Prohibido soñar...
La nieve congelaba sus animos de levantarse de la cama, podia sentir lo intenso del frio aun estando debajo de unas gruesas mantas. Sin embargo aunque no quisiera tenia que levantarse para ir a su colegio si no queria que en la tarde sus amigas vinieran a buscarlo y hacerle un interrogatorio de 3 horas de porque no habia ido al colegio y como no tenia ganas de responder ese interrogatorio se levanto. Lo primero que hizo fue darse una ducha de agua caliente, al salir se puso rapidamente unos pantalones de mezclilla azul marino y un sueter del mismo color, se acerco al tocador- que estaba en un rincon de la habitacion- para tomar un pequeño parche de color negro, antes de colocarselo se miro al espejo acomodando su cabello rebelde que brillaba en un raro azul, sus ojos tambien eran raros y fascinantes, uno era de un color azul zafiro, el otro brillaba en un morado que contrastaba con su cabello y su otro ojo. Sin embargo el simpre usaba un sencillo parche negro que hacia juego con todos los conjuntos que se ponia.
Una vez listo tomo su mochila y salio de su habitacion para ir a la sala. Vivia en un pequeño, pero lujoso departamento, algo acogedor para su solitaria vida. Con rapidez camino hacia su pequeña cocina para sacar algun platillo que tenia previamente refrigerado, lo calento en el horno de microondas para luego ponerlo en una bolsa y practicamente salir corriendo hacia la puerta, en su trayecto su telefono celular empezo a sonar, retrocedio su paso para tomarlo y contestar
-bueno...- pregunto caminando hacia la puerta
-¿¡ Donde estas Ciel?!- grito una voz femenina que el conocia muy bien, dejo salir un supiro cansino
-saliendo de mi departamento- dijo al mismo tiempo en que cerraba la puerta y caminaba por el largo pasillo para llegar al ascensor
-¿¡Tan tarde?!- al escuchar de nuevo un grito tuvo la tentacion de colgar pero sabia que si lo hacia, la escena que tendria que soportar en la escuela seria tan epica que toda su vida la recordaria
-Sieglinde no hay necesidad de que grites- suspiro mientras llamaba al ascensor, este de inmediato se abrio- si se me hizo tarde- al entrar marco el numero uno y el ascensor empezo a bajar
-sabes hay algo llamado madrugar...- dijo con voz sarcastica su amiga
-¿Madrugar? ¿Que es eso?- pregunto ironico escuchando mas risillas de fondo, salio del ascensor para caminar por el elegante recibidor del edificio en donde vivia- ya voy en camino- sin dejar tiempo para que la chica contestara colgo. Corrio hacia la puerta para salir disparado a la calle.
Corrio por las calles de la ciudad, jadeaba ya que su cuerpo no estaba tan acostumbrado a correr como si su vida dependiera de ello. Se detuvo tratando de recuperar el aliento, su escuela estaba a unas tres calles mas, resoplo molesto mientras sentia como su pecho le ardia, si continuaba corriendo de esa manera le daria asma. Sonrio malicioso mientras de su bolsillo sacaba una pequeña moneda de oro, soplo hacia esa moneda mientras cerraba los ojos, cuando los abrio su escuela estaba frente a el
-gracias Nadine- dijo al aire para cruzar la calle y correr hacia la puerta que estaba a punto de cerrase, al entrar contuvo el aliento respiro profundamente mientras se encaminaba al edificio. Camino hasta su salon, cuando entro...
