El aire se le escapa de los pulmones y lo en principió le dio asco le provocando que la sangre le bombeara peor la venas como un torrente de río.
Sabia que debía irse pero lo que tenia enfrente de sus ojos e quitaba la voluntad , —Yugui — repetía una y otra ves en su boca pero sin voz.
Tenia una necesidad de correr pero los músculos no parecían, quería o mas bien sabia que debía cerrar los ojos, pero mas que lo intentaba no podía.
Dentro del salón b14 los ocupantes estaban en su mundo, el mas pequeño apoyado en sima de el escritorio mas grande se aferraba con todas sus fuerzas a la madera de cara contra el mueble y con el trasero bien el alto, lloriqueaba , jadeaba y cada vez que de un golpe violente la carne caliente entraba el gritaba sin fuerzas.
—Eres delicioso Yugui— dijo el otro alejándose para ver su obra.
El pequeño artificio al verse vacío se contraía una y otra vez, el mayor de los dos se relamía los labio ,palmeando con fuerza las deliciosas nalgas hasta sacar pequeños gritillos del parte de mal pequeño marcándolo con sus manos grandes.
El mas pequeño voltio la cara con sus ojos lilas para contemplar al mayor que no le quitaba una miraba intensa de encima.
Esos lilas Joe trago en seco de donde estaba se vea todo alumbrado a la luz de la luna que se asomaba en el horizonte, su amigo tenia los ojos brillantes como si fuera a romper a llorar pero eso no iba pasar no por pena al menos, lujuria eso reflejaba ese rostro y incluso pudo apreciar como un poco de saliva resbalaba por sus labios.
—Yami.— pronuncio Yugui en tono lastimero
Un escalofrío recorrió la columna del rubio cuando vio como lentamente la mas joven mano se dirigía a la parte inferior del cuerpo, desde el ángulo que estaba no pudo apreciar pero si sabia que era lo que esa mano hacia, instintiva mente dirigió su propio mano a su apéndice sintiendo acalorado, al rojo vivo.
—¿Quieres mas pequeño?— dijo Yami en todo dulce antes de tomar con violencia el cuerpo irguiendo contra el para tomar sus labios con pasión.
El beso fue largo y marcado tan intenso que las lenguas se masajeaban una a otra fuera de la boca a tomarse de nuevo con violencia como si se necesitaran para respirar.
Joe se permio un jadeo cuado dejaron de besarse, bien de nuevo como su amigo retomaba la misma disposición anterior.
Sus ojos dorados viajaron con los dedos de Yami que los introdujo los dos juntos de un solo golpe en la pequeña cabida sacando de la joven garganta un gritillo de gozó y dolor, los dedos salían delicadamente para entrar de un solo golpe con violencia no sin abrirse dentro de joven y viajar por el contorno del orificio que tenia un brillante tono rojizo.
Su propia entraba empezó a palpitar cuando el miembro lleno de venas se acercó a la entrada palpitante donde estuvieron sus dedos, la cabeza y tronco era grande y larga, trago de nuevo con dificultaba era impensable que algo tan grande hubiera estado en ese pequeño lugar.
Yami no se hizo esperar y de solo golpe entre sacando un alarido al pobre Yugui.
Joe le recorrió un espasmo por todo el cuarto teniéndose que sostener de el la puerta que se quejo un poco, por momento su mundo se vino abajo en el ataque de terror al ver Yami se quedaba quieto temiendo que lo hubiera escuchado, seria tan avergonzó, para algunos de los dos supiera que el estuvo desde mucho viéndolo que pasaba en esa habitación y peor aun que se lo hieran en ese estado de excitación vergonzosa. Pero nada eso paso Yami empezó un frenético vaivén casi como si su propósito fuera enterrarse a si mismo en el cuerpo del mas pequeño o partir con su propio miembro a Yugui.
Por su parte el pequeño gritaba a todo lo que daba su vos con una sinfonía de sufrimiento y gozo.
—Valla no te conocía esa faceta Wheeler.
