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Lust in a drop por Kiryuu Mayuki

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Notas del fanfic:

Hooola!!! hace rato que no me aparecia por aqui :P bueno aqui vengo con un two-shot pero primero publico el cap uno para ver si les gusta y concluyo con el fanfic.

 

Dedico este fic a ellas tres y a todo el Grupo KanamexZero.

Notas del capitulo:

Participacion especial de:

(son las cuentas de facebook :P)

Naomi Comelares.

Anna Yuridia Moreno.

Su Marceline Xgl.

Lust in a drop

(Two-shot)

 

Cáp1-Torpezas fatales.

 

¿Exactamente como diablos pasó todo esto?

 

¿Era un castigo de Dios?

 

¿Una jugarreta del Diablo?

 

Él no lo sabia, pero lo único que si sabia, era que estaba en esos momentos en un nivel alto de humillación.

 

-Vamos Zero no te quejes-bromeó en voz baja la joven amiga del recién llamado-Además te ves muy lindo, perdón, linda así-reía mientras veía caminar a su amigo con una vena en su sien.

 

¿Qué había pasado?

 

¿Qué rayos había sucedido para que Zero este con ganas de salir corriendo del lugar decidido a no salir nunca de su casa?

 

Una respuesta simple.

 

Zero había perdido una apuesta.

 

F.B.

 

-¿Crees que no puedo con matemáticas?-preguntó la chica molesta.

 

-Mmm si, ya van cinco veces este semestre que me pides ayuda-dijo el menor tomando el vaso de jugo que esta cerca de él.

 

-¿A si?-la chica enojada por la actitud tan arrogante del peliplata. Calmó su enojo respirando profundamente  cambio su mueca de enojo por una sonrisa-Tengo una idea ¿Qué tal si hacemos una apuesta?

 

-¿Apuesta?-dijo el amatista arqueando una ceja mientras aun tenia el vaso de cristal cerca de sus labios.

 

-Sí, si apruebo pasaras el día sábado de compras conmigo, vestido de chica-sonrió la castaña al ver el rostro descolocado de Zero.

 

-¿Vestido de chica?-aun shockeado, dejo el vaso en la mesa, mirándole fijamente.

 

-Sí, con un lindo vestido, accesorios, maquillaje, tacones…lencería-dijo sonriente al ver que el chico se había puesto algo pálido-Pero claro, si tienes miedo perder podemos retirar la apuesta-presumió hundiendo sus hombros, provocando al mayor, que le miro con una vena palpitante y una sonrisa sádica.

 

-Bien, y si yo ganó, vigilaras sola a las locas dos semanas (1), y comerás todo lo que prepare Cross..

 

-¡¿Qué?! ¡¿Tanto?! ¡No es justo!-chillo la joven de baja estatura.

 

-No te quejes, yo estaré de compras contigo y vestido de chica, claro si llego a estarlo-sonrió con arrogancia.

 

-Acepto-extendió la mano la joven con decisión de que aprobaría.

 

-Muy bien, pero una cosa mas, debes llegar a una nota arriba de ochenta-la chica asintió lentamente y estrecharon sus manos lanzándose rayos.

 

Ichiru, hermano gemelo del amatista, que simplemente había pasado por pura casualidad por un vaso con agua, lo nombraron testigo.

 

El día después del examen, el maestro publico las notas, Zero había aprobado con noventa y cinco y Yuuki con…

 

-¡Ochenta y uno!-grito la niña de emoción saltando como niña alrededor del amatista que miraba con un tic en sus ojos derecho la nota de la castaña.

 

-No puede estar pasando esto-dijo en una susurro mientras la menor seguía saltando de alegría y su hermano intentaba contener la risa por lo que sucedería.

 

En la mañana del sábado Zero se preparo mentalmente para lo que iba a pasar, porque aunque quiera huir, no podía, había hecho una apuesta y había perdido. Debía afrontar las consecuencias del trato, por mas humillante que fuese.

 

F.F.B.

 

Ese recuerdo estuvo en la mente del amatista mientras recorría las calles con un vestido de verano color blanco pastel que le llegaba hasta las rodillas, adornado con una cinta rosa en la cintura, un sombrero del mismo color que el vestido y con una rosa de adorno arriba que por suerte era ancho, unos guantes blancos, un chal que le cubría su obvio tatuaje y un par de tacones blancos. Lo que agradeció en ese momento era que estaba con una peluca rubia que le hacia parecer otra persona y que como el vestido era ancho desde la cintura tenia a su fiel bloody rose escondida.

 

-¿Ves? no es tan malo-dijo caminando la chica vestida con una falda rosa, un top blanco y tacones del mismo color.

 

-¿Tan malo?-susurro el chico con ira-¡Hiciste que me depilaran las piernas!-grito en voz baja.

 

-Una chica no tiene que tener vellos en las piernas si usa vestido-dijo como reproche.

