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Prisioneros del Sol por byCalyxto

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Notas del fanfic:

Como bien saben estoy recuperando, arreglando, y finalizando varios de mis fic viejos que deje sin terminar en la cuenta que perdí… Aquí les traigo uno de mis favoritos, como siempre arreglare los capítulos que tengo hechos y los subiré cada 2 o 3 días y luego tardare una semana en subir los nuevos capítulos finales.

Me encantaría que dejen algún Reviews contando que les pareció, como bien dijo una de las autoras de fanfic, “Nosotras escribimos porque nos gusta y no da placer, pero los reviews son como la paga por el trabajo que hicimos.”

Notas del capitulo:

Era un día como cualquier otro, Hanamichi se estaba divirtiendo con sus amigos y vagaron por una zona residencial, hasta que vieron una horrible escena. Frente a sus ojos un hombre acababa de echar a su hijo de la casa por ser homosexual. Sin pensarlo Hana fue en ayuda del joven, pero grande fue su sorpresa al descubrir que aquel joven que yacía inconciente por la golpiza de su padre, era nada mas ni nada menos su compañero de equipo Kaede Rukawa. 

Prisioneros del Sol


By Calyxto


 


Una Extraña Convivencia I

 


 


 


Hanamichi


 


Era un día genial, tenia la tarde libre, mañana era día de descanso, todo era perfecto. Hasta las practicas habían sido fenomenales, todos me felicitaron por mi juego, Rukawa había faltado, el sol brillaba en lo alto, la temperatura era cálida, y Haruko me había acompañado a comer a Danny’s. ¿Que más le podía pedir a la vida?... Que el idiota de Yohei y la gundam me hubieran dejado a solas con ella. De todos modos nos divertimos mucho.


 


Luego de acompañar a Haruko a su casa, y que el malo del Gory nos corriera de allí, fuimos a vagar con los chicos por la zona de residencias tradicionales, no conocíamos ese barrio de casa bajas, y jardines, donde las familias se metían pronto a sus casa al vernos pasar, era un buen lugar para criar una familia. Cuando Haruko y yo nos casemos viviremos en un lugar como este, y nuestros hijo van a correr en esos grandes jardines.


Todo seria perfecto, ya me la imaginaba, con cabello recogido y con un bonito kimono esperándome en la puerta de la casa, y los niños corriendo a recibirme, tendríamos tres hijos, no, cinco hijos, y todos estarían orgullos de ver a su padre llegar con la copa mundial después de haber ganado prácticamente el solo, el mundial de básquet. Era un sueño maravilloso del que no queria despertar, pero unos gritos que venían de una casa me sacaron de mi mundo perfecto. Los muchachos estaba parados mirando hacia la vivienda, y al ver lo que pasaba me quede paralizado, la escena era bastante dramática, en el jardín de enfrente estaban desparramadas un montón de cosas, ropa, Cd´s, una bicicleta, un reproductor, cuadernos, libros, una guitarra, y lo que más me llamo la atención un sin fin de trofeos y medallas todos esparcido por el suelo.


De la casa salió un hombre gritándole a un muchacho, al que empujo violentamente fuera de la casa, lo hizo de forma tan brusca que el chico tropezó con la bicicleta que estaba tirada cerca de allí y cayo al piso haciéndose daño.


 


 ¡Lárgate de aquí, no quiero volver a verte nunca más!... ¡No eres más que un maldito marica!... ¡No permitiré que ensucies el honor de mi familia!...


 


El hombre parecía fuera de si, estaba bastante alterado, y le gritaba enfurecido al chico, uno de los muchachos me golpeo el hombro indicándome que sigamos de largo, y estaba por seguir mi camino, cuando aquel tipo comenzó a arrojarle cosas al muchacho, que aun se encontraba en el suelo. Si el chico se hubiese defendido, habría seguido de largo, pero este no hizo nada por defenderse, cuando el sujeto le arrojo un pesado trofeo con base de mármol, y lo golpeo en la cabeza dejándolo inconsciente, no pude aguantar más, sin pensarlo reduje la distancia en un segundo y le sujete la mano cuando se disponía a arrojarle otro objeto pesado al pobre chico.


 


 ¡Suéltame!


 


 ¡Que rayos se cree que esta haciendo!... ¡Acaso quiere matar al chico!


