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Mi Debilidad y Fortaleza por lilycha10

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Notas del fanfic:

Por ahora lo voy dejar abierto a un segundo cap. Quiero darle mas cuerpo a la historia.

Notas del capitulo:

Espero lo disfruten, mis amigos yaoistas. Estamos cerca de la dominacion mundial

Sentado en aquel pequeño sofá polvoriento, frente a una mesa de madera dichosamente intacta y el rodeado por aquel almacén de libros, Shion miraba su entorno con algo de confusión. Si observaba cada detalle y se concentraba en los movimientos de su pequeño Hamlet por todo el cuarto, era porque quería evitar por todos los medios el observarse a sí mismo.

Su cambio se había originado apenas una semana atrás y escuchar de parte de Nezumi que aquella marca le daba un toque sensual, lo había dejado un tanto perturbado. No era fácil para nadie cambiar su aspecto de la noche a la mañana, mucho menos que el chico a quien admiraba y salvo años atrás, devorara su desnudez con los ojos. Tal vez por eso y su falta de confianza, cubría su cuerpo con varias capas de ropa cada vez que salía del refugio. Observo la marca roja de una de sus manos y estiro su brazo lo más que pudo, para observar el serpenteo de aquella serpiente sobre su pálida piel. Debía admitir que era algo atractivo y si lo imaginaba en el cuerpo de Nezumi, seria incluso seductor.

“¿Pero en que estoy pensando? Puede que él sea guapo y fuerte. Incluso un hombre lo puede notar. Pero no está bien que me le quede viendo cada vez que se cambia de ropa u observar sus labios mientras duerme.”

El solo recordar los sensuales movimientos de su amigo al quitarse su bufanda y el suéter, para quedar con el torso desnudo, lo hicieron ruborizarse y vagar entre la vergüenza y la expectación por volverlo a ver. Fuera del refugio se escuchó un fuerte relámpago que lo bajo de su nube e hizo temblar los inmensos estantes peligrosamente. Se había desatado una tormenta.

-¡Oh, no!-Grito al ver unos de los estantes perder el equilibrio.

Corrió hasta ponerse entre dos de ellos, acomodandose en aquel espacio oscuro y estrecho, para evitar la caída de los libros. Apenas conseguía mantenerlos en su lugar y el ligero temblor aun persistía.

-Mgmmmm.

El librero se le venía arriba lentamente, ya casi había perdido las esperanzas de arreglarlo por su cuenta, los ojos rojos se le dilataron por el terror y en un acto reflejo se agacho y protegió con sus brazos; esperando el impacto. Cual no fue su sorpresa al escuchar el sonido de la puerta abrirse violentamente y en cuestión de segundos, alguien sujetaba el librero sin problema.

Levanto la vista para ver de quien se trataba.

-¿Nezumi?-Pregunto incrédulo.

-¿A quién esperabas, idiota? –Dijo sarcástico- Levanta tu culo de ahí y ayúdame.

Shion se incorporó y más confiado al ver que Nezumi tenía el control del estante, lo ayudo a ponerlo en su lugar nuevamente. Seguido de eso, el mayor se sentó sobre la cama- exhausto-, dejando al rubio acomodando los libros.

-Si no hubieras llegado a tiempo, no sé qué habría pasado- Dijo aun escondido por la oscuridad de ese pasillo.

-Habrías quedado inconsciente y probablemente te habrías desangrado por un golpe en la cabeza- dijo sin un atisbo de humanidad.

Pero Shion sabía que estaba preocupado, pues por unos segundos había vislumbrado el temor de la “rata”, al creer que él estaba herido.

-Supongo que tienes razón- sonrió dulcemente-. Gracias por ayudarme.

Nezumi abrió sus ojos al ver como su amigo parecía sinceramente agradecido, aun ignorando su actitud anterior. Realmente lo perturbaba, el hecho de que Shion fuera la única persona capaz de comprenderlo y aceptarlo tal y como era.

-No me agradezcas a mí-desvió la mirada avergonzado-. Hamlet me aviso que tenías problemas. Siéntete afortunado de que ya está en la entrada del refugio,  cuando lo vi.