-¡¡Ciel!!- cuando menos se lo espero ya estaba en el suelo con tres chicas sobre de el, resoplo algo molesto y intento apartarlas pero estas solo le reclamaban de porque habia llegado tarde
-si hola... ahora ¡Quitense de encima!- dijo haciendo que las chicas de inmediato se levantaran,ciel la miro con furia y cierta ternura- rayos casi me matan- dijo a modo de juego haciendo reir a sus amigas... sus unicas amigas
-lo sentimos- dijieron a coro con una sonrisa traviesa, ciel dejo su mochila en su lugar para desplomarse en la butaca exahusto, miro de reojo a sus amigas que lo veian con fascinacion
Sus tres amigas las conocia desde hace tres años, cuando el recien habia llegado a la ciudad, no tenia a nadie y todos lo tachaban de bicho raro, pero esas tres lo habian tratado muy bien pero tampoco le hablaban. Fue una noche cuando regresaba de ver a su padre, vio como eran atacadas por un grupo de chicos, el sin problema los saco de combate. Desde ese dia le empezaron a hablar y poco despues a acosar. Sieglinde era principalmente la que siempre le llamaba por telefono para saber si estaba bien, si iba a ir al colegio o solamente para recodarle que hiciera la tarea. Elizabeth siempre le mandaba un correo electronico en la noche deseandole buenos sueños y Doll bueno ella siempre le escribia cartas, que contenian fotografias suyas vestido de manera muy vergonzosa. Aunque fuera sus acosadoras personales las queria mucho
-chicas dejen de verme- mascullo al sentirse observado, Sieglinde se acerco colocando su mano en su frente, sus ojos de color esmeralda lo miraban con recelo
-corriste ¿verdad?- su amiga tenia una gran intuicion y aunque pareciera timida realmente no lo era, tenia un brillante pelo negro que combinaba con sus ojos, siempre vestia con vestidos muy extravagantes y como era pequeña de estatura daba la impresion que era una muñequita
-tenia que llegar- dijo resoplando apartando sus manos sin ser brusco
-siempre te despiertas tarde ciel ¿Porque?- pregunto ahora Elizabeth, su amiga rubia y tambien de ojos esmeralda, ella era la mas extrovertida de las tres y -aunque no lo dijiera en voz alta- a la que mas queria
-tube que hacer tarea- contesto tratando de no darles mas de lo necesario, cuando empezaban a interrogarlo no paraban hasta que estuvieran realmente satisfechas
-para eso esta la tarde- comento Doll, ella siempre le sonreia dulcemente era la menos curiosa de las tres pero a veces la mas insoportable un dia lo siguio hasta su casa solo para tomarle una foto. Su cabello castaño cubria uno de sus ojos que tambien eran de un color azul zafiro, a veces ciel pensaba que Doll era su hermana perdida, aunque eso fuera ridiculo
-recuerden que tengo que trabajar- bueno si realmente lo que hacia se podia llamar trabajo, penso riendo por lo bajo. El timbre sono salvandolo de mas preguntas, las clases iniciaron como cualquier otro dia, las horas volaban cansando a Ciel que algo fastidiado hacia todos los trabajos que le dejaban, el timbre de nuevo soño marcando la hora del descanso, todos los alumnos practicamente huyeron del salon hacia la libertad. Los unicos que se quedaron en el salon fueron Ciel y sus acosadoras personales... digo amigas
-vamos ciel no tardes- grito sieglinde con un puchero mientras esperaban a su amigo que guardaba sus cosas
-voy, voy- cuando acabo camino rapidamente hacia la puerta donde de inmediato fue rodeado por sus amigas, caminaron hacia la cafeteria riendo por los chistes que su amigo les contaba. Antes de llegar a la cafeteria un grupo de chicos los rodeo
-vaya pero si es Ciel Phantomhive, el huefano- ahi estaba de nuevo el chico que desde que llego se empeñaba a hacerle la vida imposible
-Alois dejame en paz- dijo algo enojado
-¿Oh que? ¿Llamaras a tu papi? mm espera no tienes- los amigos de ese chico se empezaron a reir, las chicas ma que indignadas le colocaron en frente de ciel que aunque no lo demostrara, estaba algo herido por aquella horrible pero ciera verdad, bueno quiza una verdad a medias
-vamos Alois no puedes arruinarle el dia a otro- dijo Sieglinde con molestia
-quiza si pero eso no te incumbe- dijo secamente empujando a la chica, Ciel la atrapo rapidamente, la chica se sonrojo de la ira ya iba a lanzarse a aquel muchacho pero ciel la detuvo
-basta Alois, no tendre padres pero por lo menos no soy un asqueroso depravado como tu- dijo con un rastro de burla inmovilizando al chico- ¿es que ya no recuerdad lo que yo se?- sus manos jugetearon con el telefono que saco de sus bolsillos- ¿Que te parece si te refresco la memoria?- una sonrisa maliciosa se formo en sus labios, aquel chico se puso palido
-vamonos- se dio media vuelta seguido de sus subordinados que parecian algo aturdidos, cuando esos chicos se alejaron la sonrisa que Ciel mantenia se desvanecio
-Ciel- dijieron las chicas al ver esa triste mueca en su amiga
-pronto acaba el descanso- retomo una sonrisa pero esta vez falsa
Sus amigas trataron de animarlo en todo lo que restaba del descanso, aunque no lo lograron trato de sonreir solo para ellas. Todo el mundo sabia que no tenia padres o por lo menos eso les habia dicho Ciel, el si tenia algo parecido a un padre pero eso era un secreto...
Las clases terminaron para alivio del chico, se despidio de sus amigas mientras abordaba un taxi ya que su departamente quedaba algo lejos para ir caminando o como el habia comprobado para ir corriendo. Sin embargo en vez de pedirle al chofer que lo llevara a su departamento le pidio que lo llevara a una bodega abandonada donde segun todos vivia una viejita loca...