 

-¡No soy mujer!-siguió gritando en voz baja el chico mientras sentía la libidinosas mirandas de algunos hombres en “ellas”-Mierda, no solo debo soportar estar con vestido y tacones sino también tolerar las miradas de esos locos-masculló molesto-*Al menos no esta Ichiru para burlarse de mi mala suerte*

 

-Hola preciosas-llamo un sujeto apoyado en un convertible rojo junto con otros tipos que susurraban cosas pervertidas a los llamados -¿Qué les parece un paseo?

 

-No gracias, estamos bien-dijo la castaña sonriente mientras, el estado de humor del amatista disfrazado estaba empeorando cuando el sujeto se acerco al peliplata.

 

-Vamos, cariño…vayamos a disfrutar un paseo largo y relajante, solos tu y yo-susurro en el oído de Zero, pero al instante fue alejado por la mano del joven disfrazado de chica que lo miro con un aura negra y aterradora.

 

-No molestes-dijo en voz baja intentando ocultar su voz, pero no dejaba de ser tenebrosa.

 

El sujeto se escapó junto con los otros tipos que iban con él, al parecer el aura oscura de Zero llegó a los otros también.

 

-*Y eso que Zero no esta mostrando mucho su ira*-miro con una gota a los sujetos que escapaban.

 

-Démonos prisa, ya no aguanto los pies-el joven empezó a caminar ocultando su rostro con la sombra del sombrero.

 

-¡Espérame!-dijo la chica dándole alcance.

 

Mientras tanto a no muchos metros de los jóvenes en una tienda de color escarlata.

 

Una señora de no más de unos 50 años de cabello blanco platinado, piel morena y de ojos azules preparaba algo para vender ahí mismo.

 

-Hikari-chan trae por favor las botellas-llamo la mujer con un tono firme a la joven. De un callejón llegó con las botellas una jovencita de 17 años, de ojos miel, cabello cobrizo largo hasta abajo de la cintura.

 

-Son las que quedan abuela-dijo cargando la caja.

 

-Muy bien ¿Donde están Aoi-chan y Naomi-chi?-preguntó llenando las botellas.

 

-Deben estar arriba-dijo mirando la puerta de la tienda roja.

 

-Llámalas por favor debemos terminar de llenar las botellas-dijo arreglando las botellas y poniéndolas en su lugar.

 

-Aoi-chan, Naomi-chan-llamó la chica-¡La abuela necesita ayuda!

 

-¡Ya vamos!-llamo una tercera voz femenina-Ya estamos aquí-dijo una chica de 18 años, cabello negro y ojos ámbar y en su detrás una de chica de 19 años, cabello castaño a la mitad de la espalda con flequillo y de ojos castaños

 

-Vamos niñas debemos arreglar las cosas para promocionar el perfume-dijo arreglándose el cabello-Hikari-chan ven aquí debo arreglarte tu cabello-dijo la señora mientras hacía una cola alta a su nieta.

 

-Este perfume es especial ¿No abuela?-dijo Naomi vertiendo el perfume de color rojo en la botellitas transparentes de forma de estalagmita invertida.

 

-Claro, lo hice yo con la receta de sus ancestros, y ya que saque licencia para que lo podamos vender, esperemos tener una buena venta-dijo tranquila, arreglando ahora a Aoi-Ahora Hikari-chan, Naomi-chi, lleven el anuncio a la entrada, Aoi-chan y yo llevaremos los perfumes.

 

-¡Si!-dijeron las chicas con una sonrisa.

 

Mientras aquellas mujeres arreglaban todo para su venta, los jóvenes del principio pasaban de tienda en tienda viendo la ropa, y para Zero era una tortura.

 

-¡Wow mira!-llamo la chica al ver lindas blusas en una tienda-¡Entremos!-la chica llevo a rastras a su amigo que a duras penas podía caminar con aquellos tacones y que no podía gritar por ayuda por que si hablaba su voz lo delataría.

 

Una hora después pasaron por la tienda de pintura escarlata y cierta mujer los detuvo.

 

-Siento mucho importunar a tan hermosas señoritas, pero quiero que vengan a probar un nuevo perfume-dijo con una simple sonrisa, invitándoles a hacer pasar a la tienda que tenia muchos adornos gitanos y el olor a incienso lo hacia ver como una casa de adivinanza, o al menos eso pensó el peliplata disfrazado.

 

-¿Un nuevo perfume? ¿Cómo se llama?-pregunto interesada la chica de cabello castaño.

 

-“Lust in a Drop” o “Lujuria en una gota”-sonrió.

 

-Que nombre más sugerente-sonrió sonrojada la chica, mientras que la “otra” miraba indiferente.

 

-Y bien justificado querida-sonrió mostrándole la botellita-Una sola gota de este perfume y te hará irresistible, pero no para que la persona enloquezca, pero si para que llames la atención necesaria-dijo sonriente abriendo el perfume.

