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Colmillo de Cobre por Ostin14

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Notas del fanfic:

Espero les guste esta historia,esta ambientada en el mismo universo que "Venenoso"

Notas del capitulo: Serafin
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Viper
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—Haaaa…Senderos de Edom, la que una vez fuese la tierra más bella de los siete reinos ahora se ha convertido en una deplorable guarida de alimañas, desiertos áridos poblados de parásitos y criaturas grotescas han acabado con la hermosura de sus jardines, los pocos habitantes que no fueron asesinados o desterrados ahora viven en la miseria o sirviendo de esclavos a sus conquistadores, yo entre ellos, que en mi desesperación por seguir con vida ofrecí mis conocimientos en las artes primordiales para no terminar como los pobres osados que se atrevieron a desafiar al tirano que los destruyo.
Desde que era un niño pequeño he estado a los servicios de Dageron Mordred, tratando de encontrar su punto débil, creo que ya estoy cerca de lograrlo, he llegado a la conclusión que la siniestra criatura que lo protege a él y a sus esbirros tiene un punto débil, espero que mi plan de resultado, que mis años de humillarme y de ser su fiel perro rindan sus frutos.


Una figura de baja estatura y cubierta de una larga y desgastada túnica se movía con cautela entre los pasajes secretos del que alguna vez fuese el castillo torre de Diamante, a pesar de que el palacio contaba con paredes de gran grosor el escándalo que se oía en el patio principal era muy fuerte, más el agotado anciano no dejo que esto lo distrajera

—Otra noche de orgias y libertinaje constantes donde estos miserables le rinden tributos humanos y de animales a su deidad Sirene objeto de su devoción y si mis deducciones son correctas la fuente de su poder,
solo espero salir con vida una vez que noten mi ausencia.

Mientras al pie de las puertas del castillo una carroza adornada con múltiples listones y luces de colores pedía el permiso para entrar.


Antes de que la puerta se abriera uno de los guardias de la entrada de interpuso en el camino pidiendo ver el interior de la carroza a lo que el demacrado conductor no presento objeción

— ¡Vaya vaya! ¿Qué tenemos aquí?...creo que esta noche tendremos la mejor variedad de las doncellas de Edom —Exclamo riendo aquel sujeto de dientes amarillentos y de calva cabeza mojando sus labios.

—Y que lo digas hay mucho de donde escoger — Completo el otro guardia centrando su atención en una de las bellas concubinas que iban dentro del vehículo, la cual por la mirada que poseía se notaba era un poco mayor en razón a las otras, sus ojos eran como dos piedras de esmeralda pero una sombra de tristeza opacaba su brillo, sus carnosos labios rosados eran cubiertos por un fino velo y el resto de su cuerpo por la mejor selección de seda y terciopelo de aquella región, a pesar de eso, y de las depravadas miradas de los guardias no se mostró intimidada como el resto de las chicas que tal vez no pasaban de los 15 años.

Una vez que termino la inspección la carreta continúo hacia el fondo del castillo donde la fiesta pagana seguía su curso

Un desagradable soldado cuya armadura tenia grabada en dialecto el nombre Illino, se apresuró corriendo a la carroza dejando de lado la pelea que sostenía con uno de los cadetes encima de la mesa.

Mientras los demás soldados y generales continuaban bebiendo y comiendo cual cerdos en su corral inclinándose de vez en cuando ante una estatua con la forma hibrida de una mujer-gárgola, las sirvientas del castillo, algunas todavía adolecentes y una que otra mujer mayor eran víctimas de sus insinuaciones y acoso, mas eso pronto dejo de ser un problema cuando Ilinois el obeso artillero de la Armada Purpura cogió a una de las doncellas de la carreta y la lanzo como si fuese cualquier juguete hacia sus compinches, los cuales a pesar de los sollozos de la pobre jovencita no tardaron mucho en llevarla a una mesa y hacer lo que ella tanto temía cuando la forzaron a vestirse así.

En ese momento Dageron el rey impuesto estaba con una extraña actitud, a pesar del barullo que tenia a su alrededor su mente se hallaba en otro lado, mas en especifico en lo mas profundo de las moradas reales donde por una extraña y peculiar habilidad su mirada inspeccionaba hasta el mas mínimo rincón en busca de algo… o de alguien que no se suponía debía estar fuera de aquel cuarto.

La copa que sostenía en su mano izquierda recubierta por un brillante guante de escamas de acero se hizo añicos cuando el la soltó, sus ojos que no tenían iris en ese momento se volvieron sombríos.