Al llegar le pago al chofer que luego se marcho, camino hasta la entrada de la bodega, saco las llaves de su mochila y abrio
-Nadine- lo unico que resono fue su eco que resonaba en todo el lugar- ya llegue- volvio a decir mientras cerraba la puerta, la bodega era grande y muy polvorienta, la luz entraba por unos grandes ventanales que tenian una preciosa vista al mar. Se quedo embobado viendo esa vista tanto que no sintio la presencia de cierta señorita
-Ciel cariño estoy aqui- decia con una dulzura fingida, rapidamente se dio vuelta para mirar mal a aquella señorita que vestia un traje de sirvienta, su cabello era muy largo y siempre estaba peinado en una coleta alta, sus ojos eran de un tono ambar con el azul combinado. Si la veias bien daba la impresion de que le faltaba algo, vida penso ciel al ver lo blanca que era su piel casi identica a la de un muerto y ese brillo apagado que emitia sus ojos la hacia ver igual que un fantasma
-Hola Nadine- saludo mientras se acercaba a la chica
-Tu padre necesita tus servicios- dijo sonriendo mientras colocaba su mano en el ojo del chico que se sintio de inmediato adormilado. Pronto cayo en un sueño profundo...
Cuando desperto lo primero que sintio fue un frio que calaba los huesos, uno al que ya estaba muy acostumbrado, lo segundo que sintio o mas bien oyo fueron los gritos que parecian ser psicofonias del mas alla. Se levanto de aquel sillon de terciopelo rojo para ver a su alrededor, la tenue luz de las velas alumbraba ese salon que tenia un estilo muy gotico, luego miro hacia el lado opuesto de la habitacion donde uns ojos lo miraban cual presa
-Knight sal de ahi- dijo algo molesto, ya que aunque no lo admitiera se habia asustado
-lo siento mi señor- salio de las sombras un elegante chico con un frack, su cabello color negro y sus ojos de un brillante naranja de vez en cuando le ponian los pelos de punta, aquel chico era el mensajero de su padre y junto con Nadine tenian el deber de protegerlo, eran sus sombras aunque la mayoria del tiempo no las notara- lo guiare hacia el salon del trono
En silencio lo siguio, caminaron por los pasillos del -segun ciel- palacio, todos estaban alfombrados con una alfombra roja escarlata, las paredes tenian todos obscuros, habian cuadros horripilantes que tenian una inscripcion debajo de ella, habia una que especialmente le gustaba. En el cuadro se veia a una bella dama que tenia una venda cubriendo sus ojos, ella trataba de alcanzar la mano de algo... una mano afilada y negra que provenia de una figura horripilante que al parecer seducia a la dama, debajo de aquella pintura ponia el amor es ciego y realmente lo era. Antes de llegar al salon de trono vio la pintura que siempre le parecia un misterio, en el solo habia unas manos tratando de alcanzar algo pero lo curioso es que la inscripcion no estaba dejabajo de aquella obra sino sobre ella, en letras apenas visibles y de color sangre para que resaltaran en lo negro del fondo escribian prohibido soñar jamas entendio aquel misterioso cuadro pero sabia que hacia alucion a algo que a veces era mejor no saber
-mi señor- la voz de Knight llamo su atencion- entre- abrio las puertas de aquel salon, entro con paso cansino y receloso, las puertas se cerraron detras de el dejandolo momentaneamente en la obscuridad pero luego la habitacion se empezo a iluminar por la luz de las velas, lo primero que vio fue a Shelly, la mano derecha de su padre, una presiosa mujer de cabello negro y ojos de un brillante rosa, que podia cambiar al color que ella quisiera. Habia sido una de sus nodrizas pero ahora era algo parecido como a una madre. Lo siguiente que vio fue a Jade quien dirigia el gabinete infernal, sus ojos destellaban en un verde parecido al jade de ahi su nombre, su cabello era tambien negro como la obscuridad, detras de el aprecio Thiago el lider del todo el ejercito del infierno, sus ojos eran de un vacio verde que resaltaba su cabello blanco. Ellos eran las personas que ciel consideraba como familia
-Hola Shelly, Jade y Thaigo- dijo mientras caminaba hacia ellos
-Mi hermoso niño- siseo Shelly con voz terriblemente encantadora, le dio un rapido abrazo y un fugaz beso en la mejilla que lo helo por completo
-Mi querido hijo- dijo mas cariñosamente Jade que lo abrazo con mas efusion y lo beso con mas fuerza, pudo sentir los labios de Jade un poco mas calidos que los de Shelly