 


 ¡Suéltame!...  Lo solté, pero me quede parado frente al hombre protegiendo al muchacho, el viejo me miro y luego miro al chico  No vale la pena.


 


 Porque dice eso, acaso no es su hijo.


 


 ¡Ese no es mi hijo!... ahora él para mi esta tan muerto como mi hermano.


 


 ¡No tiene derecho a tratarlo así, es su hijo!, ¡Nada de lo que haya hecho puede ser tan malo!


 


 ¡¿Ah, No?!... ¡Esta basura no se merece ni que le tengan lastima!... ¡La hija del presidente de mi compañía estaba enamorada de él y cuando le dije que aquélla muchacha tan bonita le convenía, me dijo que ella no le interesaba, ni ella ni ninguna otra mujer!... ¡Me dijo que amaba a un hombre!... ¡A un hombre!... ¡Puedes creerlo!... ¡Maldito Bastado!... ¡Lo crié como a mi propio hijo!... ¡Jamás debí haber puesto mis esperanzas en él!... Mi esposa tenía razón, ya tenemos un hijo propio, no es tan prometedor, pero al menos no es un fraude, ni un marica.


 


 ¡Oiga, eso es una estupidez!


 


 ¡No quiero volver a ver a este bastardo, que se largué de mi casa!


 


 ¡No puede echarlo de su casa por algo así!


 


 ¡Si puedo!... Ni siquiera vale la pena ensuciarse las manos con él, que se quede en la calle de donde nunca debió salir.


 


El tipo entro en la casa y cerro la puerta dando un portazo, me quede mirando la puerta furioso, con ganas de entrar y darle unos cuantos golpes a aquel maldito infeliz. Pero no quería empeorar las cosas, además me preocupaba aquel pobre muchacho su padre acababa de echado de la casa por ser homosexual. Que estúpido prejuicioso era aquel tipo, tenia ganas de romperle la cara, solo esperaba que el muchacho tuviera a donde ir.


 


Aun estaba pensando en entrar a la casa y golpear a aquel sujeto cuando Yohei me llamo, entonces recordé que el chico aun no se había levantado… ¿Y si estaba mal herido?... Me voltee rápidamente para ver al muchacho, Yohei Mito estaba arrodillado a su lado y me miro preocupado.


 


 Hana... es Rukawa.


 


 ¡¿Que?!


 


¿Como que era Rukawa? ¡El chico era Rukawa!... Me quede helado, lo mire fijo por un largo rato y trate de procesar todo lo que había pasado. Era él, era Rukawa, por eso hoy había faltado a la práctica. No podía creer que él muchacho al que acababa de defender porque su padre lo había golpeado, y echado de su casa por ser gay, era mi compañero de equipo, no solo eso, era Rukawa, ese zorro presuntuoso y altanero, al que tanto detestaba, y también envidiaba.


 


Su rostro estaba más pálido que de costumbre, en sus mejillas aun era evidente el rastro de las lagrimas, Yohei estaba arrodillado junto a él, y con un pañuelo hacía presión sobre la herida que tenia en la cabeza para detener la hemorragia, pero yo no podía reaccionar, no sabia que hacer, me sentía tan extraño e incomodo al haberme inmiscuido así en su vida, en su intimidad, yo me hubiera sentido furioso si él hubiese estado en un momento así de mi vida, me sentiría violado en mi intimidad.


 


 ¿Que hacemos ahora?.


 


Pregunto Takamiya, sacándome de mi ensimismamiento, pero solo lo mire totalmente desorientado.


 


 ¿Hana lo dejamos aquí o lo llevamos a un hospital?... No me gusta nada la herida que tiene en la cabeza, además hace rato que esta inconsciente, ya debería haber despertado.


 


 Ese zorro recibió peores golpes, además es un cabeza dura y se la pasa durmiendo todo el día.


 


 ¿Entonces lo dejamos aquí?.


 


Queria decir que si, mi relación con Rukawa no era buena, y quien sabe si me agradecería después, aunque tampoco quería que me agradeciera nada, pero algo no me dejaba tranquilo su padre, o padrastro, o quien sea ese tipo acababa de echarlo a la calle, y dudaba que lo volviera a recibir. Claro que él podía ir a la casa de algún amigo, si es que Rukawa tenía algún amigo, cosa que dudaba, tampoco sabia si tenía algún familiar que lo ayudara.


