡Kiyoshi Teppei será mío de una vez por todas! Y lo será, aunque eso implique que debo romperlo… y jugar con él un poco. –En medio de todos esos pensamientos censuras SM*, la nariz de Makoto sufría una hemorragia, pero parecía no importarle mucho.
Vivía en ese departamento hace un año, y su única compañía eran libros, y por supuesto uno que otro juguetito para cuando pensaba en Teppei por las noches de soledad.
***