Vínculos difusos por Tomoe91

Tiempos de paz se respiraban en el mundo ninja, y gran responsable de ello era el hombre rubio de mediana edad que se encontraba detrás del escritorio del Hokage. Él era Naruto Uzumaki, séptimo Hokage de Konoha y precursor de la unión entre las villas. Padre de dos hijos de 8 y 6 años y esposo de Hinata Hyuuga, una kunoichi sobresaliente y una mujer entregada y tierna. Su familia eran su motor y su dicha, el amor de padre era incomparable a cualquier otro, haría cualquier cosa por sus retoños: Bolt y Himawari.

Viendo cumplidos prácticamente todos sus sueños cualquiera diría que nada podía preocuparlo, pero hoy el séptimo Hokage estaba distraido y más torpe de lo normal. Su asistente, Shikamaru, un hombre perspicaz como pocos, podía verlo perfectamente. Y sabía la razón de su estado: Sasuke Uchiha volvía a la villa, luego de uno de sus largos viajes, para acompañarlo en su visita a la aldea del sonido. Shikamaru no podía figurase cuál era la razón exacta del nerviosismo de Naruto, había algo que desconocía e intuía que era algo muy problemático, no quería saber más.


Sasuke había formado su familia junto a Sakura, tenían una pequeña hija llamada Sarada a la que Sasuke adoraba. Siempre que venía de algún viaje les traía algún recuerdo, tanto a Sakura como a Sarada. Su relación con Sakura era buena, ella era incondicional y él se sentía muy en deuda con ella. La quería, le tenía mucho cariño: esa mujer nunca dejó de amarlo, a pesar de haber visto en lo que se había convertido, ella nunca pudo dejar de amarlo. Le estaba agradecido, el amor de Sakura era cálido y él necesitaba con urgencia sentirse querido. Si tan solo pudiera amarla, como a él.

"Sasuke ya está aquí" avisó Shikamaru. 
"¡Aghh joder!" La taza de café se le había escapado de las manos y había ensuciado el escritorio, por suerte, sin mojar la laptop. Su asistente alzó una ceja, ¿tan nervioso le ponía Sasuke? Inmediatamente después de limpiarlo con un trapo que estaba a mano, tocaron la puerta. Era Sasuke.
"Adelante" se apresuró a decir Naruto.

Con Shikamaru presente le contó los detalles de la misión, que era meramente burocrática. En la olvidada aldea del sonido, donde antes se refugiaban maleantes y exiliados, los hijos de estos habían vuelto allí y estaban resurgiendo la aldea. Ya con la mentalidad cambiada, querían hacer de esa aldea, podrida en antaño, una aldea digna y honrada. Según los registros, la aldea del sonido no existía, es así que el Hokage estaba dispuesto a ayudar en la noble tarea. Ya que necesitaban recursos y mano de obra, por un tiempo estarían bajo el ala de Konoha. Sasuke conocía la aldea y al actual líder, cuando estaba con Orochimaru la guarida de la serpiente se ubicó un gran tiempo en ese lugar; allí, él solía conversar con los otros niños. El líder, había pedido expresamente que solo fuera el hokage acompañado de Sasuke, que sabía quién era, les explicaron que estaban recelosos porque otras villas que decían tener buenas intenciones habían querido engañarlos y exterminarlos. La realidad era que la mayoría de las villas no quería saber nada con la dichosa aldea del sonido, no le daban oportunidad y seguían considerándola un nido de ratas. Solo alguien como Naruto pudo ver la sinceridad en los mensajeros del sonido, que solo solicitaban una mano.

Durante estos años Naruto y Sasuke habían compartido muchos momentos, aunque de corto tiempo, entre los viajes de Sasuke y cuando se hizo Hokage, las ocupaciones del rubio. La idea de pasar tres días y dos noches con Sasuke solos lo aterraba. Hasta ahora había podido aparcar en algún rincón de su memoria los acontecimientos que se dieron antes de que Sasuke partiera por primera vez después de la guerra, pero ahora ya no se trataba de un pequeño momento del día como todos estos años. Si bien el tiempo que pasaban juntos no era mucho, Naruto siempre estuvo pendiente de Sasuke, siempre se preocupó por él. Necesitaba a Sasuke para esta misión pero que este haya aceptado dar la cara de tan buena gana a algo tan desinteresado como esto le daba mala espina, solo esperaba que no se le ocurriera nada extraño, de nuevo. Aquello había sido un error, un terrible error.

