Onodera Ritsu esperaba sentado en el escritorio de una oficina, era evidente su molestia, había esperado ahí durante los últimos 45 minutos, el abogado de su familia intentaba iniciar algún tipo de conversación pero era inútil, todo lo que quería hacer, en lo único que pensaba, era en salir de ahí de una maldita vez.
Miraba el reloj una y otra vez hasta que finalmente la puerta se abrió, la persona por la que habían estado esperando estaba ahí, era él, era Takano. Entró sonriente y se acomodó en la silla junto al castaño.
—Hola hermanito!!!....que gusto volverte a ver— Menciono despreocupado, burlesco, un tono de burla que hacía enfurecer a Onodera.
—Cállate!!! Tu y yo no somos nada, el que mi padre haya tenido un alma caritativa y te haya ayudado, de ninguna manera nos vuelve hermanos.
—Si si!!! Como diga el joven Ritsu— dijo revolviendo algunos mechones castaños, a pesar de que Takano sabía perfectamente que Onodera lo había odiado los últimos 8 años de su vida, le resultaba divertido volverlo a ver.
El que se volvieran a ver no era una decisión de alguno de ellos, en realidad ninguno de los dos tenía el deseo de reencontrarse, ambos tenían una vida distinta, con buenos empleos, ambos vivían fuera de Tokio pero esta vez habían tenido que regresar, el señor Onodera había muerto 2 meses atrás y después de ese tiempo su testamento sería leído. El abogado y amigo de la familia, comenzó a sacar un montón de papeles y finalmente hubo seriedad en aquella oficina.
“Debe haber pasado ya un tiempo de mi muerte para que mi buen amigo este leyendo esto, se bien la expresión de molestia que debe haber en el rostro de mi hijo de mi Ritsu, pero no lo hago por molestar. Se bien que Masamune debió llegar tarde como siempre, tan solo puedo decir que para mí, ambos son mis hijos, tanto Ritsu que lleva mi sangre, como Masamune el chico que rescaté de las calles y se encargó de demostrarme día con día que era un ser humano increíble. No diré demasiado, si están reunidos es solo para informarles que son mis únicos herederos, mi herencia será repartida por partes iguales para los dos, pero deben saber que no será sencillo, deberán vivir al menos 1 año juntos en la casa que compartí con mi amada esposa, deberán demostrar que a pesar de no llevar la misma sangre se pueden llevar bien, deberán demostrar que entre ustedes dos puede existir el respeto. Si durante un año logran esto, recibirán la herencia, por el contrario si alguno de ustedes o los dos, se niegan a hacer esto, todo mi dinero será repartido en diferentes instituciones de beneficencia del país, sin nada más que decir solo les deseo suerte”
Cuando aquel hombre de cabeza calva y barba blanca termino de leer pudo ver la expresión se sorpresa de Takano y Ritsu, los dos habían enmudecido, tenían la boca tan abierta que incluso resultaba divertido.
—Bien, por mi parte es todo por el momento, los veré aquí en un año— dijo el abogado
—A ver si entendí bien, soy heredero del señor Onodera, pero al mismo tiempo ¿no lo soy?....¿Debo vivir con Ritsu durante un año?!!! — cuestionaba Takano
—Así es
De pronto Onodera se levanto de su silla, se acomodo un poco la camisa y habló sin reparos.
—¡Yo no lo haré!....No necesito el dinero de mi padre, sabía que saldría con algo como esto, siempre su maldita insistencia en que me llevará bien con Takano ¡No lo haré! — Camino hacia la puerta, pero el pelinegro lo obligo a detenerse tomándolo por el brazo, lo obligo a voltear y le habló mirándolo a los ojos, con una seriedad que el castaño nunca antes había notado en su rostro.
—¡Por favor! Hagámoslo, yo necesito el dinero, hay cosas que quiero hacer, además estoy seguro que nunca fue intención de tu padre que su único hijo se quedará sin nada, después de todo, será solo un año— Siempre había existido algo en la mirada de Takano que ponía inquieto a Onodera, nunca lo entendió pero siempre pasaba algo similar cuando esos ojos lo miraban directamente. Frunció el seño y zafó su brazo librándose del agarre de Takano
—De acuerdo, ¡Lo haré!, pero desde este momento te dejaré algo bien claro Takano….Yo nunca me llevaré bien contigo, entraste en mi familia como el peor de los intrusos, te adueñaste de un lugar que no te correspondía. Yo no me meteré en tu vida y tu no intervendrás en la mía, viviremos juntos pero no quiero que ni siquiera me hables.
