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El tiempo a tu lado Temporada II por William Michaelis

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Notas del fanfic:

OMG MIS FEELS DE ESCRITOR ME LLENARON LA PRIMERA TEMPORADA.

¿QUE ME DEPARARA ESTA?

BUENO, BUENO, BUENO.

NUEVA TEMPORADA CHICAS, Y ESO ME HACE TAN FELIZ, EL TENERLES AQUI DE NUEVO, ¡Y SEGUIR ESCRIBIENDO!

TO'H PARA SU DISFRUTE.

ARRANCAMOS CON ESTO.

MUCHISIMAS GRACIAS.

RECUERDEN: LEMON, AU, (HARTO) DRAMA, TRAGEDIA Y MOMENTOS ROMANTICOS DERROCHA MIEL.

 

 

 

Notas del capitulo:

TEMPORADA ANTERIOR ME DIJERON POR INBOTS: AMOR AL ODIO

Y DIJE YO: ODIO AL AMOR.

YA SABEN COMO EMPIEZO Y COMO ME GUSTA ESCRIBIR,

PARA LAS CHIQUILLAS NUEVAS (Y NO TAN NUEVAS)

BIENVENIDAS A ESTE SU FANFIC ESPERO LO DISFRUTEN.

 

Prologo:

Las mañanas en Londres pueden ser muy frías, sobretodo en grandes lugares.

La nieve cubre todo lo que sus ojos ven, ¿Cuánto tiempo había pasado desde su actual relación?

El, al lado de quien tanto amaba, podía escuchar su respiración acompasada, se habían mudado a una casa bastante lujosa, estaban solos, el chico estudiaba y su pareja, su pareja administraba una empresa.

Dorian Michaelis, hijo de Ciel Phantomhive y Sebastian Michaelis, joven de bien, hasta que descubrieran la relación con su padre, enamorado del hombre Sebastian Michaelis, y este mismo enamorado del joven.

Su amor era puro e incondicional, más por el miedo de perder al otro, escondían esos sentimientos. Su relación no era bien vista.

El dejar atrás la mansión en la que vivían fue difícil, las escusas fueron las diferentes escuelas que escogieron ambos niños.

 

Dorian y su hermana, Caroline, fueron custodiados año y medio por su padre, Ciel Phantomhive, que actualmente, se encuentra con su pareja: Rick Grimes. Su hermana decidió quedarse con el señor Grimes y su padre pese al buen trato que le daban, las atenciones y todo lo demás, el por algún motivo estaba resentido con ambas personas.

Ciel Phantomhive antigua pareja de Sebastian Michaelis, ambos acabaron pese a un amorío que tuvo el más joven de ambos, el más grande se sintió derrumbado completamente por varios años, cuando por fin se hubieron reconciliado termino con esa relación volvió a Inglaterra. La pareja se quebró junto a su matrimonio, Sebastian crio a los niños con algo de ayuda y próximo doce años procedió el juicio por custodia, ya que el joven volvió a contraer matrimonio con alguien más, y en esos momentos era el más apto, para tener a ambos adolescentes.

En resumen, la chica se quedó con la pareja de recién casados, aun manteniendo contacto con su padre biológico y con su hermano. Mientras que el chico se quedó con su amante y padre, todo parece ser normal, y sin ningún nuevo peligro.

 

Un año atrás:

 

Nuevamente corría el tiempo y en un hospital su cuerpo se hallaba vulnerable, perdido en ese mundo con las palabras que le marcaron momentos antes, resonando en su mente, como el doblar de una campana.

Su dolor igual de inmenso que años atrás, ¿Por qué siempre era así cuando él era feliz?

-Papá… - Escucho la voz ligera de su hija, seguido de sus brazos alrededor de su cuello.

-Hola pequeña -  La voz apagada de este acompaño a los sollozos de su hija, que al igual estaba tan apegada a él como el primer día.

-¿Es cierto, nos iremos con papá? -  ¿Por qué era tan importante aquello? Ya era suficiente con que el sufriera.

-Se irán con él solo por un tiempo cariño, no sucederá nada… Seguiré viéndolos, según lo que dicte el jurado. Y el juez…- La chica asintió con la cabeza y abrazo más fuerte a su padre.

Al poco tiempo se retiró, Sebastian se sentía terrible aún, sus lágrimas se vieron detenidas por el toque de Dorian, ese chico volvía a estar con él. El hombre lo abrazo tan fuerte como su mismo cuerpo se lo permitía.

-Trate… Lo siento Dorian… - Sebastian frunció el ceño y abrazo al chico tan fuerte como pudo, lo arrancarían de su ser, a ambos niños, estaba preocupado.