Cabeceaba constantemente y su mirada astral seguía inspeccionando cada rincón que rodeaba la habitación que había visto antes, mas cual fue su enfado cuando se dio cuenta que un tesoro muy valioso para el había sido robado.

El anciano noto el exalto de su odiado amo cuando este se levanto rápidamente de su trono que se hallaba en medio de los festejos y luego su tenebrosa mirada logro dar con el ladrón.

—Ahora es tu turno…—Señalo el anciano a otra figura en lo alto de uno de los balcones la cual vestía una gran túnica oscura, esta empezó a acumular energía en sus manos formando una masa de luz verde que lanzo a los que estaban bajo sus pies.

La bola de energía creo una gran nube de humo verde y toxico al impactarse en el suelo seguida de un resplandor que cegó por unos instantes a Dageron y a sus tropas, la concubina de los ojos esmeraldas aprovecho aquella confusión para correr hacia el rey de oscura armadura,el cual blasfemaba con una macabra voz.

—¡¡Tu gusano traidor!!! ¡Devuélvemelo!!! —Grito con rabia al anciano al cual lanzo una cadena que tenia un aguijón rojo en su punta, el arma atravesó el hombro del viejo para que cayera del balcón sin soltar lo que llevaba en brazos.

La chica de ojos verdes quedo enfrente de Dageron y atravesó su abdomen con unas afiladas garras que ocultaba en la manga de su chaleco.

Mas el sujeto de barba de candado en lugar de inmutarse por la lesión que había recibido, sonrió a su atacante y una fuerza invisible la lanzo lejos de el.

La figura de negro apareció a un lado del abatido anciano y luego trato de ayudarlo a reincorporarse

—No ¡déjame!...esta es tu oportunidad…lárgate y llévatelo contigo—Ordeno empujando a quien al parecer era su cómplice en aquel fallido intento de fuga.

—Pero maestro no puedo dejarlo aquí—Replico una dulce voz detrás de
la capucha oscura, luego se la quito y dejo ver el bello rostro de una joven de aproximadamente 19 o 20 años, de grandes ojos azules y cabello largo azabache, se inclino para tomar el bulto que llevaba el viejo que empezó a toser sangre debido a que el arma de Dageron quedo incrustada en su hombro como el anzuelo en la boca de un pez.

Yorko, el estratega de la armada desenfundo sus cuchillas y rasgo el turbante y velo que cubrían el rostro de la mujer que había atacado a su señor

Mas su atención se centro en el arma que llevaba consigo la atacante

—Eres tu!!... asi que el monstruo de los cabellos dorados es una imbécil mujer –Rio desdeñosamente.

—¡Ustedes puercos miserables ¡Mátenlas!—Ordeno Dageron a sus soldados y estos se lanzaron contra las dos mujeres quienes se hallaban acorraladas.

La chica del cabello negro tomo el bulto y de nuevo trato de ayudar al anciano pero este se lo volvió a impedir

—He planeado durante muchos años este momento y no voy a dejar que lo eches a perder

—Maldita sea o salgo contigo o no salimos ninguno de los dos—Replico la chica

—No lo entiendes!! Aquí se encuentra la esperanza de mi gente para derrotar a este malnacido…solo tu puedes usarlo en su contra

—Pero.

El anciano silbo y se oyó el relincho de un caballo, acto seguido un bello corcel de piel rojiza salió al galope deteniéndose a un lado de la chica.

Entre tanto la rubia hábilmente golpeaba a los soldados de Dageron y este al parecer se había debilitado hasta el punto de caer de cuclillas y de tener que apoyarse de su trono para no caer desmayado.

—Ahora es tiempo mi niña…huye y asegúrate de explotar todo su potencial—Ordeno el viejo.

La jovencita obedeció y no hizo mas reproches pues cayo en cuenta que el destino del anciano ya estaba dicho, por lo que monto al caballo y hábilmente se dirigió a la salida del castillo.

A pesar de que los soldados le dispararon con sus espadas revolver, la joven se protegió con un escudo similar a una burbuja de luz azul que se materializo en su palma abierta.

Abriéndose paso entre la batalla logro llegar hasta la puerta principal.

La rubia al ver que su estrategia había sido un rotundo fracaso también opto por emprender la huida, alentada también por el hecho de que su objetivo empezaba a recuperar fuerzas.

—Carajo!! Esa mocosa y ese viejo decrepito lo echaron a perder todo!!! —Pensó dentro de si al saltar dentro de la carroza que la transportaba para ir al lugar del conductor.

