Prólogo:
Por la cabeza de cualquier niño, siempre ocurren las preguntas de los cuentos de hadas, bestias, o criaturas que se ocultan en el bosque.
En esta historia te contaremos, qué es el corazón del bosque y las criaturas que se esconden en él.
“El corazón del bosque” es el árbol que puedas ver cómo, el más roñoso, el más antiguo y quizás el más temible. Pero siempre te llamará la atención algo en él, quizás el movimiento de sus hojas, o talvez la leve brisa que provoca que estas caigan.
Cada vez que las hojas se desprenden y separan de todas las demás, pueden suceder dos cosas, lo que ocurre eventualmente que probablemente, tú y yo veamos, es que esta caiga y toque el suelo perdiendo la vida poco a poco. O lo que nadie ve, que esta sea envuelta por los primeros rayos de sol, dejando apreciar a una pequeña y delicada criatura la cual todos conocemos como “Hada”.
Cada hada, al nacer se le otorga un don, con el cuál ellas pueden servir al “Corazón del bosque” y a las criaturas que resguarda.
Capítulo 1: “El recién llegado”
Pov. Normal
Oh Sehun, estaba celebrando su cumpleaños número 19, junto a los que conocía y llamaba, “amigos”, estaba por beber su décimo trago, cuando sintió la necesidad de ir al baño, pero para la mala suerte del chico, estos estaban ocupados. No sabía si fueron la cantidad de alcohol que había ingerido o quizás la necesidad era mucha, pero se encontraba caminando hacia la salida.
Ya afuera del local, no tuvo más remedio que dirigirse a un lugar donde no lo vieran y orinar junto a un basurero, al finalizar se subió el cierre y se encaminó de vuelta al local, pero justo antes de entrar algo llamó la atención del muchacho. Cerca de él divisó una gran bestia , de ojos rojos y pelaje oscuro, que le observaba atentamente, era más grande que un lobo común y mucho más temible, escuchó un gruñido proveniente del animal, lo cual hizo que su cuerpo se paralizara del todo, sentía que su corazón latía rápido y su respiración se entrecortaba. No notó en que momento, la bestia se posó sobre él y mordía sus extremidades.
Sehun se hallaba debajo de la bestia tratando con todas sus fuerzas, pedir ayuda, pero ninguna palabra salía de su garganta, gracias al dolor que le provocaban las mordidas del animal, cayó inconsciente, sintiendo como la vida abandonaba su cuerpo.
Luhan se encontraba en busca de algún humano indefenso para poder saciar su sed, en lugar de esto se encontró a una bestia atacando a un joven que yacía inconsciente en el suelo de aquél oscuro lugar.
Su primera intención fue retirarse del lugar al segundo de ver a la bestia, por el miedo a ser atacado. Pero por alguna razón ver a aquel chico indefenso en el suelo, removió algo dentro de él. No se percató en qué momento se encontraba cara a cara, mirando directamente a los ojos de la bestia, ganándose un fuerte gruñido y un arañazo en su hombro izquierdo, causándole un dolor punzante, retrocedió unos pasos para luego volver a la posición de ataque y proporcionándole un fuerte golpe en las costillas a aquella bestia, haciendo que esta cayera fuertemente cerca de unos basureros oyéndola chillar de dolor.
Tomó a aquel chico entre sus brazos y se dirigió velozmente hacia el centro del bosque, pidiéndoles ayuda a las hadas.
─ ¡Seohyun! ─ Gritó a todo pulmón, posando al chico frente al gran árbol.
Una pequeña criatura se asomó por entre las hojas del gran árbol, atendiendo el llamado del Vampiro. Se dejó mostrar completamente, dejando ver un corto vestido blanco, su reluciente cabellera castaña y sus pequeñas alas.
─ ¿Qué pasó, Luhan? ─ Preguntó dejando escuchar su delicada voz, para luego mirar al chico que yacía casi muerto en el piso. ─ ¡¿Qué le sucedió?! ─ Gritó la pequeña hada, escuchándose realmente como un susurro.
