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La Gravedad del Amor por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Maki Murakami.

 

Se podría decir que está basado en "El de la mala suerte".

Notas del capitulo:

Hola, aquí con un fic un poco largo (más de un cap.)... espero que les guste. Como irán descubriendo, los títulos no son lo mío.

 

 

La gravedad del amor

I

 

 

 

Una tarde cualquiera, un bar cualquiera, un día… lunes. Un perfecto inicio de semana, ¿A quién se le puede sorprender en un bar en pleno lunes? ¿Alguien con resaca? ¿Alguien que se verá con un amante? ¿Alguien que… tiene el corazón roto en mil pedazos?

En la mesa del fondo, lejos de las ventanas que difuminaban los rayos del sol, se encontraba un joven tumbado en ella… su cuerpo hacía un esfuerzo por no caer del filo de la silla en la estaba medio sentado. Absorto en su propio mundo. El barman le miraba de reojo mientras hacía inventario de las bebidas. El radio en una estación local de fondo acompañaba con melodías de antaño para un rematar un ambiente deprimente.

Las campanillas del pequeño local sonaron para dar paso a un par de chicos que entraron apresurados en busca de un escondite, al parecer, estudiantes que se saltaban las clases. Al asegurarse que nadie les ha seguido rieron estruendosamente, jugando entre ellos: un par de insultos, un par de golpes y bufidos de superioridad. Se acercaron a la barra, pidieron cervezas y mostraron su identificación para tranquilizar al barman con eso de la mayoría de edad para ingerir alcohol. 

El leve escándalo que solo dos estudiantes pueden hacer, atrajo la atención del joven olvidado en la mesa del rincón. Se movía lentamente, se aseguraba de no caer a causa de su incómoda posición, parecía  sujetarse la cabeza con ambas manos, cubrió sus azabaches cabellos con la capucha de la sudadera holgada que usaba y se levantó con cuidado. Se acercó a la barra y tomó asiento junto a los chicos que seguían en su barullo.

--Saben, ustedes me recuerdan a un par de amigos de la infancia. Por la forma en que se llevan me imagino que ustedes similares: mejores amigos, camaradas de fiesta, el soporte del otro… prácticamente la otra mitad. –decía bajito.

Los chicos intentaron no prestarle atención, la voz del joven se escuchaba ahogada, tal vez aún esté borracho pero, lo que captó su total interés fue la descripción que dio. Su amistad, en efecto era muy fuerte y desde los primeros años que se enfrentaron al terrible mundo: preescolar.

--Oye amigo, sólo somos amigos. –dijo uno de ellos. Era más alto que su compañero, castaño claro, de ojos negros. –Eso de la otra mitad podría tomarse mal.

--No necesariamente. Esos amigos que me recuerdan también eran sólo amigos, eso no les quitaba el calificativo de ser la ‘otra mitad’; hay muchas formas en realidad, ellos sentían ser la otra mitad, no había secretos, no había prejuicios… eran simplemente ellos. La ‘otra mitad’ a la que tú te refieres es en el ámbito amoroso y, aunque muchos lo nieguen, incluso a tu pareja le tienes secretos… Cuando encuentras a tu otra mitad, no hay secretos, sólo eres tú mismo; hay sueños, ambiciones y un sinfín de aspiraciones que se comparten. Y en esa otra mitad, sólo hay apoyo y comprensión.

En la radio empieza una canción que absorbe al joven, el ritmo le recuerda todo esa etapa de aventuras y diversión en cada esquina. Sonríe. Y sigue con su narración al ritmo de la pegajosa melodía.

 

 

La gravedad del amor

I

La vida loca

 

 

 

Un par de chiquillos corrían por los enormes pasillos del preescolar, un niño con el pelo rosa y uno con el pelo rojo, ambos corrían se su maestra quien amenazaba con castigarlos por la broma realizada, por fortuna, ese par de mocosos tenían el escondite perfecto donde estarían hasta la hora en que sus padres irían por ellos.

