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You and Me~ por Suzuki Sakamoto

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Notas del fanfic:

Bien, comenzaré explicando pequeños detalles. Lo que leerán a continuación no es nada más y  nada menos que un songfic, basado en el tema: Sen no yoru wo koete, de Aqua Timez.

Este fic no solamente lo hice con un fin personal (Poder escribir por primare vez de mi OTP.) notarán que hice algunos cambios, pero no son demasiados. Igualmente porque deseaba participar en el Cuarto Festival Literario SasuNaru, sin embargo, también  tiene otro fin: es un presente para una persona a la cual quiero demasiado. Les diré que es un gran apoyo para mí, es quien me manda a dormir y sabe hacerme feliz y estar ahí cuando más la necesito. Señorita Jeri ¡Feliz Cumpleaños!

 

-Cuarto Festival Literario SasuNaru-

Quiero que tú me ames, pero no creo que lo hagas, me pierdo repitiéndome eso. Encontré una respuesta a ello, aun si estoy asustado, aun si estoy herido, le diré "Te amo" a la persona que quiero.

 

La cuarta guerra ninja había llegado a su fin aproximadamente cuatro años atrás, con ello se originaron cambios significativos en cada una de  las aldeas gracias a los Kages y por supuesto al que consideraban su gran salvador: Uzumaki Naruto. Este quien deseaba llevar la paz y armonía al mundo. Todo iba viento en popa, incluso parte de los habitantes de Konoha habían aceptado a aquel chico de cabellos azabaches que tiempo atrás había abandonado su aldea, y aunque la mayoría lo juzgaba y señalaba; sólo aquél rubio de ojos similares al cielo, sabía con seguridad el porqué de sus decisiones en aquel entonces. Este jamás había dudado de él. Se encontraba lo bastante seguro de sus palabras donde afirmaba que haría regresar a Sasuke  a su aldea natal, justamente como lo había hecho.

 

Dobe.

 

Llamó Sasuke al ojiazul con completa naturalidad, e incluso con aquel timbrar distante que le caracterizaba. En aquel instante Naruto se mantenía con la mirada fija al horizonte, disfrutando de aquella hermosa vista que le brindaba al encontrarse sobre los rostros de los Hokages.

 

¿Cómo sabías que estaría aquí, teme?

 

Aquella sonrisa en el rostro de Naruto jamás podía faltar, incluso en los momentos que peor se encontraba. Aún no asimilaba el hecho de haber perdido tantos seres queridos en la guerra, haberse despedido de su padre, como de su madre que hubieron sido revividos con el Edo Tensei. Después de compartir largas horas en la batalla con ellos resguardándolo a cada segundo, era claro que esperaría tenerlos a su lado un poco más, acompañándolo como la en la infancia no pudieron hacerlo por culpa de aquel zorro que se encontraba sellado en su interior, mismo con el que había generado grandes lazos. El Uzumaki ya no se percibía asimismo como un demonio, sino como un ser humano, un ninja que contaba con un fuerte aliado llamado Kurama.

 

Porque te gusta venir aquí. Lo haces cuando quieres llamar la atención, lo hacías cuando estábamos en la academia, usabas estos rostros como lienzos.

 

Aunque Sasuke quisiera bromear un poco con el rubio aquello se asemejaba más a un regaño, por lo que el agredido no tardó en protestar tras ponerse de inmediato de pie.

 

— ¿Sólo crees que he venido aquí para llamar la atención, Sasuke? — Bufó con los puños cerrados. — ¡Eres un idiota!

 

Y poco antes de que el azabache pronunciara algo, el menor de ambos se había marchado de aquel sitio. Después de todo era el hijo del yondaime y aunque algo tarde y no de una manera perfecta (como la de su padre) había aprendido aquella técnica que daba a conocer al rayo amarillo de Konoha.

La vena cercana a la sien del Uchiha comenzó a palpitar luego de la reacción del más bajo ¿Tan nervioso lo tenía el nombramiento como Hokage? ¿Qué no era lo que esperaba desde que era un pequeño? ¿Nervioso? Nervioso se encontraba Sasuke, aquél quien siempre tenía todo en orden, todo en sus manos. Negó con suavidad, y se dispuso a buscar al nuevo líder de su aldea, por supuesto, sin necesidad de mencionarle nada nadie y mucho menos a la quinta, ya que la rubia daría el grito en el cielo, y llevaría al de ojos oscuros tres metros bajo la tierra si algo le llegase a ocurrir a su apreciado Naruto.

