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Eroge Game por lovelinfery

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Notas del fanfic:

Todo producto de mi enferma mente!

Notas del capitulo:

Hola! Espero que disfruten este Capitulo

ADVERTENCIAS: Horribles faltas de ortografía, Muchas dosis de erotismo, posibles derrames nasales ;P

Los personajes no me pertenecen (por desgracia  ¬¬) le pertenecen Al vendido de Masashi Kishimoto yo solo los utilizo para crear esta historia sacada de mi enferma Mente >_<!!

Notas: - “pensamientos” de Naruto

          - “pensamientos” de Sasuke

           -narración normal

Game 1: ¡En la estación!

 

1ra. Parte

 

Manos

 

“ Tokio cuenta con 13 líneas de metro, con una longitud total de 286,2 km, lo que la convierte en la sexta red de metro más grande del mundo, después de las de ShanghaiNueva YorkLondresMoscú Madrid. Es el segundo más usado del mundo, con 2.500 millones de usuarios cada año, va detrás del Metro de Moscú, con 2.600 millones. A nivel nacional va por delante del Metro de Osaka, que es usado por 880 millones de usuarios/año, sin embargo Tokio junto con toda Japón, se ha convertido en otra ciudad de perdición tanto religiosa como cultural y moralmente. Aunque no lo parezca, Tokio es una de las centrales más grandes de mujeres indecentes y hombres con costumbres raras.

 

Mi nombre es Uzumaki Naruto, soy un estudiante de tercer año de preparatoria, mi escuela se encuentra en Shibuya, lo cual es muy cansado, porque vivo en Ueno el viaje en el metro es de más de una hora y media, pero después de todo yo elegí esa escuela, lo más fastidioso es sin duda el trayecto, El metro de Tokyo, en hora punta, es un gran almacén de sardinas en lata bien apiladas.  La línea de Ginza que es la que normalmente utilizo no es la excepción Y el poco espacio por usuario redunda en los abusos que imaginas: acosadores, tocamientos, abusos del que son víctimas miles de mujeres, me alegre mucho al saber que El metro de Tokio le declaro la guerra a los manoseos de los acosadores, después de todo  no me gustaría que algo semejante le sucediera a mi madre.

 

 Puede resultar delirante que haya que apartar a las mujeres para que no sean víctimas de abusos semejantes. Es como suponer que las mujeres, inevitablemente van a ser manoseadas. O que la mayoría de los hombres son unos degenerados. El caso es que en Japón existen con mucho éxito los vagones exclusivos para mujeres, los conocidos 'Only Woman'. Unos compartimentos ubicados en la cabecera de los convoyes para proteger a las féminas de la multitud durante las horas punta del día, entre las 07.30h y las 09.30h de los días laborables.

 

Pero acabo de cambiar de opinión, eso sin duda es una injusticia  ¿el por qué?, puede que tenga que ver con que ahora mismo uno de esos degenerados me está tocando el trasero y con ganas.”

 

Como cada mañana el vagón se encontraba completamente lleno, estudiantes diversos, y asalariados apurados eran los que lo conformaban mayoritariamente, un joven rubio de tez acanelada se abrió paso para entrar a empujones entre la ola de gente, no pudiendo salvarse de pisotones, empujones, codazos en sus costillas y la siempre presente falta de aire, se acomodó como pudo en el otro extremo del vagón,  sujetándose de uno de los tubos  se puso sus auriculares, y enfoco su azulina mirada hacia afuera del cristal que estaba frente a él, divagando en sus pensamientos no podía evitar que se dirigieran a su molestia hacia el metro,

 

“El estar rodeado mayoritariamente de hombres es horrible, siendo sinceros ya no creía que perteneciera a esa especie, es decir ¿Cómo podían ser tan asquerosos?, no era por generalizar pero la mayoría eran hombres gordos, o feos, o viejos, se te pegaban completamente hasta invadir más allá de tu espacio personal, todos sudorosos tienes que ver sus caras velludas de cerca o sentir sus respiraciones, a veces ser algo bajo tenía sus beneficios.”

 

Para evitar esas grotescas imágenes procuraba mirar siempre hacia la ventana, grave error el estar tan vulnerable, un  frenon repentino hizo que las personas rebotaran unos con otros haciendo lo posible por detenerse y no caer en el suelo, sintió como lo empujaron contra el cristal, lo molesto y mucho pero no había nada que hacer, así que lo dejo pasar, se sentía algo apretujado y acorralado, vaya que respirar era difícil, la maquina comenzó a moverse nuevamente, y respiro profundamente.

