Kokoro
Capitulo #1 Nuestra vida
-¿Qué voy hacer?
Resoplo por tercera vez frente a su puerta, se acomodó el traje color gris que traía puesto, ese día fue más que horrible, fue espantoso, su superior verdaderamente lo odiaba, ¿Cómo se atrevía a criticar su forma de trabajar? Ese idiota, si no fuera por él nunca hubiera ganado el caso y después de que lo felicitaran iba y se atrevía a regañarlo.
A veces se preguntaba el cómo era posible que no hubiera renunciado, abrió la puerta con sumo cuidado, dejo su portafolio y su saco en el perchero, miro hacía todas partes como buscando algo después escucho unos sonidos provenientes de la planta alta.
Despacio comenzó a subirlos, quería sorprenderlo, ese día había sido horrible pero gracias a Kami-sama había terminado, levanto la cortina que era la puerta, para observar su recamara.
Era sencilla, simple, una cama matrimonial y dos burós uno a cada lado, un ropero algo maltratado y un mueble donde solía guardar cosas sin importancia.
-¿Amor estas aquí? – Casi de inmediato escucho un ruido proveniente de debajo de la cama, se extrañó por eso, pero no le presto mucho caso, camino hacia esta y se arrodillo para ver debajo de la cama.
-¡¡¡Miau!!! – Sintió como una cosa peluda saltaba hacia su cara y lo arañaba mientras que al segundo siguiente esa bola saltaba a su ventana abierta.
-¡Maldito animal del demonio! – Grito al pararse y correr hacia donde el felino estaba pero al llegar a la ventana la bola de pelos ya se había ido.
Comenzó a sobar se la cara, ese estúpido animal se las pagaría, serró la ventana para que ya no entrara pero vio con frustración como esta tenia un agujero en una esquina donde el endemoniado animal de todas formas cabía.
-¿Sasuke ya viniste? – Aquella dulce voz llamándolo lo tranquilizo, inconscientemente una sonrisa se formo en su rostro y comenzó a bajar las escaleras con prisa.
Al llegar miro hacia todas partes, buscando al dueño de esa voz, sonrió de nuevo al encontrar una figura dentro de la cocina mientras que solo estiraba su mano para tomar algunas cosas, Sasuke camino hacia la cocina con suma cautela, mientras que aquella persona parecía no darse cuenta de sus intenciones.
Al llegar exactamente detrás de aquel ser lo tomo de la cintura aun estando de espaldas, mientras que recargaba su cabeza en la rubia.
Naruto ni se inmuto, no hizo nada para alejar a esa persona, sabía perfectamente bien de quien se trataba, no por nada se había casado con él – Llegaste muy noche hoy – Cuestión con un todo de reproche y enojo, mientras que hacia un tierno puchero.
Sasuke no pudo contener la risilla que se formo al ver ese gesto infantil, su esposo en definitiva era un niño – Lo siento, Kabuto-san me retraso con unos casos – Se escullo mientras que hacía que el rubio girara para depositar un dulce beso en sus labios – Pero no lo lamento… – Vio como el rubio estaba apunto de reprochar cuando él se le adelanta – Hoy no voy a preparar la cena.
-¡eh! No ahora que lo recuerdo a ti te tocaba hacerla – Acuso mientras se removía en los brazos del moreno para soltarse cuando de pronto se percato de algo – Sasuke ¿Qué te paso en el rostro?
-tks… ese estúpido gato de la vecina – Mascullo, ya que para que su distraído esposo se percatara del ataque de la pequeña fierecilla, que por cierto lo odiaba, debió ser grabe.
-Tama-chan… pero si es una gatito indefenso además es muy tranquilo.
-¡Dobe eso lo dices por que a ti no te ataca cada vez que te ve! – Reclamo con frustración ya que el endemoniado animal solo lo atacaba a él y a su distraída pareja parecía amarla – Huele a quemado – Dijo al olfatear el aire.
-¡¡¡La cena!!! – Grito Naruto mientras que se daba la vuelta liberándose de los brazos del moreno, mirando con horror como su cena había echado a perder.