 

¿Me amas o no me amas? Me da igual la respuesta, pero necesito saberla.
No importa cuanto lo desee, hay muchas cosas en este mundo, que no pueden cambiarse ¿Verdad? Esa es la realidad, porque sólo el hecho de amarte es una verdad que nadie podrá cambiar jamás.

 

«Te observo, no como quisiera hacerlo,  no como indican que es lo correcto, te miro y jamás te das cuenta; pero no importa ya que podría hacerlo hasta que mis ojos se inunde de mar… Te miraré incluso cuando pueda encontrarte por  al aroma de tus resplandecientes cabellos ¿Lo entiendes?» Aquel discurso interno se repetía el Uchiha desde hace bastantes años, el mismo había cambiado en ocasiones ¿Cómo llegar al ojiazul cuando él no era el mejor con las palabras? Deseaba desestabilizar a su amado dobe con tan sólo pronunciar ¿Pero cómo hacerlo cuando unos segundos antes de confesarse el rubio había escapado frente a sus ojos?

 

Te quiero decir que atravesé miles de noches y es porque tenía algo para decirte. Quiero que tú me ames, pero no creo que lo hagas, me pierdo repitiéndome eso. Tengo miedo a expresar mis sentimientos con palabras, pero le diré "Te amo" a la persona que quiero.

 

El azabache recorrió Konoha entera, incluso fue a Ichiraku, donde tal vez Naruto intentaría calmar su rabia devorando tazón tras tazón de ramen, pero no, él no se encontraba en dicho lugar. Con el entrecejo fruncido continuó su búsqueda, sí, el cómo todo Uchiha no daría paso atrás. Se encontraba decidido; aunque habían transcurrido bastantes años para que se animara a declararse a aquel joven con el cielo en los ojos.

 

—     ¡Hokage-sama! — Exclamó aquella chica de piel extremadamente blanca y largos cabellos rubios, esta que últimamente seguía a todas partes al ojiazul ¿De dónde había salido? Se preguntó el azabache que miraba la escena con una mirada asesina, de aquellas que con tan sólo imaginarles te pondrían a temblar y lograría que salieras corriendo despavorido; ello sería la mejor opción para conservar tu vida. Se podía asegurar que las llamas del amaterasu no eran nada comparado con aquel fuego que fulminaba de los ojos del Uchiha.

 

Si bien Naruto aún no era presentado oficialmente ante la aldea como el nuevo Hokage, ello no dejaba de lado que todos los habitantes ya tenían conocimiento de dicha decisión, no por nada, desde semanas anteriores se encontraban alistando todo para el gran día.

 

—     Sayumi-chan. Tiempo sin verte. — La sonrisa avergonzada de Uzumaki se hacía presente de inmediato, aún no se acostumbraba a ser llamado por su nuevo cargo.

 

—     ¿Por qué te sonrojas usuratonkachi? — Mencionó internamente el azabache.

 

 

 

Sin duda a Sasuke le molestaba de sobremanera no ser él quien causará reacciones en el más bajo ¿Y por qué o cómo una chica podía hacerlo sin el mínimo de esfuerzo? Para suerte del poseedor del sharingan hacía bastante tiempo que se había “Desecho” de la pelirosa de la cual Naruto se enamoró en su infancia; un golpe bajo para su persona. ¿Y qué decir de la chica de ojos blancos? Hynata, aún le parecía más molesta que la misma Haruno, siempre con aquel tartamudear y sonrojos excesivos; nuevamente la suerte una vez más estuvo de su lado ya que Kyba Inuzuka sorprendió a medio Konoha tras anunciar la relación que habían iniciado con la tímida heredera del clan Hyuga luego de las últimas pruebas chunin.

El Hokage continuó aquella charla por unos minutos más, entre divertidas risas y un par de sonrisas por ambas partes. Evidentemente la vena cercana a la sien del pelinegro se encontraba a punto de reventar, su paciencia se agotaba, pero debía contenerse, aunque no lo hiciese por demasiado tiempo. Se rumoraba que aquella rubia tenía intenciones de tener algo más con el nuevo Hokage, sí, algo más que una simple amistad: una relación.

En el momento que Sasuke no pudo más, con aquella mirada fría al igual que su hablar se presentó enfrente a ambos.

 

—     Te dije que teníamos que hablar estúpido dobe. ¿Acaso tengo que perseguirte por toda la aldea para hablar contigo? ¡Solamente te pedí que me escucharás y te largas usando esa maldita técnica!

 

Lo dicho no le sorprendía para nada a Naruto. Aunque sin lugar a dudas algo estaba sucediendo ahí, demasiada insistencia por parte de Uchiha Sasuke. En comparación suya, la rubia a su lado manifestó la molestia que la presencia del azabache le provocaba, no solamente por el tono y la forma en la que le habla a su acompañante.