-ciel- Thiago solo revolvio su cabello en un gesto que Ciel consideraba demasiado cariñoso viniendo de aquel frio peliblanco
-Padre- se arrodillo cerca de algo que parecia un trono, de el se levanto un hermoso y joven hombre, Ciel solo podia verlo de reojo y siempre quedarse asombrado por la belleza que su padre poseia. Tenia la piel mas clara que alguna vez vio, su cabello negro azabache siempre peinado perfectamente resaltaba sus felinos ojos color carmesi. Su presencia era algo imponente y aterradora, a su lado esta Raven un cuervo de aparencia sobrenatural sus ojos vacios y un gesto malvado te daban la impresion de que en cualquier momento te arrebataria el alma
-Ciel- la voz de su padre era aterciopelada, seductora y increiblemente sensual para cualquier oido. Su padre era el rey del inframundo el rey de los demonios llamado de mil formas pero todas con el mismo significado, aunque no era su hijo de sangre aquel malvado ser lo habia cuidado con ternura y con cierto atisbo de amor, aun Ciel no podia entender que fue lo que orillo a Sebastian - era el nombre humano que su padre habia decidido usar- a cuidarlo como si fuera su hijo
-bien y ¿para que me quieres?- dijo levantandose del suelo para mirar fijamente a su padre, Raven volo hacia su hombro restregandose en su mejilla como saludo
-ya sabes lo de siempre- dijo encongiendose de hombro mientras llamaba a aquel cuervo, Raven era la mascota de su padre, cuando era urgente su presencia en aquel palacio Raven volaba al mundo humano para buscarlo
-pobre niño- mascullo Shelly abrazandolo por detras, de alguna manera ya estaba acostumbrado a ese acercamiento- ni siquera a comido
-vamos a buscarle comida- dijo Jade haciendo una reverencia, Ciel sonrio aquellas bellas mujeres eran como su madre, lo cuidaban, protegian, acosejaban y de vez en cuando lo regañaban. Thiago era mas como un hermano ya que este siempre se preocupaba por enseñarle defensa personal, de el habia aprendido diferentes artes marciales humanas, Raven era como su mascota aunque solo obedeciera a su padre. Esa era su familia...
Huerfano...
Era verdad ya que su padre lo habia encontrado en el mundo humano cuando apenas era un bebe pero habia sido criado como todo niño
¿Llamaras a tu papi? mm espera no tienes...
Una mueca de tristeza se apodero de su cara, alzo los ojos topandose con la sonrisa entre maligna y tierna de su padre que le extendia los brazos para que el corriera a ellos. Pero no lo hizo... se quedo ahi quieto como una estatua, hace un par de años no hubiera dudado en correr a aquellos brazos que lo protegian y le daban cariño, hace un par de años se hubiera acurrucado en el pecho de su padre para dormir profundamente siendo consentido por el, Shelly y Jade pero tenia que recordarse que ya no era un niño... pero su padre siempre le repetia que para el siempre seria un niño
-dime padre ¿Que quieres que haga?- Raven se poso en su mano y empezo a acariciarlo
-tienes animos para ir a Africa- no le pregunto sin embargo contesto
-no, tengo mucha tarea- suplico, pero su padre solo sonrio con fingida culpa Raven solto algo parecido a una risilla y sus ojos mostraban burla- bien ¿A quien busco?
-Sherezada- contesto, Ciel se estremecio, Sherezada era una bruja que servia a su padre, pero no era la unica tambien estaban Saray, Keasha, Leila, Monique y Nicole. Ellas eran las brujas que servian a su padre y cada dia tenia que visitar a una distinta para que le dieran ya sea embrujos, posiones o alguna joya extraña, lo malo es que cada bruja vivia en un lugar diferente, ya sea un desierto, la antartida, alguna selva donde habian toda clases de animales venenosos o incluso debajo del mar...
Suspiro, tenia que irse cuanto antes si queria encontrar a Sherezada en el mismo lugar
-voy padre- dijo mientras Raven volaba de nuevo hacia su dueño, su padre extendio su mano, Ciel se acerco y recibio un precioso anillo que estaba hecho para que cuando acabara su trabajo regresara al infierno. Dio una rapida reverencia y salio corriendo, en el camino se topo con Shelly y Jade, comio rapidamente lo que le habian traido y salio corriendo sin despedirse.
Tomo el anillo entre sus manos y desaparecio junto a un brillo azulado...
En un abrir de ojos ya no estaba en el palacio de su padre... si no en el desierto del Sahara...