Cinco minutos mas tarde, Sasuke se encontraba sentado en el pequeño comedor era uno para cuatro personas, en si no era tan pequeño contando que en esa casa solo vivían dos personas, desviaba la mirada casualmente mientras que miraba la cara de su esposo y luego su comida la cual parecía despedir un aura obscura lo que hacía que barias gotitas de nervios resbalaran por su nuca.
-¡Esta bien si no quieres comerla, de todas formas se que soy pésimo en la cocina! – Naruto se levanto de la mesa caminando (corriendo) hacía la cocina mientras que sus ojos se tornaban vidriosos, odiaba ser tan mal cocinero, no era como Sasuke que a pesar de nunca haber cocinado la comida la podía preparar perfectamente y el que la practicaba un centenal de veces seguía sabiendo espantosa.
-Nunca dije que no me gustara – Sasuke noto como Naruto prácticamente estaba a punto de llorar por el coraje, tomo un pedazo de lo que se suponía que era un guisó y lo introduzco en su boca, todo bajo la atenta mirada del rubio – Esta delicioso – Dijo, mientras tomaba otro trozo y lo volvía a comer, en verdad esa cosa sabía espantosa, cualquiera se ya se había aventurado al baño, pero gracias a los años de “entrenamiento” había podido soportar ese sabor.
-¿Enserio? – Pregunto con alegría.
-Hai – Contesto al meter otro bocado a su boca.
Sasuke siempre se comía todo lo que él preparaba, y en ese momento quito esa enorme sonrisa para hacer un gesto de molestia – No tienes que mentir para hacerme sentir mejor baka.
-Te amo – fue todo lo que dijo mientras seguía devorando ese “exótico” platillo.
……..6v6……….
Ya pasaba de las diez, pronto los ojos azules se serrarían por completo, y eso Sasuke lo sabía perfectamente, su amado esposo no podía pasar de las diez despierto, era un habito que era imposible romper, tomo su cabecita rubia y la atrajo contra su pecho, sentía como dio unos cuantos movimientos para acomodarse y en uno de ellos sus cabellos rosaron con la boca de moreno.
-Tus cabellos son muy juguetones – Sasuke rompió el silencio mientras que con su otra mano libre intentaba acomodarlos – Y rebeldes, son tan tú.
-No empieces Sasuke Hatake (N/A: Muajajajaja a que no se esperaban eso, un giro inesperado /°O° ok no u.u)
-No lo tomes como un insulto, al contrario es un alago – Sonrió al poder descifrar las cosas que su esposo mascullaba de él – Eso es lo que hizo que me enamorara de ti y hasta casarme.
-Lo dices como si yo fuera un villano.
-Pues claro, tú eres el causante de que mis mejores años de juventud se estén desperdiciando, te imaginas todas esas chicas lindas con las cuales había podido estar – En verdad amaba hacerlo enojar, Naruto era como un niño pequeño el cual era molestado por el “malo” del salón.
-¡¡¡Pues si tanto te interesa estar con esas “chicas lindas” vete, ni quien te detenga, anda no valla a ser que yo también sea el causante de que tu juventud se desperdicie!!! – Estaba punto de levantarse, ¿Qué se creía ese Hatake para humillarlo así?
-Naruto – Llamo un tanto asustado, Naruto se estaba enojando de mas.
-¡Cállate ya no te quiero ver! – Grito mientras nuevamente trataba de liberarse de su agarre, pero por más que lo negara Sasuke era demasiado fuerte – ¡Te digo que me sueltes Hatake bastardo! – Comenzó a patear – Ya sabía que eras igual que tu padre, eres un maldito pero de eso tiene a culpa kakashi-san.
- Hei no metas a mi padre en esto – Alego mientras que calmaba al rubio – Además el fue el que me ayudo para que te casaras con migo.
-Si pobre no sabe que clase de hijo, mal agradecido crío – contesto totalmente inmovilizado.
-Pero tú amas con locura a este hijo mal agradecido ¿Verdad Naruto?
-¡¡Por supuesto que no, te odio!!
-Y yo te amo – Bajo hasta el mentón del rubio y beso sus labios, esa había sido una buena forma de divertirse, pero era momento de que la broma terminara – Naruto yo no quiero estar con esas “chicas lindas y sexy's” yo quiero estar con tigo, ¿Qué no es obvio? – Miro como la cara del rubio aun se mantenía enojada lo que lo sorprendió – ¿Qué ocurre?