Porque tenia que preocuparme tanto por lo que le pasara, si ni siquiera nos llevábamos bien, pero a pesar de eso no me sentía tranquilo dejándolo allí.


 


 Hana...


 


 He!... ¿Si Yohei?.


 


 ¿Quieres que te ayudemos a llevarlo a tu casa?.


 


 Bueno.


 


Yohei no por nada era mi mejor amigo, me conocía mejor que yo mismo, él sabia que no podía dejar a nadie desvalido en la calle, por más que se tratara de quien se tratara, aunque esa persona fuera Kaede Rukawa.


 


Los muchachos juntaron todas las pertenencias que estaban tiradas en el suelo y las pusieron en unas bolsas de residuo que les habían pedido a los vecinos, que al igual que nosotros presenciaron la escena. Llevamos  todo a mi casa, yo cargue en brazos a Rukawa que aun estaba inconsciente, no me gustaba que pasara tanto tiempo inconsciente pero su respiración era serena y monótona parecía que estuviera durmiendo, y conociéndolo no me sorprendía de que lo estuviera.


Un día Ayako nos contó que Rukawa se enfermo antes de un partido por haberse quedado dormido en la terraza bajo una tormenta, y no se había despertado con los truenos ni con la lluvia.


Lo que ahora me sorprendía era lo liviano que estaba, cuando lo había conocido por primera vez a principios de este año, era bastante pesado, aunque no tanto como yo, pero ahora se encontraba más delgado y pálido que antes paresia enfermo… ¿Y si estaba realmente enfermo?.


 


 


 


Cuando llegamos lleve a Rukawa al cuarto de visitas, que era el más limpio, y lo recosté. Esa habitación la usaba mi tía cuando se quedaba varios días en casa. Traje del baño vendas y antisépticos, junto con Yohei limpiamos y vendamos sus heridas. Él seguía sin despertar, y los muchachos trajeron todas las cosas que habían recogido y las dejaron en el cuarto.


Le comente Yohei que notaba a Rukawa muy liviano y parecía estar mas delgado, él también lo veía mas demacrado y pálido de lo normal. Le pregunte porque podría ser que hubiera bajado tanto de peso, él me miro pensativo, y luego de un rato me comento que algunos chicos, sobretodos los mas apuestos, vendían su cuerpo a hombres de negocios por dinero o por ropa cara y algunos por no cuidarse se enfermaban, y el sida era la peor de esas enfermedades. Yo no podía creer que Rukawa hiciera algo así, pero tampoco podía creer lo que acababa de pasar, ahora estaba realmente preocupado y ya pensaba llevarlo a un hospital, hasta que Yohei rompió a carcajadas, y se burlo de mí.


Por más que aquello fuera una burla, la verdad era que nosotros no sabíamos nada de la vida privada de Rukawa, lo único que ahora teníamos en claro era que no se veía bien de salud, que su padre lo hecho de la casa, que al parecer era adoptado, homosexual y estaba enamorado de un hombre.


 


 


 


 


 Kaede 


 


Cuando desperté todo estaba en penumbras, y el dolor de cabeza era insoportable, también me dolía el cuerpo, no sabia donde estaba, me sentía confundido y mareado.


Me se senté en la cama llevándome una mano a la cabeza y toque un vendaje, una puntada de dolor en la cien me hizo saltar… ¡Estaba herido!... Mire  alrededor perdido, no estaba en un hospital eso era seguro, note el contorno de un velador en la mesita de luz, tantee en él hasta encontrar el interruptor, y encendí la luz.


 


Ahora que veía el lugar me sentía aun más desorientado, no podía entender en donde me encontraba, ni porque. Era un cuarto casi sin muebles, bastante desordenado, y no muy limpio. Había varias bolsas de basura en el suelo, de algunas de ellas salía la punta de algunos de mis trofeos, por lo que deduje que en esas bolsas se encontraban mis cosas.


Recordé todo lo que había sucedido con mi padre, la pelea, los gritos, la furia. Él nunca me había tratado así antes, nunca me había golpeado, y lo último que recordaba era que me había echado de la casa y arrojado algo.


