Momentos felices, recuerdos dolorosos
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Aún Recuerda cuando lo vio, por primera vez. . . Su corazón latía muy fuerte y dolía, el tener a la persona que amaba tan cerca, cómo un libro pudo permitir ese mágico encuentro, estar cerca de aquel azabache y decirle todos sus sentimientos, Tenía que estar mal de la cabeza, según el mismo se decía. . .
-Me gustas. . . Sempai.-
Palabras que sintió que le quitaban la respiración por unos segundos en los que estaba junto a él, el medidor de su amor se desbordó y en un abrir y cerrar de ojos se le había confesado.
-¿Quieres salir conmigo?- Fue la pregunta del azabache, como respuesta al pequeño oji verde quien en ese momento no podía creer que estaba siendo correspondido, que hasta el mismo corregía sus pensamientos; al final el castaño accedió a ir a la casa del mayor el lugar donde se unieron en cuerpo y alma, también el lugar donde esa unión de amor dio frutos pero que rompió un noble corazón enamorado, por una confusión.
Días después de la noche del “incidente” según el oji verde, donde creyó que lo habían engañado, síntomas extraños empezaron a surgir en él, mareos y nauseas que no comprendía por lo que decidió ir al médico.
La médico a cargo del oji verde, ordenó a que se le hicieran todas las pruebas necesarias para verificar cual era su estado y poder darle los medicamentos necesarios, pero sus expresiones cambiaron al ver cierto resultado del que tuvo que enviar a realizar nuevamente la prueba, pensando que dicho resultado era un error, para su sorpresa el resultado era el mismo por lo que aquella mujer no podía salir de su sorpresa que a la vez era emoción. Con los resultados finales se dirigió al pequeño consultorio donde estaba esperando el joven castaño con preocupación.
Un silencio dominaba aquel consultorio, hasta que cierto Oji verde habló.
-Necesito saber que me sucede, porque me he sentido muy mal durante estos días.- Preguntó con preocupación el castaño.
Aquella mujer tomó las pruebas con seriedad, impresión y emoción hablándole al castaño.
-Esto me tiene sorprendida, puesto que es algo genéticamente imposible, pero a pesar de eso la ciencia no puede pelear contra los grandes misterios de la vida.-
Articuló con una leve sonrisa aquella doctora, dejando un poco confuso al castaño mientras en su mente, seguía preguntándose lo que le sucedía.
-¿eso qué quiere decir?- Preguntó el castaño confundido por las palabras de la mujer.
-Estás esperando un bebé Onodera-kun- Respondió sonriendo al castaño.
-¡E… Eso es imposible.- Dijo impresionado, colocando su diestra en su plano vientre.
-Un bebé. . .- Se repetía a si mismo impresionado y emocionado mientras pensaba en una persona
-Un bebé de Saga-Sempai y mío, no puedo decirle acerca de esto, después de todo el solo jugó conmigo pero. . .Es su hijo también, ¿Me aceptará? Más aún ¿Aceptará al bebé?- se preguntaba en sus pensamientos llenos de tristeza puesto que se fue de la casa de su amor sin decir nada.
-Pero debo decirte algo Onodera-kun.- Dijo la mujer interrumpiendo los pensamientos del castaño.
-Puesto que eres un chico y estás joven, tu embarazo es arriesgado y debes cuidarte mucho, así que permíteme ser quien controle el avance de tu embarazo.- Articuló la mujer con una sonrisa.-
-¡Sí! Gracias Hatsumi-San, estaré. . . Quiero decir, estaremos bajo su cuidado- Dijo el castaño con una sonrisa, pero con preocupación por que el bebé que llevaba ahora estaba en riesgo incluyéndose él mismo y la tristeza de no poder decirle nada a aquel azabache sobre la existencia de su hijo, el infante que crecía en el vientre del castaño.
Así pasaron los meses y el vientre del castaño estaba más grande, pero su salud no era del todo estable, por lo que sus padre lo apoyaban y cuidaban, para que el castaño se sintiera más tranquilo y relajado lo llevaron a una pequeña casa de casa cerca de amplios campos y aire puro, un ambiente tranquilo en el cual sus padres pensaban que no le sucedería una tragedia a su castaño hijo y al bebé que llevaba, Eso era lo que pensaban.
Los días de invierno se acercaron, una noche de fuerte lluvia y truenos invadían aquella casa, el castaño recorría el lugar acariciando al nuevo ser que se aproximaba, pero su inestable salud iba aumentando más que su embarazo, aproximándose a la sala de estar de aquella casa, fuertes dolores se depositaron en el lugar donde se alojaba su bebé.
-¡Ngh!. . . ¡N-no!. . . – Decía con dificultad, colocando sus manos en el vientre, pero cuando bajó la vista de sus piernas corría un líquido rojo, sangre para ser exactos haciendo que el castaño poco a poco fuera opacando su vista.
-Mí. . . bebé. . . - Dijo murmurando, has quedar inconsciente, al llevarlo al hospital fue muy tarde, el primogénito de “Su primer amor” estaba en peligro, la salud de su “mami” no era buena por lo que afectaba grandemente al pequeño ser, quien desgraciada y tristemente no pudo sobre vivir. . .
Momentos felices que vivió el oji verde por que estuvo junto a su amor, un amor dio frutos, pero que serán recuerdos dolorosos porque ese pequeño ser no pudo vivir, y la triste confusión entre ambos amantes.
No hasta saber 10 años después que todo fue un mal entendido de ambos, del editor en jefe ahora llamado “Takano Masamune” y el nuevo editor de Marukawa “Onodera Ritsu”. . .