 

“será un largo viaje” Pensó apesadumbrado, fue entonces que lo sintió, una mano recorría desde la base de su espalda baja hasta su glúteo izquierdo sobresaltándolo, primero quiso pensar que lo estaban confundiendo con una chica por su baja estatura, pero cayendo en la cuenta traía puesto su uniforme para varones de la preparatoria un gakuran* completamente negro. “¡No hay forma de que me confundan!” Se dijo así mismo enojado de su situación, ni siquiera podía voltear para golpear al muy maldito que seguía sobando su trasero y aún faltaban 13 estaciones aproximadamente para llegar a Shibuya, maldecía su suerte.

 

El pervertido se encontraba justo detrás del rubio cubriendo completamente a este con su cuerpo, se encontraban rodeados de gente que no prestaba atención a nada demasiado ocupados lidiando con la molestia de venir tan apretados, así que el ojiazul estaba arrinconado en una esquina con ese sujeto que acariciaba suavemente su glúteo con toda la palma de su mano pellizcándola de vez en cuando con sus dedos, mientras él se quedaba muy quieto, pensó en gritar “¡Chikan!”(Pervertido) como tantos carteles en las estaciones sugieren, pero su orgullo no se lo permitía, seria conocido como “el chico al que manosearon” o algo parecido, y no podía permitir que eso pasara, antes aguantaría las manoseadas.

 

O eso creyó, el sujeto ahora llevo ambas manos al redondeado trasero del ojiazul sobándolas de arriba abajo para luego apretarlas y sujetar cada glúteo en una mano los separaba y luego los juntaba, repitiéndolo varias veces, causando que por la fuerza el rubio arqueara un poco su espalda, dándole sin intención una posición que le permitía al pervertido tocarlo mejor, sus dedos se paseaban entre estas suavemente.

 

-¡Ah!-Poso ambas manos en el cristal para no caer, el degenerado había tocado su entrada por sobre el pantalón frotando esa zona, primero suavemente y después fuerte obligándolo a subir más su trasero y levantar su cadera “¿¡Cuánto tiempo pensaba ese tipo mantener su mano ahí!? Frotaba insistentemente y comenzaba a sentir que la temperatura de su cuerpo aumentaba sin mencionar que los lugares que estaban siendo tocados por ese individuo comenzaban a hormiguear, se sentía raro y su rostro estaba cubierto por un sonrojo, no solo  por el hecho de que tal vez otros pasajeros pudiesen ver tan comprometedora escena, sino también porque él era completamente inexperto en esto, si, lo había visto y jugado en una infinidad de Eroges, y una que otra película xxx, pero de ahí a experimentarlo por cuenta propia había una gran brecha de por medio.

 

Estas sensaciones eran nuevas para él, y nadie desearía que lo tocara de forma tan indecente un desconocido, mucho menos sin su consentimiento, el extraño bajo sus manos hasta sus muslos acariciándolos  y separándolos un poco, haciendo que abriera sus piernas, quiso aprovechar el momento para voltearse y salir corriendo o mínimo apartarse un poco, pero el otro pareció leer sus intenciones y paso su mano por entre sus piernas capturando entre sus dedos sus genitales, “Ok, creo que esto es una amenaza, mejor ya no me muevo” pensó abatido y aterrado.

 

Movió entre sus dedos los genitales del rubio luego los froto y recorrió desde ellos hasta su entrada, la comenzó a frotar nuevamente, moviendo sus dedos de atrás hacia adelante y luego empujando sobre la tela mientras su otra mano la posaba sobre su glúteo izquierdo y lo apretaba, el ojiazul ya no sabía si temblaba de miedo o por otra cosa y comenzaba a sentir como el calor se acumulaba en su miembro, liberaba silenciosos jadeos y cubría su boca para no deja escapar ningún sonido y entonces, la escucho jamás le había sonado esa voz tan hermosa, acababan de anunciar la próxima parada, y era la suya, así que se preparó.

 

Apenas habían anunciado que habían llegado a la estación de Shibuya y le dio un fuerte pisotón, lo aparto de un empujón y sin voltear hacia atrás salió corriendo a todo lo que le dieron sus piernas, dio vuelta en una esquina entrando a los baños más cercanos y se encerró en un cubículo, con la respiración sumamente agitada se recostó en la puerta, “Fue tan aterrador” pensó temblando ligeramente “pero…” decidió cortar el hilo de sus pensamientos sonrojándose furiosamente, estaba enojado no solo con el degenerado ese, si no también consigo mismo, su cuerpo se había comenzado a calentar con los toques, y caricias del pervertido “¡¿Cómo es eso posible!?”

