Un boliche, con alcohol, a las 3 am, era la iglesia para Akihito, & él, el tipo más religioso del mundo.
Acababa de cumplir su año 23, & nada mejor que salir a festejarlo con sus mejores amigos a la discoteca que acostumbraban ir.
-¿Quién es ese tipo?.-Preguntó Sara, al ver un tipo de negro, entrar.
-No lo sé, pero ha de venir muy de pinta para un lugar como éste.-Se rió Kou, sin dejar de bailar.
-No está adaptado a mi club.-Se rió Akihito, quién estaba pasado de tragos.
& así era... El club pertenecía al padrino de Akihito Takaba, el niño insoportablemente malcriado, que se la daba de todo, {Aunque sí funcionaba, todos en ese club, lo respetaban.}
-Ay maldita sea.-Se quejó.
-¿Qué, qué pasó?.-Preguntó Kou.
-Nada, ya vuelvo.-& se escabulló entre la gente hasta llegar al lado del tipo que estaba demasiado elegante.
;-;-;
-¿Que haces aquí?.-Preguntó el rubio.
-Vengo por ti, ¿Que te parece?.-Estaba enfadado.
-Asami, hoy es Viernes, hace como un mes que no vienes por mí, déjame en paz.
-Dijiste que ibas a pasar un tiempo conmigo, hoy.-Lo miró algo reprochante.-Te esperé toda la tarde.
Asami... Un tipo poderoso, millonario, & totalmente distinto al rubio; …ste era calmado & si no trabajaba, le gustaba pasar tiempo en su casa.
Akihito odiaba que le hablara así, hacía que el corazón se le estrujara, & no le gustaba. Porque a pesar que el malo era el mayor, cuándo se trataba de pasar tiempo juntos, Asami era más considerado.
-No quieras hacerme sentir mal con eso.-Rodeó los ojos.-De seguro has estado todo el día en la oficina.
-Dijiste que ibas a pasar por la oficina, así cenábamos juntos.
-Tu deberías haber pasado por mí, es mi cumpleaños, no el tuyo.-Bufó.
-Habíamos hablado del tema, & como no podías, quedamos en que pasabas por Shion así nos íbamos. Pero deja.-Se dio media vuelta.-Yo no quiero tener que abrirte la puerta a las 7 de la mañana, porque tu estás borracho & sensible.-& se marchó.
-Idiota.-Se quejó, volviendo a dónde estaban sus amigos.
6:30 am.
Asami salía de la ducha, como puro ritual, se puso un bóxer negro, se secó el cabello & se paró a un lado de la puerta.
7:00 am.
El timbre sonaba, & un Asami totalmente preparado a lo que se venía, abría la puerta. El portero traía el cuerpo ebrio de Akihito, como casi todos los viernes.
-¿Que te dijo ésta vez?.-Preguntó Asami, recibiéndolo.
-Me ha dicho que usted estaba enojado, que lo trajera en brazos, porque iba a golpearlo.-Soltó una risita cuándo el cuerpo dormido ya estaba en brazos del mayor.
-Muchas gracias de nuevo.-Susurró Asami.-Hasta luego.-& cerró.
Le sacó la ropa como acostumbraba a hacer, lo metió en la bañera que tenía preparada, & comenzó a bañarlo.
-Me repugna el olor a alcohol que llevas.-Susurró, mientras le refregaba la cabeza con shampoo.
-Te extrañé todo el día.-La voz del borracho, salía difilcutosa.-Perdón por haberte tratado mal.
-Siempre es la misma historia.-Le enjuagó el cabello.-Te voy a buscar, me tratas mal, vuelvo a casa, vienes llorando unas horas después, me pides perdón, pides sexo, & en la mañana te vas enojado porque follamos cuándo estabas borracho. & si no te voy a buscar, es lo mismo igual, porque vienes enojado a reprocharme.
-Perdóname.-Carraspeó.-Ven, juguemos un rato.-La mano mojada buscaba desesperada el bulto que guardaban los bóxers ajustados.
-No, Akihito. No quiero que mañana te vayas idiota, quiero que en la mañana te quedes, como lo hacías antes.-Trató de sacar la mano, pero era tarde, a su miembro le encantaban las manos blancas, suaves, que lo envolvían de manera única.
-Me quedaré, lo prometo.-Jadeó, tocándose el miembro, corríendoselo.-Acercalo.-Pidió.
Asami acercó su miembro a la boca rosada que tanto le gustaba, aunque no estaba muy convencido... Pero sus pensamientos se fueron al diablo cuándo los labios carnosos que prometían tantas cosas, comenzaron a chupar, succionar & lamer su miembro.
-Con más fuerza.-Pidió, & el rubio obedeció.
El cuerpo blanco cayó en medio de la cama, con las piernas abiertas. Extasiado por la vista que el mayor le proporcionaba. Andaba por la habitación, con el pene erecto, buscando algún preservativo.
-En la mesa de noche, Asami.-Jadeó.-Juro que muero por sentir esa cosa gigante.
-Eres un grosero cuándo estás ebrio.-Gruñó, mientras abría el paquetito.-Si llegas a estar sobrio, ni lo dices.
