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Descanso Prohibido por MarcyRed

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Notas del capitulo:

Hola ^-^ este es mi primer fanfic asi que espero que les guste, si no les agrada algo diganme porfis, me gustan las críticas constructivas.

Los personajes no son mios y bla bla bla ya saben lo que sigue XD, gracias Yana Toboso.

---Enjoy---

Chapter 1

Inesperada Orden

 

Un pequeño niño de no mas de 13 años caminaba hacia su estudio, a pesar de su edad ya tenía un sinfín de responsabilidades, siendo una de ellas encargarse de los problemas que afligían a su majestad, la reina Victoria. Sus pequeños shorts de mezclilla dejaban a la vista sus inmaculadas piernas blancas mientras una camisa cubierta por un chaleco y adornada por un listón azul le daban un toque infantil a su persona fría y orgullosa.

 

Abrió la puerta con delicadeza, ingresando. Se quitó los guantes negros que llevaba y tomó asiento mientras observaba la pila de documentos listos para ser firmados. Levantó la pluma cubriendo la punta de tinta y comenzó su trabajo. Al cabo de unos minutos la puerta fue tocada interrumpiendo al niño, quien con molestia aceptó la intromisión.

 

-Bocchan, llego una carta de su majestad- sonó la aterciopelada voz de un azabache vestido de mayordomo, con hipnotizantes ojos escarlata similares al mismísimo averno. Esa mirada hacia que el azulino niño se estremeciera.

Dejó la carta en el escritorio, hizo una reverencia y observó a su amo que abría el sobre.

 

Para Ciel Phantomhive:

Mi querido niño, estoy muy preocupada por tu persona, hace poco recibí la noticia de que estabas delicado de salud y en cama, perdona mi insistencia en cuanto al tema, pero por favor acepta mi decisión, necesitas un descanso, no es bueno para ti estar encerrado en una mansión fuera del alcance de los rayos del sol; por lo tanto me eh visto obligada a utilizar métodos radicales. Junto a esta carta hay dos boletos de viaje, mañana comenzará tu descanso, no intentes rechazar mi oferta, puesto que es una orden. Por cierto no escatimes en gastos, considéralo un regalo de mi parte.

-Victoria

 

El azulino puso los ojos en blanco ante la peculiar orden de aquella mujer, ya le había propuesto ese tema antes pero el conde se negaba siendo su excusa que tenía mucho que hacer y unas vacaciones serian una pérdida de tiempo. El azabache seguía observando cada una de las expresiones que mostraba su amo, no era necesario ser un demonio para  interpretarlas como algo inesperado, tal vez un juego de la reina, pero algo le decía que sería el mejor juego, uno que esperaría con ansias.

 

-Sebastian- interrumpió sus pensamientos con su característica voz autoritaria- alista mi equipaje irás conmigo.

 

-¿A dónde iremos amo?- preguntó con una sonrisa provocativa molestando al niño.

 

-Ese no es tu problema, alista todo- observó el sobre y, como decía la carta, habían dos boletos –el barco zarpa mañana en la tarde, apresúrate.

 

-Yes my lord- hizo una reverencia y salió del lugar dejando a un pequeño azulino sumergido en sus pensamientos.

 

Su majestad a veces puede ser tan terca, no puedo hacer nada al respecto, sería descortés volver a negar su propuesta además era una orden. Si se tomó el tiempo para alistar unas vacaciones todo pagado hay que aprovecharlas. Tengo que admitir que hace un buen tiempo eh pensado en un merecido día libre.

 

 

El cielo teñido de un hermoso naranja intenso era el escenario perfecto para una película romántica, pero en este caso era de una despedida, dos figuras caminaban hacia un carruaje, ese sería el comienzo de una aventura paradisiaca que los cambiaría totalmente; detrás de ellos 4 sirvientes agitaban la mano, deseando lo mejor para su amo y su amigo, tendrían la mansión para ellos y con el permiso de Ciel podían hacer lo que quisieran en tanto no la quemen o destruyan.

 

 

Ya en el barco un azulino se acomodaba en su habitación cuando ingreso su mayordomo con una bandeja de dulces, el niño no se inmuto y con una seña le dijo que se retirara.

 

-Joven amo, perdone mi atrevimiento, podría preguntarle ¿a dónde vamos?- preguntó el azabache dejando la bandeja en la mesa.

 

-Necesito aire fresco- cambió de tema y tomando una rodaja de pastel salió a la cubierta- Sebastián ven.

 

El oleaje suave y la fresca brisa llegaron hasta las dos figuras que se acercaban para observar la inmensa masa de agua a su alrededor.

 

-Pronto amanecerá…Sebastian ¿a dónde crees que vamos?

 

-A juzgar por el clima vamos a un lugar tropical- el niño lo observó con detenimiento- correcto Sebastian, vamos a Hawaii.

Notas finales:

Les gusto??

Esta muy corto, lo se, intentare hacer mas largo el proximo capítulo.

Sin importar qué, terminaré este fanfic asi que no se preocupen tendrá un final muy interesante.

 

 


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