Joe voltio la cara rojo granate al reconocer la vos, en medio de la ocurrida unos ojos picaros celeste lo contemplaban , se pregunto a grito pelado que diablos hacia el mismísimo Kaiba, el vio entrar a Yugui por una ventana cuando se dirigía a casa un Sábado en el la noche, una casualidad y el por su curiosidad lo siguió por la misma ventana para ver que hacia su amigo en medio de la noche metiéndose al colegio, lo busco y rato y lo encontró con Yami el capitán de el equipo con que siempre peleaban , estuvo presto a entrar a ayudar a su amigo , pero cuando el mas alto le salto encima a su amigo a besos , bueno se quedo mirando en estado de Shock , la cosa se puso mas caliente , una cosa llevo a la otra….
Pero no era hora de eso, Kaiba estaba hay apunto de delatarlo o de ver el espectáculo.
—¡¿Qué haces tu aquí ¿!— dijo en todo bajo y amenazante aun conservando las mejillas sonrojadas.
El otro se hacerlo a inorando la pregunto y lo tomo violentamente del brazo hasta llevarlo de un tironee has el pasillo.
Joe vio salir Yami inspeccionando los pasillos tratando de ver entre las sombras a quien fue causante de ruido, pero no los vio y dirio de nuevo al aula cerrando la puerta esta ves por completo.
Joe soltó el aire que tenia retenido en los pulmones tratando de recobrar la comportará al no ser descubierto, pero la alegría no duro mucho al darse cuenta en lugar donde se encontraba , apresado en amplio pecho y la pared. Se sonrojo violentamente y el corazón se le acelero de nuevo al ver su espacio personal tan invadido, puso sus mano en el pecho y indujo con fuerza para tratar de quitárselo e encima pero no lo logro ni un poco, tan sólido como la muralla china e igual de inútil como tratar de derivarla esa barrera solo con leve empujo.
—Quítate entupido.— expresó molesto en vos baja y amenazadora
Era conocido que el y el señor perfecto era con el agua y el aceite y que no importaba lo grande del lugar donde estuvieran los dos juntos siempre terminaban peleando , Kaiba gustaba haciendo estallar su mal genial, el odia y el odiaba.
El de ojos azules tomo las dos manos inmovilizando y de paso golpeándolo contra la pared.
—¡Haaa!.— grito bajito al sentir su cabeza golpear con pared detrás de el
—Calla si no quieres que nos descubran.— dijo el mayor
Joe enfureció mas si fuera posible levantando la cara hacia los ojos que apenas ponía ver, que se creía ese cretino, la verdad hace tiempo le quería romper la cara al cara bonita y esta ves aun que Yugui lo escuchara lo iba poder hacer, pero toda su furia quedo en sorpresa al ver el otro lo miraba fijamente.
El otro aprovechó se distracción para colocarse en medio de las piernas separándolas.
Joe sanciono demasiado tarde al sentir como el otro separaba sus piernas y ponía todo su peso pobre su propio cuerpo y recobró la furia.
—Maldito suéltame…
Lo beso con fuerza metiendo su lengua hasta la garganta haciendo ahogarse, forcejeo tratando de quitarse el cuerpo mas grande de encima , pero sentir el roce de sus sexos aun con la berrera de ropa le revolvió el ceso quitándole a voluntad de pelear.
Sus manos fueron liberadas y esas que habían sido grilletes si posicionaron en sus nalgas levantándolo del suelo y impulsando con la pelvis contraria.
La boca Kaiba lo dejo respirar pasando a su cuello a morder con fuerza y succionar como ostentara comérselo hay mismo en el pasillo, el no tuvo otra opción que tomar el cuello para asegurar y no caer al suelo.
Una vocecita en su cabeza susurraba un leve “Que”, “como”,”Que pasa”, sonaba y desaparecían en el calor de su cuerpo.
Joe no estaba olvidando hasta su nombre en las manos expertas del mayor que hacia su cuerpo no mas muñeco de trapo.
Un gritillo se le escapo de la boca cuando la boca , dientes y lengua se apoderaron de uno de rosados pezones lamiendo , mordiéndolo y succionando con tanta fuerza como si pretendiera sacar leche de el.
Una duda paso por su cabeza, la camisa cuando perdió la camisa, pero como vino se fue al ser atendido el otro de la misma manera. Joe tenia que sensación de que el mayor placer que había sentido en la vida , dolor y placer mezclados. Sintió que su cuerpo subía un poco mas por la padre contraria y las simuladas penetraciones dieron el en lugar que hizo vibrar todo su cuerpo, una y otra vez con violencia, se golpe varias veces la cabeza pero no importo estaba segado por el gozo que recorría su cuerpo como si no fuera el mismo.