Me había dicho que no queria volver a verme, que ya no queria saber más de mi, no le importaba lo que fuera de mi vida de ahora en mas. Yo le había implorado que no me echara, que no tenia donde ir, que no tenia a nadie… Pero entonces donde estaba ahora.


 


Me levante y salí del cuarto, la sala era un desastre, estaba amoblado de forma modesta, pero sobre la mesa, el piso, el sillón, incluso sobre un viejo televisor había basura,  paquetes de frituras, bolsas de golosinas, botellas y otros residuos de comida chatarra. También había ropa tirada por todos lados, y si no fuera por los libros y cuadernos desparramados sobre la mesa, pensaría que era la casa de algún vagabundo.


Lo que más me llamo la atención fue el uniforme colgado en el respaldo de una silla, era un uniforme de mi escuela.


 


Escuche un ruido frente a mi, levante la vista y vi salir, de lo que parecía una cocina, a Hanamichi Sakuragi. Aquel pelirrojo problemático que me hacia la vida imposible en los entrenamientos y se la pasaba fastidiándome… ¿Pero que hacia él aquí?... o mejor dicho… ¿Que hacia yo aquí?...


Cuando salio y me vio allí parado, solo se quedo mirándome sin decir nada.


 


 ¿Que hago aquí?.


 


 Eh, es que... tu padre... bueno... él es un imbécil, y en el equipo me matarían si te dejaba allí tirado... yo solo pasaba por allí... y bueno te trajimos... Yohei... él pensó que no podíamos dejarte allí tirado.


 


 Esta es la casa de Mito.


 


 No, es mi casa... si quieres llamar a alguien el teléfono esta ahí... creo… No encontramos tu celular y yo perdí el mío…


 


 ¿Vives solo?


 


 Si, ¿Porque?... ¡Ah!... ¡Fueron esos buenos para nada los que ensuciaron todo esto, cuando vuelvan los haré limpiar!


 


 ¿Puedo usar el baño?.


 


 ¿Ah?... Si… si necesitas algo hay un botiquín, digo por tus heridas… y creo que hay toallas en el baño... bueno aunque no sé si están limpias...


 


Deje de escuchar al pelirrojo, queria estar solo, queria pensar que iba a hacer… ¿Porque tenia que estar justamente en su casa?... Fui hacia el baño y cerré la puerta con el cerrojo, abrí la ducha y me metí en ella, el agua caliente caía sobre mí, la tibieza del agua relajaba un poco mis músculos.


Ya no pude soportar más y me derrumbe, poco a poco fui acuclillando en un rincón. Abrazado a mis rodillas comencé a llorar, las lágrimas se mezclaban con el agua, pensé que no iba a poder volver a levantarme.


No sé cuanto tiempo estuve así, en esa posición, todas las vendas se habían aflojado, la de mi cabeza caía por mi rostro. Me quite los vendajes, vi los golpes y heridas que tenia. El estar tanto tiempo en el agua hizo que los hematomas se vieran horrible, algunas heridas empezaron a sangrar nuevamente, incluso la de mi cabeza ya que por mi hombro se veía una fina línea rojiza que el agua hacia correr.


Estuve por un buen rato allí, hasta que me canse de llorar y sentir el dolor de mis heridas. No podía creer lo estúpido que había sido, mi padre me había obligado a salir con una de esas niñas estúpidas que siempre me estaban molestando. Al final fui a la cafetería y me senté a la mesa con ella, cuando me canse de su chillona y aturdidora voz, me levante y me fui sin siquiera haberle dirigido la palabra. Para que ella entendiera que no me interesaba, jamás voy a entender a esa maldita niña, le dijo a su padre que yo la había tratado mal, y mi padre se enfureció conmigo. Me obligo que fuera a pedirle perdón, y volviera a salir con ella.


Allí fue donde me enfurecí, y cometí el peor error de mi vida. Siempre había sido una persona parca, y casi nunca hablaba con mi padre de nada… Entonces… ¿Porque le había dicho entonces que no me gustaban las mujeres?... Peor aun, ¿Porque le dije que estaba enamorado de un hombre?.