-No ha sido to culpa… Seguiremos en contacto… Lo sé… él me explico que nos podrás ver… El fin de semana…

-Lo siento, trate de protegerles de que esto pasara, lo siento mucho…

-Hiciste todo lo que estaba en tus manos, tú no tienes de que arrepentirte, tu hiciste todo lo que estaba en tu poder para sacarnos adelante, y henos aquí… Me consuela… saber que…

-Te amo… - Las palabras sonaron sinceras de su boca, sus labios se unieron en un casto beso, sus manos se unieron también proclamándose unidos, ambos tenían miedo, pero ¿Qué sería de ellos si no?

 

Tres días después se podía ver al mismo hombre decaído, sin abogado en la corte y derrotado. Ya habían pasado dos días en juicio y en trámite de papeles.

-Señores Sebastian Michaelis y Ciel Phantomhive… pasen al estrado… - La voz avejentada del juez le despertó de ese ensueño en el que se encontraba, miro a su alrededor, quizá todas las personas que había conocido estaban ahí, declarando o simplemente como testigos, por fin podía ver a ese maldito al lado de Ciel, eso lo enfureció demasiado, estaba cansado, desde tres días atrás no había podido ver a Dorian, ni a su querida niña. Caroline y su hermano estaban detrás en las bancas, Sebastian suspiro caminando al lado de quien con anterioridad había amado con todas sus fuerzas y a pesar de eso había rechazado ese puro amor.

-Señor Michaelis, tengo entendido que usted fue detective, ¿está seguro aún en ser su propio abogado?

-Si su señoría… - Ciel miraba de reojo a aquel hombre, se veía bastante nervioso, recordaba estar en un juicio civil así cuando ambos contrajeron matrimonio.

-¿Jura decir toda la verdad, y solo la verdad en esta noble corte?

-Sí señor.

-Usted señor Phantomhive, ¿jura decir toda la verdad y solo la verdad en esta noble corte?

-Sí señor.

-Muy bien, procedan a sus asientos. – Sebastian se veía nervioso, aunque sabía que no podía ganar el juicio por la custodia se le partió el alma al ver a Dorian arriba en el estrado.

-¡Señoría objeción! – El hombre se levantó de su silla, ese punto simplemente no lo iba a tolerar, no quería que se quedará con toda la custodia de ambos niños, al menos quería verlos.

-Señor Michaelis, por favor guarde silencio…

-¡Pero señoría! Este hombre no se ha interesado en absoluto de sus hijos en doce años, ahora viene aquí con mentiras a llevárselos.

-¡Orden!

-Creo que me oponga o no el juicio lo ganará él, así que su señoría, ¿Por qué he de acallar esto? – Sebastian se apoyó firmemente del escritorio y camino enfrente de este. – Este hombre estuvo casado conmigo por bienes legales una vez, claro su necesidad de placer sexual fue más que el amor hacía con quien contrajo nupcias, en ese entonces mis hijos ya habían nacido, dos hermosos gemelos, que a causa de su infidelidad pasaron a manos de sus abuelos por dos años, usted no sabe lo que es sufrir dos años enteros en un hospital, el divorcio lo firme, firme todo lo que este hombre quería, ahora doce años después empieza a aparecer mes con mes, y todo para quitarme a mis hijos, que legalmente eran míos. Señoría eso es comprar a las personas, solo pido, la custodia la tiene él si eso es lo que quiere.

-Objeción señoría. Mi cliente no compro a ambos niños como dice el señor Michaelis.

-Creo que tengo varias pruebas que eso no es cierto, ¿usted ve esto ajenamente?

-Sí, ¿acaso tiene algo que ver mi punto de vista?

-Exacto, por doce años usted estuvo sumido en la depresión, por doce años crio a ambos gemelos con algo de ayuda, tratando de superar su depresión, por once años le costó perdonar a quien le hizo tanto daño, ahora viene esta persona y le dice que vuelve para casarse y llevarse a los niños. Cuando que esta persona no participo en gastos, médicos, escolares lo que sea, y esto no es un reproche yo me sentía orgulloso de mis hijos. Y lo estoy aún, cual sea su decisión de ambos la apoyaré porque ese es el pacto que yo hice al tener a ambos niños. Le imploro y le suplico me deje verles al menos los fines de semana, no pido más…

- La custodia compartida es un caso difícil señor Michaelis, las cosas no son así de fáciles, sin embargo tiene usted un trabajo estable, una posición económica igual y un asentamiento donde no depende de nadie más. Pero, el único problema es su edad, si usted llegará a fallecer los niños inmediatamente pasarían a la custodia del Señor Phantomhive.

-Eso me queda claro señoría y por esa misma razón me gustaría pasar el tiempo que me quede de vida con ellos dos, no importa lo que tenga que hacer, su señoría… tengo una… una carta del médico, junto con unos análisis recientes, me gustaría que los leyera… Aunque no cambie su opinión acerca del caso.