─ Fue atacado por un hombre lobo ─ Dijo Luhan, mirando a la hada. ─ Ayúdalo ─ Pidió, pero más bien sonó como una orden.
La pequeña hada le miró un poco enfadada, pero igualmente se acercó al cuerpo del rubio. Pasó sus delicadas manos por las heridas que veía en el cuerpo del muchacho, haciendo que estas sanaran poco a poco.
─ Logré curarlo, la esencia del lobo ya está en su sangre. ─ Declaró la pequeña Seohyun, al Vampiro, el cual se encontraba reuniendo fuerzas para no atacar al chico. ─ Se tendrá que quedar, como uno de nosotros ─. Sentenció la pequeña, para luego volver a desaparecer, entre las hojas del gran sauce.
Sehun comenzó a abrir los ojos y a sentir como el aire retornaba a sus pulmones. Notó una gran cantidad de personas a su alrededor, mirándolo atentamente. Se sentó alarmado, rascándose la nuca y mirando confundido a los chicos a su alrededor.
─ ¡Ya despertaste! ─ Exclamó un chico alto, de cabello negro, con voz grave y una sonrisa dibujada en su rostro. ─ Has dormido mucho, eh ─ Dijo en forma de broma, para luego acariciarse la cabeza por el golpe que fue proporcionado, por un chico de cabello castaño.
─ Chanyeol, no asustes al chico ─ Dijo aquel castaño, al chico que Sehun suponía, se llama Chanyeol. ─ Un gusto, soy Lee Donghae, tu tutor. ─ Declaró Donghae.
Sehun miró confundido a las personas a su alrededor y rápidamente se levantó, dando algunos pasos hacia atrás para mantener la distancia. Se pasó las manos por su cabello, confundido.
─ Tú eres mi, ¿qué? ─ Dijo el rubio algo preocupado, la situación le confundía y no recordaba nada, luego de la escena con la gran bestia. Hae, rio por la actitud del muchacho.
─ Tu tutor. A todo esto, ¿Cuál es tu nombre? ─ Preguntó el castaño, dirigiéndose al rubio. Sehun dudó bastante en responder esa pregunta o no.
─ Sehun, Oh Sehun ─ Respondió firme el rubio, si algo le habían enseñado en casa, era a no mostrar miedo ante nadie.
─ Muy bien Sehun, desde hoy… Comienzan tus lecciones ─
1 año más tarde.
Sehun hace unas pocas semanas había aprendido a controlar sus transformaciones, pero a Luhan le encantaba sentarse sobre las copas de los arboles observando secretamente a aquel lobo blanco, correr tras algunos conejos, liebres e incluso ciervos que merodeaban por el bosque.
Luego de aquel día en el que casi presenció la muerte del rubio con sus propios ojos, se sentía a cargo de todo lo que le pasara, no era algo estrictamente necesario, pero aún recuerda como su corazón se estremeció al ver a aquel humano pereciendo frente a sus propios ojos, no quería volver a presenciar eso por lo que ahora, en secreto, vigilaba a aquel chico cada día en sus lecciones, quizás estaba con Donghae, uno de los lobos más antiguos y expertos en caza, pero no pondría en juego la seguridad del chico nuevamente.
Sehun, aún tenía aquel leve sentimiento de que alguien a lo lejos le observaba, nunca podía cazar tranquilo, o jugar tranquilo, siempre sentía que unos ojos le observaban cada día, cada clase que tenía con su tutor.
Sehun quedo mirando un punto fijo donde sentía aquella mirada ─ Hae Hyung ¿los vampiros pueden pasarse de los límites? ─preguntó intrigado.
─No, ¿Por qué? ¿Ves alguno? ─pregunto alarmado, se suponía que los vampiros no podían cruzar sus límites, era un acuerdo que se había hecho hace siglos.
─Oh, por nada, solo… curiosidad─ él sabía perfectamente que lo que vio fue una sombra pero no quería decir nada, no quería meterse en problemas. Hae asintió levemente y se encaminó al bosque nuevamente.