Partieron al amanecer del día siguiente con un poco de equipaje. A la salida de la villa fueron a despedirlos sus familias, Naruto se despidió dándoles un gran abrazo grupal a Hinata y sus dos hijos mientras que Sasuke despeino cariñosamente a Sarada y a Sakura le propinó un golpesito en la frente, como ya se le había hecho costumbre. Solo iban ellos dos, como lo había pedido la aldea del sonido. Shikamaru estuvo de acuerdo, las probabilidades de que los atacasen eran escasas, desde que se instaló la paz ya no habían ocurrido cosas de ese tipo alrededor de Konoha. Y en el remoto caso de que algo ocurriese, tampoco estaba preocupado, Sasuke y Naruto eran ninjas legendarios. Sin duda sabrían defenderse solos, y estaba el hecho de que el terco de su Hokage no aceptaría refuerzos por el simple hecho de no faltar a su palabra. Suspiró.

El primer día se la pasaron charlando poco y de banalidades, Naruto estaba inusalmente callado, pensó Sasuke, y se preguntó si el otro recordaba lo que había sucedido aquel día. Naruto se había comportado como si nada hubiese sucedido tan endemoniadamente bien que hasta se preguntó si es que se habría borrado la memoria con algún jutsu o algo por el estilo. Naruto no era así, él no sabía disimular, le dolía que realmente para el otro no haya significado nada. Necesitaba aclarar ese asunto de una vez por todas, y de paso recordarle y recordarse que algo así había sucedido. Él no estaba loco, de verdad algo así había sucedido.

El día fue tranquilo y al final terminaron tonteando como antes, compitiendo y molestándose por lo que sea mientras avanzaban, hasta que llegó la noche. Se instalaron en el bosque y prendieron una fogata, Naruto prepararía la comida la primer noche, una liebre que habían cazado.

El rubio, mientras daba vuelta la liebre, notó que Sasuke lo miraba fijamente sin decir una palabra. Era extraño, lo puso nervioso pero lo disimulo magistralmente. Entonces empezó a hablar. Le contó a Sasuke que Bolt ya dominaba el kage bunshin, que Himawari era una niña muy dulce pero que tenía su carácter, que Hinata era muy buena cocinando y que también tejia muy bien, que le gustaba ir a la escuelita de los gennins infiltrado y ver a su retoño Bolt practicar, que Shikamaru era un pesado pero que no sabría qué haría sin él y que...

"¿Recuerdas cuando te follé?"
“¡!”

Naruto trastrabilló en su discurso, pero inmediatamente continuó: que ser Hokage era lo máximo, que mucho había ayudado la aldea de la arena en la paz, por su amigo Gaara, él tenía las mismas ideas que él.

Y mientras seguía hablando vio de reojo como Sasuke se acercaba, y cuando estaba a punto de tocarle el rostro Naruto se calló y se alejó de un salto. Sasuke se quedó con la mano estirada sin mover un músculo, y pudo ver las irises azules de Naruto temblar de las emociones, reflejando la luz anaranjada de la fogata. Siguió un breve pero interminable silencio, que el rubio rompió con la voz en alto y los ojos cerrados, como juntando coraje.