 

-Vaya realmente huele muy bien-sintió la chica mientras el joven disfrazado veía la tienda que estaba llena de objetos raros y antiguos y escuchaba la conversación, y ya tenia alguien en mente que Yuuki quisiera atraer. Una pequeña punzada sintió en su corazón, no tenía celos del vampiro, sino de la chica. Aunque jamás en su vida llegaría a mostrarlo.

 

-¿Quisieras ponerte una gota como muestra?-pregunto sonriente y estiro su muñeca al mismo instante en el que llegaba la nieta de la señora.

 

-Abuela sobro perfume y ya no hay bote…¡!

 

Y justo antes de que la señora perfumara a Yuuki, la joven de nombre Hikari había tropezado con la alfombra y todo el contenido del recipiente cayó sobre el cuerpo de Zero.

 

Los ojos de la señora se abrieron como platos y su cara empalideció.

 

-¡Zero!-llamo la chica que fue a ver a su amigo que su nivel de mal humor llego a un nivel alto-¿Estas bien?

 

-¡Lo siento mucho!-dijo la joven haciendo reverencias muy apenada por el incidente hecho a esa pobre "chica"

 

-Por favor disculpe a mi nieta fue a proposito-tambien se diculpo la señora al ver la cara de pocos amigos del joven vestido de chica.

 

-No se preocupe no pasa nada-dijo con una voz de ultratumba-Me adelantare.

 

-*¿Un hombre?*-pensaron al mismo tiempo las dos mujeres

 

-¡Jovencito no salga de la tienda!-grito la mujer intentando detener al chico pero fue en vano. Ya había salido de la tienda.

 

-Zero…

 

-¿Qué esta haciendo ahí parada? ¡Vaya por el rápido no hay tiempo!-dijo la señora alterada-¡Si sigue ahí afuera estará en grave peligro!-la menor sin pensar dos veces salio de la tienda y vio a algunas personas seguir a Zero.

 

-*Estoy cansado de toda esta locura, me voy de aquí*-pensó molesto mientras algunos hombres empezaron a seguirle.

 

Un par de pasos mas y varios hombres y mujeres lo estaban rodeando. Uno de ellos intento tomarle de la mano pero recibió un puñete como respuesta.

 

-*Maldito loco*-pensó, pero el hombre se paro de nuevo y volvió a tomar de la mano al amatista pero lo volvió a golpear, y ya no solo era ese hombre, los demás que lo rodeaban estaban intentando hacer lo mismo-*Pero que diablos*-sacó su pistola y disparó al cielo. Pero no logro nada.

 

-¡Zero corre!-grito la castaña, mientras mas gente salían de todas partes, de los restaurantes, tiendas, casas y  boutiques.

 

Zero, no se quedó a pensar y salio disparado por la calle mientras mas personas lo estaban persiguiendo.

 

Mientras corría, se quito sus tacones y los uso como boomerang contra los que le perseguían, pero aun así eran muchos, no tuvo más opción que saltar por los árboles del parque con su agilidad de nivel D que ese momento lo estaba agradeciendo.

 

¿Qué demonios estaba pasando?

 

Esas personas tenían una mirada llena de lujuria, entre jóvenes y viejos, de todo tipo de complexión y tono de piel, estaba detrás de el.

 

 Varios hombres que iban detrás de él, iban con obsequios, flores, vino, animales pequeños, entre otras cosas.

 

Y las mujeres corrían pintándose, pero también llevando obsequios.

 

Su cuerpo se estaba cansando, corría sin zapatos y con vestido.

 

-¡¿Puede explicarme que sucede?!-dijo alterada la chica.

 

-Por que cree que se llama “Lujuria en una gota” no es sólo para llamar la atención niña-dijo la señora-Ese perfume es una mezcla especial, una receta de siglos, una sola gota libera en una mínima cantidad su efecto que este despertar la lujuria en las personas de una manera leve y para nada peligrosa.

 

-Si una gota libera una pequeña atracción con una persona, más de eso…

 

-Sí-miro con mirada sombría-Su amigo esta atrayendo a centenares de personas a la vez, y ninguna tiene el propósito de preguntarle por que diablos esta vestido de mujer.

 

-Oh no-dijo la chica pálida-Debo ir por él.

 

-Imposible es muy peligroso-la detuvo la señora-Quédese aquí y llame a alguien que pueda ayudar-la chica asintió y fue corriendo hacia el teléfono, llamado a la primera persona que le vino en mente-Hikari, Aoi, Naomi-llamó la mujer a sus nietas-La vida de un joven inocente corre peligro. ¡Tráiganlo a la tienda de inmediato!

 

-¡Si!-las nombradas de un rato a otro desaparecieron.

 

-Yo buscare la solución de este maldito problema-dijo yendo hacia su librero para buscar algo que remediara el enorme lió en que el que se habían metido.

 

Definitivamente no fue el mejor día para Zero.

 

Un simple tropiezo desató un gran problema.

¿Cómo lo solucionarían?

 

Continuara…

Notas finales:

(1) Me refiero a las alumnas de la clase diurna.

 

Espero que les haya gustado.


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