─ Las lecciones han terminado por hoy, puedes volver a casa ─ Sehun asintió levemente con la cabeza y se marchó de aquel prado llano, dirigiéndose a su “hogar” lo cual era, una pequeña casa cercana al río que delimita el sector de Vampiros y lobos, siempre le había gustado ese lugar, por ahí pasaba una corriente de agua, que al menor le relajaba por completo, el aire de ese lugar, todo le traía buenos recuerdos y le relajaba del todo estar en ese lugar.
Luhan se encontraba vigilando al chico, para que llegara completamente sano a casa, pero el muchacho, por primera vez pudo ver la cara de la persona que siempre le observaba.
─ Se que estás ahí, ¿Qué quieres? ─ Dijo el rubio, en un tono algo alarmado, pero trató de mantenerse firme ante aquel muchacho. El castaño salió de su escondite, dedicándole al chico una tierna sonrisa y una reverencia.
─ Un gusto, soy Luhan ─ Casi cantó el castaño, mirando al chico atentamente. Sehun se encontraba plasmado, nunca había visto a un ser más hermoso, su sonrisa le daba el tono juguetón a su cara de niño y su cabello caía perfectamente tapando algo de sus ojos. ─ ¿Y tú eres? ─ Dijo suavemente, sacando al rubio de su ensoñación.
─ Mi nombre es, Sehun ─ Afirmó el rubio, tratando de sonar algo serio, pero en vez de eso, su voz sonó entrecortada, el chico le dejaba totalmente sin habla.
─ ¡Sehun-ah! ─ Ambos escucharon un fuerte grito.
Luhan desapareció en cosa de segundos y Sehun quedó mirando a la nada, cuando un chico alto, pelinegro apareció, el rubio lo reconoció, era su amigo Chanyeol.
─ ¿Qué ocurrió, Channie? ─ Dijo tranquilamente el menor, al ver el rostro preocupado del más alto.
─ Un Vampiro ─ Sentenció el pelinegro, para luego hacer que el pelaje negro, brotara de su piel, haciendo que su ropa se desgarrara y cayera al suelo. Chanyeol pasó de ser el humano común a una bestia completamente negra y de gran volumen, comenzó a olfatear cerca de un árbol para luego mirar a lo alto y divisar una sombra.
Luhan miraba desde lo alto lo que sucedía con Sehun y el pelinegro, trató de dar un salto hasta la copa de otro árbol pero, una rama le impidió lograrlo, haciendo que el castaño cayera fuertemente al suelo dando un fuerte quejido. El rubio miró a Luhan caer y trato de acercarse a él, para ayudarle pero en el intento se ganó un fuerte gruñido de parte del mayor, Sehun retrocedió algo asustado mirando como el pelinegro le gruñía fuertemente al chico que yacía en el suelo con los ojos llorosos y mirada asustada.
─ Detente Chanyeol ─ Dijo en seco el rubio, esperando a que el mayor le hiciera, aunque fuera caso alguno, en cambio de eso volvió a ganar un fuerte gruñido y una mirada enfadada de parte de la gran bestia, esta última soltó aire por sus fosas nasales y se alejó lentamente del muchacho para luego volver a su forma humana y mirar al menor aún más enfadado.
─ ¿Sabes lo que hacen estos monstros?, ¿Sabes todo el daño que causan? ─ Reprochó el pelinegro, tomando el brazo del rubio y arrastrándolo hasta su casa.
Sehun no sabía en qué momento llego Donghae y comenzó a reprenderlo por todo lo que el mayor le contaba. Tampoco supo cuando llego a la morada de los hechiceros los cuales le miraban aún más enfadados.
Lee HyukJae era probablemente uno de los hechiceros con más experiencia y sabiduría en todo el bosque, fue una de las primeras creaciones del llamado “Corazón del bosque”, por lo que siempre acudían a él si había algún tipo de conflicto, por esa razón Donghae llevó al rubio ante el mayor, contándole lo que había sucedido y pidiéndole que le explicara el porqué de las acciones del pelinegro.