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Función Privada por CrawlingFiction

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Notas del fanfic:

Escrito SOLO como entretenimiento. No busco ofender a nada ni nadie. Los personajes no me pertenecen, pertenecen a ellos mismos y a su amo explotador Lee Soo Man(?)

Notas del capitulo:

Hooola. Les traigo este mini-fic. Constará de 2 o 3 capítulos.

Este primer cap es como...un prólogo(?)

En fin, gracias a todo aquel que haya entrado a leer ;_;♥

Disfruten(?)♥

Función Privada.

Capítulo I: Nada de lujos…

La fría tarde se filtraba entre las calles del concurrido Seúl. Hogar y refugio de propiamente dicho, imperios comerciales, locales variados y transeúntes concentrados más en las pantallas de sus celulares que en otra cosa mientras caminaban a paso rápido por las amplias aceras. Un día común, ya Kim Jongwoon debería estar adaptado a esa rutina, que ciertamente no distaba mucho de la que hace muchos años atrás aplicaba con religiosidad. El pelinegro con gorra suspiró cansino. Como extrañaba esas jaquecas al viajar dentro la van junto a como mínimo diez hombres revoltosos y un par de managers a punto de un ataque de nervios. Como extrañaba esa “lujosa” vida de hacer cola para lavarse los dientes a las cuatro de la mañana. Como añoraba las sonrisas nerviosas y radiantes de los admiradores que los interceptaban en las calles y tímidamente les pedían un autógrafo, ahora sólo podía dar una triste sonrisa a las chicas que a escondidas le miraban, pues no tenían el permiso de acercársele por hacer actualmente su labor como ciudadano cualquiera, un coreano como todos los demás. Nada de lujos, nada de fama, nada de complacencias.

Más sin embargo no era aquello lo que más enternecía al casi treintón. Ya estando parcialmente alejado de sus ocupaciones como Idol se pudo dar cuenta de que su vida romántica había pasado a un muy segundo plano todo ese tiempo. Sí, tuvo sus romances, unos más serios y extensos que otros, tuvo sus deslices…pero ahora como quisiera  caminar tomando la cálida mano de alguien más, para hacerle más ameno el camino a casa. Una persona en particular, claro está.

Jongwoon nunca habría aceptado que su atracción hacia el chiquillo de cabellos cafés y mirada risueña no pasaría de “una consecuencia del trabajo”. El pelinegro se había mostrado reticente a  las atenciones dulces del otro en un principio, no le parecía correcto, no quería mezclar trabajo con lo personal, en parte estaba confuso, y no quería afectar al menor en el proceso de definir sus intenciones para con él. Pero, ya pasados dos meses de empezar su Servicio Social en el Metro de Seúl, el regresar al nido familiar y dejar de verle las veinticuatro horas del día, siete días a la semana le hizo caer en cuenta de que su afecto  hacia su compañero Ryeowook era de otra categoría y mucho más fuerte de lo que querría asegurar. Volvió a suspirar. Cuanto lo extrañaba, cuanto le quería  y anhelaba. Mal momento para darse cuenta. Cuando estaba a una distancia considerable, ocupado en sus múltiples trabajos, en sus promociones y hasta en su propia vida personal. Se encogió de hombros, encendió el auto y emprendió marcha de  vuelta a casa.

*

—Mamá, papá, ya llegué. Traje algo para cenar.-Saludó Jongwoon abriendo la puerta y dejando sobre la mesada de la cocina un par de bolsas con envases de comida que desprendían un delicado aroma agridulce. No escuchó el amoroso saludo de su madre mientras cruzaba el balcón, ni el escueto llamado de su padre dejando de lado el periódico para palmearle la espalda y preguntarle sobre cómo le había ido hoy. Todo estaba a oscuras. Frunció el ceño. — ¿Jongjin?-Llamó a su hermano menor. Tampoco hubo respuesta. Se sacó los zapatos, colgó el abrigo en el perchero de pie y empezó a caminar rumbo a las escaleras hacia las alcobas cuando vio sobre el comedor, contiguo a la escalera, un zapato de vestir. Extrañado y un tanto nervioso se acercó. Bajo el zapato había una notita a bolígrafo:

“Jongjin, tu padre y yo salimos. Volveremos mañana. Te dejamos con una visita~ㅋㅋㅋ ¡Sea prudente, Jongwoon!  

Firmaba su madre. El pelinegro confundido releía una y otra vez la nota. ¿Prudente? ¿Visita? ¿Por qué se habían ido sin avisar? Ya el hombre iba correr al teléfono de casa puesto en la cocina a avisar a la policía cuando unas manos le cubrieron los ojos sorpresivamente. Del susto cayó el zapato al suelo haciendo resonar el piso de madera. En eso, una respiración acelerada rozaba intencionalmente su oreja.

— ¿Por qué tan nervioso, Yesung-ssi?-Susurró una voz suave y nasal, más con ese tono insinuante que le erizó los vellos de la nuca y brazos. — ¿Tu cuerpo ya no recuerda mis manos?-Preguntó con una risa maliciosa.

Notas finales:

j3j3j3


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