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Entre demonios y otras cosas por hideky

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Notas del fanfic:

Hola hoy vengo recargada con los fics, tengo que hacer lo se

pero por ahora acepten estas pequeñas historias por favor.

 

Notas del capitulo:

Los personajes pertenecen a Matsuri hino

Este es el internado para donceles y doncellas, Academia Cross…"

Un hermoso día soleado alegraba a las jóvenes y jovencitos que conversaban tras haber asistido a la misa diaria, sin duda un día perfecto...

Lirio Blanco!…— un hermoso peli plata rondaba el bosque de la escuela.

Su curvilínea figura destilaba sensualidad, elegancia, su cabello plata rebelde acariciaba su rostro, su piel blanca como marfil, suave a simple vista, las enigmáticas orbes amatistas, miraban todo con indiferencia, sus rasgos finos y delicados, resaltaban su belleza de tal forma que parecía un hermoso ángel.

Lirio Blanco!…ven preciosa, te he traído un par de manzanas.— el joven frunció el ceño ante la nula respuesta, tras soltar un suspiro frustrado decidió volver a casa, no sin antes recoger su inseparable libro que había dejado en la sombra del arce*.

Si Lirio Blanco no aparece juro que te quemare — amenazó al libro para seguir su camino, este libro era grande, con un forro de cuero rojo cobrizo, los bordes eran negros, tenía una especie de sello en el centro y su misterioso contenido era custodiado por una extraña cerradura.

El sol le irritaba por lo que decidió tomar el atajo por la iglesia— Hmp…ahí van nuevamente, adorando a Dios, la misa es la máxima cúspide de la idolatría — susurro con arrogancia encaminándose al pasaje cercano que lo llevaría a casa, no pudo ni pestañear cuando se encontraba en el suelo, siendo asfixiado (abrazado) por un doncel mayor, este era un poco más bajo que Zero, su cabello largo hasta la cintura, ojos color miel y piel ligeramente tostada.

¡Zero! ¡Mi hermoso hijo! — apachurro el mayor llamando la atención de todos los alumnos y algunos profesores.

Auch…ten un poco más de cuidado director — reclamó Zero recogiendo el libro para ponerse de pie, inconscientemente revolvió su cabello de forma "sexy" ante la mirada de los presentes, Zero poseía movimientos con una delicadeza y elegancia felina, sin duda era un ángel.

¡Noooooooo! ¡Mi hijo no me dice oto-san! — lloriqueo el doncel mayor.

Una pequeña venita se resaltó en el inexpresivo rostro del albino.— ¿Aún no ha llegado Yagari oto-san no es así? Siempre te pones sensible cada que sale de viaje al Vaticano — afirmó para sí mismo el menor sacudiendo el polvo de su ropa — como sea debo alistar mis cosas si me retraso media hora llegaré tarde al Instituto — hablo fijándose en la hora de su reloj en la muñeca. —¿qué sucede? ¿Por qué esa cara? — inquirió apacible al ver la cara de cacharro apaleado de su padre adoptivo.

No has considerado la idea de terminar de estudiar aquí — propuso el director con ojitos.

Papá, sabes que aquí soy "muy amado" por mis compañeros — comentó con sarcasmo Zero tendiéndole la mano al mayor— y ya  no quiero lidiar nuevamente con otro profesor pervertido por intentar darme clases de "Anatomía", el último término en el hospital por causa de Kaito, tuvo la suerte de que Oto-san no estuviera y que tu y yo fuéramos dopados por Shizuka-sensei para no matar al sujeto — recordó divertido.

Zero pudo notar como los ojos miel de su padre adoptivo adquirieron un brillo asesino.

Pero!… transferirse aun internado mixto no es una opción considerando el porque te vas — refuto el director infantilmente.

No hay porque preocuparse, Aidou y Shiki también vendrán, sumando que Yuki, Ruka, Takuma y Akatsuki estudian ahí — tranquilizo Zero.

