En la zona más alejada de la ciudad de Konoha, a los pies de un hermoso lago, existía un pequeño hotel por sobre todo, paradisiaco. Rodeado de palmeras, aves de colores volando por doquier y los turistas caminando despreocupadamente. Llegaban para olvidar sus problemas y esconder sus secretos a la vista de todos. Como es el caso de playas nudistas, antros gays, restaurantes de comida exótica de todo el mundo.
Para los visitantes podía ser un lugar de ensueño, pero para los nacidos en ese lugar, era su infierno personal. Ver a los millonarios vaciarse los bolsillos despreocupadamente, a muchos los hacía hervir de rabia; más aún cuando debían servirles.
Ese era el caso de Uchiha Sasuke. Un joven de veinticinco años, pero tan hermoso como un adolescente. Su piel blanca e inmaculada, ojos rasgados cual si fuera un gato que siempre desconfía, cabellos azabache y su porte de rey, solo podían ser superados por su carácter arisco. No era amable con nadie y ni siquiera se humillaba ante sus propios clientes. Nada de sonrisas falsas y mucho menos ofertas para nadie.
Era dueño de un pequeño pero elegante bar, bajo las palmeras y se podría decir que él era la atracción principal.
Lo único que atraía a los clientes- tanto hombres como mujeres-, aparte de la buena comida, era el moreno de ojos negros. Una verdadera delicia para los ojos y muchos hombres de allí, darían su mano izquierda por tener a aquel adonis en su cama. Aun así, nadie lo había conseguido y eso lo hacía mucho más misterioso y exquisito.
-¡Eh dicho que no, imbécil!- Se escuchó un grito junto a la piscina y luego un salpicón de agua.
-Otra vez no- gruñó Sasuke por lo bajo.
Inmediatamente salió de su puesto y fue a investigar la causa de tanto jaleo.
-¿Qué demonios hacen ustedes dos?- Grito a dos de sus mejores clientes.
-Este imbécil intento besarme, Sasuke-kun- grito un chico pelirrojo fuera de si-. Deberías sacarlo de aquí a patadas.
-Tal vez debería echarte a ti también, Gaara- lo amenazo sin piedad, mientras el resto de los presentes observaban la escena divertidos-. ¡Y tu Sai, sal del agua de una buena vez!
-No te metas en esto, Uchiha-bastardo- replico el de cabello corto sin mucho entusiasmo-. Gaara estaba empalmado y yo solo intente ayudarlo. Gaa-cha, no tenías que tirarme al agua.
-¡Cállate tarado! La próxima vez, guárdate tus buenas intenciones o te corto la mano.
Dicho esto, el pelirrojo se fue de allí con la cabeza en alto y siendo perseguido por los chiflidos de los hombres.
-Mientras más se resiste, más lo quiero- dijo el chico ya fuera del agua.
-Deberías rendirte, antes de que te haga uke de por vida- menciono Sasuke.
-Prefiero ser su uke, que un frustrado como tu bastardo.
La vena en su cien amenazaba con explotar y antes de desgraciar su vida, saco Sai de su establecimiento a base de ostias. Su cabeza ya no daba para más. Las discusiones de esos dos eran cosa de todos los días y le tocaba a él, lidiar con los mocosos malcriados de esa zona.
-Necesito un break- anuncio-. ¡Shikamaru, sigue tú solo!
-Que problemático- dijo su mantra personal.
A paso de rinoceronte y con un dolor de cabeza infernal, se fue a su oficina y allí se encerró. Lamentablemente, se quedó trancado junto al peor de sus males. Si había alguien capaz de despertar su instinto asesino y desear la destrucción del mundo, era ese mocoso en especial que se encontraba frente a él.
Lo había contratado un par de meses atrás y era realmente bueno como electricista o arreglando otros desperfectos. Puntual, dedicado en su trabajo y aprendía rápido.
Lo único que le molestaba era su carácter juguetón y despreocupado. Siempre sonriendo, alegre con todos y más de un par de veces, lo había visto coqueteando con otros hombres. Realmente, Naruto lo sacaba de sus casillas.