—¡¡O mierda!!! —Exclamo al ver que ya no había caballos que la jalaran.

Mas eso no fue problema pues al ver que la joven pelinegra se le adelantaba decidió valerse de ella al tomar unas las riendas y lanzarlas a la cabeza del equino, este al parecer era mucho mas fuerte que un caballo común pues fue suficiente con el para jalar la carreta para que ambas lograran salir del castillo antes de que este cerrara su gran puerta elevadiza.

Los jinetes de la caballería no se demoraron en ir tras de ellas.

—Hey tu!!! Déjame ir!! —Demando la joven al ver que los jinetes de Dageron les pisaban los talones.

—Con mucho gusto—Contesto la rubia sacando un cuchillo de su falda para cortar la rienda del caballo.

A raíz de eso el caballo gano tanta velocidad que pronto le fue muy difícil a la jovencita controlarlo mas antes de que perdiera de vista la carreta de la rubia le lanzo un destello azul a sus ropas que esta no noto mas bien se fijo que una gran parte de la caballería fue tras de la joven de ojos azules.

La carreta rodo por una colina en declive hasta un sendero rodeado de arboles podridos para luego estrellarse en una pileta de rocas que alguna vez fuesen un pozo de agua.

—¡¡¡Te tenemos perra!!! —Exclamo el jefe de la caballería Karsakin al bajar de su corcel y empuñar una larga lanza de acero rojizo.

Los demás jinetes se abalanzaron sobre la rubia empuñando sus espadas y lanzas.

Mientras tanto la jovencita logro ponerle alto al salvaje animal que la transportaba al darle a oler una esencia que saco de su manga, luego de que el caballo cayese de repente en un profundo sueño y de tirar a su inexperta jinete a un charco de fango esta se incorporo para hacerle frente a sus perseguidores.

—Hay carajo—Renegó al ver que sus manos expedían humo en lugar de un ataque que la sacara de aquel aprieto.

—Bonito momento para quedarte sin esencia Serafín—Se dijo a si misma al verse rodeada por los soldados.

—Nunca pensé que podría tener entre mis manos semejante belleza —Balbuceo una voz nasal detrás de la jovencita y esta sintió un escalofrió al sentir que su parte trasera era apretada por un par de grandes y grasosas manos.

—¡¡Kyaaaaa!!! —Se oyó el grito de Serafín a unos cuantos metros de donde se encontraba la rubia la cual ya había dejado fuera de combate a los soldados de Karsakin al cual tenia amenazado con su propia lanza.

—¿Qui…¿Quién carajos eres? —Demando saber el sujeto de cabellos castaños y armadura de bronce

—Yo hago las preguntas aquí…—Aclaro la bella mujer mientras se desgarraba el resto del atuendo de concubina árabe para dejar al descubierto un leotardo verde, sus hombros, rodillas y pecho estaban protegidos por corazas similares a las de su oponente unas botas de cuero rojo que le cubrían hasta las rodillas terminaban en unos afilados tacones de punta de plata.

—Ahora solo quiero que me contestes algo…y si me agrada tu repuesta puede que conserves esto…—Le advirtió apuntando la lanza a su entrepierna dándole a entender que si no contestaba correctamente su pregunta solo bastaría una estocada para desgraciarle su vida para siempre

—¿Qué es lo que quieres? —Pregunto Kansakir temeroso.

—Bueno al parecer yo no cause la misma impresión en Dageron como lo hizo esa chiquilla…así que mi pregunta es…¿Por qué es tan importante?.

El tipo solto una risita burlona.

—¿Qué te hace tanta gracia?...no juegues conmigo nene o te quedas sin descendencia.

—Para serte sincero me da lo mismo lo que le pase a ese pedazo de estiércol—Contesto sonriente y luego volteo a ver los restos de la ropa que la rubia se había quitado en la que ella no había notado un brillo que salía de su turbante.

—No has respondido a mi pregunta—Le recordó.

—Esta detrás de ti bruja—Replico el caballero al ver como el turbante de la chica se volvía el bulto que cargaba Serafín con ella.

—Veras la escuincla si era muy importante…pero también lo es lo que su mentor se robo de la habitación de Dageron y que le dio a ella para que lo usara en su contra.

— ¿Pero que esta pensando este imbécil? —Se
pregunto la rubia al no entender la razón por la que Kansakir le daba una información tan comprometedora de su amo.

—Míralo por ti misma encanto—Le sugirió quitando sus partes nobles del alcance de la punta de su propia arma.