Fue una estupidez, aunque no era mentira, hacia tiempo que me había dado cuenta que él me gustaba. Yo no soy alguien que se deja llevar por sus sentimientos, de hecho los había ignorado y reprimido todo este tiempo, era demasiado orgulloso para aceptar ese afecto por esa persona. Por lo que no había sido completamente consiente que tan fuerte era ese sentimiento, hasta que se lo grite a mi padre a la cara. Y esa estupidez, había hecho que todo acabara, mi padre me había echado de la casa, y no tenia a donde ir.


Lo mas extraño era haber ido a parar a la casa de ese pelirrojo, no sabía si era una maldición o un milagro. No tenia idea de cómo ocurrió o como fue que llegue, o cuanto sabía de lo ocurrido, al parecer él nos vio de alguna manera.


Pero por lo que fuera estaba aquí, debía aprovecharlo, no tenia ningún otro lugar a donde ir, solo esperaba que Sakuragi no me corriera de su casa, no al menos hasta que supiera que hacer con mi vida, y que iba hacer. Si mi padre no me perdonaba no tenía nada más, no tenia familia, ni dinero para irme a vivir solo, tendría que dejar el básquet para trabajar medio tiempo, o tal vez hasta tendría que dejar también la escuela para poder ganarme la vida.


Por ahora, al menos por hoy y tal vez mañana, tenia donde quedarme, tal vez hasta que encontrara a donde ir podía quedarme aquí. Sabia que no le agradaba al pelirrojo, pero por lo visto había sido él el que me había traído, era un bravucón pero por más bruto que fuera sabia que era una buena persona. Con toda la frialdad que me caracterizaba esperaba poder aprovecharme de eso, no podía hacer otra cosa, si dejaba el básquet ahora iba a estar acabado, era lo único que tenia, lo único que sabia hacer, el pelirrojo vivía solo. Si lograba ser lo suficientemente listo podría instalarme en esta casa.


Alguien debería darle alguna pensión para sus gastos y pagar el alquiler, él no trabajaba, se la pasaba vagando con sus amigos, sus padres tendrían que darle algún dinero, debía aprovechar eso por algún tiempo. Hanamichi a veces era demasiado bueno con la gente que le agradaba hasta llegar al punto de ser idiota. Si él había visto como mi padre me había tratado y echado de la casa, y él me había traído a su casa, es porque siente lastima por mi, tenia que aprovechar eso sino no tendría a donde ir. Me sentía una basura al estar pensando en como aprovecharme de alguien que solo queria ayudarme, pero que otra cosa podía hacer.


 


Me levante, no podía seguir allí tirado, al salir de la ducha vi un par de toallas en el suelo, busque otras pero no encontré, ese imbécil vivía como un cerdo, se notaba que nadie venia a controlarlo, pero si vivía así era mejor para mi. Pero eso me hizo pensar, si él estaba tan solo viviendo de esa manera, ¿porque siempre estaba tan alegre?... Me acababan de echar de casa y estaba devastado, él vivía solo en una pocilga, y estaba siempre alegre… ¿porque?... No lo entendía.


Tome una de las toallas, y trate de no pensar cuando fue la última vez que las lavaron, me seque lo más rápido posible, sin tocar mis lesiones. Luego fui desnudo hasta una alacena con una enorme cruz roja pintada con crayones, la que supuse fuera el supuesto botiquín, pero al abrirla me quede atónito, aquello parecía más la despensa de un hospital que un botiquín de primeros auxilios, incluso había visto menos materiales en la enfermería de la escuela. Dudaba que fuera legal que tuviera tantos medicamentos y semejante cantidad de vendajes, pero tal vez era algo de esperarse viniendo de Sakuragi. Él se la pasaba peleando y siempre estaba lastimado por alguna razón.


Después de curar todas mis heridas y volver a vendarme, como se me había olvidado llevar ropa para cambiarme, y no pensaba ponerme encina esas toallas asquerosas, me puse el mismo pantalón que tenia antes.


Salí del baño y fui al cuarto donde habían dejado mis cosas, revolví todas las bolsas, hasta que encontré algo de ropa interior, y un conjunto deportivo. Todo estaba bastante arrugado pero al menos estaba limpio, me vestí, y volví a acostarme en la cama.


Estaba por dormirme, cuando unos golpes en la puerta y una estridente voz me volvieron a despabilar.


 


 Rukawa la comida ya se enfrió, no voy a volver a calentarla... ¡Rukawa!... ¡Rukawa!... ¡Estas despierto!... ¡Rukawa!