-Ahora resulta que aparte de lindas son sexy's – Ahora se daba cuenta de que anteriormente no había mencionado la palabra sexy.
-Si tal vez lo sean – Sentía como el rubio estaba apunto de golpearlo pero Sasuke continuo – Pero tu eres mucho mas Lindo y Sexy que ellas, por eso yo el gran Hatake Sasuke esta perdida mente enamorado de ti.
-Ahora resulta que debo de estar agradecido.
-No – Soltó al rubio y bajo del sillón mientras que se ponía de rodillas frente al rubio dando un beso en la mano de su esposo – Yo fui el hombre mas afortunado cuando aceptaste casarte con migo y ahora soy el hombre mas feliz al estar a tu lado.
Naruto no pudo evitar sonrojarse, no sabía porque pero siempre las discusiones que ocasionaba Sasuke terminaban así, con él demasiado avergonzado como para ver al moreno a la cara y Sasuke con una enorme sonrisa de satisfacción.
-Yo también me siento feliz, al estar a tu lado Sasuke.
-Bien y ahora – Se levanto tomo al rubio se sentó y después sentó a Naru en sus piernas – ¿Cómo estuvo tu día amor? – Tenia una enorme sonrisa cuando pregunto eso pero la siguiente pregunta, aquella sonrisa fue remplazada por una mueca de desagrado – ¿Fue ese sujeto?
Naruto sonrió cálidamente cuando Sasuke le hizo esa pregunta, siempre desde que comenzó a trabajar e incluso antes le hacía la misma pregunta, pero cuando menciono a ese sujeto su sonrisa se vio forzada.
-Estuvo increíble, hoy Yamato –San trajo un nuevo cheff que nos cocino un pastel a todos por su llegada es muy agradable y amable y a mi me dio la rebanada mas grande.
-Me estoy poniendo celoso – Arbirtio mientras lo abrazaba posesiva mente.
-No te preocupes, cuando todos le dijeron que estaba casado y que tenía al esposo más celoso del universo no me volvió a mirar.
-Y así debe de ser tu eres solo MIO ¿y él?
-No… no fue… - El rostro de Sasuke se suavizo cuando Naruto dijo que no fue, ese sujeto no entendía, a estado acosando a su rubio por casi un año, primero empezó como un simple admirador, que en cierta forma Sasuke lo comprendía el rubio era un ángel, pero comenzó a encapricharse con su Naruto hasta llegar a acosarlo, Sasuke solía pasar por el rubio a su trabajo ya que el tipo no lo dejaba ni a sol ni a sombra, y aunque Naruto le había remarcado que él estaba FELIZMENTE casado, perecía no entenderlo.
-Eso me alegra – Tomo las manos del rubio y depósito un tierno beso entre ellas – Te amo MI Naruto.
-Y yo a ti Sasuke…
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-Señora – Un hombre vestido con un elegante traje color negro, hizo una pequeña reverencia ante una mujer de pelo y ojos negros, de piel clara, que parecía marfil.
-¿Qué sucede Suigetsu, no vez que estoy muy ocupada?
-Lo lamento, pero tiene visitas.
-¿Quién es? ¿De quien se trata? – Y antes de que el pelo lila pudiera contestar una chica de pelo rosa salió de detrás de él.
-Soy yo Mikoto-san ¿Cuánto tiempo?
La mujer hizo una expresión de sorpresa, pero enseguida la quito, se levanto del sillón y camino hacía donde la oji verde estaba – Sakura-chan ¿Cuánto tiempo? Mírate cuanto has crecido.
-Jeje, si, pero Mikoto-san parece que los años no pasan para usted, sigue estando igual de joven.
-Compermizo señora – Sui no se había atrevido ha interrumpirlas pero cuando la peli negra invito a su visita a sentarse con ella eso era para largo.
-Si, si retírate – La mujer hizo unas cuantas señales con su mano, y el chofer se retiro, dejando conversar a las dos mujeres.
-Lo siento Mikoto-san, no sabía que se encontrara en casa, así que no había podido visitarla.