Ahora mismo estaba arreglando el termostato sin su camisa de trabajar; mostrando su espalda morena, hombros perlados, el cómo arqueaba su espalda y su cintura se estrechaba sensualmente mientras bailaba sin música. Lamentablemente, él no se sentía de humor para apreciar el paisaje que se le regalaba.
Dio un fuerte portazo y se sentó agotado sobre su escritorio.
-¿Todo bien haya afuera, Sasuke?- Pregunto con esa voz sensual y divertida.
-¡No te metas!- lo corto sin miramientos, pero aun asi respondio-. Ese par de borrachos, no hacen más que causarme problemas. Casi hacen que rompa todas las copas con sus gritos.
-Si- dijo riendo-. Los escuche desde aquí, tienen mucha energía.
Se acercó al mayor tratando de mantener una conversación con él.
-Pero es un bar, después de todo- su pecho se veía bronceado y eso el moreno si lo noto-. Debiste saber que estas cosas iban a pasar.
El chico se detuvo a un escaso metro de él, regalándole la mejor de sus sonrisas.
-No vine aquí para soportar las estupideces de nadie y a quien no le guste, puede irse- hizo un ademan con la cabeza-. No voy a hacerle de niñera a nadie- miro a Naruto con cierto desprecio.
El rubio se estremeció, al comprender que Sasuke no dudaría en echarlo si causara algún problema, pero el simplemente no podía mantenerse alejado del moreno por mucho tiempo. Después de todo, él no tenía necesidad alguna de trabajar y su único motivo, era conquistar al mayor.
Rodeándolo con aparente inocencia, coloco sus manos sobre sus hombros y procedió a masajearlos. Aprovecho para pegar su cuerpo al del moreno y descubrió que este era mucho más cálido de lo que se había imaginado.
-¿Qué haces?- Pregunto el mayor desconfiado y girando la cabeza para verlo.
El rubio se inclinó sobre su oído.
-No te molestes- susurro-. Deja que te ayude a relajarte.
Intento acercarse un poco más para besarlo, pero fue detenido en seco.
-Yo no necesito calmarme- aseguro, intuyendo las intenciones del rubio.
Naruto tomo su cabeza con ambas manos y le dijo con confianza:
-Claro que lo necesitas.
Y entonces pego sus labios con los de él. Forzándolo a corresponderle, abarco la boca de Sasuke y empujo lo suficiente para que este la abriera y lo dejara pasar. El mayor le correspondió por corto tiempo, antes de separarse e intentar aniquilarlo con sus ojos.
El rubio no se intimido y colocándose frente al moreno, se quitó la única prenda que llevaba puesta.
-¿Qué crees que haces?
-¿Tu qué crees que hago? Por supuesto que intento tener sexo contigo.
Dejo su cuerpo al descubierto. Su pubis recubierto con bellos rubios, su cintura estrecha ligeramente inclinada hacia adelante, mostrando la semi erección de su pene. Incluso Sasuke tuvo que admitir que era una vista gloriosa. El rubio lo observaba con deseo, obviamente esperando a que el mayor tomara las riendas del asunto.
-Sírvete cuanto gustes- lo invito con descaro.
-No gracias- fingió indiferencia-, estoy a dieta.
Naruto estallo en carcajadas dulces mientras su miembro se endurecía. Sasuke se puso de pie y camino hasta la puerta, abriéndola mientras el menor aún seguía desnudo.
-Wow, jefe- se acercó a él, haciendo buen uso de sus encantos-. Tienes sentido del humor, después de todo. ¿Quién lo iba a decir?
Sasuke se apoyó en la puerta, escudriñando a Naruto y de paso molestándose, al ver que a este no le importaba que alguien más- aparte de el- lo viera en ese estado.
-Vuelve al trabajo, Uzumaki- lo despidió de su despacho.
Naruto se pegó a él y se relamió los labios con deseo. Coloco sus manos en el abdomen del moreno y una rodilla sobre la entrepierna de Sasuke, logrando que este gimiera por primera vez. El rubio tomo la mano que aun sostenía la puerta- cerrándola en el proceso- y se acercó a su rostro, dispuesto a besarlo.
