Comenzó un 14 de Febrero.
Segunda Temporada.
Capítulo 1.
Happy Valentine’s Day.
14 de Febrero del 2016.
7 PM. –Centro de Seúl.
¡ATENCIÓN A TODAS LAS UNIDADES DE RESCATE, SE LE PIDE AL SEÑOR DE LA PATENTE, DZ1314 QUE DETENGA EL VEHICULO, SE REPITE, QUE DETENGA EL VEHÍCULO!
Maldición, maldición, maldición. Se supone que nosotros no nos metiéramos en problemas este año. Se supone que nos portáramos bien para tener nuestro comeback, ¡¿POR QUÉ DIOS?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿QUÉ TE HICE TAN MALO PARA QUE ME TRATES ASÍ?! ¡QUIERO MORIR! ¡YA NO ME IMPORTA NADA! Lo único que podía rescatar de toda esta situación, es que el comeback ya estaba hecho, todo estaba hecho, pero eso no quitaba que YG nos iba a matar, aquí se nos acababa nuestra carrera. Mi madre me mataría.
-¡DEVUELVANMELO! –El Maknae saca la mitad del cuerpo del auto y comienza a gritar como loco. -¡MALDITOS LADRONES, ES SÓLO UN NIÑO! ¡DENMELO AHORA! ¡VERÁN A MI ABOGADO!
-¡SEUNGRI, SIÉNTATE! –Young Bae apenas conduce el vehículo a toda velocidad.
La patrulla al lado de nosotros sigue con velocidad rápida y los guardias dentro de ella nos miran.
-¡MIRA ESTO! ¡SON ELLOS!
-¡OH! ¡USTEDES! –Seung Hyun los señala con el dedo desde el asiento del copiloto.
-¡FANTASTIC BABY! –Miro a esos guardias, ¿están locos? -¡NECESITO OTRA FOTO CON USTEDES PARA ACTUALIZAR MI INSTA!
-¡AAAAAAAAAAH! ¡MIS OJOOOOOOOOS! -Daesung grita y yo me tiro los cabellos de la cabeza. ¿Cómo rayos estamos metidos en esto?
-¡¿QUÉ MÁS 2015?! ¡¿QUÉ MÁS?!
-¡¿DEVUELVANME A MI BEBE! –EL Maknae vuelve a gritar y mi pobre cabeza piensa alguna excusa que daremos a Yang por este tremendo espectáculo que le estamos dando a todo Seúl. Yo debería estar encerrado en casa, pero ya estoy aquí y seguro a estas alturas todo Seúl se dio cuenta de mi estado.
-¡AH, MALDICIÓN! –De la pura frustración grité.
-¡¿JI YONG HYUNG, TE DUELE?! –El Maknae se dio la vuelta a mirarme, yo iba en el medio del auto, atrás.
-¡TÚ SÓLO SIGUE GRITANDO NADA MÁS!
14 de Febrero del 2015.
10 PM, casa de Big Bang.
Caminé tranquilamente por todo el pasillo largo hasta la sala. En la mañana cada uno de nosotros había salido para hacer cualquier cosa que quisiera en su día del amor, pero habíamos quedado de acuerdo para hacer una cena los cinco juntos. Casi siempre pasábamos la mayoría de las festividades juntos, así que esta no era la excepción. La cena se había preparado temprano así que a estas horas debíamos comer, por lo menos a mí me había dado hambre, y dado que yo estaba en crecimiento debía alimentarme bien.
Entré en la sala y observé a Ri jugando con Dae a algún video juego. Bae parecía ama de casa, estaba revisando la mesa, que estuviera bien puesta. De hecho me dio hasta risa mirarlo. Me acerqué sigilosamente a Seung, estaba algo inclinado mirando uno de los muebles de la sala de estar, me reí para mis adentros y me situé a sus espaldas.
-¿Cómo está el diseñador de sillas? –Seung se dio la vuelta y sonrió.
-No te burles, es un trabajo importante. –Últimamente nos habíamos reído mucho con los chicos porque ahora Seung era diseñador de sillas, nos causaba mucha gracia.
-No me burlo, en serio. –Una risita escapó de mi boca sin querer y él también se rió.
-HYUUUUUUUUUUNGS –El grito del Maknae resonó en toda la casa. Me pregunto por qué rayos grita si estamos a menos de cinco metros de distancia. –No se pongas con sus cochinadas, cenemos ahora, muero de hambre.
-¿Qué cochinadas? –Le miré, indignado. -¿Qué es lo que tú haces con Bae?
-Pues, lo nuestro es amor.
-¿Por qué lo nuestro es cochinada y lo tuyo es amor? –Seung le miró con cara de babo.
-Pues porque lo digo. –El Maknae se dio la vuelta y entonces sentó a la mesa, justo en la cabecera. –Vengan a comer, yo tengo hambre, así que vengan ya. Luego necesito tener mi noche de amor con Bae, así que comamos rápido, ¿sí?
A veces me impresionaba la seriedad con que Seungri hablaba puras idioteces. No tenía vergüenza. Pero Bae sí tenía vergüenza por los dos, se puso rojo hasta las orejas. Nosotros nos reímos y nos sentamos en la mesa para cenar, ciertamente luego todos harían lo que les diera la gana.