-Pensé que te quedarías en el hotel hasta que parase de llover- un trueno lo sorprendió, por lo que cerró los ojos asustado.

-No podía soportar el hedor a perro mojado- bufo molesto-. Además, tenía hambre. ¡Sírveme!

-¿Crees que soy tu criado?-reclamo con puchero encantador a los ojos del mayor, pero aun así obedeció.

-Tienes que ganarte el pan de alguna forma- observo como el rubio le servía en un cuenco.

-Me paso todo el día bañando a los perros y aun así no me alcanza para comprar algo más elaborado. Si me hubieras acompañado hoy, habría sido más fácil salir ileso del mercado-comento con una gota en la cabeza.

-¿Te sucedió algo?-El mayor se tensó inmediatamente, aparentemente dispuesto a darle una paliza al que se había atrevido a lastimarlo.

-No fue la gran cosa- le tendió la cena a Nezumi-. Pero al parecer, soy irresistible con el pelo blanco y este “tatuaje”-se palpo la mejilla izquierda.

-¿Una mujer?-enarco una ceja, mientras comía.

-Esta vez me escape, antes de que sus amigos me alcanzaran-se rasco la mejilla avergonzado-. Pero me sorprendió que fuera la misma de antes.

Nezumi se incorporó molesto, malinterpretando el leve sonrojo del menor.

-¿Te beso?-Atrapo su rostro con una mano y mostrando un brillo amenazador.

-¿Pero qué…?-Shion no comprendía el porqué de su molestia.

-¡¿Te beso?!-Grito apretando más sus mejillas.

-No…-susurro asustado.

Nezumi lo soltó, pero no se separó de él; simplemente se quedó mirando un punto lejano, tratando de calmar la rabia que sentía, al imaginar a esa mujer besando a Shion.

-¿Nezumi?

-Eres patético. ¿Cómo es posible que no sepas ni cuidarte solo?

Shion bajo la mirada, dolido.

-No fue mi culpa-se excusó-. Ella quería…-dudo.

El mayor observo la incomodidad del rubio, por lo que lo tomo por el mentón con cuidado y lo obligo a mirarlo. Las miradas se cruzaron en medio de aquella aura de confidencialidad, que solo se daba entre ellos dos.

-¿Qué quería?-lo alentó a contarle.

Shion no quería admitirlo en ese entonces, pero estar cerca de Nezumi siempre conseguía nublar su mente. No podía dejar de ver esos ojos grises, aterradores y sensuales a la vez; envolviéndolo en un ambiente en el cual se sentía seguro. Solo Nezumi conseguía calmar su ansiedad, incluso en una ciudad en ruinas como aquella. Deseaba acercarse, abrazarlo, embargarse de su olor y dejarse cuidar.

-Shion… ¡Shion!

-Perdona, me distraje…

-¡No lo digas como si no tuviera importancia! No te quedes en blanco, mientras estamos hablando, Shion…

-Perdona- se disculpó otra vez.

El mayor suspiro frustrado y tomándolo por los hombros se decidió a sonsacarle la información.

-¿Quieres decir de una vez, lo que te dijo esa zorra?

-No deberías llamarla… -se cayó al ver que Nezumi perdía la paciencia-. Quería saber… acerca de ti.

-¡¿Ah?!

-Me pregunto en donde, podría encontrarse contigo.

-No le habrás dicho que vivo aquí, ¿verdad?- Pregunto alarmado.

-¡Claro que no! Pero aun así…, parece que ella… se enamoró de ti.

Su semblante decayó alarmantemente.

-No digas tonterías- apretó los hombros de Shion-. En esta ciudad nadie se deja llevar por falso sentimentalismo. ¡El que cae ante esa debilidad, está muerto!

Si se ponía a pensar en ello, tal vez el mismo ya podía darse por muerto; pues su amor por Shion ya una vez le había pasado factura con Inukashi. Afortunadamente, este también se había encariñado de una forma casi perruna, con el rubio. Pero eso no le ahorraba la vergüenza de haber bajado la guardia, de esa forma tan patética.

