- ¡Sé cuidadoso! ¡Por favor! – se oyó la voz desesperada de Kaito. Todos los presentes se sonrojaron al oírlo lo aguda que había sido su entonación - ¡Ah!
¿Qué hacían allí Yuki, Wakaba, Kaname y Cross? Bueno, en realidad Kaname solo acompañaba a Yuki, así que no contaba. Pero los otros tres habían buscado por horas a Zero, antes de que se les ocurriera buscarlo en el cuarto que el joven “profesor” ocupaba
- Si te tensas te dolerá más de lo que deberías – el gruñido de Zero atravesó las paredes - ¿Estas seguro de esto? No tienes que hacerlo – el tono cansado que el chico empleo, les hizo imaginarse que llevaban toda la tarde intentándolo,
- Pero es que parece que es muy grande… - el reclamo del mayor, aunque infantil también denotaba su molestia – además no tienes que burlarte. También te dolió, ya me lo habías contado – esto último hizo sentir a todos incómodos ¿Ya lo habían hecho antes?
- Si, pero no tarde una semana en aceptarlo - aclaraba el joven Kiryu – además, no es tan grande, y después de un tiempo ni lo notas – comentó despreocupado, dejando el tono de enfado
- ¿y si me rasgo? – los demás se atragantaron al oír aquello – Nunca más podré usar uno - ¿pero qué diablos hacían esos dos en su tiempo libre? Era notorio el tono sarcástico del mayor, pero aún asi…
- No es tan grande. Además el agujero se estira luego de cicatrizar - ¡¿Estirar?! ¡¿Cicatrizar?! ¡¿Qué iba a hacerle Zero?! ¡¿Meterle un mazo con pinchos?! - Ven, lo haré con cuidado – la voz tranquila del peliplata los sorprendió
- Haa… - suspiró tratando de relajarse – Bueno… solo… trátame con cuidado… - escuchar la voz bajita del rubio hizo conmover a las dos chicas que no pudieron reprimir un “aww”
- Nunca haría algo que te lastime -
Cross se sintió orgulloso de haber criado bien a aquél hombre que llamaba hijo, y sonrió imperceptiblemente. A Kaname le parecía bastante raro el asunto. Pero no le molestaba ni un poco la orientación sexual de los cazadores. Total, mejor para él. Así Kiryu ya no le molestaría cada que quisiera acercarse a su querida hermanita Yuuki.
- Aquí voy - ambos chicos tomaron aire y todo quedó en silencio algunos minutos - es imposible. Incluso eso te tiembla – todos se sonrojaron al escuchar aquello
- Pero no puedo evitarlo. Si me tocas así me ganan los nervios – en definitiva parecía que ellos no conocían el limite para la ternura que se profesaban
- Tonto… ven aquí - la desganada voz del prefecto, encubría a medias su predicamento por aquella situación – quédate quieto, yo haré todo – aclaró en un suspiro el menor. Se oyó un movimiento. Luego un leve quejido, y dos suspiros
- ¡Con un carajo, quédate quieto! - la frustración de Zero los puso nerviosos
- ¡Pero no lo muevas así! ¡¿Qué vas a hacer si se rompe y se queda adentro? – Ahora si no entendían nada ¿romperse?
- No hay manera en que rompa. Es de la mejor calidad - Todos tenían la misma cara de espanto ¡¿calidad?! Kaname soltó una risita, no pensó que el menor fuera así de orgulloso y engreído – debiste ir con un profesional…
- ¡No puedo pedirle esto a alguien que no seas tú! – escucharon la voz que mostraba cierta desconfianza – Espera, me preparare yo
- ¡Si ya lo he hecho! Acepta que te da miedo – volvía a sonar tan irritado como en el inicio
- No me da miedo – la voz gruesa del mayor los alertó. Tal vez pelearían en serio
- Entonces quédate quieto
- ¡No! ¡Espera! ¡No estoy list…! ¡Aaah!
- ¡Mierda!
