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Fallen love por kotomi chan

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Capítulo I: encuentro

Entre el cielo y el infierno hay un lugar en donde los ángeles y demonios pueden convivir con libertad, pero… ante todo tienen su estética y ningún ángel o demonio convive, cada uno con su clan.

En el espeso bosque antes de llegar al infierno, se encontraba un joven demonio que aparentaba la edad de 13 cortos años, en su forma humana, sus cabellos negros caían por su rostro, sus ojos rojizos mostraban maldad pura, vestido como un noble. Era nada más y nada menos el hijo del rey del infierno, su primogénito, es por eso que el joven demonio tenía más libertad y podía hacer y deshacer.

Pero para él la libertad era muy aburrida, había hecho varios contratos pero siempre terminaban en lo mismo, se empezaba a aburrir. Un demonio aburrido puede ser un problema, tratar de buscar algo interesante era como buscar una ajuga en un pajar, sus pensamientos fueron interrumpidos por una presencia, de un ángel, lo cual no era nada anormal tratándose de la zona neutral, el ángel caminaba con paso lento y aburrido por aquel bosque, parecía un niño pequeño de quizá 8 años, se sentó a unos metros lejos del joven demonio, era nada más y nada menos el hijo del ángel más importante del cielo.

Su cabello era azulino y sus ojos tenían esa pureza reflejada en el color zafiro que tenían, su piel era blanca como la nieve sin rasguño alguno, el demonio no pudo evitar relamerse los labios, ya que el ángel era demasiado hermoso, este al sentirse observado solo abrió los ojos, que hasta ahora los tenia cerrados, topándose con los rubí del joven demonio que le sonreía lujuriosamente, le devolvió la sonrisa, cosa que extraño al demonio.

Con cautela se fue acercando a ese azulino, se sentó enfrente de él, se miraban sin decir palabra alguna, solo se miraban examinándose el uno al otro

-¿Qué hacen ángel?- le pregunto por fin, el azulino solo lo miro y sonrió

-nada demonio- aquel comentario saco una carcajada el joven demonio, el azulino lo miro con el ceño fruncido- cállate- le respondió con orgullo, aquello saco una carcajada más fuerte al demonio, un ángel orgulloso, con eso ya lo había visto todo  

-¿cómo te llamas?- pregunto sentándose al lado del ángel

-ciel…- contesto extendiendo sus blanquecinas alas- tu eres el cuervo ¿no es así?- al azulino le pregunto, el demonio solo esbozo una ligera sonrisa

-si…- contesto a secas, era raro el sobrenombre que le habían puesto, pero eso era porque su verdadera forma asemejaba a un cuervo con sus alas totalmente negras, miro con curiosidad al ángel, se veía tan frágil- ¿Qué hace un niño vagando por aquí?- le dijo sarcásticamente, el ángel solo frunció el ceño  

-estoy huyendo de mi padre- le contesto sin importancia, el joven demonio se quedó asombrado, ese ángel no era nada común

-¿huyendo?- la curiosidad le gano

-si…- el ángel contesto a secas, el demonio no entendió nada, pero sin embargo no quiso preguntar más. El tiempo pasaba demasiado lento para el ángel y el demonio- estoy aburrido- mascullo el azulino

-yo igual- le confeso el demonio

-¿Cómo es el infierno?- pregunto de pronto el ángel, era irónico, pero el demonio no se inmuto ni se sorprendió  

-es solo como un hoyo obscuro, donde solo hay maldad, no es nada interesante- lo dejo en un bostezo

-se ve interesante- agrego el azulino, eso tomo por sorpresa al demonio

-eres raro- atino a decir, el azulino sonrió levemente, ambos de pronto escucharon una risas, el demonio de inmediato identifico de quienes eran esa risas de burla, de unos 4 demonios, que para la desgracia del azulino, eran de la casta más alta, la serpiente, la araña, el buitre y la hiena

-hey miran que tenemos ahí, el principito del infierno-rio con burla la hiena, que era una demonio hembra, el demonio solo hizo una mueca al igual que ciel

-no se supone que aquí no deben de causar problemas- les pregunto el cuervo, todos se echaron a reír

-eres tan gracioso, pero que tenemos aquí el hijo de un ángel, y no de un ángel cualquiera el hijo de dios, así que podemos decir que eres un semi dios- se mofo la araña  

-di lo que quieras-contesto el ángel, el cuervo lo miro y sonrió

-hay que divertimos con el ¿Qué opinas cuervo?- le pregunto la serpiente, un demonio desagradable y vil, como una serpiente  

-paso, dejemos en paz al ángel- inconscientemente trataba de protegerlo

-huy el principito le gusta el ángel- se mofo la hiena con esa risa tan estrepitosa como la de la hiena

-no solo que no quiero tener problemas…- cuando se dio cuenta de lo que dijo un rubor cubrió su blanca piel de humano, los demonio solo rieron hasta cansarse – idiotas- mascullo enfadado

-será solo un rato- los 4 demonio se acercaron, al indefenso ángel, este se pudo algo tenso, esto no iba acabar nada bien.