-¡Adivinen! –Todos me miraron emocionados. –Ya que nos hemos portado bien, YG dijo que hiciéramos el comeback, ¡seremos los primeros en hacer comeback en YG este 2015!
-¡WOW, WOW! –Seungri se paró, alegre.
-¡Eso sí que es una buena noticia! –Bae sonrió. Todos parecían muy felices.
-Esto lo ganamos porque nos portamos bien, las VIPs serán las más felices.
Nos quedamos conversando un rato más sobre las canciones, la verdad yo ya había escrito varias. Les contaba cómo serían más o menos. Cada uno dio ideas para posibles videos musicales, realmente era emocionante hacer el comeback por fin.
-Ahora sólo nos queda seguir portándonos bien para que YG ya no nos regañe más. Seungri se mantendrá lejos de todos los clubes, Dae seguirá con su trabajo, y bueno, cada uno con lo suyo. Pero háganlo bien. Tenemos que impresionar a nuestras fans.
-Dae, ¿cómo te va en el centro comercial? –Seung se dirigió a Dae y este sonrió nervioso.
-No entiendo nada, de hecho ya van tres veces que se me caen las cosas que trato de vender, creo que no sirvo para eso.
-¡Debes de vender con más sensualidad y determinación! –Seungri le apuntó con los palillos. –Debes cautivar al público.
-¿Cautivarlos?
-Sí, les dices, “si me aman, más amarán estos artefactos.”
-Idiota. –Golpeé la mano del Maknae con los palillos y él me miró indignado. -¿No has pedido ayuda a alguien más, Dae?
-Ah, sí, pues…
¡Ding! ¡Dong!
-Seungri, ve a ver quien busca.
-¿Y yo por qué? –Se quejó mientras mostraba parte de lo que estaba comiendo, tal como un niño pequeño.
-Porque eres el menor, te toca. –Le apunté con los palillos. Lo observé pararse mientras refunfuñaba.
-Maldición, todo por ser el más guapo y joven, se aprovechan. Ah, ¿quién rayos viene en un momento como este? ¿No saben que estoy ocupado? Mi estómago pide comida, y vienen a irrumpir mi momento de paz, ah… -Seguí con la mirada a Seungri y este abrió la puerta, yo fruncí el ceño. El Maknae cerró la puerta de sopetón y todos le quedamos mirando, luego él se dio la vuelta y nos miró a todos con unos ojos muy abiertos. –Hyungs.
No me estaba gustando este tono.
-¿Qué? –Yo me puse de pie y caminé hasta él. La cara de Ri era de asustado. Los demás también caminaron hasta donde estábamos en la puerta. Nos pusimos delante de Ri y este nos miró algo anonadado. -¡Dime quién es, me tienes preocupado!
-Pues… -Ri miró la puerta de nuevo. –Allá afuera hay un bebé.
Le quedé mirando unos momentos, sin terminar de entender lo que me decía. ¿Me tomaba el pelo? ¿No había hecho pararnos a todos por haberlo mandado a él a abrir la puerta?
-Ya está bien, ahora dinos quién es.
-¡HYUNG, TE DIGO QUE AFUERA HAY UN BEBÉ!
-¡Déjame ver!
Corrimos a Ri de la puerta y la abrí de nuevo. Observé unos minutos y luego me di la vuelta, los otros tres me miraban esperando que les dijera la verdad.
-Hay un bebé afuera.
-¿Es en serio? –Bae salió de la casa y se quedó mirando
-¡Nadie nunca cree en mi palabra! ¿Acaso tengo cara de mentiroso? –Todos miramos a Seungri. –Ok, no respondan a eso.
-¿Qué haremos con él? –Seung Hyun apuntó al bebé.
El bebé estaba en una silla para bebés, valga la redundancia. Y estaba tapado con algunas mantas, estaba durmiendo. Seungri salió corriendo de la casa y miró hacia a todos lados, buscando a alguien, a quien fuera que fuese el dueño del bebé que lo haya dejado tirado ahí.
-¿Qué persona normal deja a un bebé así? –pregunté todavía mirándolo.
-Alguien que no lo quiere, o alguien que no puede tenerlo. –Bae miraba al lado mío al que efectivamente parecía ser un bebé.
-¡Usted fue! –Levantamos nuestras miradas a Ri, quién le gritaba a una mujer joven por lo que se veía. -¡Usted lo dejo, desconsiderada! ¡Mala mujer!
-¿Estás loco? ¿De qué hablas?
-¡No se haga la loca!
-Seungri, déjala, déjala. –Daesung lo tomó de los brazos y lo alejó de aquella mujer. -¿Tú crees que si ella lo hubiera dejado se quedaría dando vueltas por aquí? No, ella ya debe haber huido.
-Mmm, creo que tienes razón. Es una buena coartada.
-Creo que deberíamos revisar. –Me agaché y levanté la manta que traía, me quedé mirándolo. Dios, ¿por qué me haces esto? ¿Me estás poniendo un niño tan precioso delante para que me apiade de él? ¿Es eso?