Entraron los niños a su escondite con la respiración agitada, luego de tranquilizarse se miraron a los ojos, el pelirosa poseía unos hermosos ojos amatistas mientras que el pelirrojo poseía un par de azulados iris, y luego rieron como sólo los niños suelen reír… rieron hasta que el dolor de estómago los dejara en el suelo.  Después de unos minutos se sentaron y comenzaron a rememorar la broma que habían jugado a sus compañeros.

--¿Viste a Lin? Casi se hacía pipi, jajaja y Haru jajaja se escondió jajaja bajo el escritorio de la maestra jajaja –intentaba decir el pelirosa.

--¿Qué? No vi, jajaja pero la maestra casi se pone a llorar con todos lo demás jajajaja. –Aseguraba el pelirrojo.

Después de una segunda, tercera y cuarta ronda de risotadas lograron calmarse un poco. Así eran ellos, simplemente ellos, reían de sus travesuras y se escapaban de clases, disfrutaban uno del otro desde el primer día que intercambiaron miradas en el primer día de ‘escuela’.

--Shu, dime ¿qué quieres ser cuando seas grande? –preguntó el pelirrojo que miraba un cuadro con muchas personas que se dedicaban a hacer cosas diferentes.

--Mmm pues más alto que tú, Hiro… ¡Ouch! –Shu se sobaba la cabeza por el golpe de su amigo.

--Ni sueñes, siempre seré más alto que tú. –dijo con una gran sonrisa y una pose de victoria total.

--¡Oye! –se quejaba Shu –Entonces, seré… cantante, sí eso es. ¡Me convertiré en un GRAN cantante¡ y así no podrás estar a mi nivel jajaja.

--Naa, no importa en lo que te conviertas, siempre, SIEMPRE yo seré más alto que tú. –afirmaba Hiro. Ante el mutismo de su amigo se acercó a él. Agitó una mano frente a su rostro y seguía sin pestañar siquiera.

--¡¡Ya sé!! –gritó el pelirosa derribando del susto a su amigo –Hiro, tú estarás conmigo, tú tocas y yo canto y los dos seremos grandes ¿Qué te parece? ¿Verdad que soy genial? ¡Así estaremos juntos! Y seremos grandes y cantaremos y tocaremos y estaremos juntos por siempre ¿Qué dices? ¿Quieres ser el mejor amigo de un cantante? –hablaba rápidamente el pequeño pelirosa a un Hiro aún en el suelo. Era una suerte que Hiro entendiera al escandaloso Shu.

--Está bien, está bien ¿Qué tocaré entonces? –decía el pelirrojo contento con el sueño de su amigo.

--Mmm, ¡Todo!

--¿Qué?

--Tocarás todos los instrumentos para que puedas acompañarme en todas las canciones que escriba sin importar si es muy ruidosa o muy lenta o como esos luchadores de sumo que cantan en la tele… -brincaba de gusto el pelirosa alrededor de Hiro hasta que fue interrumpido.

--Shu, los luchadores de sumo no cantan en la tele.

--A que sí, pero no entiendo lo que dicen… gritan, ¡Eso es, gritan!

--Shu… un día me los enseñarás. Ahora ponte a escribir las canciones. Si yo tocaré todos los instrumentos entonces tú tienes que escribir todas las canciones que cantes.

--¡Sí! Iniciaré ahora mismo. –dijo un pelirosa con una hoja de papel y un crayón salidos de la nada.

Aun así de pequeños, iniciaron con su sueño de tocar y cantar juntos. Los años pasaron rápidamente, en cada uno de ellos ese par de chiquillos seguía haciendo travesuras a sus compañeros, a sus maestros y a sus familiares pero, nunca se olvidaron del sueño en que estuvieron de acuerdo en su escondite de preescolar.

Trabajaban en su sueño cada día, entre broma y broma, entre castigos y reprimendas, ambos se dedicaron a su papel a tal grado que en secundaria, ya daban mini conciertos para sus compañeros de clase y para la escuela entera.

--¡Hola a todos! Espero que disfruten nuestra presentación, hoy les mostraremos una nueva canción. 

 

La reina de la noche

La diosa del vudú

Yo no podré salvarme

¿Podrás salvarte tú?