-Estoy en mi hora de descanso…y necesito comer, jefe.
En menos de dos segundos, los hombres ya se estaban comiendo la boca desenfrenadamente y tocando cuanto sus brazos le permitían. Se agarraban el trasero y lo apretaban a más no poder. Sasuke ya estaba fuera de sí y todo su autocontrol se perdió en el cuerpo del rubio. Lo aprisiono entre sus brazos de forma ruda, intentando abarcar su cuerpo y extraer toda su esencia. Movían su cabeza de forma sincronizada, encajando sus labios y dejando un fino hilo de saliva escurrirse por la comisura.
Entre tropezones y alguna que otra caída, llegaron al escritorio y Naruto se encargó de colocarlo sobre este. Tiro de los pantalones del mayor y se los bajo de una sola vez, dejando su miembro erecto a la vista.
-Itadakimasu.
Se llevó su pene a la boca y se lo trago sin más ceremonias. El moreno nunca se había sentido tan bien y tomando la cabeza de Naruto entre sus manos arqueo su espalda y dejo que su cuerpo disfrutara. El menor hizo uso de su experiencia, chupando con rapidez y volviendo loco al mayor, quien ya no sabía de qué o quién agarrarse para no perder el camino de vuelta. El rubio lo masturbo con la mano unos segundos mientras se metía las bolas del contrario en la boca y tiraba de ellos.
-Ahhhh~ detente- gemia Sasuke- por favor detente…Naruto…
Este no hizo caso; más bien sonrió complacido al ver al mayor menear sus caderas en círculos y con la mirada perdida en el techo. Ya casi estaba a punto de correrse, pero aun asi se metio su pene en la boca otra vez, para lubricarlo…
Sasuke apoyo una mano en su hombro, sin saber si detenerlo o aprisionarlo con sus piernas.
-Ya casi… quit…quítate- gimió alto- ah, ahhhhh
Embestía en la boca del rubio desenfrenadamente, hasta que este se separó de su pinga (pene, polla) antes de que se corriera. Entre besos y mordidas por todo su cuerpo, Naruto se incorporó y le robo cientos de besos a su amante.
Ninguno de los dos lo aguantaba más y Sasuke ya estaba en su límite. Tumbo al rubio boca abajo sobre el escritorio, tirando papeles y adornos a su paso. Intento prepararlo para que la intromisión no fuera demasiado agresiva pero:
-¡No! Solo métela…por lo que más quieras…-dijo con lágrimas de placer…
-Como quieras- dijo sin una pizca de amabilidad.
Se escupió en una mano y rápidamente se lubrico su miembro, para seguidamente entrar en el rubio desesperadamente.
Naruto grito al sentir la primera estocada y como la polla de Sasuke alcanzaba su próstata con facilidad y precisión, haciéndolo delirar.
-¡Si! Si…así Sasuke…más duro…
-¿Te gusta?...ah…ah mmm…ah- sus embestidas eran lentas pero potentes.
-Se siente tan rico…ahhhhh… entra y sale…Esta…tan caliente, tan dentro de mi….Sasuke
Las embestidas se volvieron más rápidas y los ojos azules estaban nublados de placer.
-Más…más… no pares
-Ahh… -agarro a Naruto del pelo con fuerza, excitándolo sobre manera-. Me encanta como me la agarras Uzumaki…Dios!
Los brazos del rubio ya no daban para más, por lo que se dejó caer sobre la mesa, mientras el mayor se movía dentro de el, de todas las formas posibles. La mesa estaba sufriendo los contantes azotes, el rubio tenia los pies en el aire y tensos, sintiendo la llegada del orgasmo.
Se incorporó y dejo que el moreno lo abrazara por atrás, acelerando las embestidas.
-Muévete más rápido amor- dijo el rubio alzando un brazo para acariciar el rostro del mayor- me estoy corriendo….ah ahhhhhh…apúrate…! ¡Córrete dentro de mí!
-Maldita perra… deja de darme órdenes
Un par de penetraciones más y los dos se corrieron con fuertes espasmos. Sasuke no parecía querer detenerse y mientras disfrutaba los últimos resquicios de su orgasmo, azoto las nalgas del rubio hasta quedar satisfecho.