—No, escucho gemir guturalmente a Kaiba.
Se sintió desorientado y débil cuando sus pies tocaron el suelo y los labios de Kaiba volvieron a tomar los suyos de forma mas dulzor tomando con las manos, pasando primero lamiendo los labios hasta entrar finalmente en la boca robándole el aire.
—Kami, no, no así, necesito una maldita cama.— gimió Kaiba entre cada beso.
Joe escuchaba pero a la vez eso vos estaba muy lejos, raciono a penas cuando sintió la fuerza que tiraba de el de nuevo.
—¿Donde me llevas?— dijo a penas en un susurro.
—A la enfermería, necesito una cama.
Eso hizo su engranes volver a girar, una cama , Kaiba necesitaba una cama, para que?, (enrojeció), si ya sabia para que, el Kaiba , se dependió dejando que su respiración se descolocara, y Kaiba quería que… No eso si que no, utilizo todo su cuerpo para tratar de parar la carrera del otro.
—Suéltame.— grito
Kaiba voltio la cara pudiendo ver la cara de terror que Joe gracias a la luna que reflejaba en las ventanas, tenia un bella imagen ante el pura inocencia apenas opacada por la tersa piel sexi de pecho descubierto.
—Suéltame . — grito tratando de la mano lo soltara
—No.— contesto cortante jalando con tan fuerza que el otro quedo entre sus brazos
Joe se revolvió con gusano tratando de liberarse dejando que traicioneras lagrimas se deslizarán por sus mejillas.
—Déjame, tu me quieres, tu me odias y solo estas tratando de burlarte de mi.
El mayor río apretando mas fuerte logrando que el corazón de Joe se revolviera en el pequeño por dolor.
—Te juro que por un tiempo yo también lo creí— dijo el otro aun con el tono jocoso en la voz— pero la verdad hace tiempo que sueño contigo, que me pongo celoso que te acerques a alguien.
Joe dejo de pelear mirando entre sus lagrimas a Kaiba sin poder creer lo que le escuchaba. Celos eran sentimientos de Celos.
—No , estoy confundido— dijo el otro acercando a la puerta continua para hacerlo entrar en la habitación,— tu me confundes, no puedo ser racionar ahora , no contigo, pero lo que si se es que necesito en este momento poseerte y no me pienso detener.
El confundido era el al escuchar esas palabras , que sentía Kaiba por el, si sentía celos era amor, no, negó, posesión solo lo quería por que a el no le interesaba Kaiba. Eso lo hizo querer resistirse pero su cuerpo golpe el colcho de la cama.
—No .— trato de gritar pero su vos sonó débil muy poco propio de el
—No .— repitió el otro mientras terminaba de quitar la camisa del rubio y tomaba con su boca las tetillas de nuevo
Joe sentías la lagrimas pero también se sentía sin fuerzas para detenerlo sin proponérselo su cuerpo lo estaba traicionando entregándose a Kaiba.
—No.— chico cuando su cuerpo se retorció en la manos del otro permitiendo una mayor para quitarle las partes inferior de su ropa y zapatos
Sus ojos dorados enfocaron al hombre que tenia entre sus piernas a contraluz que la luna que mantenía en el cielo, tenia el pelo pegado por el sudor y musculatura delgada pero magníficamente formada, se quemo con la mirada gélida azul que lo miraba de forma hambrienta robándole hasta la capacidad hablar y pensar.
—Eres hermoso.— dijo pasando las manos por las piernas por dentro de los muslos por la suave y nívea piel haciendo que el otro se estremeciera con su contacto
Joe no estaba desacuerdo pero su cuerpo si y no emitía protestas.
Poco a poco el mayor lo devoraba haciendo delirar sobre la cama de la enfermería no dejando recorriendo con su boca toda la piel que pudiera, lentamente paso la lengua húmeda por dentro de los muslos internos suaves y bien formados succionándolos hasta dejarlos marcados con bellas marcas rojas que pronto se convertirían en moradas. Marcas de pertenencia que quien viera después ese cuerpo cupiera que ella suyo y nadie mas.