 

-¡¡Ah!! ¡Olvide ver su rostro!-Grito impotente, ahora no sabría de quien cuidarse, aunque posiblemente esa situación no volvería a repetirse, al menos eso esperaba, olvidándose por ahora del penoso incidente, se dirigió a la escuela.

 

Regresando a los andenes, un muchacho pelinegro, apuesto y de piel pálida, caminaba con elegancia fuera del vagón, lucía una sonrisa de lado bastante presuntuosa.

 

-Hump..Dobe- Susurro mientras salía  de la estación, perdiéndose entre la multitud de personas.

 

2da. Parte

 

Rodilla

 

“La primera vez que lo vi fue en Akihabara en una de las tantas filas para esperar el lanzamiento de un nuevo juego Eroge de la tienda que más me gusta, estaba a tan solo una cuantas personas delante de mí, lucia muy emocionado, la verdad cuando lo vi pensé que era un idiota, en cuanto tuvo su juego salió corriendo y saltando de la tienda, gritando y haciendo mucho ruido, era simplemente molesto, sin embargo su sonrisa era muy deslumbrante.

 

Akihabara es una zona comercial importante, la mayoría de los comercios de allí se dedican a la venta de productos electrónicos, computadoras, accesorios y gadgets; además de entretenimiento audiovisual, como animemanga 

 

Videojuegos, en su mayoría se encuentran en la calle principal Chūōdōrin, me encontré con el muchas veces, la mayoría, en alguna tienda de videojuegos, y antes de que me diera cuenta lo buscaba con la mirada, cosas como “A mí también me gusta ese juego” o “tal vez este le guste a el” pasaban por mi mente muy seguido.

 

Fue entonces que me di cuenta que compartíamos el mismo vagón, bajamos juntos en Umeno, donde yo transbordaba para llegar a Asakusa, si el bajaba ahí quiere decir que probablemente viva en esa dirección, así que me propuse encontrármelo no solo en Akihabara, para mi sorpresa después de unos días lo encontré, seguramente iba de camino a su escuela, esa cara tan seria definitivamente no va con él, Su cabello rubio y brillante, su piel acanelada y sus ojos azules, mientras más lo veía a la distancia, más deslumbrante me parecía”

 

 

 

 

 

Otro día de escuela, otro tormento en la hora pico del metro habían pasado tres días desde que el pervertido lo ataco, primero había estado muy alerta por si volvía a pasarle pero al tercer día ya no le prestó atención, y continuando con su rutina escuchaba música a alto volumen con sus audífonos, mirando hacia la ventana pensando en la inmortalidad del cangrejo y la tarea que no había echo

 

 

 

Faltaba la mitad de camino para llegar a Shibuya y el muchacho pelinegro no encontraba a su presa decepcionado volteo su mirada desinteresadamente a la ventana más próxima y, vio en el reflejo una cabellera rubia, emocionado y con una sonrisa diabólica en su rostro se dirigió hacia el ojiazul, le costó mucho trabajo por que el vagón estaba abarrotado, pero finalmente lo logro, se colocó detrás suyo sigilosamente,  el rubio estaba parado frente al vidrio sosteniendo su cartera contra su pecho con una mano y con la otra sujetándose de uno de los tubos, paso una de sus piernas por entre las de el sin que se diera cuenta, agacho su cabeza hasta que su nariz choco con la nuca del rubio y se pegó completamente a él.

 

Naruto dio un brinco al sentirse nuevamente atacado, iba a girarse pero el azabache subió su pierna hasta que esta golpeo suavemente contra los genitales del rubio, levanto su rodilla y comenzó a frotar con esta el miembro del menor a un ritmo apenas perceptible pero con fuerza, poso sus manos en sus caderas y las movió suavemente de enfrente hacia atrás.

 

-Tsk…maldición..-Dijo por lo bajo el rubio, no había como escaparse ahora, no debió bajar su guardia, intento pegarse más hacia la venta para separarse de el, pero solo alcanzo a posar su mano en el marco de esta y pegar su pecho, porque el azabache aprovecho su acción para bajar sus manos hacia sus glúteos acariciándolos  y rozándolos contra su pierna, tomándolo de su trasero comenzó a moverlo con mayor rapidez de enfrente hacia atrás.

