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va creciendo el amor por sharedey

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Notas del fanfic:

holaaaa!!!! de nuevo, bien esta es la verdadera historia de este titúlo que espero les guste ^^, los personajes son de las clamp, yo solo los utilizó sin animos de lucro

 

fic dedicado a tod@s ustedes, por darle la oportunidad :D

 


— Tú me gustas
 
— ¿qué?...
 
— que me gustas
 
— pero…
 
— ¿pero qué?
 
— somos hombres, no es posible
 
— En el amor no hay genero, amar es amar, o que ¿me vas a rechazar solo por ser hombre?
 
 —no, claro que no, si eres lo que más quiero… Ashura
 
 — bien, pues a partir de hoy y aun con nuestra diferencia de edad, seremos pareja
 
 — de… de acuerdo…— fue la respuesta de un niño de 12 años, rubio, piel blanca y ojos azules, a un chico de 18, de pelo largo y negro, piel blanca y ojos color miel. Estaban en una pequeña casa ubicada cerca el mar, habían pasado ahí la mayor parte de sus vidas y esta era la última vez que estarían todos juntos en aquel lugar.
 
 La madre del menor había muerto a causa de una terrible enfermedad, cuando él era apenas un niño de 6 años, pero ahora después de transcurrir 6 años desde su deceso, su padre había decidido volver a casarse, por lo que quizá esta sería la última vez que visitaran aquel sitio, ya que era el lugar donde la familia había vivido completa.
 
 — mamá tengo que irme ahora, pero te juro que en cuanto pueda vendré a visitarte, no sé cómo sea la vida en la ciudad, ni cómo será mi nueva familia, pero daré mi mejor esfuerzo para que papá este contento…- hablaba el rubio, mientras sostenía una fotografía, donde se veía a una mujer de piel blanca, rubia y ojos color miel; era la imagen de su madre.
 
— ¡¡Fye!! ¡¡Ya es hora debemos irnos!!— escuchó a su padre llamarle
 
 — ¡¡si, ya voy!!— respondió aun sujetando la foto
 
 — vamos fye, es hora de dejar el pasado y prestar atención solo a lo que nos traiga el futuro…— el más alto tomó de los hombros al pequeño por atrás
 
 — Si…— fue su única respuesta, mientras colocaba la fotografía en el estante— hasta pronto— se despidió y luego salió junto con Ashura hacia el vehículo que lo llevaría a su nueva vida.
 
  El transcurso era silencioso ¿cómo sería esa mujer? ¿Tendría hijos? ¿Se llevaría bien con ella y con su nueva familia? Se preguntaba así mismo, pero las respuestas solo las sabría cuando los conociera; por suerte Ashura estaba con él, desde siempre, habían estado juntos
 
Ashura era la persona que le gustaba, pues sentía que había cierta magia en él, y no solo por los trucos que le mostraba siempre, si no por algo que no sabía explicar. 
 
— ves, aquí está la moneda…— le mostraba una moneda en la palma de su mano, la cual en unos cuantos movimientos de muñeca, hizo desaparecer
 
— ¿ha?…— decía emocionado y confundido
 
 — y ahora, mira como atravieso este globo con este agujón…— tomo el globo y con el agujón comenzó a atravesarlo lentamente, sin que este se reventara, asiendo que el más pequeño quedara maravillado
 
— ¿Cómo lo haces?...— preguntaba totalmente sorprendido ante la Azaña de su compañero
 
— un mago jamás revela sus trucos…— dijo orgulloso de si mismo
 
— no seas malo, dime como lo haces…— le exigía el menor, mientras entre ellos comenzaba un juego de lucha de cuerpos; entre tanta juguetería hubo un momento en que cayeron al suelo, el mayor encima del menor, quedando ambos viendo los ojos del otro
 
 — te gane…— sonrió victorioso el pelinegro
 
 — no es verdad, aun puedo…— respondió él menor, para en un impulso quitarse al más alto de encima suyo, dejándolo sentado justo en frente de él
 
 — Tramposo, me pescaste con la guardia baja es todo…- le reprochaba el ojimiel, el otro solo le regalo una sonrisa
 
 — en la guerra y en el  amor todo se vale
 
 — me gustas— dijo sin mas el mayor
 
 — ¿he?- quedo ruborizado ante las repentinas palabras, pero luego le dedicó un rostro alegre 
 
 — perfecto, siempre sonríe, que te queda mejor una sonrisa a una mirada triste…— tomó su mejilla y la acaricio, sonriéndole también
 
 — ¡¡Ashura, Fye, ya nos vamos al cine!! ¡¡Los dejaremos si no se apuran!!...- el grito del padre del pequeño los alarmó
 
 — que nos dejen, yo me quedo feliz si es contigo
 
 — no seas tonto, yo quiero ver esa película…— el rubio se levantó y se dirigió a la puerta- ven o piensas quedarte solo
 
 — Sí, ya voy…— pesadamente el de cabello negro se levantó del cómodo suelo y siguió al menor
 
Sin duda, nunca olvidaría los buenos y malos momentos vividos en aquel lugar, llevaría cada uno de esos recuerdos con él, para afrontar lo que desde ahora sería su nueva vida.
 