Takuma y Akatsuki son varones ellos podrían…—

Akatsuki sale con su primo Aidou y Takuma con Shiki no tienes que  preocuparte, tengo a cuatro mamás gallinas y a dos hermanos mayores sobre protectores — calmó la paranoia del mayor.

Cross se relajó su expresión volviendo a su carácter jovial— Cuídate mucho ¿si? — pidió con una suave sonrisa — tu hermano habría querido ir a dejarte pero a retrasado su misión por Kaito o algo asi entendí —

No te preocupes voy a estar bien — fue la última palabra del menor antes de empezar a andar.

Cross observó la silueta de su hijo con nostalgia, Yagari y él en una de sus misiones se habían encontrado un caso misterioso, al llegar a la mansión habían encontrado al pequeño Ichiru  en su habitación, cuando iban a abandonar la mansión un llanto proveniente del sótano captó la atención, al bajar encontraron al padre poseído levantado una daga contra el bebé "muere pilar  de Dios" era lo único que repetía el hombre, Cross sabía que no llegaría a detener el asesinato  reprimió un lastimero grito al ver en cámara lenta la horrorosa escena por suerte  su amado esposo  detuvo al hombre disparándole en la muñeca, para sorpresa de ambos, el hombre obtuvo el control sobre si y al ver lo hecho quedó destrozado "cuiden de Zero e Ichiru" fue lo último que dijo el hombre antes de que una peligrosa fuerza elevara el cuerpo y quebrase cada hueso del hombre, la familia Kiryu había sido víctima de una maldición; envidia y tal vez algo más abría sido el motivo de aquello; volvió a la realidad fijando su vista en Zero.

¡Espera Zero! — detuvo al ver un libro conocido para él.

Zero sólo siguió su camino.

Cross fijo su vista nuevamente en el libro "Las Crónicas De la torre" logró leer con alivio, por un momento pensó que su hijo había logrado dar con "la herencia prohibida de los Kiryu".

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"Soy Kiryu Zero o  Blody Rose…primogénito de la familia maldita Kiryu"

Zero caminaba por los pasillos de la casa, sujetaba el libro bajo su brazo mientras se dirigía a descansar en el cómodo sofá del salón.

"Fui adoptado por Yagari Touga y Kein Touga…los mejores exorcistas del Vaticano"

Al fin abandonaré esta estúpida escuela, la monotonía me está matando— susurro mientras cubría su rostro con el ante brazo.

El libro que reposaba en su vientre se abrió mientras aparecían  varias cadenas junto a una silueta.

"Soy un doncel, gracias a un accidente  firme un contrato con el demonio  Kaname"

Odias mucho a los envidiosos e hipócritas de tus compañeros ¿no es asi Zero? — pregunto el dueño de la silueta con una ronca y sensual voz, el joven vestía de negro, era una apuesto varón de cabello chocolate hasta los hombros, piel cremosa, ojos vino, facciones coquetas, hombros anchos, cuerpo formado.— ¿has podido despedirte de aquel equino mal educado? — inquirió tranquilo posicionándose sobre el pelo plata acariciando con adoración las mejillas del menor.

"Heredero de Lucifer y…"

Kaname idiota bajate, pesas — refunfuño el pelo plata dando leves golpes en el pecho al moreno.

"Un maldito pervertido acosador"

Mm, no quiero, necesito recargar — declinó el demonio  con una coqueta sonrisa lamiendo el cuello de Zero mientras deslizaba sus traviesas manos hasta la fina cintura del menor.

NNHH…— gimió bajito cubriendo con ambas manos sus labios para silenciar sus gemidos.

Los ojos de Kaname brillaron de forma juguetona, soltó una risita recorriendo la mejillas de Zero con la nariz.

¡Eh dicho que te detengas! — detuvo Zero con una venita  dándole una colleja al oji vino quien cayó de bruces al suelo.

Kaname soltó una risita mientras se revolvía el cabello — Aún no le has dicho a tu humano padre…— afirmó — ¿qué es lo que te detiene? — inquirió curioso.