 

 

 

Recapacitando en que esa posición era muy peligrosa trato de enderezarse nuevamente, con una sonrisa presuntuosa el pervertido pensó en ayudarlo, llevo una de sus manos a la entrepierna del rubio y la poso sobre está empujándolo hacia él, contuvo un jadeo, por la repentina acción del otro y bajo su cabeza impotente, el mayor mantuvo su mano ahí y continuo presionando su miembro comenzando a frotarlo sobre la tela, los glúteo del rubio estaban casi completamente pegados a él, y decidió continuar con el movimiento está vez moviendo su pierna de abajo hacia arriba obligado al rubio a dar pequeños saltitos sobre ella.

 

 

 

Sus pies estaban de puntas debido a que el azabache subía cada vez más su pierna, comenzaba a sentirse nuevamente extraño y el calor se acumulaba en sus mejillas y su miembro, cerro sus ojos con fuerza, el azabache seguía presionando fuertemente la palma de su mano contra su miembro y sus genitales golpeaban contra su pierna, comenzaba a desesperarse, no le gustaba que un extraño lo hiciera sentir así, lucho por liberarse y el pervertido lo estampo contra el vidrio evitando que se volteara.

 

Levanto nuevamente su rodilla y comenzó a frotar su miembro con esta, con ambas manos tomo sus glúteos apretándolos con sus dedos, los separo  y acaricio la zona donde se encontraba su entrada, coloco su pierna entre los glúteos del rubio y la movió frotándola insistentemente contra el rubio.

 

Llevo su mano libre a su boca, conteniendo sus jadeos, mientras que unas blancas manos se posaban, una en su muslo izquierdo y la otra sobre su pecho, sentía la respiración agitada del extraño contra su nuca, y su mente estaba comenzando a nublarse. El azabache se estaba desesperando bajo su pierna dispuesto a voltear al rubio y hacerlo suyo ahí mismo, pero una voz anunciando que habían llegado a Shibuya lo despertó al igual que al rubio.

 

 

 

Al abrirse las puertas, por instinto salió corriendo a todo lo que daban sus pies empujando y derribando a algunas personas, corrió al lugar que creía más seguro en este momento: los baños, encerrándose en uno de los cubículos, agazapándose en una esquina y abrazando sus rodillas con la cara cubierta de un notable sonrojo “¿Qué rayos había pasado ahí?”no podía creer su comportamiento, por dios casi le pedía que siguiera si no fuera porque recordó que estaban dentro del tren hubiera gemido y ni siquiera sabía cómo lucia pero… “Tenía lindas manos. Y un rico aroma” recordó mientras su sonrojo aumentaba, “Maldición corazón, cállate no puedo pensar con esos latidos, y tu bájate, maldito pene traicionero” Se regañó mentalmente, en el pantalón del uniforme escolar se podía apreciar un notable bulto.

 

 

 

Dentro del vagón regulando su respiración se encontraba un joven azabache, era la única persona que se encontraba dentro, sus mejillas estaban algo sonrojadas se quitó la mochila que traía a cuestas y se cubrió la parte delantera de su cuerpo.

 

“Maldito dobe siempre se escapa en la mejor parte” Pensó excitado mientras comenzaba a caminar, salió del vagón y se dirigió a los baños más cercanos, tendría que ocuparse el mismo de su erección antes de llegar a su escuela, justo después de que el pelinegro cerro su puerta la de alado se abrió, el muchacho rubio se dirigió a la salida, ya se había tranquilizado y llegaría tarde a la escuela si no se apuraba.

 

3ra. Parte

 

Detraz

 

“Anoche por más que lo intente menos pude dormir solo recordar lo que paso hace que me sienta avergonzado”

 

 

 

Pero su madre no le creyó cuando le dijo que estaba enfermo y no quería ir a la escuela, ni siquiera quiso llevarlo en su auto cuando se lo suplico, en fin ahí estaba nuevamente en el metro, esta vez no se dejaría toquetear por ese maldito, se había escondido estratégicamente en una esquina y cubría disimuladamente su rostro con un libro.

 

Esta estrategia funciono bastante bien una parte del camino, pero la construcción de un parque de diversiones que se divisaba a través del cristal lo distrajo de su objetivo, mirando admirado las grandes maquinas que cargaban pesadas vigas de metal, tenía su cara y sus manos pegadas al vidrio mirando con ojos destellantes.