Josey t se retorcía con cada nueva tortura poniendo el sus dedos en la boca para mordiéndolos para callar sus gritos.
—No los calles son míos — hablo el castillo quitando la mano de la boca— te has hecho daño —dijo mientras que metía cada uno de los dedos a su propia boca y pasando su lengua limpiando las pequeñas heridas
—Tan dulce.— dijo sonriendo
Joe soltó el aliento ante la imagen erótica.
Seto sonrío de nuevo y reclamo su boca hasta dejarlo sin aire, de nuevo sus tetillas fueran tomadas con gula mientras que una mano traviesa se colo agarrando su miembro que goteaba con ansiedad.
—Mmm, no.— fue lo que pudo decir antes de caer en el primer orgasmo.
—Dios que sensible eres.— dijo el mayor sonriendo
El rubio le daba vueltas el mundo mientras se estremecía aun en otro mundo. Sentía unas manos pero tenia relajado ido para abrir los sentía como manipulaban su cuerpo y al fin se decidió abrir los ojos.
Los ojos azules estaban brillantes con la pupila delatados justo entre sus piernas.
—Dios. — grito mita grito mita gemido
La humada lengua se había introducido por dentro de sus delicada piel hundiendo íntimamente una sensación nueva y placentera.
—Seto.— grito contorsionando el cuerpo consumido por el placer
El mayor metió delicada mente un dedo en la húmeda calidad y después ensanchando con otro digito lento y despacio mientras su boca se ocupaba en el húmedo miembro.
—No, ¡hooo!, Kami.— grito sin poder controlarse.
—Ya estas listo Joe.
Quizás si su cuerpo no estuviera la visión de precipicio de éxtasis hubiera poderse defender de que el subyugaba.
El mayor lo miro a los ojos sin duda su cuerpo vibro con antelación ese era el momento que estaría sus recuerdos , emoción y éxtasis.
—Josey — dijo llamando la atención dándole subes besos en los labios.
Sus miradas se encontraron y el mundo se detuvo en ellos.
Lentamente entro y Joe abrió la boca para gritar pero de su boca no salio ningún sonido mas un pequeño jadeo, Kaiba apesar de que el cuerpo debajo de el se tensara, aun que no sintiera satisfacción en el dolor que provocaba era necesario. Después de dolor causado beso sus parpados loa brazo fuerte en forma de reconfortarlo y mas de consolarse a si mismo.
La danza fue lenta y avasallante para los dos pasión delirio y una explosión de un volcán.
Tocar el cielo un momento por un segundo y regresar a la tierra.
La pasión se consumió y que quedaba
Joe se sentía desorientado pero aun así pudo expresar lo que atormentaba a su corazón. — ¿que soy para ti?, por que hiciste esto.— dijo amortiguando las lagrimas que se desgarraban el alma.
—No lo entiendes verdad, tu eres amor , eres, eres para mi— y ante que el otro replicara continuo— ahora que mi cuerpo esta tranquilo y tengo la paz que necesitó no eres sexo Joe, eres amor , por que lo hice por que hay viendo indefenso , viendo lo que yo deseaba hacer contigo , excitado , no pude controlarme.
—Pero tu siempre me molestas — dijo incorporándose del pecho que lo cobijaba— no puede estar enamorado de mi así de repente, tu me mientes…
— ¡No!,— dijo firme con la voz grave— yo te no miento y si discuto contigo — sonrío angelicalmente sonrojándose— es por que tu, es que , es lo mismo que cuando un niño le jala el pelo a una niña para que le preste atención.
El rubio quedo mirándolo con una mueca de asombro.
—y si yo no te amo.
El mayor río libremente haciendo que el otro se enojara.
—tu me amas querido te entregaste a mi y aun que no fue me ames te are amarme.
Wheeler se quedo de piedra, maldito creído , egocéntrico ideota, tenia una larga lista de insultos presto a soltar, pero antes que pudiera empezar Kaiba lo voltio y se posición encima de el mirándolo intensamente. El menor enrojeció de golpe tragando sin dificultada al sentir sobre su cuerpo algo duro que tomaba vida de nuevo, quitándole la capacidad de decir lo que pensaba.
Perdido presentía que estaba perdido.