 

—     Quizá no quiere estar más tiempo contigo. —Aseguró afirmándose de uno de los brazos del supuestamente agredido: Naruto. Pero antes de que el fúrico y cambiante Sasuke respondiera, el rubio se disculpó dedicando una sonrisa a la contraria y sin mencionar más sobrepuso la diestra en el hombro de aquel tan ruidoso y molesto hombre;  nuevamente había hecho uso de aquella técnica con la que momentos atrás había escapado.

 

La alegría de habernos encontrado en este mundo tan grande, no puede expresarse con palabras, por eso  solo sonreímos, cantando al colorido transcurrir del otoño ~ un do-re-mi, dando la espalda al invierno y esperando los rayos del sol de primavera para poder proteger la nueva vida que nos espera.

Cuando recuerdo de dónde vengo y hacia dónde voy, me doy cuenta de que siempre fui un cobarde. Cuando miré hacia atrás, vi  que siempre tuve ojos tímidos, quiero enfrentarlo pero no puedo ser honesto.

Esos días en los que no podía amar abiertamente se repetían. Yo, que odiaba estar solo, esos días sólo quería amar a alguien que no lastimara.

 

—     ¿Para qué me trajiste aquí, dobe?— Preguntó Sasuke una vez que ubicó en sitio en el que ahora se encontraban.

 

 

—     ¿No eras tú el que quería hablar con demasiada insistencia? ¿Qué me dirás Sasuke? ¿Acaso estás planeando irte de nuevo? Si lo haces… Si lo haces nuevamente ya no iré por ti.

 

¿Realmente Naruto podía ser tan despistado? ¡Por favor! Él era la verdadera razón por la que el azabache había regresado a Konoha. Sasuke respiró profundo conteniendo las ganas de querer estrangularlo. Respira, respira…  Después de todo tú tienes la culpa por enamorarte de un idiota como este.

 

—     Al menos déjame hablar, dobe. — ¿Qué sucedía? El Uchiha se encontraban sonriendo torpemente, y aun así expresaba con tranquilidad.

 

 

—     … ¿Estás… Sonriendo? — Preguntó el ojiazul desconcertado, no sabía si temer o asegurar que en el contrario algo se encontraba mal.

 

 

 

—     ¡Te amo, Usuratonkachi! — Expresó luego de sujetar al rubio del cuello de la prenda que portaba aquel día. — ¡Sólo te pones a hacer conjeturas tontas, así como tú! ¿Por qué me iría? ¿Acaso tengo necesidad de hacerlo? ¿Para qué alejarme nuevamente de ti? ¿Crees que estoy dispuesto a esperar que a algún loco le pase por la cabeza tenerte únicamente para él?

 

Sin lugar a dudas había sorprendido al nuevo Hokage. Una confesión ello era lo que estaba presenciando. Torpemente llegó a reaccionar y aunque la posición en la que se encontraban le impidiera un poco abrazar al mayor de la manera correcta, ello no le importó y con ambos brazos se afirmó al cuerpo ajeno.

 

 

—      Debiste haberlo dicho hace tiempo. —Reprochó el rubio; palabras que sin dudas podrían generar temor en cualquiera. ¿Acaso su tiempo había expirado? ¿Ya no tenía una mínima oportunidad para iniciar una vida con Naruto? ¿La rubia de momentos atrás le había ganado el corazón de aquel obstinado? Si no fue ella seguramente había sido alguien más.

 

 

—     …Lamento haber dem… — Y por fracción de segundos, antes de terminar dichas palabras sus sentimientos fueron correspondidos con un dulce y puro beso. No era la primera vez que probaba aquellos labios, pero si, era el momento en el que sus sentimientos eran puestos en primer lugar, perdiendo aquel temor que durante años no le permitió encarar a su rival, amigo y más. Por fin lo había dicho, un deslumbrante y esperado te amo.

 

 

Después de miles de noches, iré a buscarte ahora, porque hay algo que debo decirte.
Aunque estos sentimientos no llegan a ti, decirle "Te amo" a la persona que quiero es la cosa más maravillosa de este mundo.

 

Notas finales:

Si han llegado hasta aquí es porque no han salido decepcionados -Eso quiero creer.- Como mencioné antes, este es mi primer fic sobre ellos, algo complicado ya que el temor se siente hasta al escribir.

Si es que llegaron a notar algún error me disculpo por ello, en esta ocasión no tuve Beta, así que leí y releí el texto infinidad de ocasiones para que no tuvieran errores, sin embargo, no niego que pueda existir alguno.

Como siempre sus comentarios son bien recibidos y me animan bastante c:


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