—Así será Ritsu, lo prometo.
—No me llames así, debes llamarme Onodera.
—eee….verán disculpen que los interrumpa, pero las cosas no son así, el propósito de que vivan juntos es que se lleven bien, no que vivan como un par de desconocidos— intervino el abogado
—¿Entonces? — Cuestiono molesto Onodera
—Entonces, creo que es bastante claro que debes ser más flexible y tratar de llevarte mejor con Takano.
—De acuerdo, lo haré, me largo, tengo trabajo que hacer— Onodera simplemente salió de esa oficina mientras Takano y el abogado se miraron sonrientes.
“¿Por qué? ¿Por qué siempre pasa lo mismo? ¿Por qué acepté?”
>>>Flash back<<<
Tenía apenas unos quince años, bajaba las escaleras y vi a un chico, un extraño, un desconocido para ser exacto, comiendo junto a mis padres, exprese mi duda con la mirada y mi padre me dijo que me acercará.
—Él es Takano Masamune a partir de hoy será como tu hermano, vivirá con nosotros.
Me molesto, nunca tuve hermanos “¿Por qué…Porque ahora debo vivir con un extraño?...Masamune ¿eh?...Lo llamaré Takano, este chico nunca me agradará”
Ese fue el primer pensamiento que tuve cuando lo vi por primera vez, él tenía 17 años, nunca entendí como termino en mi casa, solo sabía que había ayudado a mi padre, era solo un chico sin familia al que mi padre quiso ayudar, comenzó a ir a la misma escuela que yo, a veces nos encontrábamos, pero bastante molesto era verlo en casa como para verlo en la escuela, era una terrible persona, un mujeriego, siempre con una chica distinta, siempre con esa risita que me molestaba tanto, siempre él más popular, no pude hacer nada lo odiaba en serio lo odiaba.
2 años viviendo juntos….
—Mamá…Papá Quiero estudiar en el extranjero “No quiero vivir con Takano” — Dije en medio de la cena, por supuesto Takano estaba ahí pero era como si no me importara su presencia
—Pero hijo…¿Por qué esa decisión tan de repente?
—Es obvio, yo odio a Takano estoy harto de él, quiero vivir lejos
—¿Eh? ¿Yo que te hice? —Pregunto Takano
—“Y todavía lo pregunta…idiota”….Llegar a esta casa— Respondí mirándolo con despreció y mi padre dio un fuerte golpe en la mesa
—Basta!!! La mesa no es lugar para discutir. Esta bien Ritsu si eso es lo que quieres, eso será
>>>Fin del flash back<<<
“Era un mocoso, estaba asustado, puede que fuera solo confusión pero…¿Realmente estuvo bien alejarme de mi familia solo por culpa de Takano?...Mi madre murió de manera inesperada, después mi padre y yo ni siquiera estuve ahí, solo estuvo él…Takano”
Después de un largo recorrido en tren, Onodera había llegado a su departamento, dejo escapar un suspiro y comenzó a empacar, tantos recuerdos materializados en fotografías y cartas lo hacían entristecer un poco, había dejado un montón de amigos en el extranjero, pero ahí en Tokio se sentía completamente solo. Una fotografía cayo de entre sus cosas y al mirarla, sus mejillas se enrojecieron sin explicación. Ahí estaba él, pero ¿quien era la otra persona?...Si era Takano, detrás de ellos había un árbol de navidad, el castaño estaba encogido de hombros y Takano aparecía sonriente con el brazo sobre el hombro de Ritsu.
“¿Por qué sigo guardando esto?” Se hizo esa pregunta, pero una vez más guardo esa fotografía, exhausto miro el reloj, pasaban ya de las dos de la madrugada, finalmente había terminado de empacar, pues al siguiente día iría a la casa en la que creció y se encontraría una vez más con Takano, no para pelear como siempre lo hacían, si no para intentar llevarse bien.
Continuará……