Mas antes de que ella lo hiciera se dio cuenta que era aquel objeto que la jovencita de cabellos negros había robado a Dageron y que según lo que había alcanzado a ver aquel anciano sacrifico su vida para conseguirlo.

Mientras tanto en el castillo que ahora se llamaba la Diestra de Omen, Dageron Mordred finalmente había acabado con la vida de aquel anciano.

—Maldito viejo miserable aun no me has dicho lo que quiero saber.

Una masa de luz blanca rodeada de destellos multicolores broto de los dedos del oscuro rey para envolver el cadáver del viejo, el cual luego de estremecerse por varios segundos volvió a la vida tras un breve exalto

—Reanimacion…no me extraña que a un lacayo de los Cannon se le facilite un arte como este —Dedujo el anciano.

—Pronto me obligaras a hacer algo peor viejo
,así que dime ¿Qué es lo que planeabas al sacarlo de aquí?

—No puedo equivocarme…aquella mujer de cabellos rubios era Viper. Quien diría que volvería al nido después de tanto tiempo. Creo que será de gran ayuda en contra tuya maldito—Pensó dentro de si el viejo más la pequeña sonrisa que se dibujó en su rostro desapareció al ver al ídolo de la deidad Sirene mostrarle una macabra mueca.

—Por favor no me decepciones pequeño.

Volviendo con la rubia Viper..

— ¡¿Esto es el punto débil de ese cabron?!…..¡¡un bebe!!! —Protesto la chica con un recién nacido en brazos envuelto en los trozos de ropa que unos minutos antes ella misma había usado.

—Averígualo tú misma !! —Le respondió Kansakir alejándose a lo lejos pues había aprovechado para huir de Viper en lo que ella se distraía con el bebito que comenzaba a despertar.

—¡¡¡Kyaaaaa!!!! —Un nuevo grito de Serafín se oyó tras de una colina y luego una gran explosión salió de donde ella se encontraba.

—Wuaaaaaa!!!! —Empezó a lloriquear el pequeño.

—No no no eso no, no llores mocoso cállate!!! —Le replico la rubia sin ningún éxito.

—Esa niña debe saberlo mejor—Intuyo Viper al recordar lo importante de ese niño para Dageron.

—No creo que el te hubiese perdonado la vida aunque fueras su hijo, esa seria una razón de mas para matarte, ¿entonces porque te conserva con vida?.

Mientras Serafín había usado una especie de bomba en contra de sus oponentes pero para su mala suerte el obeso cuya armadura tenia grabado el nombre Illinois en el peto seguía en pie y acto seguido se abalanzo sobre ella empezando por pasar su sucia lengua pro su mejilla.

—¡¡Kyaaaa!!! —Grito Serafín de asco pero no podía hacer mucho…los recientes ataques que había ejecutado para escapar del palacio le habían gastado una gran cantidad de su energía.

El reptar de una serpiente se oyó justo a unos centímetros de la nariz de Serafín en cuyo rostro cayeron unas gotas de sangre.

—¡¡¡Haaaaaarg!!! Mi nariz mi nariz!!! —Grito con dolor y atragantándose con su propia sangre el corpulento caballero.

Serafín logro ponerse de pie y tras de ella oyó el llanto del bebe

—Estas bien….fiuuu menos mal—Pensó la pelinegra al ver al pequeño a salvo en los brazos de Viper la cual se aproximo a ella y se lo dio a cuidar.

—Toma….luego me tendrás que dar algunas respuestas así que ni se te ocurra escapar “Estrellita” —Le advirtió.

—A-aja—Balbuceo Serafín con rostro amedrentado no tanto por la mirada intimidante de Viper sino por el arma que había usado para arrancarle la nariz a Illinois, una forma de látigo metálico cuya punta era la cabeza de una cobra con su boca abierta que resaltaba su…

—¡Colmillo de Cobre! —Balbuceo el gordo tratando de detener su hemorragia.

—Así es mantecón y dale este mensaje a tu amo, su pequeño lirio dorado ha vuelto-Sentencio Viper.

El hombre de abultado abdomen tomo un cuerno que llevaba en su cintura y luego de soplar en el un rinoceronte equipado con una armadura similar a la suya corrió a su lado para que el obeso caballero subiera a su lomo y luego emprender la huida y a gran velocidad de allí.
La rubia volteo tras de si y vio a la pelinegra huir a toda velocidad lejos de ella.
-¿En que lio me acabo de meter?-Pensaron casi al mismo tiempo las dos chicas.
Notas finales: Serafin
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Viper
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