Zero se reincorporó en el sillón con una mirada sería — Me detiene el hecho de que prácticamente robe la herencia prohibida de mi familia, o mejor dicho te robe e involuntariamente por una mera casualidad firme un contrato contigo Kaname — respondió colocando el libro a un lado de él.

Yo no creo que haya sido una mera casualidad más bien se trataría de  una  causalidad ¿no lo crees? — opinó el demonio con una enigmática sonrisa reincorporándose.

Zero arqueo una ceja ante la respuesta — hey, kaname… espero que tengas razón respecto de que  al volver a mi verdadero hogar encontraré las respuestas que necesito porque de no ser así juro que te meteré el libro por el trasero, por mentirme y por la desaparición de Lily— advirtió el menor con un aura terrorífica.

Vamos, vamos esa no es la forma en la que un "hermoso y fino" doncel de la Academia Cross se expresaría — calmó Kaname despreocupado — además, puede que ese equino con complejo de diva y yo no congeniáramos pero nunca le causaría algún tipo de mal — comentó apacible.

Bien es hora de ir ya, no debemos perder tiempo —  ordenó el menor tomando el libro para ayudar a poner de pie al oji vino — otra cosa más…no soy una maldita barbie plástica como estos ricos estirados — agregó con una venita y aura terrorífica apretando con una fuerza brutal el dorso de la mano de Kaname.

Vale, vale, entendí el punto — calmó con una sonrisa Kaname mientras sus huesos crujian — ahora… Kiryu-Sama, le he enseñado a pedir una orden ¿estoy en lo correcto? — recordó el demonio con voz y mirada  profunda al albino, jalando de la mano de este para sujetarlo en brazos.

S-si — susurro un poco abochornado el pelo plata por la cercanía — Kaname, te ordenó que me lleves a la mansión Kiryu y me protejas pase lo que pase — ordenó serio mientras un sello en su cuello brillaba.

Como ordene…Kiryu-Sama — acató el pelo chocolate acariciando con sus dedos el sello de Zero mientras en el dorso de su mano aparecía un sello igual.

Kaname elevó en brazos a Zero al estilo princesa y se dirigió a la puerta que se abrió sola para darles paso — sujétese fuerte por favor — ordenó al oído del menor soltando una pequeña risita al sentir el estremecimiento de Zero en sus brazos, Zero sujeto el libro con fuerza ocultando su rostro en el fornido pecho del moreno pero al recordar algo elevó su rostro clavando su vista en la espalda del castaño.

"Al igual que un ángel, Kaname lució sus sedosas alas negras, con elegancia y orgullo"

Aunque Zero no lo dijera, le habían impresionado aquellas alas desdé un principio, bellas, etéreas, elegantes, luciéndose siempre para ser admiradas; salió de su ensimismamiento para elevar su mano y atrapar una hermosa pluma azabache.

"sedosa" - la acarició entre sus dedos para luego guardarla en su chaqueta.—vamos, Kaname.

Kaname soltó una de sus tantas risitas antes de elevar vuelo y desaparecer.

…¥…
…¥…
…¥…

Un rubio de ojos azules se encontraba tomando una malteada mientras paseaba al lado de su novio, sonrió enamorado fijando su vista en las orbes de su pareja, unas hermosas orbes ámbar, rasgos varoniles, cuerpo fornido, su primo definitivamente era el hombre de su vida, soltó un suspiro mirando al cielo un hermoso manto celeste cubierto de nubes pomposas y un demonio con su amigo, casi hermano, en brazos;era perfecto…

Kain… — llamó serio a su primo al salir de su ensoñación.

¿Qué ocurre? — alentó curioso al ver serio a su dulce e infantil primo-amante.

Zero se a encontrado con él…— respondió jalando a su primo a un pequeño bosque cerca.

Aidou, ambos sabíamos que era imposible separarlos, por más que Kami-Sama haya enviado a su hijo a la tierra para que se olvidase de él, sabíamos que ambos ya habían consumado su unión, es por ello que estamos aquí, para ayudarles — recordó el mayor depositando un suave beso en los fresas labios de su amado.