Se recostaron sobre la mesa y respiraron con dificultad por unos minutos. Sasuke aún seguía dentro de él y probablemente en unos momentos, estaría listo para otra ronda.
-Oye- lo llamo Naruto-, acerca de ese aumento…
-Ni lo suenes Usuratonkashi- beso la espalda del rubio sin ser consciente de ello.
-Mmmm…, eso me gusto.
Dos rondas después de esa dejaron la oficina hecha un desastre. El librero tirado en el suelo, las paredes llenas de semen, la cortina desgarrada y los cristales empanados. Si, Sasuke necesitaba relajarse…, pero ahora era el trasero del rubio el que necesitaba unas vacaciones.
Tres días después de ese suceso, ninguno de los dos se dirigía la palabra y no era porque no quisieran, sino porque el orgullo del mayor era inquebrantable. No era de extrañar que después de pasar horas en la oficina, todos comenzaran a especular sobre lo acontecido y actualmente Uzumaki Naruto era el héroe de Konoha Beach. Todos le preguntaban qué tal era el moreno en la cama y este no se cortó al decir que Sasuke era un Dios en el sexo.
Sin embargo, Sasuke no estaba dispuesto a servirle de entretenimiento a nadie y ahora todos creían que él se acostaría con cualquiera. Estaba realmente molesto, sobre todo cuando escucho un rumor sobre el menor.
Flash Back
Al día siguiente de estar con Naruto, los rumores se esparcieron como pólvora y esto fue lo que escucho en una ocasión.
-Parece que el zorro se anotó otro punto- dijo un chico con aspecto de perro y obviamente borracho.
-Sinceramente, no creí que fuera posible- dijo Shikamaru sin mucho entusiasmo-. Sasuke jamás se había dejado con nadie, pero perece que el rubio nunca ha perdido una apuesta.
-Es verdad, dijo que se iba a tirar a Sasuke y lo hizo- sonrió de lado-. Pero dejando eso de lado, me gustaría probar al azabache alguna vez. Tiene pinta de ser una zorra regalada, disfrazada de monja.
End Flash Back
Después de eso no quiso seguir escuchando y antes de romperle la cara a Kiba, prefirió retirarse del lugar. Desde entonces, Naruto lo habia estado acosando constantemente, pero el ya nunca más dejaría tocar por un mocoso mimado como ese.
En la playa:
-¡Ya no lo aguanto Gaara!- Grito Naruto desesperado.
-Deja de gritar como si con eso fueras a resolver algo- lo regano el pelirrojo, tomando un trago de su margarita.
-Te lo juro, Gaara- dijo el rubio como si fuera a decir algo importante-. Nunca en mi vida me habían cogido así. Joder, creo que hasta me puso de cabeza. ¡Necesito a Sasuke!
Se pasó una mano por el cuello con sensualidad y mordiéndose el labio inferior, recordando el calor de aquel cuerpo junto al suyo.
-Entonces ve.
-¡No puedo! ¿Es que no escuchaste? Me ignora todo el rato y mira que hasta me le he presentado en bóxer, pero nada.
-Entonces ríndete.
-¡No quiero! –dijo el necio-Lo voy a tener entre mis piernas otra vez, así sea lo último que haga.
El pelirrojo suspiro:
-Yo no te puedo ayudar; no me quiero meter en problemas con él. Da miedo cuando se enoja.
-Si al menos supiera que fue lo que hice mal, podría solucionarlo.
-¿Qué tal, el hecho que le dijeras a medio hotel que te tiraste a Uchiha Sasuke?
-¿Qué tiene eso de malo? De esa forma nadie se le acercara. Tienen que saber que Sasuke es mio.
Gaara levanto la vista y sonrió de lado.
-Puede que tu plan tuviera el efecto contrario.
-¿A qué te refieres?
Gaara se limitó a señalar con el dedo hacia el bar del azabache. El rubio lo siguió con la vista y casi grita por el coraje que sintió en ese momento.