 

 

Tal como lo dijeron esa vez. Shu escribía las canciones y cantaba, Hiro tocaba varios instrumentos pero su favorita era la guitarra y siempre veía la manera de que Shu la incluyera en la canción… pero, también había que aceptar que no siempre estaría ahí, pero sí el bajo.   

 

La tela de la araña,

La uña del dragón

Te lleva a los infiernos

Ella es tu adicción

 

 

Shu inició moverse sobre su escenario ficticio acercándose a sus compañeros y compañeras de escuela mandándoles una que otra mirada coqueta.

 

Te besa y te desnuda

Con su baile demencial,

Tú cierras los ojitos y te dejas arrastrar,

Tú te dejas arrastrar

 

 

En éste punto, intentó bailar al ritmo de la canción que tenía eufóricos a los presentes. De vez que cuando miraba a Hiro y sonreía, había alegría en su mirada… esa mirada donde le hacía saber que cada vez avanzaban un poco más. Esa mirada también hacía sonreír a Hiro.

 

Ella qué será

She’s livin la vida loca

Y te dolerá

Si de verdad te toca

 

 

Shu bailaba extremadamente bien a los ojos de sus compañeros, la energía que esparcía con la canción volvía locos a sus espectadores, y como en cada espectáculo, se acercaba a Hiro y bailaba para él. Por alguna razón, en esta parte de sus presentaciones, sus compañeras comenzaban a gritar eufóricas además que atraía a más espectadoras por lo que Shu y Hiro decidieron hacer algo similar cada que se presentaran ante sus locas compañeras.  

 

Ella es tu final

Vive la vida loca

Ella te dirá

Vive la vida loca

 

 

Al término de su presentación un hombre pidió hablar con ellos. Hiro le dijo a Shu que había enviado un par de sus pistas a las disqueras locales y que ese señor le había llamado muy interesado en escucharlos en vivo por lo que lo había invitado. Shu sonrió. El hombre se presentó como Thoma Seguichi quien les ofreció un contrato. Ambos amigos, bastante serios, escucharon la oferta, aclararon un par de puntos y aceptaron.   

 

Vive la vida loca

She’s livin la vida loca

 

 

Cuando se aseguraron de estar a solas, comenzaron a celebrar como si no hubiera mañana. Saltos, gritos exagerados, porras, bailes raros, incluso un par de lágrimas de felicidad se asomaron en sus rostros. Al fin su sueño iniciaba a lo grande.

 

Se fue a New York City

A la torre de un hotel

Te ha robado la cartera

Se ha llevado hasta tu piel

 

 

Un año antes de graduarse de la secundaria, tanto Shu como Hiro iniciaron con clases privadas donde se incluían conocimientos referentes a la música. Ensayaban por las tardes y fueron presentados a un nuevo integrante llamado Suguru. Con los tres integrantes formaron un grupo. Perfeccionaron las canciones que ya tenían y Shu escribía más. Hiro aprendía a tocar más instrumentos y Suguru se encargaba de los ritmos, coordinación y otros detalles importantes.

 

Por eso no bebía

De tu copa de licor

Por eso te besaba con narcótico sabor

Es el beso de calor

 

 

Iniciaron las presentaciones al público. Se daban a conocer en centros comerciales, plazas públicas y eran teloneros de otras bandas de la misma disquera para la que trabajaban. En acuerdo con Thoma, volvían a su antigua escuela para continuar con la publicidad. Sacaron su primer disco. Un emocionado Shu escribía tantas canciones como para un álbum completo. Hiro siempre andaba con su amigo, aprendían juntos y convivían con Suguru para hacerlo sentir parte de ellos.

 

Ella qué será

She’s livin la vida loca

Y te dolerá

Si de verdad te toca

 

 

A pesar que estaban todo el día en la disquera, lo que más les costaba trabajo eran las clases que debían cubrir para poder dar por terminado la secundaria. Bueno, Shu era quien sufría y más ahora porque no podía escaparse de las clases…

 

Ella es tu final

Vive la vida loca

Ella te dirá

Vive la vida loca

 

 

Todo iba bien, su popularidad subía, se presentaban en estaciones de radio donde realizaban concursos para pasar días con las ganadoras, ganar discos con dedicatorias hasta conciertos privados en sus casas.