 

Ahí Naruto aprendió lo que significaba “Cavar su propia tumba”

 

“Dobe” pensó el pelinegro al darse cuenta que el rubio había elegido el mejor lugar de todos para poder manosearlo, y tal vez más, después de todo no podía dejar de pensar en el rubio, mucho menos después de las hermosas reacciones que había visto en el ayer, haría a ese suculento rubio suyo a toda costa.

 

Se acercó sigilosamente a él su erección ya se notaba, y más al ver tan vulnerable al ojiazul mostrándole su bien formado trasero.

 

-¡Ah!-En un segundo pego su abdomen a su espalda baja, moviendo su cadera enterró su miembro entre los glúteos del rubio que debido a la fuerza, quedo pegado al vidrio de puntas, el azabache poso sus manos a cada lado de las del rubio dejando al ojiazul escocido entre él y la ventana, aunque nadie les prestaba atención, estaban en una esquina y había demasiada gente para hacerlo.

 

-No...-Dijo bajo el rubio, el pervertido había comenzado a moverse frotando su miembro erecto entre los glúteos del rubio, lo hacía a un ritmo lento pero con fuerza obligándolo a estar de puntillas, sentía como esa cosa dura rozaba su agujero aun sobre la ropa

 

 –Ahh..-Le costaba trabajo respirar debido a la fuerza contra lo que lo empujaba contra el cristal, el otro pareció darse cuenta porque llevo una de sus manos a su pecho y la otra a su miembro sin dejar de restregarse contra él,  presiono la palma de su mano contra su miembro obligándolo a arquear su espalda y su movimiento se tornó más rápido, tapo su boca con una de sus manos y sus ojos se tornaron algo acuosos, estaba asustado, parecía que ese sujeto estaba llegando cada vez más lejos con sus acciones.

 

El azabache vio el reflejo del rubio en la ventana y su expresión atemorizada lo hizo recapacitar, era verdad que quería hacerlo suyo pero si no se sentían bien los dos no tenía caso, paro con su movimiento y lo abrazo posando ambas manos alrededor de su pecho, beso suavemente su nuca, y repartió besos en su cuello mientras el rubio se tranquilizaba un poco.

 

Se sonrojo mucho al sentir como el extraño trataba de confortarlo y un estremecimiento recorrió su columna vertebral al sentir los labios del otro en su cuello, duraron así unos minutos y el azabache comenzó a frotar su pecho suavemente con su manos, las llevo a su estómago y a su vientre, subió una nuevamente a su pecho y la otra la llevo a su entrepierna acariciándola suavemente, comenzó a jadear y sentía caliente donde quiera que acariciaban esas manos, el azabache paso su lengua por la nuca del rubio mientras su mano se movía más rápido, su miembro comenzaba a despertar, sintió como esa mano bajaba capturando sus genitales y frotándolos entre sus dedos.

 

Por instinto levanto sus caderas haciendo que sus glúteos golpearan contra el miembro erecto del otro, sintiendo como este se encontraba completamente duro y caliente se sonrojo más, y el azabache comenzó a frotarse nuevamente contra él.

 

La fricción de sus cuerpos se volvió intensa y el rubio comenzaba a sentir como su mente se nublaba nuevamente, el mayor tomo con ambas manos las caderas del rubio levantándolas para tener mayor acceso al trasero del rubio, pego su miembro a la entrada del rubio, si no fuera porque estaba la ropa de por medio este se abría enterrado en ese agujero rosa, el rubio no entendía por qué pero comenzaba a sentir un hormigueo en esa parte cada vez que el mayor frotaba su miembro en ella y su miembro ya estaba despierto presionándose contra su ropa interior.

 

Volvió a pegarlo contra el cristal, escuchaba los jadeos del mayor y los suyos, simulando estocadas su movimientos se volvieron casi frenéticos.

 

-Ahh…-Un gemido escapo de los labios de su atacante, con una última estocada bastante fuerte, y después se separó un poco de el con la respiración agitada, sintió un dolor punzante en su miembro al escuchar ese gemido, y su cara supuso completamente roja, con pánico salió corriendo por las compuertas que acababan de abrirse, ni siquiera sabía en qué estación estaba, busco un baño y se encero nuevamente en el recargando su frente en la puerta su corazón latía con fuerza

 

.