 


Salte de la cama, iba a golpearlo, ¡porque rayos no me dejaba en paz!... ¿porque tenia que ser tan fastidioso?. Fui hasta la puerta y la abrí de golpe, y aquel idiota casi me golpea al querer volver a llamar a la puerta.


 


 ¡Que!


 


 Tienes la comida en la mesa.


 


 No tengo hambre.


 


Iba a cerrarle la puesta en la cara pero él la trabo poniendo el pie.


 


 Oye Rukawa, se que no te agrado, y tu no me agradas, pero no puedes dejar de comer por eso, y menos estando... bueno... estando enfermo.


 


 ¿Enfermo?.


 


 Si… Sé que no confías en mi, y no te culpo, yo no confiaría en ti para nada. Pero no soy tonto, te traje cargando desde tu casa y note que has perdido mucho peso. Cuando curamos tus heridas vimos que estabas en los huesos. Estas muy flaco, pálido, y demacrado, y aunque no critico tu vida privada, ese tipo de relaciones sin protección son muy peligrosas.


 


 ¿Qué?


 


 Además aun tienes el básquet, y ahora hay muchas medicinas para eso.


 


De que rayos estaba hablando ese imbécil, sabía que había perdido peso últimamente, me había descuidado mucho, pero no me había dado cuenta que estaba tan delgado como para parecer enfermo. ¿Además de que vida privada me estaba hablando y de que medicinas?.


 


 ¿De que rayos estas hablando Sakuragi?.


     


Me lleve la mano a la cabeza, entre el dolor de cabeza que ya tenia, la puntada de la herida que se había abierto, y la estupidez de aquel idiota, sentía que me iba a estallar.


 


 ¿Es la enfermedad que te da dolor de cabeza no?... ¡Vez debes comer algo!.


 


 ¿De que enfermedad me estas hablando?, Yo no estoy enfermo.


 


 Se que es terrible, pero puedes confiar en mi, no se lo diré a nadie.


 


 ¿Que no les dirás que?.


 


 Del sida.


 


 ¿Sida?


 


 Si… pero no te preocupes, no se lo diré a nadie, además hay gente que con la medicación correcta viven por mucho tiempo.


 


 Yo no tengo sida...


 


 Se que es terrible pero te hará bien aceptarlo.


 


 ¡Aceptar que!... ¡Acaso eres imbécil, que rayos te hace pensar que tengo sida!.


 


 ¡Oye no me insultes!, solo estoy tratando de ser amable contigo, yo no tengo la culpa que tu te hayas enfermado, nadie te mando a vivir una vida tan promiscua, y que anduvieras revolcándote con tipos raros por dinero.


 


 ¡¿QUE?!


 


 No te hagas, tu padre dijo que te corrió porque eras gay y andabas con un tipo, y cuando le pregunte a Yohei de porque estabas tan arruinado, él me dijo que muchos joven atractivos vendían su cuerpo a hombres de negocios, y muchos por no cuidarse se agarraban el sida.


 


No podía creer lo que me estaba diciendo ese idiota, como podía ser tan estúpido, como rayos podía creer que yo me prostituía, y ese Mito en que mierda estaba pensando al ponerle semejante idea en la cabeza. Además no me veía tan mal como para parecer enfermo de sida, ¿o si?, acaso me veía tan demacrado para que pensara que estaba tan enfermo.


 


 Esta bien Sakuragi voy a comer, pero escúchame bien y que te entre en la cabeza… No tengo sida, no me prostituyo, y no ando revolcándome con tipos.


 


 ¿Estas seguro?.


 


 Va a ser una tortura vivir aquí.


 


 ¿Que?


 


 Nada.


 


Que idiota, porque no permanecí callado, si él queria pensar que tenia sida y me prostituía, que lo pensara. Fui a la sala y me senté a la mesa, había un abundante plato de estofado que aun estaba tibio, no se veía tan mal, y tenia buen olor. El pelirrojo se sentó frente a mí, su plato estaba intacto, por lo visto me estaba esperando para comer.


 


 ¿Tienes a donde ir?.


 


 ¿Me estas echando?.


 


 No… Solo preguntaba... Tal vez puedas irte a vivir con ese tipo con el que sales.