 

She’s livin la vida loca

Vive la vida loca

 

 

Un par de muchachos corrían por las calles, escapaban de un grupo de fanáticas que no se conformaban con los autógrafos que se animaron a firmar, un lindo pelirosa y un pelirojo de larga cabellera, corrían con el objetivo de seguir con vida. Trataban de esconderse en locales a su paso pero luego salían a toda velocidad con más fanáticas que se unían a la persecución. Estas persecuciones les resultaban de lo más divertido, peligrosas pero divertido.

 

Te besa y te desnuda

Con su baile demencial

Tú cierras los ojitos  y te dejas arrastrar

Tú te dejas arrastrar

 

 

Un par de entrevistas para revistas, otras más para radio con mayor alcance y una en televisión. Las preguntas para darse a conocer, preguntas comunes y otras un tanto incómodas. Las que más trabajo daba contestar era las que hacían sus admiradoras por vía telefónica o directamente cuando había público en eso programas, ellas pedían saber a detalle la relación de Shu con Hiro. Por órdenes de Thoma, ya no debían de ‘jugar’ lo que solían hacer en sus pequeñas presentaciones, no ahora que iban en ascenso.

 

Ella qué será

She’s livin la vida loca

Y te dolerá

Si de verdad te toca

 

 

Un segundo disco, una mayor aceptación del público y conciertos donde ellos eran el número principal. Firmas de autógrafos, presentaciones sorpresa en las plazas y centros comerciales como hacían al principio. En su secundaria aún se presentaban en los festivales aunque ya solo faltaba un solo evento a realizar: la graduación.

 

Ella es tu fina,

Vive la vida loca

Ella te dirá

Vive la vida loca

 

 

Más que trabajo, lo que vivían era un sueño, el sueño que inició en preescolar. Todo era diversión. Todo era entusiasmo. Todo era lo mejor que les había pasado. Todo era perfecto. Y en la culminación de sus obligadas materias de secundaria se tenía que festejar a lo grande, ¿Dónde mejor en su antigua escuela y con sus compañeros? Sería un concierto de graduación y también el concierto que daría inicio a una gira.

 

Vive la vida loca

She’s livin la vida loca

 

 

Con un movimiento más en el baile de Shu, la canción terminó. Sonreía y saludaba desde su escenario, un escenario de verdad.

--¡¡Muchas gracias!! –gritó emocionado Shu. Se acercó a Hiro y con la mirada se dijeron todo.

>>A todos ustedes muchas gracias… como pueden ver, ésta fue la canción que muchos de los presentes fueron los primeros en escuchar… –el público seguía eufórico –y, como esta escuela es muy importante para nosotros… elegimos iniciar nuestra primera gira desde aquí. Realmente esperamos volver a vernos.

Con una sonrisa se despidieron. Ese fue el inicio de su fama en lo grande. Ese fue el inicio de la carrera musical de Bad Luck.  

 

 

 

:     :     :     :     :

 

--¡Bad Luck! –exclamó el barman. Ante el sutil asentimiento del joven encapuchado prosiguió –es una gran banda, mi hermana es una muy fan de ellos.

--¿Enserio son tan famosos? –preguntó el chico castaño.

--A ti ni te gusta la música ¿Qué vas a saber de ellos? –dijo su acompañante, tenía el pelo negro y ojos azules, era visiblemente más bajo que el aludido –Conozco algunas de sus canciones, sé que están en un descanso ¿No es así?

--Cierto. Tomaron un descanso. –Contestó el encapuchado.

--Y ese Shu… ¿Logró crecer más alto que Hiro? –indagó el castaño.

--…No, sigue siendo más bajito que Hiro. –Después de pensarlo, el encapuchado se permitió reír de ese detalle.

--¿Qué pasó con ellos? –se atrevió a preguntar al barman mientras se sentaba frente al encapuchado.

--Pasaron muchas cosas, entre ellas, Shu conoció al que sería su otra mitad en el amor.

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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