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:Sex Pistols: por DionSan_95

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Notas del fanfic:

holaaaa XD a todos los lectores qye ya me conocen, tengo tiempo libre y afortunadamente la musa me bendijo con un poco de inspiracion. como explique en el resumen, es una version de sex pistols, pero basandome en el mundo de katekyo hitman reborn, en realidad a penas vi el manga me encanto, tenia una de las cosas que no se ven en mangas yaoi que me encantael mpreg.

Ni el mundo madararui ni los personajes de khr son de mi propiedad; esto le pertenese a Akira Amano y Tarako Kotobuki, personas con mas imaginacion y que me prestan sus personajes (sin saberlo ¬¬) para recrear mis locas fatasias de fujoshi XD

espero que este proyecto sea tan bien aceptado como mis otros fics... viejes de sorpresas inesperadas y hospital squiatrico vongola. ( auto publicidad XD) 

Notas del capitulo:

en este primer capitulo veremos como nuestro protagonista, tsunayoshi sawada (no puedo hacer un fanfic que no este el de protagonista XD) entra al mundo madararui, todo le parece horrible por que esperimentara cosas que jamas espero a lo largo de su normal y aburrida vida.

Sex Pistols

 

Capítulo 1: indeseado encuentro

 

- aahh – suspiro de nueva cuenta al sentir la mano pasar por su trasero. Cerró la boca para no hacer más ruido de lo necesario, se moriría de la vergüenza si los demás pasajeros se enteraban. Como alguien tan insignificante como él le puede pasar este tipo de cosas.

 

Habían abusadores en el tren y parecía ser un cliché de las series hentai que solía ver cuando tenía tiempo libre, el problema con eso es que él era la inocente y virgen colegiala a la que abusaban. ¡No era justo!, él solo era un muchacho normal, estudiaba la última noche para los exámenes, perdía su tiempo con video juegos estúpidos y era malo en casi todo… ¿Por qué le tenía que pasar eso a él?

 

El metro se paró en la estación y por un momento un brillo en sus ojos se instaló; no perdió el más mínimo segundo y salio del vagón. El chico que abusaba del pobre muchacho mascullo decepcionado cuando las puertas serraron en su cara.

 

- Juudaime – el mencionado se estremeció al oír su nombre.

 

- go… Gokudera-kun – sonrío forzadamente al ver a su amigo acercándose.

 

Tsunayoshi Sawada, conocido como el ser más improductivo que ha pisado la faz de la tierra. Era un chico normal, con habilidades menores al promedio, con sueños comunes y de ambiciones pocas. Al menos hasta que ocurrió cierto accidente.

 

 

-.-                                 flash back                                   -.-                         

 

 

Él estaba tomando el autobús a su colegio, era su rutina, esperar en la estación como todos sus compañeros. Hasta que por accidente una ancianita le choco con su moto. Absurdo, si, inaudito, por supuesto, un poco increíble, él tampoco lo creía… pero todo absolutamente cierto.

 

Vio su vida pasar y quedo en un estado de coma que lo llevo a un plano sub real donde su mente estaba dispuesta a darlo por muerto. Sawada observo como todos sus familiares lo esperaban a la otra orilla, se espantó, no quería verlos aun. El castaño al observar como toda su vida pasaba delante de sus ojos, se dio cuenta que no había vivido nada, solo tenía unos escasos 16 años y para colmo no había hecho ni la tercera parte de las cosas que quería lograr.

 

- no, no, no… no quiero morir – vio aterrorizado como el otro lado parecía como el cielo, los campos de flores y todo aquello… Tsunayoshi se espantó y precipitadamente se tumbó al agua, aunque claro se dio cuanta tarde que no sabía nadar.