Lo sé, por eso los cubriremos e visto que algo horrible iba a sucederle a ambos, informemos a Yuki-sama y los demás que se dirigen hacia ellos —  aviso el rubio extendiendo sus hermosos alas bicolor, una blanca y otra color negro.

De acuerdo — concedió su novio extendiendo imitando las acciones de su primo.

Ambos tomaron vuelo mientras por medio de una pulsera de oro blanco trataban de comunicarse — Yuki-Sama; Kaname-Sama y Kiryu-Sama se dirigen a la mansión — informó Aidou.

-"Entendido; seguramente Onii-sama piensa que yo puedo devolver las memorias de Zero, esta en lo correcto pero necesito tiempo, padre a enviado a Rido y sus dos ayudantes solo encargense de cuidar de Zero"-

Con certeza — respondieron ambos alzando vuelo.

Lejos de ahí, un pelo rojo marrón cobrizo de orbes bicolores y de hermosas alas ébano, acechaba al joven doncel que revisaba los alrededores, no muy lejos su sobrino.

Cheshire, Kou moveros ya — ordenó.

Sus dos acompañantes, un par de gemelos de brillantes ojos ámbar acataron la orden al instante. 
Kaname  quien se encontraba no muy lejos de Zero, sólo pudo escudarse con sus alas cuando una lluvia a afiladas plumas se dirigió hacía el.

Zero — llamó dirigiendo su vista al lugar donde estaba el pelo plata … se encontraba vacío.

Kaname endureció sus facciones, cuando iba a alzar vuelo, dos demonios gemelos se posaron en su camino.

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Zero dormía sobre el regazo de un bicolor que lo observaba con un enigmático brillo mientras acariciaba los suaves hoyuelos del menor.

Parece que esta vez he perdido — musito el taheño con una sonrisa burda, se acerco al pelo plata y deposito un suave roce de labios.

Haruka hará un escándalo — bromeó para luego volar con el menor en brazos.

Cheshire, Kou retírense — ordenó aterrizando bajo un frondoso árbol para dejar con delicadeza al menor.

Hasta nunca Zero — se despidió burlón.

Rido-Sama — oyó a sus espaldas, los gemelos estaban tras el haciendo una reverencia.

Con un pequeño movimiento de muñeca, Rido abrió un portal al momento que Zero despertaba.

Zero sólo pudo apreciar una seductora mirada bicolor enmarcada por un hermoso rostro decorado por una enigmática sonrisa.

Rido guiño el  ojo e hizo una señal de silencio, desapareciendo en un destello.

Zero sintió una extraña sensación de djvu al ver al extraño personaje, cerró los ojos un tanto agotado y los abrió al sentir los fornidos brazos de su demonio.

Kaname — llamó mientras era casi asfixiado por el abrazo del oji vino.

Vaya que sabes darme unos buenos sustos, tendré que atarte si es posible a mi cama para mantenerte a mi vista — comentó seductor el demonio.

Zero respiro hondo mientras una venita se le marcaba — aparta maldito pervertido — advirtió pegándole una colleja al mayor.

Onii-sama, no deberías molestar a Onii-chan — interrumpió una hermosa castaña idéntica a Kaname, de ojos chocolate y hermosas alas blancas.

Kaname sonrió y ayudo al doncel a incorporarse — Zero ella es mi hermana Yuki y también es la llave a tus dudas — presentó el demonio.

La joven sonrió y le tendió la mano al doncel, quien dudoso la tomó.

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Sus orbes se dilataron de forma felina ante el placer, sus cuerpos semidesnudos, llenos de deseo se fundían en busca de más contacto.

Kaname…— gimió Zero al oído del mayor.

Kaname elevó su palma posándola en la mejilla del albino con delicadeza, sus ojos brillantes de color carmín turbio, denotaban su sed por el doncel.

Zero de forma tímida hundió su rostro en el cuello del demonio al sentir unos largos dedos rodear su sexo seguido de un travieso dígito medio en su entrada, mordió sus labios reprimiendo un gemido, era demasiado vergonzoso mostrarse así frente a su amante.

