Todo empezó esa noche muy extraña y alocada noche.
Estaba en mi cuarto, ya había pasado un tiempo desde que derrotamos a Aizen más o menos una semana, me preparaba para dormir cuando de pronto escuche un sonido desde mi ventana, al voltear sólo pude ver una cabellera azul que mientras me tiraba a la cama con la boca tapada me decía:
-Hola Ichigo, ¿que tal esta semana?- era Grimmjow ¡no estaba muerto!, bueno no del todo y por lo visto quería pelea -no vengo por pelea vengó a retarte, pero sólo te soltare si prometes no decir nada.
Asentí con la cabeza pues había tres cosas que me interesaban; la primera era saber que quería, la segunda pues que era muy curioso y si no quería pelea pues... Naaaaa y la tercera era que lo peor que podía pasar sería otro intento de asesinato.
Me soltó y me miro a los ojos la verdad no se que quería decirme pero me estaba poniendo muy nervioso y sus ojos me decían muchas cosas, tantas que no podía ver cual era la que quería.
-te propongo un reto que me dijo Ulquiorra la última vez que nos vimos.
-va ¿cuál?- ulquiorra aún me sentía mal por lo que le hice digo fue malo pero no se lo merecía.
-acuéstate conmigo una noche y se el pasivo.
-¡¿QUÉ?!
Este venía borracho, enfermo, zombie o con alguna droga nueva por que esto en serio que no es normal, Grimmjow el orgulloso Grimmjow retando me a que me acueste con él, no no no no no no no aquí hay algo muy raro.
-pues sí mira tu te dejas hacer y yo te hago ¿qué dices fresita?
-¡CÓMO! En serio quieres hacer "eso" nonononononono yo si soy hombre m-mejor dile a... No lo se a alguien más pero yo no voy a ser uno de tus revolcones.
-a que fresa eres nada más es un reto o ¿que? no crees lograrlo yo se que te puede dar miedo que te lastime pues no tengo una cosa chiquita aquí abajo pero aún así un reto es un reto y si no lo aceptas ¡no pues que hombre saliste!
-claro que lo puedo hacer veras que sí y hasta vas a querer más, acepto el reto- aún pienso que aceptar ese reto fue una muy mala idea, me quite el pantalón y me desabroche un poco la camisa pero no pude llegar muy lejos pues al ver que él no se movía le pregunte -¿qué no te quitas la ropa o que? ¡Aaaa ya se te acobardaste!
-¡¡tu eres el cobarde!!- se quitó los pantalones y me jalo de los cabellos para juntarme con su cuerpo y empezar a frotarnos, él tomo mi miembro y lo empezó a masajear había que reconocer que lo hacia muy bien no pude resistir que algunos gemidos se escaparan de mi boca pero claro siempre viéndolo a los ojos, esos ojos azules que me retaban a seguir y yo lo retaba con los míos, para no quedarme atrás tome su miembro y lo masturbe hasta que los dos estuviéramos erectos. Una vez que los dos cumplimos la tarea él me dijo:
-te haré sufrir por que te quiero ver llorar- y sin agua va, me levanto y me penetro de una sola estocada, dolió y bastante pero al mismo tiempo era muy MUY excitante y no le iba a dar el placer de escucharme llorar me aguante y me moví en señal de que empezara, me agarre de su cabello y lo mire a los ojos él empezó con un vaivén moderado como se notaba que quería que sufriera pues se movía bruscamente y yo sin esperar más le seguía el ritmo mientras los dos suspirábamos y jadeábamos esos ruidos eran los únicos que llenaban la habitación hasta que el orgullo se me callo en el instante en que llego a ese punto que te lleva al cielo en ese momento no me pude contener más y arquee la espalda mientras gritaba (si, no gemí GRITE) y Grimmjow complacido empezó a embestir en ese punto y me llevo al cielo, a Marte, a Saturno y a visitar a los extraterrestres ya no me importaba nada yo quería más y con el orgullo por los suelos le pedí que me diera más le exigí que no tuviera compasión y así lo hizo, después de visitar hasta a los ángeles me corrí y Grimmjow se corrió en mi interior, esperamos un momento a que nuestras respiraciones se tranquilizarán y me dijo:
-ja ja ja te gusto
-naaaa ni lo haces tan bien
-y tu para ser una fresa eres bastante gritona
-¡cállate!
-jajajajajaja bien pudiste con el reto, otro día veremos que tal eres en la batalla.
Así sin más se vistió y se fue, hoy dos días después sigo pensando en el "incidente pacionario" que ocurrió en mi cama y en como me gustaría volverlo a ver por que después de pensarlo un poco creo que fue una de las mejores noches de mi vida.
Sonó la ventana alguien la abría al voltear lo vi parado frente a ella mientras veía una cabellera azul y escuchaba una voz:
-¿quieres otro reto?
-por supuesto no te tengo miedo.