"¡Joder sí! ¡Por supuesto que lo recuerdo!" Se tapó el rostro visiblemente angustiado "no tienes porque decirlo así, bastardo".
"Tuvimos sexo Naruto,"
"Callate! Eso fue... eso fue..."
"Te dije que te amaba y no me respondiste nada, pero cuando me acerqué a ti no te alejaste, te empecé a desvestir y dejaste que siga, no dijiste nada, en ningún momento dijiste nada"
"..."
"Y luego, apareces a despedirme en la salida de la aldea, de verdad pensaba que no vendrías, pensaba que no me hablarías nunca más... pero todo seguía igual, en ese momento me pareció bien, y me alegró, pero ahora..."
"Se va a quemar la comida" se levantó a acomodar la liebre de otra forma, pero de repente se sintió tironeado de la espalda, Sasuke lo acorraló contra un árbol. La expresión que tenía Sasuke en este momento, pocas veces la había visto, en su cara se reflejaba frustración.
"¡Deja de hacerte el tonto maldición! ¿¡Vas a seguir sin decir nada!? ¿¡Qué opinas de que tu mejor amigo éste enamorado de ti eh!? ¿¡Que a pesar de tener una mujer como Sakura al lado, y me la folle de vez en cuando, siga masturbandome recordando tus gemidos!?"
Eso último lo incomodó tanto que tuvo que desviar la mirada, sonrojado. Haber gemido esa vez lo llenaba de vergüenza y era algo a lo que siempre le había dado vueltas en su cabeza.

"¿Por qué Naruto? Dime… ¿porqué dejaste que te lo hiciera?"
"Yo no... yo no quería..."
"No te resististe"
"..."
"¿Fue solo por lástima? ¿Sentiste lástima por mi?" La voz de Sasuke temblaba, quizá de rabia, quizá de impotencia. Y Naruto nuevamente solo pudo desviar la mirada.

"Joder..." Sasuke apretó su puño al costado de la cabeza de Naruto, la verdad dolía. "Entonces esto está bien" le agarró el rostro fuertemente, y lo besó.

Aquella vez no fue por lástima. Es solo que Sasuke era su debilidad. Después de que finalmente había recuperado a su amigo, los sentimientos de Sasuke lo descolocaron y lo angustiaron a partes iguales, no quería perderlo de nuevo. Naruto no pudo decirle que no, sentía que no podía hacerle daño de esa forma. La verdad era que Sasuke lo sabía, y se había aprovechado de eso en ese entonces. Aún cuando Naruto, al mirarle a la cara después de sacarle la última prenda negó con la cabeza con expresión contrariada, él no se detuvo, y Naruto no hizo más por detenerlo. Recordaba su cara entre sorpresa y pánico cuando colocó su miembro en su entrada, y como le temblaban los parpados cerrados y se le tensó la mandíbula mientras se la metía. Recordaba cada detalle de su rostro mientras lo embestía, como lo miraba con los ojos entrecerrados y como intentó contener los gemidos cuando acomodó sus rodillas junto al pecho y pudo darle a su prostata. Y también recordó sus ojos enormes cuando le acabó adentro.

Naruto empezó a golpearlo en el pecho y a quejarse dentro de su boca. Pero Sasuke siguió. De repente Naruto cerró los ojos, dejó caer su mano sin fuerza y comenzó a corresponder. Sasuke pensó "como aquella vez", pero al abrir los ojos en medio del beso no vio su seño fruncido, como aquella vez. En cambio, vio como derramaba lágrimas.

Sasuke rompió el beso. Y lo liberó.

"No sé qué me pasa" dijo Naruto mientras se limpiaba rápidamente las lágrimas “joder…”. Se dejó caer arrastrando su espalda en el árbol hasta quedar sentado contra este, con la mirada ida, cavilando. 

Sasuke se agachó a la altura del otro y le tocó el hombro.

"Entonces, si realmente no querías, deberías odiarme por lo que te hice."
“¡JA!” la risa seca de Naruto lo descolocó, “como si pudiera bastardo”, y en el fondo, estaba seguro de que Sasuke conocía ese hecho, que era imposible para él odiarlo. Maldito bastardo sin escrúpulos.

Entonces lo agarró del poncho que llevaba para acercarlo a él y lo besó nuevamente, Sasuke se sorprendió pero respondió al beso casi de inmediato. Fue un beso apasionado y necesitado, de esos que esperaron mucho tiempo para darse.

Al cortarlo, Naruto notó que Sasuke estaba sonrojado. Sonrió, eso no se ve todos los días, y después se percató que él mismo debía estar igual.