-Pero lo pienso.-Sonrió con picardía, haciendo reír al mayor.
-Ya.-Susurró, acercándose cuándo la gomita de látex cubría su miembro.-Va...-Se adentró con cuidado.
-¡Ahn.. uhm!.-Lloriqueó.-Du..duele.-Jadeó, apretando las piernas fuertes.
-Es el castigo, sin lubricante.-& comenzó a moverse con fuerza.
-¡Uhnm, ahs!.-El rubio gemía con fuerza, tenía una de las manos anchas en su tetilla, otra en su miembro, el pene penetrándolo, & los labios contra los suyos.-Eres de maravilla.-Gimió.
-Lo sé, sé lo que te causo, lo que te gusta que haga varias cosas.-Le lanzó un gemido dentro de su boca.-Se que te encanta que te bañe.-Susurró, cuándo chocaba con fuerzas contra las nalgas que iban quedando rojizas.
-¿Qu..qué? ¡Ah, mh, nhmuhm!.-Gimió profundamente cuándo sintió el orgamo propio en su abdomen.
El mayor salió con delicadeza, sacándose el preservativo, dejando salir el semen que apresaba, con un gemido.
-¿Te piensas que no sé que es a propósito todo?.-Se quedó encima de él.-Que te encanta que te busque, porque sabes que luego te esperaré & te follaré el culo vengas a eso o no, & te encanta irte enojado, porque sabes que el viernes que sigue volveré a buscarte.
-Yo..yo...-Susurró.
-Yo lo sé todo, & tu aún no lo aceptas, o no quieres darte cuenta.-Relamió los labios rosados.-& dime... ¿Que me encanta a mi?
-Te encanta que salga, que me resigne cuándo vas a buscarme, porque sabes que vendré, entonces te encanta follarme & verme irme enojado, porque sabes que el viernes próximo volveré a venir.-Susurró.-& sé que te encantan mis labios, mis besos, & todo lo que pueda darte.
& ahora era Asami el que estaba callado... Le encantaba todo lo que el pudiera darle, & nunca se había querido dar cuenta.
El mayor estaba hundido contra el colchón, el menor estaba en sus caderas, con ambas manos entrelazadas con las de él.
-¿Que me dices?-Susurró, llevando las manos por encima de su cabeza. Lo tenía debajo & a su favor,
-Que estás loco.-Respondió.
-También.-Besó su cuello, subiendo por su mejilla.
-& que me encantan tus besos.-Ronroneó.
-Lo sé.-Sonrió.
Besó su mentón, las mejillas, los pómulos blancos & fríos, la frente, los párpados, la nariz. Repartía besos por el rostro de ese hombre que aún estaba medio enfadado, mientras que le sostenía ambas manos por encima de si cabeza. Besó sus manos, su pecho.
Se sentó dentre sus piernas separadas e hizo que se sentara, haciendo que sus propias piernas quedaran rodeadas en la cadera, encima de los muslos del mayor. Llevó los dos brazos grandotes & largos a su espalda, para que éste lo abraza, & fue ahí entonces, tomando el rostro entre sus manos, cuándo lo besó. Piquito por piquito, como pajarito. Haciendo que los labios se pegaran.
-Perdón por no haber ido en la tarde, pero es que creí que ibas a ser capaz de ir por mí.
-No sé porque le tomaste tanta importancia, si tu cumpleaños era hoy, no ayer en la tarde. Yo le tomé importancia, porque dijiste que ibas a pasar tiempo conmigo, & no viniste. Hoy si pensaba ir por ti, & llevarte a algún lado.
-Es que me confundía.-Se río de él mismo.-Entonces me quedaré así me llevas a ese lugar.
-Mientras que cuándo sean las 10am no te vayas enfadado, te llevaré.
-Prometo quedarme.-Lo tiró hacia atrás, cayendo encima de él.-Vamos a dormir que hoy me he bailado todo.
-Como todos los viernes. Yo he trabajado demasiado, & sin embargo me levanté a abrirte la puerta.
-Te conviene, porque traigo el sexo.
-El sexo está en todos lados.-Rodeó los ojos.
-Pero no hay trasero como el mío.-Rió fuertemente.
-Puede ser...-& le pellizcó.
-¡Aia, idiota!.-Se quejó. acostándose a un lado.
-Idiota serás tú.-Susurró, acomodándose para dormir, dándole la espalda.
Akihito se acurrucó contra la espalda del mayor. Entrelazó su mano derecha con la de él, & lo abrazó por detrás.
11:00 am.
Asami se despertaba solo en la cama, levantó la sábana & aún estaba desnudo. Entonces supo que Akihito se había marchado, & todo empezaba de nuevo, no volvería a verlo hasta el viernes que le seguiría.
-¡Joderrrrr, que hijo de puta!-Se gritó cuándo se había quemado con el café.
Estaba sin ganas de nada, & lo mejor que podía hacer era tratar de preparar un café, mientras que andaba en bóxers.
-No hago nada bien.-Tiró la taza de vidrio contra el fregadero haciendo que ésta re rompiera.
