Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los cinco guardianes por samuesselmo

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 Aquí les traigo un nuevo Fanfic! No actualicé "El rey y su perro" porque estuve con este nuevo proyecto. Pero mañana lo haré sin falta!

 Espero les guste este fanfic! Y depende la opinión y antención que le den si merece que lo siga o no... 

 No hay parejas definitica, salvo KiyoHana que la amo con mi ser y mi alma! :DD Espero sea de su agrado! :DD

Notas del capitulo:

 Bueno, aquí el primer capitulo! 

 Es demasiado probable que las personalidades de los personajes no esté del todo bien. Primero porque hay algunos que no los conozco a fondo y segundo porque bueno, es un AU así que casi que puedo hacer lo que quiero *saca una varita mágica*

Espero no les disguste y sea de su agrado:

 

 Hace muchos años, antes de las tierras fueran conquistadas y los bosques se hallasen corrompidos por el poder humano, existió en una oscura y desconocida arboleda. La tranquilidad era absoluta, y todo ser vivo existente convivía en paz y armonía. Pero éste sosiego, no podía darse por sí solo. La viveza vegetación era gracias a cinco guardianes, seres que podían proteger con su vida hasta la última hoja del árbol más antiguo. Se llamaban Uncrowned Kings, los reyes sin coronar, cinco prodigios que actuaban en las sombras del más misterioso bosque.

 Sin embargo, una noche de tormenta, la arboleda se vio envuelta en un terrible incendio. Las acciones de los guardianes parecían ser en vano, dado el gran daño que había sufrido el bosque. Uno de los cinco debía dar su forma física para regresarle la vida a todo, y el sacrificio fue el del representante de la belleza y la pureza floral. Gracias a él, la viveza forestal floreció. A partir de ese día, los cuatro guardianes restantes, esperaron con paciencia el regreso de su compañero.

 Un siglo después, con la mañana esperada, la brisa primaveral que tanto ansiaban llegó al bosque. Como por arte de magia, las flores no tardaron en despertar un largo sueño. Los colores adornaban las copas de los árboles y las verdes plantas, repartiendo el dulce aroma en el aire. Como si la flora sintiera la próxima presencia de su antiguo guardián. Y con ella, el resto de los reyes sin corona, que también sabían el renacer de su compañero.

 En el medio del bosque, donde se encontraba el árbol más antiguo, una inusual brisa corría por esos alrededores. Los cuatro generales no tardaron en acudir allí, observando interesados la escena. De manera inevitable, las flores brotaban alrededor del gran árbol, hasta que un brillo enceguecedor trajo consigo el cuerpo de un joven azabache. Parecía adormilado y curioso al mismo tiempo, mirando su cuerpo desnudo y lo que había alrededor. Él era la reencarnación del anterior guardián. Representaba a las flores y las purezas de éstas.

 —¿Es él? –Preguntó fisgón Kotaro Hayama, la viveza de las hojas verdes y sanas. Estaba empujando a sus compañeros, ya que al ser el más bajo de éstos tres se le dificultaba ver.

 —¿Siempre fue tan delgado? –Preguntó el robusto de Eikichi Nebuya, que miraba con disgusto el cuerpo del dueño de las flores. Nebuya era la base, la raíz de toda vida forestal. Representaba la fuerza y seguridad.

 —Es lindo –Acotó Kiyoshi Teppei sonriendo. Éste era la representación de los árboles y el refugio de cualquier ser vivo. Siempre chocaba con Nebuya a la hora de opinar, hasta llegar a competir por ver quién era el más fuerte. Pero Teppei era muy pacífico y solía dejar de lado las diferencias.

 —¿Lindo? ¡Es una preciosidad! –Chilló Reo Mibuchi, los frutos eran él. Representaba la recompensa y el beneficio de la esperanza.

 Con pasos lentos, para no asustarlo, se acercaron hasta el azabache que había florecido frente a ellos. Éste los observaba curioso desde el suelo, mirando a cada uno de los presentes. Todo era nuevo para él, desde su cuerpo hasta las personas que le hablaban.

 —Hola, cariño – Lo saludó Mibuchi poniéndose a su altura -¿Entiendes lo que digo?

 Con miedo asintió, hasta que encontró otra cosa nueva curiosa. Un par de manos frente a sus ojos, y podía moverlas a voluntad. Con cuidado tocó la tierra, haciendo florecer un pequeño capullo frente a todos.

 —Acaba de nacer, es normal si no entiende del todo –Comentó paciente Kiyoshi atrayendo la atención del azabache. Con sus manos ayudó a levantar al nuevo guardián, pero éste era como un ciervo recién nacido, sin lograr ponerse de pie con facilidad –Con cuidado, ya aprenderás a caminar –Agregó al ver las temblorosas piernas desnudas. Teppei era el que más se lamentaba por la muerte del anterior representante floral, él no quería que se sacrificara por todos. Se sentía culpable al no tomar su lugar como creía que debía hacerlo. Sabía que aquello era por decisión propia, pero no logró detener con éxito al anterior rey sin corona.

 —Hay que vestir a esta lindura – Reo no podía de fascinarse con los rasgos puros del azabache, pensando en mil prendas que podía fabricar para él. Las flores eran bellas, y a parte de ello, había demasiadas opciones.