“Aquella vez… aquella vez me dejé hacer…” le costaba admitir eso, ciertamente era una patada a su orgullo haber actuado tan pasivo “me dejé por las razones equivocadas, yo no quería perderte Sasuke, y sentía que si simplemente te rechazaba todo terminaría allí. Que tú te irías de nuevo y no volverías jamás, yo lo supe con solo mirarte a los ojos.” Sasuke no respondió, le molestaba ser leído así, tan fácil. “Luego apareció Hinata, que había comenzado a tenerle a cariño hace un tiempo, y todo era perfecto… siempre que no recordara lo de ese día… yo también me he masturbado pensando en ese día” tuvo que toser para continuar, la imagen de él mismo, espantado, mirando sus manos cubiertas de semen vino a su mente “me di cuenta que también te amaba, pero que sería incapaz de herir a Hinata. Lo que siento por ella podría ser fácilmente amor, pero sé que solo junto a ti podría morirme” Naruto se rascó la cabeza “Je, a veces los sentimientos no son tan fáciles de etiquetar. La cuestión es que siempre que no estás, me pregunto qué estarás haciendo, con quién y en qué estarás pensando. ¿Se acordará de mí? ¿Estará recordando esa vez? ¡Siempre te las arreglas para ocupar toda mi mente!” había sonado como un reclamo, de repente enduró la mirada “Sasuke, tú y yo tenemos una familia, yo no estoy dispuesto a perderla, pero tampoco estoy dispuesto a no permitirme por una vez aunque sea, dejar de negar esto que siento. He decidido que lo que pase aquí, se queda aquí”.
“Tú me amas” explicitó Sasuke.
Todas sus barreras se cayeron, “sí.” 
“Eres un idiota”
“Tú lo eres más”
Mientras desvestía a Sasuke, que se encontraba debajo de él, y lo besaba por todas partes, solo podía pensar que era una locura. Pero qué locura tan preciosa, tan perfecta, tan placentera.
“¿Qué crees que estás haciendo, usuratonkachi?” que Naruto haya agarrado sus piernas encendió todas sus alarmas.
“Esto va a ser así o no será, Sa-su-ke.” el tono de Naruto era burlesco, y Sasuke entendió que se estaba vengando por su manera delicada de recordarle que la anterior vez había sido el pasivo, decirle a un hombre que había sido follado no podía ser bien tomado por alguien orgulloso como Naruto.
Decidió que estaba bien, que después de todo, él tampoco podía negarle nada a su compañero, aunque el otro de eso no se hubiese percatado. Él también era orgulloso como los mil demonios, pero con Naruto, estaba bien. Con él sí podía mostrar su vulnerabilidad, con él podía dejar las máscaras a un lado. Él mismo también lo quería.
Ver al bastardo taparse los ojos con el antebrazo para que no viera su expresión dolorida no tenía precio, escuchar sus gemidos contenidos a cada embestida, tampoco. Los dos devorándose con la mirada, los abdominales resaltados por la luz del fuego y las sombras temblorosas que este generaba.
“No es- espera” pero Naruto no se detuvo, culminó adentro de Sasuke. Vio como este abría enormemente los ojos, con el seño fruncido. El Uchiha sintió como el miembro de Naruto bombeaba en su interior el semen, y junto con la expresión de Naruto, pensó en ese momento que era de las mejores cosas que había sentido jamás. 
“Te la debía bastardo” sonrío cerrando los ojos, con esa sonrisa característica suya. Y Sasuke también acabó.

Naruto sinceramente, sentía que estaba enamorado tanto de Sasuke como de Hinata, él podía amar a dos personas al mismo tiempo, aunque a veces sentía que lo que le pasaba con Sasuke excedía su control. Por su parte Sasuke, siempre supo que lo que sentía por Naruto no lo podía sentir por nadie más, pero Sakura era la segunda persona más importante para él, y con la que decidió formar la familia que tanto anhelaba.
Por supuesto, no quedó todo allí, no después de lo que se habían dicho, de lo que habían sentido. Cada vez que había una oportunidad, terminaban revolcados y enredados. Era inevitable, era irrefrenable, no había nada que hacer. Y sospechaban que en el fondo, Sakura y Hinata lo intuían, que también pensaban como ellos, y que lo aceptaban. Así como ellos aceptaban que así es como se sentían completos, cruzando de vez en cuando el límite de amigos a amantes, cuando el deseo les excedía a la razón.