 


 Cuantas veces tengo que decirte que no ando con ningún tipo, si quieres echarme de tu casa dímelo y ya.


 


 No quiero correrte de aquí… Solo preguntaba, puedes quedarte el tiempo que quieras.


 


 Bien, entonces me quedare un tiempo.


 


 Esta bien... Pero, no es nada malo vivir con la persona a la que amas, por más que sea otro hombre.


 


 Ya la puedes cortar con eso.


 


 ¡Eres un zorro mezquino he idiota!... No entiendo porque eres tan orgulloso, Yohei hace cinco meses que vive en pareja con Fushita y todos lo respetan y esta muy bien.


 


¿Que?... La cuchara se me cayó dentro del plato salpicándome… ¿Como que Yohei Mito estaba viviendo en pareja con un hombre?.


 


 ¿Pero él no tiene nuestra edad ?.


 


 Si… ¿y que?


 


 ¡Como, Y que!... ¡Es menor de edad!... Como va a vivir con un tipo, ¿Que dicen sus padres?... ¿Quien lo mantiene, él no trabaja?.


 


 Fushita tiene un buen empleo, él se hace cargo de los gastos de Yohei, y no hay problema con sus padres.


 


 ¿Trabaja?... ¿Pero que edad tiene ese tipo?.


 


 Creo que veintiséis o algo así.


 


 ¡Eso no es corrupción de menores!... ¿Como su familia lo permite?...  y si tu eres su amigo deberías hablar con él.


 


 Sabes que, tienes razón, tus no andas con ningún tipo, ni nada de eso, eres demasiado prejuicioso y mojigato para hacerlo.


 


 Claro que no ando con nadie, y no es que sea mojigato es solo sentido común, además somos menores.


 


 Cuando estas solo como yo, o tus padres tienen tantos hijos que no pueden ocuparse de ti como los de Yohei, no hay mucho sentido común. Desde el año pasado que estoy tratando de ponerme de novio con alguna chica y formar mi propia familia, pero no tengo suerte. En cambio Yohei si, él ya esta con alguien.


 


 ¿Y tus padres?.


 


 Mi madre murió cuando era muy pequeño no la recuerdo, y mi padre murió el año pasado.


 


 Lo siento, yo no conocí a mis verdaderos padre, ellos murieron en un accidente cuando era un bebe, mis tíos me criaron como si fuera su propio hijo… hasta ahora.


 


Pensaba que yo era una persona lista y madura, pero resulta que ahora la persona que yo pesaba que era un imbécil e inmaduro, resulto ser más maduro y serio que yo.


A él no le importaba que yo fuera gay, o que tuviera sida,  él simplemente me ofrecía su hospitalidad a pesar de que era alguien con el que no se llevara bien ni le agradara.


Después de hablar de su vida, y la de su amigo, me daba cuenta que el inmaduro e imbécil era yo. Mire alrededor avergonzado, el lugar parecía mas ordenado, al parecer estuvo limpiando mientras estuve en el baño, pero la casa seguía viéndose como un chiquero, aun así me agradaba estar aquí, el estofado estaba bastante bueno. Si él seguía cuidándome y ayudándome de esta manera, no iba a poder reprimir mucho tiempo más mis sentimientos, en algunos momentos él se comportaba como un completo idiota, pero cuando dejaba de hacerlo, resultaba ser una persona muy interesante. Tal vez él no estaba aun en pareja como Yohei, pero tal vez era porque se había equivocado al buscar a una mujer como pareja en vez de a un hombre, si no fuera por ese detalle. Si no fuera por el hecho de que a él le gustaran las mujeres, y el hecho de que me detestara… Tal vez haría algo por acercarme y decirle lo que sentía por él. 

Notas finales:

Como bien saben estoy recuperando, arreglando, y finalizando varios de mis fic viejos que deje sin terminar en la cuenta que perdí… Aquí les traigo uno de mis favoritos, como siempre arreglare los capítulos que tengo hechos y los subiré cada 2 o 3 días y luego tardare una semana en subir los nuevos capítulos finales.

 

Me encantaría que dejen algún Reviews contando que les pareció, como bien dijo una de las autoras de fanfic, “Nosotras escribimos porque nos gusta y no da placer, pero los reviews son como la paga por el trabajo que hicimos.”


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