 

“Su voz” pensó mientras llevaba su mano a sus pantalones y lo desabrochaba “Ese gemido” saco su miembro erecto de su ropa interior y lo rodeo con sus dedos “Se vino mientras se frotaba contra mi” comenzó a mover su mano de arriba abajo “¿Por qué?” aumento la velocidad y su pantalones se deslizo sobre sus piernas hasta sus muslos al igual que su ropa interior “¿Por qué aquí?” froto su glúteo izquierdo y lo jalo un poco dejando a la vista una rosada entrada,  siguió frotando su miembro, “Su olor,  sus manos, sus labios en mi piel” recordó como esas manos recorrieron sus cuerpo regalándole caricias y calentando cada lugar que tocaban “¿Por qué yo..? Movió su mano rápidamente y cerró sus ojos con fuerza ¿Por qué quería que siguiera tocándome?

 

-¡Ahhh!- Libero su esencia entre su mano con la respiración agitada, vio fijamente su mano donde esa sustancia blanquecina se deslizaba.

 

-¿Qué rayos me pasa?-Se dijo frustrado

 

El vagón del que se bajó el rubio tenía un rato que había llegado a Shibuya, un muchacho pelinegro con las mejillas sonrojadas y un aura deprimente a su alrededor se encontraba sentado en uno de los asientos.

 

“Y ahora… ¿qué hago?” Sus pantalones estaban mojados y aún tenía que asistir a clase “¿Cómo deje que algo así me pasara a mí?” Su cara se tornó aún más roja, ¡Se había venido muy rápido, solo con frotarse contra él y encima el otro se había dado cuenta! No podía dejar que nadie lo viera con la cara como tomate que traía en ese momento esperaría a que el bochorno se le pasara y entonces se dirigiría al baño más próximo.

 

“Ojala que mi hermano nunca se entere de esto un Uchiha  no puede comportarse de este modo” se regañó mentalmente “Ese Dobe me las pagara la próxima vez que lo vea”

 

 

 

4ta. Parte

 

Delante

 

No era que quisiera encontrarse con él, no claro que no, se consideraba a sí mismo como un muchacho saludable que le gustaba salir con sus amigos, jugar algunos eroges y ser algo ruidoso, pero solamente eso, no era homosexual y por supuesto que no le agradaba ser acosado en el metro, ok, entonces.. “¿¡Porque estás buscándolo!?” Se regañó mentalmente, mientras su miraba viajaba a cada par de manos dentro del vagón en el que se encontraba pero nada, esas largas y grandes manos blancas no estaban por ningún lado, y era lo único que conocía de el “Bueno y su voz, sus caricias y sus besos” Se sonrojo ante sus impuros pensamientos y bajo la vista al suelo.

 

No lejos de ahí un joven azabache lo miraba, esta vez el rubio no estaba viendo hacia la ventana, eso era un problema no estaba seguro de querer que supiese quien es, no es que no tuviera confianza en sí mismo o en su aspecto, es mas era el chico más popular de su escuela y no era por ser narcisista pero se consideraba bastante apuesto, entonces pasaría al plan B.

 

Estaba por rendirse en su intento por encontrar al pervertido ese cuando su vista fue bloqueada por una persona, por lo que ahora veía una pecho que se apreciaba algo musculoso con los primeros botones de la camisa blanca abiertos dejando al descubierto una blanca piel “¿podría ser?” Levanto su vista y frente a él estaba al parecer un joven con unos lentes oscuros y una gorra, su cabello era azabache y era mucho más alto que el, lo estaba mirando fijamente y una sonrisa de lado se dibujó en esos finos labios, su corazón dio un brinco y se ruborizo, cuando este se acercó más a él arrinconándolo en una esquina “Si es”

 

Sin decir nada el mayor se agacho un poco olfateando el cuello del ojiazul que se estremeció, poso ambas manos su cintura y las bajo lentamente hasta posarlas firmemente en sus caderas –No…-Dijo débilmente el rubio cuando este lo pego a él, posando su manos en su pecho para tratar de apartarlo, sin embargo el mayor ni se inmuto ante esa débil negativa y llevo sus manos hacia atrás del rubio estrujando entre sus manos sus glúteos.

 

El ojiazul jadeo y sintió un calor abrazador en su vientre, sin soltar sus glúteos lo levanto un poco de ellos, obligándolo  pararse de puntas y su miembro se rozó contra el del azabache, el aliento del azabache chocaba contra su nariz, “pensaba que los hombres eran asquerosos, ¿Por qué el olía tan bien?”