Ahora debía esforzarse el doble, si quería que Shion se mantuviera a salvo y pudiera depender de él. Obviamente ya no podía dejarlo solo, como hizo el día de hoy.

-Pero tú la besaste por cuenta propia- lo acuso el menor sin medir sus palabras.

-Eso fue solo para ayudarte- exclamo ofuscado-. No malinterpretes las cosas, cabeza hueca.

-Entonces- el menor tenía miedo de preguntar-, ¿tú te besas con cualquiera, solo para saldar tus deudas?

Esa única pregunta los lastimo a los dos. Uno al notar la decepción del menor y el otro, al pensar que estaba en lo cierto.

-Claro que no…-murmuro sin mucha convicción.

Shion sonrió con tristeza.

-Estas mintiendo-agacho la cabeza-. Tu puedes hacer ese tipo de cosas sin apostar tus sentimientos, igual que hiciste con ella. Yo no podría…

Nezumi tembló al imaginar una escena, en la que Shion entregaba su cuerpo para ganarse el pan de cada día.

-¡Claro que no! Mientras yo esté aquí para ti, tú jamás tendrás que venderte igual que ella, ¿me escuchaste? –Había entrado en un estado de ira incontrolable, por temor a perder a Shion- ¡Nunca vuelvas a comentar algo parecido! ¡Jamas!

Un relámpago dio el golpe final a su declaración.

-Si tú lo haces, ¿por qué yo no?

-¡Yo nunca he vendido mi cuerpo por dinero!-atrajo el cuerpo del rubio, como si con este pudiera calmar sus ansias- No lo hice antes y no lo hare ahora. ¡Deja de pensar en eso, Shion!

-¿Entonces por qué la besaste?- Se sacudió de su agarre, ciego por los celos que ya no podía negar-. ¿Acaso la conocías de antes? ¿La compraste para que se acortara contigo?

-¡Shion, ya basta!

El menor estaba dolido y un rio de lágrimas empezó a caer, ante la idea de Nezumi con esa mujer. Los cuatro años en que estuvieron separados, pudieron ser testigos de la madures del moreno y el como este se adaptó a vivir en un sitio como este y de paso, disfrutar de sus ventajas.

“¿Con cuantas no te habrás acostado ya?”

En medio de un ataque de pánico y ansiedad imposibles de explicar, se lanzó contra el cuerpo del mayor el cual lo espero con los brazos abiertos. Sus labios se encontraron con fiereza, reconociendo el sabor y la textura del contrario. Reclamando su lugar y tratando de limpiar los pecados de su “amigo”.

Nezumi lo acorralaba entre sus brazos, protegiéndolo hasta del aire que los rodeaba. Incluso temia lastimar el cuerpo de Shion ante la explosión de sus sentimientos reprimidos.

-Shion- gimió entre besos y caricias.

El nombrado se colgó de su cuello, en puntilla de pies y acariciando sus cabellos con deseo.

-Perdona Nezumi…-dijo sin abandonar el contacto ni el intercambio de saliva-. No quería gritar, pero…

-Cállate-dijo este mientras lo arrastraba a la cama-. No digas nada más, solo bésame…. Bésame Shion.

Se dejaron caer sobre la cama y se dedicaron a friccionar sus cuerpos y enredarse de brazos y piernas.

-Nezumi- gimoteó -. Ya no puedo más… te necesito…Nezu…

-Calla- empezó a arrancarle las ropas entre besos-. No me tientes más Shion, apenas si consigo controlarme…

El mayor desbordaba lujuria y Shion nuevamente, mostraba su vulnerabilidad. Precisamente por eso, Nezumi tenía miedo de utilizar todas su fuerzas con él, pero ya no podía controlar sus emociones, ni mucho menos el tirón en sus pantalones. Estaba ansioso por hundirse en su cuerpo y hacerlo gritar su nombre.

Empezando por su cuello, dejo un rastro de saliva y marcas por todo su cuello, reconociendo cada centímetro de piel que quedaba expuesto. Shion se arqueaba ocasionalmente, dejando sus pezones expuestos para ser lamidos y mordidos. Nezumi los dibujaba con la lengua, consiguiendo ponerlos duros y dispuestos para ser disfrutados. Los chupaba como un niño tratando de alimentarse, aunque en realidad, solo deseaba escuchar los gemidos del rubio.