 

Con desesperación pataleo y movió sus brazos hacia la superficie, sentía como se quedaba sin oxígeno, cansado de tanto gritar y patalear sin que lo ayudaran se dejó caer en las profundidades. Diciéndose a sí mismo que por que no pudo al menos besar a Kyoko Sasagawa antes de morir…

 

Fue cuando lo vio, a su abuelo allí, pero no con las arrugas con que lo conocía, no, era más joven y con una enorme sonrisa, de rubios cabellos y ojos azules, era idéntico a él. Sus padres le decían que se parecía al abuelo, pero como nunca lo vio cuando joven jamás le creyó, pero que cierto era… extendió su mano, tratando de alcanzar la de su ancestro que se la ofrecía con una sonrisa. Pero en cuanto la alcanzo, este se transformó en un león, que término cayendo sobre él y ahogándolo más… solo podía recordar esos ojos gatunos que se posaron sobre el

 

 

-.-                              fin flash back                                   -.-                          

 

 

Tsunayoshi suspiro con pesar al recordar algo como eso, y pensar que exagero todo por una pierna rota y una contusión medio seria, ya había pasado un mes después de ese roce con la muerte y sin embargo cosas extrañas seguían pasándole. Con susto contenido sonrió a su mejor amigo que era tan intenso como siempre, hablaban de lo que a Gokudera le gustaba, mientras que Tsuna lo escuchaba con atención, así siempre había sido su extraña amistad, pero desde un mes para acá había tratado de ser paciente con toda esa situación… sudaba frio y asentía con una sonrisa forzada, mientras que trataba de caminar a una distancia prudente sin que su amigo se diera cuenta que lo estaba evitando.

 

- y por si fuera poco, nya… volvió a parecer como si no entendiera que no lo quería allí, nya – tembló ante la mención de la muletilla, Gokudera siempre se veía más feliz de lo normal cuando estaban juntos, pero jamás uso tal muletilla – Juudaime me está escuchando – pregunto mientras el peli castaño temblaba aún más.

 

- lo siento, Gokudera, me tengo que adelantar – dijo mientras hacia una reverencia y salía disparado de allí. El más alto no entendió la actitud de su amigo, aunque después de esas cuatros semanas ya se estaba acostumbrando – lo siento, pero no puedo dejar de verte como un enorme leopardo 

 

De hecho esa era la razón que ahora Sawada le temía a todo lo que se moviera, ya que su alrededor no eran humanos a los que veía, si no puros animales. Corrió esperando a que esa pesadilla pudiera terminar un día de estos, que se despertara una mañana y ver a su madre como una humana y no como un mono.

 

 

-.-             

 

 

- no deberías quedarte sin ir al colegio, hermanito –

 

Gruño al que lo molesto de su agradable siesta, como era posible que no lo dejaran dormir ni en su propia casa, abrió uno de sus ojos y fijo su mirada en el más alto quien venía con un par de chicas muy lindas. Bufo y se dio vuelta en el sillón para seguir durmiendo. Sabía que una de las chicas lo miro muy provocativamente, lástima que no tenía ganas para ese momento, porque sí que era bonita.

 

- tengo un justificativo del trabajo – se defendió, para darle la espalda, quería zanjar esa conversación. No eran hermanos muy unidos, pero cuando tenían que cruzarse las caras era necesario el hablar – aprovéchate que no le tienes que responder a la familia como yo – dijo irritado, dándole a entender al más alto que se fijó en sus “amigas”.

 

- kufufufu, pero si quieres una solo pídela – ofreció al más bajo, este en respuesta le hizo una señal para que se largara. Pero lo que hizo el mayor fue solo ir a la nevera a beber un poco de leche.

 

- no gracias, no me interesa la simpleza de los monos– apunto sin tapujos y las aludidas se ofendieron, no porque no fuera así, aunque fueran unas mandriles y la clase más alta de mono, no eran la gran cosa para el par de hermanos semillas pesadas.

 

- sabes, si fueras más seguido a clases te darías cuenta que ronda cierta solución a tus problemas…el más alto grado de neko-chan…– fijo de nuevo su mirada azulina al mal intencionado de su hermano y vio esta vez, como pocas veces, que decía la verdad.

 

 

-.-

 

 

- Kyoko, Kyoko-chan – decía temblando el castaño, mientras se pegaba aún más a la pared a su espalda. Estaba que escapaba, pero la chica lo tenía acorralado.

 

- me gusta el aroma de Tsuna-kun – dijo con un sonrojo mientras olisqueaba la chaqueta.

 

Tsunayoshi siempre estuvo enamorado de su amiga y la chica más linda de su clase, Kyoko Sasagawa, y no podía negar que muchas veces soñó con ese momento, el único problema que no hacia su felicidad posible era que, lo que lo acorralaba era ¡una intimidante osa!... sintió como el enorme cuerpo se le acercaba amedrentándole más para darle un extraño amuleto de pez.