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 En las afueras de un barrio viejo se encontraba un muchacho moreno, alto, de cabello negro, corto en puntas y ojos rojos
 
 — ¡puedes irte tú si quieres yo no iré!...— anunciaba de modo firme a la chica morena al lado suyo
 
 — es nuestra oportunidad, mamá jamás volverá a pedirnos algo así— decía la menor intentando persuadirlo 
 
 — esa mujer no es mi madre
 
 — ¿sigues con eso? Kurogane deberías ser más agradecido, ella te crió
 
 — con el dinero de mis padres, hasta dejar en ruinas lo que me habían dejado
 
 — ¡deja de decir esas cosas!  Vamos de una vez…- tomó del brazo al más alto y lo obligó a caminar hasta el coche que los esperaba, en donde se encontraba una mujer. Una vez dentro, el moreno solo cruzo los brazos y dirigió su vista a la ventana, sería un largo recorrido, pero él no tenía intenciones de llegar.
 
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
 
 — hola, me llamo mine y ellos son Kurogane y Souma, kurogane es 2 años mayor a ti y souma tiene tu misma edad…— se presentaba una mujer de cabellera larga, alta, morena y de ojos café oscuro, al pequeño que a partir de ese día sería su hijastro
 
—mucho gusto…— ofreció la mano a souma, la cual la estrecho en señal de saludo
 
 —el gusto es mío— mostró una sonrisa
 
 —mucho gusto a ti también…— esta vez se la ofreció al moreno, el cual solo lo miró serio y con el revés de su mano la rechazó
 
 — ¿cuál es mi cuarto?...— preguntó mirando seriamente a la morena mayor
 
 —¡Kurogane! ¡No permitiré esta conducta!...— le llamaba la atención la mujer
 
 —bien, entonces dormiré afuera…— abrió la puerta que daba al patio y salió; se dispuso salir a la calle, pero como era de suponerse, lo conocían bien, y la habían cerrado con llave
 
 — ¡maldición!...— se dijo así mismo, para después recostarse sobre el árbol cerca la puerta y guardar silencio
 
              
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-- disculpalo, estoy segura que con el tiempo llegaran a ser buenos amigos…— hablaba la mujer al rubio, sonriéndole
 
— Si…— le respondió él, devolviéndole la sonrisa
 
 — Claro, después de todo, compartirán habitación por un tiempo…— habló esta vez el padre del menor, llamando la atención de este, mientras Souma suspiraba 
 
 — traeré a kurogane…— dijo la chica y se dirigió a la puerta para ir por el moreno, mientras Fye, resignado a la decisión de su padre, subía al dormitorio que compartiría con aquel chico sin objetar nada. Ya estando arriba, sintió que su celular comenzó a vibrar
 
— hola…— contestó el teléfono en su habitación
 
 — hola fye, me quede preocupado ¿ya pudiste conocerlos?
 
 — ¿Ashura?…— un grato sentimiento inundo el interior del ojiazul al oír la voz de aquella persona— si, ya los conocí, al parecer les agrado a la hija y a la madre, pero al chico no ¿Cómo te lo explico? No me dio la oportunidad de conocerme, simplemente no quiso hacerlo— su voz entristeció con lo último 
 
 — eso está bien…— el mayor se oía tranquilo, lo que confundía a Fye
 
 — ¿he?
 
 — así  no hay riesgos— eso lo confundía mas 
 
 — ¿riesgos?— realmente no lograba entender 
 
 — de que te roben…— el calor inundo el rostro del menor al escuchar eso— ¿fye? ¿Estás ahí?— preguntó al ya no escuchar respuesta
 
 — ¿He? Sí, sigo aqu…— un ruido proveniente de la puerta lo interrumpió. Era Kurogane, que seguía como lo había conocido, serio y con el ceño fruncido- perdón, pero tengo que colgar
 
 — ¿Fye, pasa algo?...— no escuchó respuesta, pues la otra línea se había colgado, dejándolo con un deje de preocupación
 
— ¿te llamas?...— preguntó el rubio mirando al mas alto, tratando de iniciar así una conversación. Sin embargo no obtuvo respuesta por parte de su nuevo compañero— está bien, si no quieres hablar haré memoria, haber era ¿Kurotan? ¿kurochin? ¿kuro rin?...— las venas de la frente del mayor aumentaban de volumen con  cada palabra del más bajo
 
 — ¡mi nombre es Kurogane! ¡Ku-ro-ga-ne! ¡Que no se te olvide!...- explotó, y miraba iracundo al mas bajo
 
 — pides mucho, tratare de recordarlo kurochi…— le regalo una sonrisa, una que al otro le daban ganas de borrar ¿como seria su vida a partir de ahora?
 
 El destino a veces puede ser impredecible.
 
 
 

Notas finales:

bien espero les guste y si alguien desea dar su opinion, para mi sera un placer recivirla ^^. Hasta pronto ^_^.


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