-Pues adonde mas iría hija, sabes que desde… desde el incidente donde mi hijo desapareció no he vuelto a viajar.
-¿No ha sabido nada de él? – Pregunto con algo de curiosidad.
-No – Dijo con tristeza mientras que su voz sonó mas abatida – Y mucho me temo que el inspector y la policía se han comenzado a cansar de buscarlo…
-Pero ¿Cómo puede ser eso posible?
-Lo se, mi hijito – Su voz sonó aun mas dolida – Solo de imaginarme lo mucho que debe de estar sufriendo, las carencias y maltratos que debe de estar pasando, me aterra.
-Pero ¿Se supone que toda la policía de todo el mundo lo ha buscado?
-Sí, pero dicen que ha pasado mucho tiempo, que el puede haber cambiado mucho, pero eso mismo, son 14 años de sufrimiento, de no poder ver y querer a mi bebe.
-Lo siento – Sakura comenzó a mover su cabeza en forma de afirmación – En estos momentos Uchiha Sasuke debe de tener 20 años si no mal recuerdo.
-Si, el cumpliría sus veintiuno el mes que viene….
-Es una pena Mikoto-san.
-Sakura a pesar de que no eres mi hija, sabes que te quiero como a una, tú fuiste la mejor amiga de mi querido hijo.
-Lo sé Mikoto-san yo a usted también la quiero mucho – tomo las manos de la mujer, mientras que esta tomaba un cuadro el cual tenia la imagen de un pequeño niño azabache, que ese encontraba sentado en una silla, rodeado de muchos peluches
– Te quedaras a dormir
-Me encantaría pero mañana viajo, voy con mi tía Tsunade.
-Oh Tsunade-san una mujer muy fuerte, su pena también es grande, perder a su esposo y hermano en un accidente fue un golpe muy fuerte para ella.
-Si, quedo desecha, pero se repuso, ella no podía dejarse vencer.
-Lo se por eso no me rendiré encontrare a mi querido bebe.
-Sasuke-kun era un niño muy hermoso.
-Lo es querida, lo es, estoy segura que en donde quiera que este mi hijo mantiene el orgullo Uchiha y que pronto nos vamos a encontrar.
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-Por favor amor, solo lo quiero hacerlo una vez – Sasuke se encontraba en la situación más ridícula, en la cual jamás se había imaginado, se encontraba de rodillas, con las manos juntas mientras que las recargaba en la cama y unas lágrimas de cocodrilo salían de sus ojos.
-Sasuke deja de insistir, ya he dicho que no quiero hacerlo y no lo vamos a hacer – Naruto se cubrió con las cobijas, dándose la vuelta en la cama para quedar de espaldas al Hatake.
-Naru amor eres muy cruel – Sasuke se había levantado de su dramática escena, mientras que se acostaba a un lado del rubio tapándose con las cobijas, se acerco lo suficiente al cuerpo del rubio, acerco sus labios al lóbulo de su esposo – Por favor amor – Rogó.
-Sasuke lo hemos hecho todas las noches, y no se tu, pero yo si me canso – Rujió molesto, desde que el Hatake le había puesto como el asistente del abogado Yakushi Kabuto, todos los días Sasuke solo quería hacer el amor y él ya se estaba cansando de eso y su parte baja también.
-Pero… pero…
-Pero nada, he dicho que no, y no es No – Se cubrió con las cobijas, Sasuke sonrió maliciosamente, coló sus manos por debajo de sus cobijas y la fue deslizando hasta el cuerpo acanelado del rubio, pero cuando llego se decepción.
-Me creías tan tonto para no dormir protegido – A pesar de que Naruto no salió de su “protección” podía imaginarse que clase de cara Sasuke estaba poniendo – Además tu tienes que llegar temprano, ¿Mañana llega la sobrina de tu jefa no?
-Hai – Contesto con pesadez.
-Tienes que dar un buen ejemplo, tal vez te promuevan – Dijo con un tonito alegre – Y a mi me toca el turno de la mañana a si que buenas noches amor.
-¡¡NO quiero, quiero hacerte mío Naru-chan, te quiero, te quiero, te quiero….!! – Y así continuo el berrinche de Sasuke hasta que se quedo dormido, por que Naruto no cedió ante ninguna amenaza, suplica