 

- qué es esto – pregunto casi al borde del grito.

 

- es un amuleto, Tsuna-kun… para que te acuerdes siempre de mi olor – dijo toda sonrojada y escapando con toda la pena del mundo. Tsuna suspiro con alivio, al parecer no le harían nada malo.

 

Olisqueo el vendito aroma y no le llamo la atención para nada, esa era la quinta vez que alguien se le lanzaba declarándole su amor, eso y las innumerables cartas que le dejaban en su casillero. Olor, incluso Gokudera le había mencionado que su olor era muy dulce y atrayente, tal vez esa era la razón que parecía el objeto sexual de media Namimori. Suspiro con cansancio, si le quería decir que si a Kyoko, pero esa imagen de oso no le ayudaba para nada. Con desánimo salio del colegio en vía del metro, pronto llegaría a su casa y descansaría como se debía.

 

Mientras más caminaba se percataba de que lo miraban, pero nadie se le abalanzaba, ni trataba de meter sus narices entre sus ropas, miro con alegría ese amuleto de pez dorado y sonrió muy cómplice, al parecer si funcionaba.

 

- que lastima, está inundado de olor a oso – se lamentaban en susurros algunos estudiantes de segundaria, pero Tsuna no lo notaba porque estaba feliz que después de tanto tiempo no tuviera un acosador encima.

 

- qué pena, era muy lindo –apoyo su compañero…

 

El castaño pasó una mano por su cuello mientras salía del vagón, era su estación, estiro con relajación esa parte de su cuerpo, se sentía verdaderamente cansado. Fue en ese momento cuando un dulce olor llego a sus fosas nasales, con delirio lo absorbió, era tan sabroso que miro a todos lados, para saber su origen, mas no encontró a nadie. Para caracterizar su capacidad de inutilidad, no vio que estaba al borde de las escaleras, así que fue inevitable que se tropezara y callera de estas.

 

El impacto jamás llego, al contrario una ancha espalda fue lo que paro su estancamiento al piso. Con temor escucho el gruñido de quien lo cargaba y la mirada fría sobre él, no sabía de qué sorprenderse más, de que no veía a su salvador como una especie de animal o porque de la nada saco un par de tonfas que estaba seguro lanzaría a su persona.

 

- te morderé hasta la muerte por eso – acuso mientras una vena iba creciendo.

 

- HIIII – grito del miedo – lo siento por ser mi paja* - le dijo en son de paz, pero eso hizo molestar aún más al peli negro.

 

La mula sujeto a su carga desde el cuello de su camisa, pero antes de poder hacerle algún daño un olor le inundo la nariz, haciendo reaccionar a su raciocinio antes de que cometiera algunas de sus agresiones.

 

En lugar de acercarlo para golpearlo comenzó a olisquearlo todo lo que podía, con una cara verdaderamente seria y con ganas de curiosear más.

 

algo no está bien aquí – se dijo con frustración, el aroma del chico era delicioso, más delicioso que muchas semillas pesadas que él ha conocido, el problema era que lo cubría un apestoso olor a oso. Una sonrisa traviesa paso por los ojos filosos de joven y con facilidad extrema paso el delgado cuerpo por sobre su cabeza y lo llevo a uno de sus hombros, caminando con él a cuesta en dirección de los baños.

 

- ayúdenme…. ¡ayúdenme me secuestran! – grataba y pataleaba, pero lo cierto es que nadie en su lugar se metería con un semilla pesada, no importa que tan lindo sea el chico. – ¡bájame!… ¡bájame raptor! –

 

- así que tú eres “el más alto grado de neko-chan” que se anda rumoreando – concluyo con peligrosa sonrisa mientras pasaban a los servicios y cerraba la puerta con seguro.

- ¿¡qué diablos haces!? – grito con todo el pánico del mundo, una vez que lo soltó sobre la barra de los lavamanos.

 

- ¡cállate! – ruge golpeando al espejo, cosa que intimido al menor – caminando por allí en público, indefenso como un bebe – dijo más irritado que molesto, y es que a veces no entendía como algunos seres eran tan idiotas. Se acercó al cuerpo del menor y este lo que hizo fue retroceder – dios, apesta a oso – rugió – lo lamentaras si lo hiciste con un oso - verdaderamente irritado buscaba entre las ropas del estudiante algo que pudiera encontrar que fuera de tal animal.