Sasuke estaba siendo acosado por Kiba de la forma más descarada posible. Este lo seguía desnudo alrededor de la piscina, a todas luces pidiendo ser follado por el mayor. Ante los ojos de todos, podía parecer divertido, pero Naruto y Sasuke estaban a punto de castrar al chico perro.
-¿Pero quién se creer que es?
Naruto salió corriendo hacia el lugar, pero cuando llego, no supo si asustarse, reírse, molestarse o sentirse orgulloso. Su media naranja- entiéndase Sasuke- había agarrado la polla de Kiba con sana y la alzaba hasta el punto que el chico perro debió ponerse en puntillas de pie.
-Por esta vez lo voy a dejar pasar, porque obviamente estas bebido, pero…-apretó con más fuerza, logrando que los presentes, incluido Naruto se protegieran sus joyas y Kiba chillara de dolor- la próxima vez que me montes este numerito…, no la cuentas Kiba. ¿Entendiste?
El aludido asintió con la cabeza, pues la voz no le pasaba de la garganta.
-Me alegro.
Lo soltó con asco e inmediatamente, todos salieron de su camino. El único inconsciente que se atrevió a seguirlo, obviamente fue Naruto.
-¿No crees que te pasaste?
-No-dijo sin emoción-. ¿Qué quieres Uzumaki?
Este le sonrió y se le acerco insinuante y contoneando sus caderas.
-Pensé que tal vez, necesitabas “relajarte”.
El mayor ignoro el cometario.
-Si ese fuera el caso, buscaría alguien que me bajara la tensión- dijo para desagrado del rubio-. Pero no serás tú. Ahora lárgate.
-Después de lo que hicimos aquí, ¿por qué me rechazas?
-Eso fue un error Uzumaki. No va a repetirse.
-¡Y una mierda! No me vas dejar así- reclamo-. No tienes ni idea del infierno que estoy pasando.
-Eso no es asunto mío- desvió la mirada, desinteresado.
Naruto empuñó sus manos y se abalanzo contra el mayor. No lo beso como creyó que haría, sino que se arrodillo y haciendo uso de su agilidad, en cuestión de segundos ya tenía su pene en la boca.
-¡No! Quítate idiota ahhhh… no- reacciono después de un rato-. ¡Que te quites!
Le dio un puñetazo en la cara que lo dejo aturdido y Naruto lo observo asustado y herido a la vez. No podía creerse que Sasuke lo hubiera golpeado y mucho menos la forma en que eso lo afecto. Odiaba sentirse inferior o sumiso ante otro hombre, pero no pudo evitar sollozar en el instante en que se sintió rechazado por el mayor.
-¿Por qué hiciste eso?
-Te dije que no me tocaras- Sasuke quiso fingir desagrado, pero la tristeza en esos ojos lo desarmaban de a poco.
-¿Qué fue lo que hice? ¿Por qué ahora me odias?- Entonces recordó las palabras de Gaara- ¿Fue porque le conté a todos, lo que hicimos?-Una lagrima bajo por su mejilla pero la borro al instante.
La ira de aquel par de ónix le dio la respuesta que buscaba.
-¡Eso era algo privado!- Admitió el mayor-. No para que fueras a contarlo a medio mundo, como si fuera tu mayor hazaña.
-¿Por qué te importa tanto que lo sepan? No eres el primero ni el ultimo que tiene sexo en esta playa y a nadie le importa.
-Si a nadie le importara, quieres decirme porque ahora Kiba tiene las hormonas revolucionadas conmigo- le grito iracundo-. Me convertiste en la comidilla de la ciudad Naruto y ahora todos creen que me pueden tener en su cama cuando quieran.
-¡No es cierto! Kiba es un imbécil…, además estaba tomado. Aparte de eso, no es para que te pongas así. Estas cosas pasan,
-Sí, ya sé que para ti no lo es- dijo rencoroso-. Después de todo, no soy el primero ni al último al que te le abres de piernas.
Naruto se ofendió con ese comentario, ya que no era la primera vez que lo escuchaba.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que según las lenguas de tus “amigos’, desde el momento en que pusiste un pie aquí, dijiste que conseguirías someterme y ahora formo parte de tu lista.
-¡Eso no es cierto!- se defendió-. No sabes lo que dices.