Un gran silencio lleno el ambiente. Todo parecía demasiado tenso, así que decidieron esperar…
Dos minutos…
Tres minutos…
…
- ¿Eso era todo? – la voz decepcionada de Kaito los sorprendió – Pensé que tardaría más, o que era más grande… - todos estaban aliviados. Al parecer estaba todo bien…
- Solo fue uno…
- ¡¿ah?! ¡¿Uno?!
¿uno? ¿Qué le estaba haciendo el desquiciado cazador al pobre de Takamiya? Eso pensaba Kaname, en verdad apenado (y eso ya era bastante, viniendo de él), pero veía muy entretenida a su querida hermanita y a esa chica, amiga de ella.
Pero, le preocupó más cuando tuvo que responder el ante el recién llegado profesor Yagari… quien miraba interrogante a todos en el cuarto. Y es que todos estaban amontonados frente a la puerta de “su hijo mayor”. Comprendía que Cross estuviera allí. Pero no captaba que pintaban los otros en la puerta del cuarto de su hijo. Los miró mal a todos, por cotillas, y luego preguntó, con voz algo tétrica
- ¿Se puede saber que hacen aquí? – el tono en el que habló, hizo que los ocupantes del cuarto se callaran. Yuki lo miró feo, pero al hombre le importó un bendito pepinillo
- Es que Kiryu-kun se lo está metiendo a Takamiya-sensei - dijo Yori, de lo más campante
- …- el hombre miró extrañado a todos. Luego miró la puerta y se acercó con paso firme hacia ella – voy a entrar Zero, Kaito - La abrió de un tirón. Y entonces todo quedó claro
- ¡Espera…! –Cross que imaginaba lo peor quiso detenerlo.
Todos estaban tensos esperando una escena que derrochara pasión. Y la puerta se abrió. Cama revuelta, papelitos y toallas en el piso. Parecía que un tifón había pasado por allí. En la cama estaban ambos chicos. Zero sujetaba al mayor y ambos los miraban desconcertados. Aun lado de la cama se veían dos estuches, como del tamaño de dos envolturas de condones. Otro más, yacía entre los dientes del ojiamatista. No tardó en poner una cara de enojo y comenzar a gritar.
- ¡¿Pero qué cojones?! – gritó antes de ponerse de pie y encarar a todos
- ¡Entonces Kaito-kun no ha sido violado! – exclamó aliviado Cross
- ¡¿Qué yo no qué?! –se levantó ahora el castaño, que ignoró a todos en aquella habitación excepto a Zero, y sus “padres”
- Escuchamos que Zero-kun te la iba a meter… - explicó Kaname luego de que todos se miraran buscando como explicarse – y escuchamos toda su conversación
- …-
- …-
- …-
- …-
- No era eso lo que hacían, ¿cierto? – preguntó Yori, con toda la calma del mundo
- Esto es lo que le metí. O lo que al menos llevo toda la semana intentando ponerle - haló del lóbulo del castaño. Dos piercings elegantes yacían en los sobrecitos y uno colgaba de un rojísimo trozo de carne en la cabeza del mayor – es un llorón para estas cosas. Por eso le dio pena ir con un profesional y quiso que se lo pusiera yo.
- ¡No soy ningún llorón! – sonrió forzadamente mientras le daba un zape al menor – es que este tipo es más bestia que nada
- Oh… bueno… entonces creo que no hay problema – sonrieron Cross y Yuki, mientras salían. Kaname salió tras ellos, y Yagari los miró raro. Luego suspiró, negó con la cabeza y dijo
- No entiendo como puedes tolerar que reacomoden el hombro, que te rompan las costillas, o el que caigas desde diez metros de altura sin protección, pero hagas tanto por un piquetito – Y dicho esto, se fue.
- …- Zero miró divertido a Kaito quien se sonrojaba – No te pongas así, ven aquí… - lo atrajo a sus brazos
- No estoy de buenas –gruñó el otro dejándose hacer y enredando sus brazos en la esbelta pero sexy cintura del menor
- ¿Quieres que te consienta? –preguntó Zero, mientras le acariciaba un poco la cabeza y a la vez paseaba su mano por el trasero de su hermano de armas.
- …- el mayor lo miró pensándolo. Luego sonrió y besó con ganas su cuello – Tal vez…