 

- ¡detente! ¿De qué hablas?... ¿hacerlo con un oso? ¡Ni que fuera zoofilico! – el menor se restregaba para que no lo siguiera tocando más, pero el mayor insistían en tocarlo lo más posible, le sacaría lo que tenía, no permitiría que un oso le ganara. - ¡que te detengas! –

 

- … - el mayor paro en seco al encontrar lo que buscaba, Tsuna le iba a reclamar que le devolviera su amuleto, pero se asustó cuando vio garras salir del pez. – Así que solo era un obsequio – concluyo algo aburrido de no encontrar una razón por la cual amonestar al castaño.

 

-¿Por qué Kyoko me dio eso? – se preguntó espantado. Sin embargo fallo al creer que su sufrimiento terminaría allí… - parece aún más molesto – y el chico no se equivocaba, el moreno al ver su tiempo perdido se había molestado aún más.

 

Con nuevas ganas de matar, se acercó al menor, pero ante cualquier movimiento que el castaño creyó que haría jamás se imaginó lo que le hizo. El de ojos azules lo rodea con sus brazos y metió una de sus piernas entre las del castaño lo acerco a su cuerpo y con delirante lentitud, comenzó a menearse pegando su miembro del menor que estaba que no cabía de la impresión. Hubo un momento en que Tsuna se negaba, pero de un momento a otro el olor tan agradable que le había llamado en un principio la atención lo inundo por completo, mareándolo y haciéndole sonrojar por completo.

 

- ahh – el suspiro lo sorprendió tanto a su acosador como a él mismo. El moreno sonrió prepotente ante el sonido de satisfacción y con descaro llevo una de sus manos a la hombría ajena y la apretó, haciendo que el castaño soltara otro gemido más fuerte.

 

Tsuna no se había tomado la molestia en ver el rostro de su atacante hasta ese momento que lo tenía en toda la nariz, literalmente. Tenía unos ojos filosos y azules metálicos, muy atrayentes, una cabellera negra, su piel era bastante blanca si se ponía a compararla con la suya y finalmente una expresión tan seria que daba miedo.

 

El menor se sujetó al de cabellera negra para sentirlo aún más, no sabía en lo que se estaba metiendo. El mayor estaba a punto de tomarlo en ese mismo lugar.

 

- Kyoya-kun… nos tenemos que ir – pero la interrupción llego en el mejor-peor momento para ellos dos. – wow… pero mira lo que encontraste, definitivamente mucho mejor que unas monitas desarrolladas, kufufufu –

 

Kyoya, estaba a punto de matar a su hermano por lo atrevido y entrometido que era en sus cosas. Tsuna estaba que se moría de la vergüenza y sin pensarlo dos veces salio corriendo como alma que lleva el diablo…

 

No saldría más nunca de su casa, más nunca de su habitación y más nunca de su protectora cama. Moriría de verdad si le volvía a pasar algo así, las lágrimas le salían volando por los ojos y molesto se fue a su casa lo más rápido que podían dar sus piernas.

 

En los baños del metro…

 

- veo que lo encontraste por ti mismo – dijo divertido.

 

- es mío… - corto de repente Kyoya a su hermano mayor, el otro se hizo el desentendido, así que el más bajo le sujeto del cuello de su camisa y lo miro molesto, intimidante como era con todo el mundo – te vi como lo mirabas, es mío – sentencio no dando a entender algo más claro que eso.

 

- lo siento hermanito, pero no respondo si se me resbalan las manos – la sonrisa del de cara de piña le molestaba demasiado, tanto que hizo que una vena saltase y que tocara la base de su arma preferido. Eran hermanos, si, pero también eran Madararui, así que estaba en su naturaleza ser competitivos, especialmente si tenían a la misma presa en mente.

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

espero que les agradara el capitulo y si quieren continuacion por favor comentarlo XD

mmm se que algunas me conocen por no ser muy puntual y asi como ustedes espero cumplir los plasos que me impuse para actualizar cada fic. soy de las que vive dia por dia XD... pero aun asi las mantender informadas de cualquier acontecimiento. espero que les haya gustado y nos leemos pronto

chaosu X


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