-¿Entonces por qué no me lo explicas?- Dijo cruzándose de brazos y reprendiéndose mentalmente por darle tanta importancia al asunto.
¿Por qué le molestaba tanto la idea de ser uno más para el rubio?
-Es cierto que puse mis ojos en ti, apenas te vi- Sasuke bufo-. ¡Pero me refería a que quería que fueras mi pareja!
-¿Qué?- pregunto el mayor, estaba en shock.
-Me gustaste desde el momento en que te vi. Ni siquiera sabía nada de ti y mucho menos te consideré un trofeo que ganar.
Sasuke sacudió su cabeza, tratando de reaccionar.
-Tu nunca me has mostrado esa clase de interés y si fuera cierto, no coqueterías con cuanto hombre se te pone en frente.
Avanzo amenazador y mostrando sus celos. Naruto sonrió ante eso; tal vez no todo estaba perdido.
-Dame algo de mérito- dijo burlón-. Al menos así conseguí que pusieras tus ojos en mí. Hasta que no puse mis ojos en otro hombre, tú nunca me mirabas.
Sasuke no supo que decir. De repente se sintió inseguro y estuvo a punto de levantar su muro, de no ser porque Naruto lo desarmo otra vez.
-Escúchame Sasuke- tomo su rostro-. No soy ningún santo. He estado con otros hombres antes de conocerte y no voy a jugar el papel de inocente ahora.
Sin poder controlarse, el azabache lo aprisiono por la cintura; dándole a entender que no quería seguir escuchando.
-No me considero una puta, como mis “amigos” me llaman; solo porque al igual que ellos quiero divertirme- tomo un mechon azabache entre sus dedos y jugo con él, temiendo que fuera lo último que tendría del mayor-. Simplemente no he encontrado a la persona correcta, porque aquellos que me juraron amor acabaron traicionándome.
Sasuke brinco en su lugar, ya que Naruto narraba una historia igual a la suya.
-Eres el único que me ha mirado a los ojos y no a mi cuerpo, Sasuke- se abrazó a el-. Eres directo en lo que quieres y no recurres a la falsa amabilidad para conseguir algo. Eres como un oasis en el desierto, Sasuke. Te necesito a mi lado.
El mayor se dejó hacer y también se permitió corresponder al abrazo.
-Te amo.
El mayor no respondió pero cuando tomo los labios del menor entre los suyos, este olvido todo cuanto le rodeaba.
-Perdona, Naruto.
-¿Por qué?
-Porque quiero que estés a mi lado- el rubio sonrió feliz-, pero no creo ser capaz de darte lo que buscas.
El menor inclino la cabeza, sin comprender.
-No te voy a dar muestras de amor, ni te voy a hacer regalos, tampoco te permitiré besarme en público, mucho menos tomarme de la mano- a cada palabra abrazaba más al menor, temiendo que este lo abandonara tras escuchar la verdad-. Solo sabrás lo que siento por ti en la intimidad y lo de contrale a los demás sobre nosotros…, lo considerare una traición.
Naruto cada vez sonreía más, dejando al mayor algo confundido. ¿Acaso el chico era masoquista?
-No volverá a pasar, te lo juro.
-Y no te quiero cerca de ningún otro hombre- tomo su cuello con algo de brusquedad-. Si llego a pensar que me eres infiel, no voy a escuchar nada de lo que me digas.
-Eso…, significa que ahora somos novios.
-A menos que exista otro termino…, entonces sí.
El rubio lo beso furioso, intentando volverse uno con el mayor.
-Lo único que yo te pido, es que no le tengas miedo a tus sentimientos amor- mostro sus ojos llenos de ilusión-. Yo me alimentare de ellos y te daré todo cuanto tengo.
Actualmente, Sasuke y Naruto llevan tres años de noviazgo. Entre rupturas, discusiones y peleas subidas de tono, han fortalecido su relación. Se aman y se odian con fuerzas y aun así, se complementan. Naruto es la luz de la que el carece y Sasuke es la oscuridad que el rubio lleva por dentro. Solo son sinceros, cuando la puerta se cierra tras ellos.
-Te amo…Naruto.