Había una vez un chico, bastante común para decir verdad, vivía con su abuela y su perro, su abuela fue ganadora de un viaje de crucero así que formaron maletas y subieron a bordo.
El primer día en la cubierta fue bastante aburrido, no podía jugar con su cachorro ya que estaban prohibidos los animales en ese sitio así que siempre lo traía en una pequeña maleta.
A lo lejos una multitud se amontonaba alrededor de un caballete y un muchacho, el chico se trató de acercar pero la gente no se lo permitía, rendido de sus intentos inútiles se apartó del sitio y regresó a la cubierta. Unas horas más tarde anocheció y regresó a su camarote, en el pasillo se lograba observar lo que había dentro de las habitaciones por medio de una ventana, le ganó la curiosidad y se asomó en una de las ventanillas y ahí estaba de nuevo el caballete pero no se encontraba nadie ahí, entró y vio en el caballete un hermoso dibujo de dragones orientales, bajó al perro y tomó el dibujo en sus manos, el dibujo parecía estar echo con tinta china era muy hermoso, perdido en sus pensamientos no escuchó cuando la puerta se habría y el can ladraba hasta que una mano morena le tocó el hombro al voltear la vista hacia arriba se encontraba un joven alto, delgado y de piel morena., al sentir el tacto de éste el curioso dejó la hoja de papel en la cama tomando a su mascota a punto de salir del lugar, pero el chico moreno se lo impidió diciendo que no había problema alguno de que el "intruso" estuviera ahí, el silencio se tornó incómodo y el joven artista pregunto por el pequeño cachorro y le pidió permiso al dueño de poder cargarlo, este viendo imposible negarse por su improvición acertó de que tomaran a su pequeña mascota, el moreno le tomó cariño al pequeño animal poniéndolo sobre la cama y sacando una nueva hoja, algunos pinceles y tinta así mismo invitando a su "visita" a sentarse a lado del perro.
-¿por cierto, cual es el nombre de tu mascota?- tomando varios pinceles y limpiándolos con algo de agua
- su nombre es Ren-
El joven moreno estuvo un buen rato sentado enfrente del caballete y observando pausadamente al perro, el joven peliazul se empezaba a sentir desesperado al no saber que hacia el otro y sin decir una palabra hasta que por fin el dibujante se levantó y volteó el caballete hacia los otros dos, en el papel se veía dibujado el cachorro detalladamente en una pose durmiente,.
La noche avanzaba y cada vez se hacía mas y más tarde ninguno de los dos se había percatado de la hora que era hasta que, afuera en los pasillos se escuchaba una voz ronca gritando -Aoba-
-¿ese es tu nombre?- pregunto el moreno haciendo una mueca en dirección a la puerta
-Si, ese es mi nombre.....espera esa es mi abuela, ¡Ha de estar buscándome por todas partes!, me tengo que ir pero antes ¿cuál es tu nombre?-
-Mizuki-
Aoba hizo una gran sonrisa tomando a su mascota...o mejor dicho a Ren saliendo rápidamente de la habitación esperando el gran Regaño por parte de su abuela, la señora Tae.