 

Comenzó a frotarse contra el suavemente el azabache estaba contento, el rubio parecía desear ser tocado por el así que motivádo lo estampo contra la pared del vagón tomándolo por los muslos lo cargo un poco, procurando cubrirlo con su cuerpo para que nadie los viera, y el sorprendido rubio lo sujeto de la camisa, tomo sus glúteos nuevamente y comenzó a frotar sus miembros primero lento y después aumentando la velocidad, el miembro del rubio estaba erecto al igual que el suyo, y estrujaba de vez en cuando el redondeado trasero.

 

Lo sostuvo con una mano de la cintura y llevo la otra entre sus glúteos, frotando su entrada con descaro –Hmm..-El rubio gimió bajito excitando al otro que comenzó a moverse más rápido, haciendo que sus miembros dolorosamente erectos se rozaran con lujuria, llevo su boca al cuello del rubio y beso y succiono, dejándole una marca roja, las mejillas del ojiazul estaban rojas su boca entre abierta liberaba jadeos, y sus ojos estaban llorosos, si seguían así se correría ahí mismo.

 

El pelinegro no estaba mejor ahora más que nunca desearía desaparecer toda la ropa del rubio y a todas la personas, pero no podía hacerlo, era mejor detenerse, estaban por llegar a Shibuya y esta vez no dejaría ir así como así al rubio.

 

Paro todo movimiento y lo bajo, el rubio levanto su vista confuso, el pelinegro levanto su barbilla con una de sus manos, y lo beso, un beso profundo y húmedo, introdujo su lengua por los sonrosados labios y recorrió la dulce cavidad, enredando su lengua con la más pequeña, el fogoso beso estaba haciendo estragos en su cuerpo, estaba muy excitado por las caricias del otro y con tremendo beso sentía que estaba por correrse, ahogo un gemido entre la boca del moreno y lo separo de el de un empujón.

 

Salió corriendo del vagón, escuchando un grito de esa varonil voz

 

-¡Te estaré esperando en Akiba!- Llegando al baño apenas cerró la puerta de su cubículo y bajo sus pantalones,

 

-¡AHH!-Al liberar su miembro su espalda se contrajo al igual que sus músculos mientras se corrió estrepitosamente, salió una gran cantidad de semen que cayo esparcido en el suelo, sus rodillas flaquearon y se dejó caer con la respiración agitada y su cuerpo siendo presa de temblores debido al reciente orgasmo.

 

-En Akiba…-Susurro con la voz ronca.

 

5ta. Parte

 

Sentados

 

De acuerdo lo admitía probablemente se sentía atraído por ese sujeto, pero era tan misterioso, por su físico y la forma de su cara podía decir que era bastante atractivo, y como menciono Akihabara probablemente lo conocía“Aunque yo a él no” “Solo es curiosidad” Se decía a sí mismo, mientras estaba de camino a Akiba.

 

En la estación de Akihabara del metro de Tokyo se encontraba un preocupado azabache que caminaba como león enjaulado esperando ver una cabellera rubia, llevaba dos horas ahí y nada, pero seguiría esperando, estaba seguro que el rubio comenzaba a sentir algo por él, esta vez también traía sus lentes oscuros y su gorra, gracias a que era domingo no había problema con la escuela, ayer había improvisado guardando su chaqueta en su mochila porque en ella venia el emblema de su escuela, al parecer su plan había funcionado, pero esta vez el rubio no daba señales de aparecer.

 

Y entonces lo vio, traía también una gorra puesta, unos ligeros Short largos dejando al descubierto sus acaneladas piernas y una sudadera deportiva con unos tenis, sin poderlo evitar una sonrisa apareció en su rostro.

 

Estaba por meterse al vagón cuando jalaron de él, estaba por reclamar cuando vio que se trataba de ese sujeto, sonrojándose furiosamente se dejó guiar, llegaron al último vagón, ese donde las parejas de todo tipo se besaban a su gusto, extrañamente no había nadie ahí, apenas entraron las compuertas se cerraron tras ellos.

 

El moreno lo volteo y lo cargo por sus muslos haciendo que enredara sus piernas en su cadera, lo estrello contra la pared del vagón y comenzó a besarlo con lujuria, moviendo sus caderas, el rubio dejo que adentrase su lengua en su cavidad probando la saliva del azabache, enredaron sus lenguas y el rubio paso su brazos alrededor de su cuello, el mayor subió sus manos hasta los glúteos del rubio sobándolos y masajeándolos.

