Prólogo
Desde hace algún tiempo Uzumaki Naruto se había vuelto completamente indiferente a las cosas que pasaban a su alrededor, la tristeza, la felicidad, el odio, el amor, todos esos sentimientos ya le daban igual, en esos ojos azules que alguna vez demostraron felicidad y alegría absoluta, ya no había nada, ese brillo que alguna vez demostró tener se había esfumado de esos hermosos ojos para simplemente quedar vacíos. La energía que antes tenía, el entusiasmo tampoco estaba, era como un muerto en vida. Su vida se había ido destruyendo poco a poco llevándose consigo a ese rubio alegre. Y todo empezó por su partida, si por la partida de su mejor amigo de la infancia, Uchiha Sasuke.
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Ese día había empezado como cualquier otro, Naruto había despertado tarde, lo que ocasionaba que se bañara, vistiera y comiera en quince minutos, para ir a la escuela como alma que lleva el diablo.
Cuando llego se dio su tiempo para respirar un poco, dándose cuenta que de hecho había llegado a la escuela temprano y no recibiría otro castigo por parte de Kakashi-sensei.
Atrás de el llego como siempre amargado, Sasuke.
-Tsk, que molesto es tener que verte la cara apenas llego, dobe- dijo el azabache con fastidio, ya que toda la noche no había podido dormir gracias a lo que le había dicho su padre y como reaccionaria Naruto.
-Oye teme si tanto te molesta, mira hacia otro lado - dijo riéndose el ojiazul ya que le causaba gracia que el azabache siempre, sin falta llegara con su típica amargura- y también ¿No pudiste dormir? Se te notan las ojeras- pregunto un tanto preocupado, era raro verlo en ese estado.
-No, no pude por tu culpa, dobe- le reprocho.
-¿Qué? Como que por mi culpa, ni que yo hubiera ido a tu casa a levantarte, teme- dijo el rubio un tanto confundido, pero más divertido por aquella situación.
-Olvídalo. En fin necesito hablar contigo cuando se acaben las clases- dijo un tanto triste el azabache ya que sabía que probablemente el ojiazul no se lo tomara muy bien.
-Vale, pero vamos de una vez al salón, si llegamos tarde Kakashi-sensei nos regañara-ttebayo - dijo con una sonrisa.
-Bien, vamos- dijo intentando ocultar su preocupación.
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Cuando entraron al salón fue como siempre, Naruto se fue a saludar a Shikamaru, Kiba y Lee, mientras Sasuke se dirigía a donde estaban Suigetsu y Juugo, pero para su mala suerte dos chicas se le interpusieron en el camino.
-Buenos días, Sasuke-Kun- decía una sonriente pelirrosa.
-No es justo Sakura, me dijiste que podría saludarlo yo de primera- dijo enojada Ino.
-Claro que no, basta ya de sus discusiones sin sentido - dijo más enojada todavía una chica ojiperla empujándolas y dejándole el paso libre a Sasuke-Buenos días, Sasuke- dijo la chica muy sonriente.
-Buenos días, Hinata y gracias- decía un poco fastidiado el azabache ya que eso pasaba diariamente y ya comenzaba a molestarle.
-De nada, suerte y que pases un buen día- Sasuke Le daba gracias a Dios por tener una amiga como ella, siempre lo salvaba de esas dos, además ella era la presidenta de la clase, por lo tanto debía hacerse cargo de aquellas acosadoras sin límites ¿No?
Luego de eso Ino y Sakura pasaron a tirarse encima de Hinata por haberles hecho pasar tal momento.
-¡Jajaja! Ese teme si es afortunado, todas las chicas andan detrás de el-ttebayo - decía casi muerto de la risa el rubio con sus amigos mirando tal escena.
-¿Afortunado? Yo diría más bien desgraciado, esas chicas se la pasan acosándole- dijo Kiba de igual manera muerto de la risa.