Los demonios con brusquedad tomaron al ángel y empezaron a jugar con él, lo tiraban y lo golpeaban, el azulino gimoteaba de dolor, su piel blanca se empezaba a poner negra por la tierra que había, su perfecta piel tenía rasguños

-hay que disfrutarlo al máximo- el buitre empezó a romper la toga que tenía el ángel dejándolo desnudo, el cuervo no podía detener eso, aunque lo deseara, resoplo frustrado y solo cerro los ojos

-vamos cuervo participa- rio la araña  que acariciaba la piel del ángel, de repente los demonios pararon en seco, se escuchaban caballo, así que con velocidad dejaron el ángel donde estaba y se echaron a correr, pero para desgracia del cuervo cuando pudo reaccionar ya estaba rodeado de los ángeles guardianes del azulino, un ángel de belleza extraordinaria se acercó al niño

-¿estás bien ciel?-era su hermano, su cabello era rubio y sus ojos de un color aguamarina, parecía un año mayor al azulino

-ciel… hijo mío- un ángel parecido a ciel se acercó- ¡tú!- señalo al cuervo, que solo miro a los ángeles sorprendido y algo aturdido- ¿tú le hiciste esto a mi hijo?- sonó como una afirmación

-no… fueron otros demonios- dijo el cuervo y era verdad pero ¿acaso los demonio no se rigen de las mentiras?

-mentira… te mostrare que es lo que pasa cuando se meten con mi hijo- saco una espada dispuesto a matar al cuervo que no se podía defender pues estaba en desventaja

-espera… padre… él dice la verdad- el azulino dijo con voz pausada, el ángel se quedó pasmado, mirando con recelo al cuervo

-¿seguro de eso ciel?- pregunto

-si…- dijo poniéndose de pie, mirando al cuervo con una sonrisa

-vámonos- ordeno a los guardias, tomo al azulino en brazos y lo subió al caballo, sin medir palabra se alejó de ahí, para volver al cielo

El demonio solo arqueo la ceja y camino de regreso al infierno…

Al día siguiente, el demonio volvió a salir del infierno, caminando con paso aburrido tenía un libro en sus manos, que su padre le había ordenado leer, se sentó en el mismo árbol y con sorpresa noto que el ángel había regresado y estaba descansando en el suave pasto

-¿acaso te escapaste de nuevo?- pregunto el demonio haciendo que el ángel abriera los ojos

-si…- contesto a secas, el azulino miro el libro que traía el demonio- ¿Qué es eso?

-un libro de magia negra- le dijo abriendo el libro

-¿puedo leer?- pregunto tímidamente

-¿acaso no eres un ángel que está en contra de esto?- dijo con ironía

- no… la verdad es que me causa curiosidad, siempre eh vivido en la más bellas moradas del cielo, escuchando los sermones de mi padre, la pureza es aburrida, solo quiero saber más- le contesto a manera de reto, esas palabras cautivaron al demonio…

Desde ese día, el ángel y el demonio sin falta se veían en ese lugar, tratando de no despertar las sospechas de sus padres, platicaban por horas de cosas sin importancia, se podía decir que se estaban volviendo unidos, creando un lazo prohibido entre un ángel y un demonio, un tabú.

Pero poco les importaba, ¿acaso la zona neutra estaba creada para que los demonios y ángeles convivieran con libertad? El hijo del infierno y el hijo del cielo empezaron a sentir una fuerte atracción el uno por el otro, un día paso floreció la llama prohibida de la pasión… algo que los demonios no deberían sentir, algo que los ángeles deberían tener. El amor

Todo empezó con un casto beso, luego le siguió un encuentro de pasión.

-Ahh mm AHH-gemía el ángel al sentirse embestido por el demonio, este solo sonreía disfrutaba poder tener así al azulino

-mmm pronto acabare- gimió el demonio al oído del ángel, ambos culminaron ese acto de pasión, el azulino sentía que se hundía en lo más profundo de abismo y el demonio sentía que podía tocar el cielo…

Pero esto no duro mucho, lo que no sabía el azulino es que su padre sospechaba algo, mando a un ángel guardián para vigilar a su hijo lo mismo paso con el padre del cuervo, ambos fueron  descubiertos.

Como cualquier otro día ciel iba a ver al cuervo, que de cariño llamaba Sebastián ya que le gustaba el nombre, ambos se saludaron con un beso, platicaron un rato y luego dieron rienda suelta a su pasión. Al acabar el acto, el padre de ciel salió de su escondite, sorprendiendo al azulino, el padre de Sebastián salió también de donde estaba oculto…

-¡esto es inconcebible ciel!- grito el padre del azulino dándole una cachetada

El padre del cuervo solo miraba con frialdad a su hijo

-puedo aceptar esto, si me dices que solo jugaste con el ángel- le dijo, el cuervo trago salive y suspiro, decirlo le iba a resultar vergonzoso pero era la verdad

-no padre, lo amo- esa fue la confesión de amor de el cuervo para el ángel, este a pesar de saber que no era una situación para nada convencional

-yo también te amo- le respondió, el cuervo solo sonrió, los padres de ambos se sintieron indignados y humillados, pues iban con sus más fieles soldados, ambos tomaron a sus hijo

-no lo volverás a ver ciel- condeno el padre de ciel

-no ¡por favor padre! Lo necesito- dijo entre lágrimas

-NO y borrare tus recuerdos sobre el cuervo, así no te será tan doloroso- puso su mano en la cabeza de ciel haciendo que esta perdiera la conciencia    

-yo no seré  tan piadoso hijo mío o ¿Sebastián? ¿Así te gustaría llamarte?- pregunto con voz fría y

-si…- mascullo Sebastián, miro a ciel y solo suspiro

-no lo volverás a ver jamás, te condenare a que lo olvides y que olvides tu linaje. Solo sabrás que eres el cuervo… mi castigo es que ya no serás más mi hijo- sentencio el rey infernal, el cuervo se quedó anonadado, nada podía hacer…

El destino es cruel y bondadoso, un demonio y un ángel, compartiendo lo prohibido

¿Acaso algún día se reencontrarían?


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