 

Debido a que la tela de sus shorts era mucho más delgada que la de su Gakuran sentía mas las caricias del otro, movió también sus caderas queriendo sentir aún más el miembro duro del azabache contra él, excitado el azabache lo tomo por la parte inferior de sus muslos y alzo mas sus piernas colocándolas en sus hombros, ante la repentina acción el rubio se sujetó de las manos del pelinegro y este lo sujeto de la cintura.

 

Froto su miembro contra la entrada del rubio sobre la tela, esta posición le permitía moverse mejor de arriba hacia abajo frotando también sus genitales y su miembro.

 

-Ahh- Los gemidos del ojiazul le hacían perder la cabeza volviéndose sus movimientos incontrolables.

 

-Kyaa… no..tan rápido..-Decía con dificultad el menor- Me.. me vendré.

 

Haciendo caso a la petición bajo sus piernas y lo abrazo por la cintura volviéndolo a besar –No pude controlarme-Se separó del beso quedando unidos aun por su saliva, la limpio con su dedo pulgar y luego se lo llevo a su boca lamiéndolo, el rubio se sonrojo aún más.

 

-Quítatelo..-Le exigió tomando entre sus manos los lentes negros, pero el azabache lo sostuvo de la muñeca-Por favor-Insistió con ojos suplicantes

 

-Bien-Dijo volteando el rostro algo sonrojado "¿Cómo negarse a esa cara?", el rubio tomo los lentes y los retiro mirando embelesado esos profundos ojos negros Sonrojándose cuando este sonrió -¿Feliz?-Pregunto, sin embargo las palabras se le habían atorado en la garganta y solo pudo asentir, el azabache se quitó también la gorra y se la quitó al rubio.

 

-¿En dónde nos quedamos?- Pregunto juguetonamente –A sí- Sujeto nuevamente de los muslos al rubio haciendo que este se sujetara de su cuello y se sentó en uno de todos los asientos vacíos con el rubio a horcadas arriba de él, llevo sus manos a su trasero estrujándolo y moviéndolo sobre su erecto miembro

 

Sus cuerpos se movían a gran velocidad, el rubio refregándose sobre el miembro del azabache mientras este tomaba sus glúteos y los movía con rapidez de arriba hacia abajo y después acariciando con sus dedos su entrada, llevo su otra mano hacia el frente y la metió bajo la ropa del rubio sacando su miembro erecto.

 

-Tócame tú también-Haciendo caso a esa hechizante voz se armó de valor y saco de los vaqueros negros el falo enorme de azabache, trago saliva y movió su mano de arriba abajo, El azabache imito su acción y lo masturbo también mientras su otra mano seguía acariciando la entrada del rubio sobre la tela.

 

-M-me corro..-Dijo con dificultad el rubio y el azabache atrapo nuevamente su boca , ambos ahogaron su gemido en el húmedo beso, llegando al orgasmo y corriéndose en sus manos.

 

Con la respiración agitada y algo sudorosos se mantuvieron en esa posición más tiempo, el azabache saco de su bolsillo un pañuelo y los limpio a ambos, estaban por llegar a su parada.

 

El rubio se levantó de arriba de el aun tembloroso- T-tengo que irme- Dijo nervioso y súper sonrojado.

 

-Espera..-Lo tomo de la muñeca antes de que se levantara por completo -¿Te volveré a ver?-Pregunto mirándolo a los ojos

 

-Tal vez…-Dijo el rubio con el corazón acelerado, el azabache sonrió de lado, provocándole un hormigueo en el estómago -¿Cómo te llamas?- Pregunto de buen humor

 

-Naruto- Dijo haciendo un puchero inflando las mejillas “Por ahí hubiéramos empezado” Salió refunfuñando del vagón.

 

-¿Cuál es tu nombre?-Dijo volteándose rápidamente, el también era un despistado

 

-Sasuke, soy Sasuke- Respondió con una sonrisa de lado.

 

Continue?

 

(Yes)  or   (No)

 

 

 

Notas finales:

El gakuran* es un tipo de uniforme de colegial de estilo militar, usado por los varones, consiste de una chaqueta de cuello largo y pantalón (por lo general ambos son de color negro).

 

Espero y hayan disfrutado de este primer capítulo, por favor no duden en enviarme sus comentarios ¿Les gusto? ¿Quieren más?

 

Nos leemos pronto!



Bye bye!


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