 —¿Cómo lo llamaremos? –Preguntó correteando de un lugar a otro Hayama, que no podía esperar a divertirse con el guardián nuevo, después de todo, era uno de los más jóvenes y desbordaba energía.

 —Debería tener el mismo nombre –Respondió Nebuya cruzado de brazos observando las torpes piernas del azabache.

 —En ese caso, tu nombre será Makoto Hanamiya – Contestó Kiyoshi sentando con cuidado sobre unas grandes raíces al joven recién nombrado.

 —Tengo algo perfecto para ti, cariño –Habló emocionado Reo saliendo de la escena para buscar lo dicho. Esto no sorprendía a sus compañeros, Mibuchi podía llegar a ser muy animado cuando se trataba de belleza.

 —¡Podríamos buscarle comida! –Propuso Hayama alzando una mano para llamar aún más la atención –Tú podrías hacerle una linda casita –Agregó dirigiéndose a Eikichi, quien parecía el más desinteresado de todos. Pero no se negó y desapareció entre la espesura del bosque para poner manos a la obra. Mientras que en un abrir y cerrar de ojos, Kotaro desapareció en busca de unos buenos y maduros frutos.

 Kiyoshi sonrió para sí al ver que todos estaban igual de felices que él por el nacimiento de Hanamiya, volteándolo a ver. Se topó con una escena muy conmovedora, el azabache seguía atento con la mirada una mariposa monarca. Que por seguirle el paso, perdió el equilibrio hasta caer para atrás y golpear levemente su cabeza contra el esponjado césped, pero poco le importó y no perdió de vista a la mariposa. Teppei no pudo evitar reír, ayudando al azabache a sentar nuevamente –¿Estás bien? –Preguntó mirando sus ojos claros, pensando que eran idénticos a los de su ancestro. 

 

 El castaño lo vio asentir con timidez, pero nuevamente su atención se dirigía al ruido del follaje que producían las copas de los árboles, el canto de las aves y una vez más, la monarca. Ésta se posó sobre la nariz del azabache, que ahora miraba bizco el insecto. Teppei se preguntaba si tenía algún recuerdo de su vida pasada, o sólo era un guardián nuevo recién nacido.

 —¡Volví! –Exclamó Reo corriendo con algo en brazos, asustado a la bella mariposa. Apurado, no tardó en vestir el desnudo cuerpo de Makoto con una especie de túnica corta, similar a un vestido, hecha de enormes pétalos rosas –Te ves divino, cariño.

 De pie, tambaleando, miró sus costados y sonrió satisfecho, pero una vez más perdió el equilibrio y de no ser por los fuertes brazos de Teppei, hubiese caído al suelo. Sonrió agradecido, parecía que Hanamiya se sentía a gusto con esas personas –Ven, vamos a caminar – Le propuso el castaño, pero de inmediato llegó Hayama con una gran hoja llena de frutos.

 —¡Oh, mi vida! – Gritó al ver lo que tenía en sus manos el pelirrojo – No puedes arrancar mis frutos como si nada, Kota-chan.

 —Creí que no te importaría –El representante de las hojas levantó los hombros restándole importancia –Además, son para Hana-nee.

 Buscó entre las tantas frutas y le entregó un racimo de uvas. Hanamiya las aceptó y curioso miró los pequeños frutos –Usa los dientes, cariño –Explicó tomando una de las uvas para llevarla a su boca –Así ¿ves? –Él mismo tomó una y comió sintiendo el jugoso y dulce sabor.

 —¿Te gusta? –Preguntó Kiyoshi al ver las sonrojadas mejillas del azabache, y sonrió al ver que asentía con gusto.

 —Hay muchas frutas –Aclaró Kotaro dejando la hoja delante de Makoto para que se diera el gusto de probarlas. Los dos menores se quedaron sentados en el césped comiendo.

 Al volver Nebuya se hizo un debate entre los guardianes mayores. Hanamiya acababa de nacer y probablemente se dormiría apenas se ocultara el sol. El sitio donde él dormiría estaba creciendo todavía, serían las más fuertes raíces para protegerlo del frio y la lluvia. Reo se ofreció para acogerlo entre sus huertos, y todos estaban de acuerdo.

 Teppei le enseñaría al día siguiente caminar, y muy voluntarioso, Hayama declaró que le gustaría escuchar la voz de Makoto, y él la haría salir. Eikichi no acotó nada, y simplemente dejó que los demás hicieran lo que quisieran, pero siempre estando al tanto de las cosas. Después de todo, cada uno tenía atados sus sentidos entre sí, y con el bosque entero.

 ...

A las tierras sin nombres y sin números
bajaba el viento desde otros dominios,
traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados
devolvía las flores y las vidas.

Pablo Neruda.

Notas finales:

 Si les gustó, no les gustó, lo odian, o lo que sea, espero comenten. Quiero saber si merece la pena continuar con la historia...

 Muchas gracias a la gente que leeyó, y se les agradece más si dejan RW. Alimentan a mi pobre alma(?) 

 No se preocupen, voy a seguir con "El rey y su perro"!

 Maravillosos saludos a todos! 

 By Selmo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).