-Pues, que se le puede hacer, así son las chicas cuando ven a un chico lindo, las hormonas de hoy en día sí que son problemáticas- dijo shikamaru para luego pasar a sentarse al lado de Kiba.
En eso llego el profesor y todos se fueron a sus respectivos asientos.
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Iban el azabache y el rubio caminando a fueras de la escuela hacia sus casas ya que eran vecinos, casualmente ese día había pasado muy rápido, por lo menos para el ojiazul, porque para Sasuke cada segundo era más parecido a el infierno ese salón, cortesía de sus dos fans acosadoras.
-Y bien teme, ¿Qué era lo que querías decirme en la mañana?- pregunto con curiosidad Naruto.
-Pues, veras Naruto por cuestiones de trabajo...- trataba de decir el ojinegro mirando a un punto fijo en el piso- nos vamos a mudar con mi padre mañana en la mañana Canadá- dijo esta vez mirando a su amigo.
-...- Naruto no sabía que decir, sentía una punzada en el corazón, le dejo en Shock lo que la había dicho Sasuke. Se había quedado atrás de la impresión; después de organizar sus pensamientos un poco más, a Naruto se le formo una ligera facción en los ojos tristeza, cosa que no pasó desapercibida por Sasuke que lo miraba detenidamente- ¿Y cuándo volverás?- dijo el rubio mirado al piso tratando de no llorar, pues Sasuke siempre había estado con el ¿Qué haría cuando se fuera?
-En seis años- dijo Sasuke acercándose al rubio, pues como este se había quedado atrás estaba a unos pasos adelante.
-Ya veo... ¿Y por qué no me lo dijiste antes?- dijo el rubio con la voz entrecortada, el sabía perfectamente que el padre de Sasuke, Uchiha Fugaku, siempre planea las cosas con anticipación, por lo que le debió haber dicho a Sasuke mucho antes.
-Quería que estos últimos días pasaran igual que siempre- dijo Sasuke tratando de sonreír- Naruto... quiero que sepas algo, no nos podremos comunicar por unos asunto que mi padre omitió, pero aun así yo siempre estaré a tu lado-y sin poder evitarlo Naruto comenzó a llorar, no quería que Sasuke se fuera ¿Quién le ayudaría con la situación de sus padres que ahora se la pasaban peleando? ¿Quién le haría sonreír como nunca a pesar de haberse quedado llorando la noche anterior? ¿Quién?
Sasuke abrazo a Naruto tratando de consolarlo, pues sabía muy bien que no iba a ser fácil para su amigo que él se fuera.
Después de eso Naruto le pidió a su madre permiso para que Sasuke se quedara en su casa, para por lo menos pasar el ultimo día juntos, esa noche hablaron de todo lo que les ha pasado estado juntos.
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Al día siguiente, en el aeropuerto Fugaku pagaba los boletos para partir en veinte minutos. Por supuesto Naruto había acompañado a Sasuke al aeropuerto.
-Bueno... Adiós, dobe- dijo Sasuke tratando de permanecer fuerte frente a su amigo.
-Adiós, teme- dijo el rubio con una sonrisa falsa, cosa de la que Sasuke se percató, antes de irse Naruto abrazo a Sasuke lo más fuerte que pudo- te extrañaré - le dijo al oído al azabache.
-Yo también- dijo soltándose del agarre de su rubio amigo para mirarle a la cara- pero no te preocupes dobe, nos veremos en seis años- Dijo Sasuke sonriendo de la misma manera que Naruto, falsamente.
-Si... Nos veremos en seis años-En eso el padre de Sasuke llego y le dijo que ya era hora de irse.
Naruto miraba por la ventana el avión en el que se iba su amigo con inmensa tristeza, igualmente Sasuke miraba a Naruto, y a pesar de estar lejos, se percató de la tristeza de su amigo, y en el fondo, ambos estaban destruidos, uno por la soledad que lo empezaba a rodear y el otro por la impotencia de no poder hacer nada para cambiar eso.
Continuara...