-Epa, ¿Qué pasa?.-El rubio entraba por la puerta, con un pantalón pijama, una musculosa & de pantuflas.
-¿Qué haces aquí?.-Lo miró.
-Prometí que me quedaría, ¿Qué, me voy?.-Se acercó, dejando la bolsa que traía a un lado.
-De ahora en más te quedarás aquí.-Se sentó a un lado de la mesada.
-Te conviene porque hago el café como te gusta & el único que te gusta.-Rodeó los ojos, mientras limpiaba la jarra & los vidrios.
-No es por eso, no digas idioteces.
-Además porque traje las masitas que te gustan.-Tiró todo, & volvió a preparar el café.
-¿En serio?.-Se bajó de la mesada buscando la bolsa.
-Sí, pero es para el desayuno.
-& estamos en el desayuno.
-En realidad tendría que estar preparando el almuerzo, pero bueno.-Puso las tazas en la mesa, algunas mermeladas, tostadas, mientrad que Asami lo seguía impaciente.-Ya siéntate, idiota.-Se quejó.
-Bien, apúrate.-Se sentó en su lugar, & esperó que le sirviera.-¿& las masitas?.-Lo miró.
-Ves que quieres que me quede solo por eso.-Se sentó frente a él, a desayunar.
-¿Entonces nos hay masitas?.-Se quejó.
-Sí.-Le lanzó la bolsa & siguió desayunando.
Ambos desa/lmorzaron en silencio; Akihito juntó las cosas & las llevó a lavar, mientras que Asami fumaba un cigarrillo, sin haberse movido de su lugar.
-¿Está enojado?.-El cuerpo grande abrazaba por detrás al otro, el cuál estaba lavando los utencillos.
-¿Por qué lo estaría?.-Lo corrió mientras guardaba las cosas.
-Quieto.-Lo dio vuelta quedando de frente & lo apretó contra la mesada.
-¿Qué?.-Lo miró de mala gana.
-¿Qué he dicho para que te pongas así?
-Nada... Sólo que mencioné las masitas.
-¿& eso qué?
-¿Vas muy seguido a comprar?
-Sólo los Miércoles cuándo vuelvo de trabajar, ¿Por qué?
-¿Has ido en pijama?
-Todos los miércoles.-Rió.
-Sin remera...
-Sí... &...?
-Me ha hablado de ti.-Bufó.-"De seguro son para tu jefe, viene siempre. ¿No sabes si tiene pareja? Es muy guapo... & el torso... Bendito.".-Le hizo burla.
-Ah, celoso.-Asintió.-Ya he hablado con ella.
-Sí porque eres de simpático.-Rodeó los ojos.
-Mira, te la haré fácil.-Se separó.-No he follado a nadie más que a ti, no me gusta nadie más que tú, no sonrío con nadie más que contigo, ¿Okay?
-Sí.-Asintió, agachando la cabeza.
-Ah, & tengo demasiadas ganas de atarte a la cama en éste momento.-Se dio media vuelta.
-Creí que realmente te darías cuenta.-Lo pasó de largo, entrando a la habitación.
-¿Qué haces?.-Cerró la puerta, viéndolo juntas la ropa del piso.
-Me voy a mi casa.
-Esta es tu casa.-Trató de hacer que lo mirara.
-Ya, deja...-Susurró, dándole la espalda.
Lo agarró por detrás, le vendó los ojos & amordazó su boca con una corbata, ignoró las quejas, & lo desnudó, atándolo a la cama.
-¡Mh, sdsami!.-Gritó, o al menos eso intentó.
-Cállate.
Sus manos acariciaron el torso suave, los muslos que tanto le gustaban. Su lengua recorrió las tetillas rosadas, sus labios bajaban por su abdomen hasta el pene que empezaba a despertarse & responder. Los dientes mordisquearon la piel que cubría la virilidad dura. Chupó la cabeza hirviente & bordó, haciendo que se retorciera de placer. El lubricante se adentraba en Akihito acompañado de dos dedos largos. Asami guió su miembro hasta ponerlo completamente dentro. Le desató la corbata, & la venda de los ojos.
-Gime todo lo que quieras.-Gruñó totalmente exitado mientras lo embestía.
-¡Ahmnd, más, ah!.-Gemía con fuerza, jadeante, la saliva caía por su comisura, respiraba agitadamente mientras luchaba por desatarse. Las manos de Asami lo masturbaban con fuerza, & el miembro lo penetraba efusivamente.
2 orgasmos en 1 hora. Akihito estaba hecho un bollito, dándole la espalda al mayor, totalmente cubierto por las mantas.
-¿Realmente piensas que lo olvidé?.-Rió, abrazándolo por la espalda.-Feliz cumpleaños.-Susurró, besándole la mejilla.
-Idiota.-Susurró, aferrándose a su pecho.
-Tu eres el idiota. Hoy no te dejaré descansar, tenlo por seguro.-Susurró, capturando sus labios.
-Mh, haz lo que quieras, aquí me tienes.-Correspondió.
-FIN.
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