El mayor soltó una risita recorriendo con la punta de su lengua el lóbulo izquierdo del pelo plata, el orgullo de su amado era lo que ponía más atractivo el encuentro.

Un segundo dígito, junto a una leve embestida.

Un pequeño grito de Zero, una sonrisa coqueta de Kaname.

Las palabras estaban demás para ambos, Kaname siguió con el tercer dígito, simulando pequeñas pero profundas embestidas en el húmedo interior de su amado.

Zero gimió para placer de Kaname, el menor dirigió sus manos temblorosas hasta la hinchada entrepierna de su compañero, envolviéndola y comenzando un suave vaivén, obteniendo un ronco gruñido del castaño.

El demonio trataba de reprimirse para no dañar al albino pero al parecer la tarea se le complicaba cada vez más, retiró sus dígitos para luego penetrar de improviso al menor, que soltó un pequeño grito apretando su entrada torno a su pene.

Ambos jadearon ante tal sensación, más… sólo deseaban más, por lo que una serie de profundas y lentas estocadas no se hicieron esperar por parte de Kaname.

Nublando por completo la razón de Zero, que le acompañaba con un pecaminoso movimiento de caderas, el menor paseo sus delgados brazos por la ancha espalda de Kaname, rodeando un poco más sus cremosas piernas por la cintura del mayor, quién las estrujo llevando un ritmo más frenético, más profundo… más perfecto.

Ambos se sentían a desfallecer de tanto placer, Zero sólo pronunciaba con cada embestida el nombre del castaño con tanto amor que el castaño sentía su inmortal corazón latir de forma frenética incluso para él.

Kaname…— gritó Zero al llegar al climax, clavando sus unas en la espalda del castaño.

Kaname golpeó profundamente la próstata de Zero llenándolo con su esencia.

Zero se dejó caer en el hombro del castaño — Kaname, vas a marcar tus dedos en mi cintura — susurro sosteniendo las fuertes manos encajadas en su cintura.

Kaname río liberando un poco la presión del lugar.

Te amo Zero — declaró mirando la suave cabellera plateada de su amante.

Zero elevó su mirada enfrentando la de su contrario — también te amo — correspondió acariciando el rostro de Kaname, quien sólo cerró sus ojos disfrutando el cálido contacto.

Kaname salió del interior de Zero, acomodando al menor en su pecho acostándose en la cama para cubrirse con la sábanas.

Zero abrazo al castaño mientras poco a poco cerraba sus ojos.

Kaname acarició al menor antes de caer dormido.

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Oto-chan — llamó una vocecita despertándole de su sueño.

Un pequeño niño de cabellos plateados y hermosos ojos vino le miraba curioso.

Mizuki…—

Zero se despertó de golpe al recordar lo ocurrido hace unas horas — ¿dónde está tu papá?— inquirió nervioso al ver a su pequeño hijo en la habitación.

Kaname ingreso cargando a una hermosa nena con las mimas características de su hermano, sólo que su cabellera era un poco más larga.

Mizuki…acompaña a Rize a ver a su tía Yuki que les espera con una sorpresa — indicó Kaname al niño, que asintió enérgico.

El castaño bajo a la pequeña que rápidamente tomó la mano de su hermanito para salir de la habitación.

¿Estas bien? — inquirió el mayor acercándose a su pareja.

Si…tomaré una ducha antes de bajar, vigila a los niños por favor — pidió besando suavemente a Kaname en los labios, se paró e ingreso a la ducha. 
Kaname sonrió y obedeció la petición de su amado.

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Yuki sonrió al ver al pelo plata bajar, habían pasado ya cinco años tras su encuentro.

Soltó una risa divertida al recordar el tiempo, un año para aceptar su verdad, otro para aclarar sus sentimientos con Kaname y tres años al lado hermano junto a los nuevos integrantes de la hermosa familia.

Observó a los pequeños corriendo a los brazos de su papi mientras eran rodeados por los fuertes brazos de su padre.

Yuki sabía que todos estarían juntos y felices sin importar que. 

Notas finales:

gracias por leer


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