-Nezumi- gimió bajito-, eso…se siente…raro, Nezumi, ahhh.

-Sin embargo te has puesto duro, solo por esto-dijo mientras agarraba la erección de Shion por encima de la ropa, haciéndolo gritar de gusto.

-No…no hagas eso.

-Es lo que querías-lo acuso el mayor volviendo a reclamar sus labios-. Te pedí que no me tentaras…, ahora ya es muy tarde para detenerme.

Termino de despojarlo de sus ropas y cuando acabo, se deleitó con la imagen de Shion sobre la cama, sonrojado y con su cuerpo dispuesto para recibirlo. Cuando se inclinó sobre él, el rubio abrió sus piernas instintivamente, pegando sus cuerpos y tocando con sus manos. Shion bajo sus manos por la blanca espalda, alcanzando los glúteos de Nezumi; apremiándolo a hacercarse más. Ante la orden implícita, Nezumi coloco su miembro sobre la entrada de Shion y dejo que su pre semen se escurriera allí, para más tarde usarlo como lubricante.

-Voy a entrar en ti, Shion-lamio su clavícula-. Relájate.

-Nezumi…, me siento raro. Ayúdame…-sollozo al sentir una necesidad que no sabía cómo complacer. Con una mujer, supuestamente el debería estar arriba y hacer todo el trabajo, por eso se sentía algo desorientado. Ahora con el miembro de Nezumi presionando su entrada/salida, solo era consciente de con esta palpitaba de deseo y urgiéndolo a unirse al mayor.

Un cosquilleo que lo llevaba al borde de la locura.

Con el pulgar, moreno estiro la piel y poco a poco dejo que su miembro se deslizara dentro.

-¡Nezumi!-Grito por el placer que le ocasiono la invasión, arqueando su espalda y colgándose del cuello del mayor.

-Tranquilo…, mggmmmm. Rela…relájate-gimió el mayor ante la presión sobre su miembro.

La sensación era más placentera de lo que se había imaginado, al sentir su órgano siendo acariciado por las paredes interiores de Shion.

-Nezumi.

Las embestidas se tornaron delicadas, especialmente para que el interior del rubio se adaptara al tamaño de su pene. Entraba y salía una y otra vez, friccionando la sensible y suave piel de su interior, mientras sus manos se perdían el cuerpo del menor.

-Tan cálido-lo beso en sus labios, metiendo su lengua y disfrutando de su sabor-. Eres maravilloso…, Shion.

-Nezumi…, muévete más ahhhh. Más rápido…, Nezu

El aludido aumento la fuerza y la velocidad, cada vez enterrándose en su cuerpo. Shion elevo sus piernas hasta que quedaron a ambos lados de su cabeza, para que Nezumi llegara más adentro, porque apenas le parecía suficiente. Lo necesitaba duro, saber que la pasión del mayor lo reclamaría por siempre.

Inducido por sus ideas y celos, giro su cuerpo, colocándose sobre el mayor y tomando el control de las embestidas.

-¡Ahhh, Shion!

-Tan bueno-decía este con los ojos en blanco y saliva escurriéndose por la comisura de su boca-. Está muy dentro de mí, Nezumi. Entra…y sale, tan húmedo.

Inicio un vaivén hacia adelante y hacia atrás, presionando al mayor contra su próstata y llevándolo al orgasmo.

-¡Me vengo, Shion!

-Adentro-gemía-, adentro…, córrete dentro, NEZUMI.

-Ahhhhhh-se corrió en su interior, presionando fuertemente sus caderas.

Después de disfrutar de los últimos resquicios de placer, se acostaron abrazados, sin ser capaces de darle una explicación a lo sucedido. Se durmieron con la vana idea, de que tal vez ya nada sería igual entre ellos.

 

Notas finales:

Reviews, quiero reviews. Necesito saber si les gusto para continuarla.

Gracias por leer, Lilycha10.


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