 

Sutilmente el moreno se acercó a dejar la evidencia en el lugar del juez y regreso a su lugar, miró como este ajustaba sus gafas y leía la información recientemente dada, en ella aparecía un detallado informe en una carta de un doctor sobre la enfermedad que padecía el hombre. Sus manos temblaron inquietas, padecía de una enfermedad cardiaca, en la que dictaba que el hombre de negros cabellos padecía de Cardiomegalia¹

El juez suspiro e indico que se fuera del estrado. No cambiaba nada que el hombre le ofreciera a leer esos papeles solo que lo comprendiera, Sebastian tenía algo de esperanza al menos en ver a esos niños, una vez al año asi fuera.

-La corte falla a favor del señor Ciel Phantomhive, otorgándole custodia de los menores de edad Dorian y Caroline Michaelis, así como que el padre de estos dos se haga cargo de su manutención. El señor Sebastian Michaelis tendrá que conseguir una vivienda en mejores condiciones, acudir al psiquiatra y emplear sumas de dinero más grandes, de lo contrario se le negará el permiso de ver a ambos menores. El plazo es de un mes, mientras tanto no podrá mantener ningún tipo de contacto con ninguno de ellos, si no se tomará un permiso de alejamiento. Eso es todo… Esta honorable corte cierra su sesión.

 

Todos los presentes se levantaron el juez salió de la sala, había tomado la decisión legal. Ambos niños corrieron a abrazar por última vez a su padre, la mayoría de edad no les afectaba y aunque pudieran decidir con quién quedarse al parecer la opción que ellos querían no se encontraba disponible.

-Es lo mejor para ustedes, lo prometo… - Abrazo y beso la mejilla de ambos niños.

Al salir de la delegación Sebastian vio a Rick solo, lo estampo contra el coche de “la familia” y frunció el ceño.

-Te juro, te juro Grimes que como toques a mis hijos de mí, ni el diablo te salvará. – El moreno se apartó, ¿Qué más tenía que hacer ahora? Caminaba solitario. No debería estar tan deprimido después de todo, pero el juez lo había dicho, ya pensaba colgarse del farol de la casa de los Phantomhive, que aquel matrimonio viera su cuerpo de tan indecente manera lo prendía y le hacía desear más su muerte.

De no ser porque dejo su profesión hace mucho tiempo si no sus sesos hubieran sido esparcidos contra el concreto desde hace largo rato.

Camino a su departamento y suspiro al encerrarse ahí. ¿Qué le quedaba ahora? Solo muebles, muebles, dinero, cosas banas y que no tenían sentido ya para él. Al resbalar por la puerta principal gateo hasta la cantina que tenía, miraba cabizbajo hasta que logro alcanzar una botella de ron.

-Vivan los sentimientos… - Y se llenó la boca con ese líquido amargo y dulce a la vez, ardiendo su garganta al primer intento.

Sus lágrimas corrían cuesta debajo de sus mejillas y se sentía inútil, como fue desde esos primeros años que estaba roto.

A la mañana siguiente aparecía un hombre de pelo azul igual de viejo que el que yacía a su lado por la puerta del departamento del hombre moreno.

-Dios mío dime que no es cierto… - El hombre miro la escena con algo de asco frente suya el “cadáver” colgante del techo de aquel hombre.

-No, este desgraciado se ama demasiado así mismo para suicidarse… - El hombre de castaños cabellos se acercó al cadáver y lo movió, acto seguido despertó. – Te lo dije, ya lo ha hecho más de una vez.

-No es bueno despertar a los muertos de su letargo…

-Apestas a alcohol, ¿Cómo piensas dar una buena impresión a las autoridades así?

-si la autoridad eres tu… No tengo que impresionar… Oye… - El más alto corto la soga e inmediato el cuerpo cayó al suelo. – Sigue sin funcionar desde la primera vez que lo intente… Tengo mullido el cuerpo…

-La presión bajo hasta tus pies toda la noche me imagino…

-¿Por qué están aquí?

-Creó que el juicio no fue justo…

-¿Lo notaste? – El moreno hablo con distinguido sarcasmo y se levantó del suelo con algo de ayuda.

-Sí, Ciel no se quedará con ambos, de eso estate seguro. Sebastian… ¿Cuánto deseas tenerlos de vuelta?

 

 

Notas finales:

RECOMENDACION DEL ESCRITOR PARA ENTENDER LOS FEELS DE DORIAN Y SEBASTIAN:

Eres - Cafe Tacvba

Por favor escuchenla y sientan mis feels también.

Bueno, bueno...

¡Muchas gracias por leer!

ANUNCIOS CAGUAIOSOS:

Nuevo horario: Lunes y Viernes a las diez de la noche.

¡AY! aqui su querido escritor se despide.

TITULO TEMPORAL, participen sugieran un titulo, yo me quedo con este por una canción también, ¡Como el capitulo de hoy!

Cualquier cosa haganme saber, que yo ADORO sus reviews.

¡Un besaso y hasta la proxima!

PD: El titulo del capitulo cambio dos veces en mi documento, antguamente se iba a llamar "Fuego de infierno" y luego "La dosis perfecta"

 


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