El bebé abrió los ojos lentamente, Bae se agachó a mi lado y le quedó mirando también. Tenía unos ojos azules preciosos, al parecer no era coreano. Entonces, ¿de dónde había venido? ¿Quién en su sano juicio dejaba a un niño tan lindo y adorable? Maldición, no podía seguir mirándolo, era demasiado para mí y mi instinto paternal, y también el de Bae, que le miraba embobado. Intenté no mirarlo y seguir revisando hasta que di con un papel. Miré a Bae y este me miró, los demás estaban en silencio observándonos. Abrí el papel y me puse a leer.
“Les presento a Alex.
Tiene apenas 3 meses de vida. Ha nacido en New York, además no está pasado por ningún registro civil. Ha nacido en medio de una familia separada y no tenemos suficiente para mantenerlo. No he sido capaz de darle lecho hace ya dos días, y no tengo otra manera de alimentarlo, como siga así no podré hacer nada por él. Yo les pido por favor que lo reciban, sé que ustedes le podrán dar mejor vida de la que yo le podría ofrecer. No quiero que sea un niño desdichado. Por favor, cuiden de él, y denle lo que no pude.
Siento las molestias.
Él se los agradecerá enormemente.”
Miré a Bae. Él me miró a mí. Ambos con la misma expresión. ¿Qué rayos hacer? Miramos al bebé. Él nos miraba con sus ojos azules muy abiertos ¡Maldición! Odiaba sentir compasión y cario y a la vez sabía que esto traería como diez mil problemas y estábamos a puertas del comeback de Big Bang. De repente sentí una mano en mi hombro que me dio un empujón y me alejó de Bae.
-Ay nooooo~~ -Seungri se puso entre yo y Bae, luego apretó los cachetes del bebé. -¡Conservémoslo!
-¡Idiota! –le di un golpecito en la cabeza. -¡No es una cosa, es un bebé!
-¡Pero míralo que lindo es, Hyung! ¡Es hermoso como yo!
-¡Seungri! –Bae intentó razonar. Pero la verdad es que en una situación como esta es difícil razonar. Menos con un bebé de tres meses sin hogar, botado en la calle, sin comer hace dos días. –Ji… no podemos dejarlo en la calle.
-¡Maldición, claro que no podemos! ¡Si lo hiciera ahí sí que Dios me castigaría eternamente! ¡Eres una cosita tan preciosa! –Miré al bebé, este tenía sus ojos muy abiertos.
-¿Vamos dejárnoslo? –Daesung preguntó asustado. No porque no le gustara el bebé, sino porque claramente no sabía qué rayos hacer en la situación. Bueno, nadie sabía.
-Por lo menos hasta que encontremos a alguien que se haga cargo. –Bae asintió a lo que yo decía.
-¡Ya está, bebé! –Seungri tomó la silla del bebé en sus manos y lo alzó mientras entraba a la casa. -¡Te vamos a conservar!
-¡No es un muñeco, es real! –Bae le avisó.
-Ya sé que es real, no soy idiota.
-¿Sabes cuidar de un bebé? –Bae le preguntó de nuevo.
-Ah, pues… yo hice mi buena acción del día, ustedes cuídenlo. Yo soy el menor de todos, todavía estoy en crecimiento.
Casi por inercia miramos a Seung Hyun, que era el mayor de todos. Él cerró la puerta de la casa y alzó los hombros.
-A mí no me miren, no me gustan los niños y ellos no me quieren a mí, así es.
-Yo apenas sé cuidarme… -Daesung comentó casi para él mismo.
Yo miré a Bae. Ok, la cosa era así. Poniendo en la balanza, Seung Hyun era como un niño de 5, Seungri el más pequeño. Daesung era comprensivo, pero no sabía cómo cuidar de alguien más. El resultado era: Bae y yo teníamos instinto paternal bueno, teníamos 3 bebés –contando a Seung y Ri-, y teníamos un ayudante. ¿Esto podría ser peor?
-Primero es lo primero. –Todos me miraron –Nadie le dirá a Yang. –Los demás asintieron. Seung frunció el ceño y me miró.
-¿En serio nos lo quedaremos?
-Seung, no es una cosa. –El hizo un puchero de disgusto. –No es que lo conservaremos, es que, no podemos dejarlo tirado ahora, es un bebé. Por lo menos deberíamos encontrar a su madre o a quien quiera hacerse cargo.
-Está bien, está bien. Pero deja de mirarlo como si lo quisieras más que a mí. –Me reí, pero él se puso serio.
-¿Hablas en serio? –Él asintió. –Por Dios, es un bebé. Es precioso, demasiado tierno, quizás se te acercas y le miras te gustará.
-No creo. –Hizo un mohín, tal como un niño pequeño celoso de tener un hermanito nuevo.
-Creo que sería bueno darle algo de comida. –Seungri habló. -¿Deberíamos darle arroz?
-¡Idiota, tiene 3 meses, debe tomar leche!
-Hyung, no tenemos leche. –Desung me miró algo preocupado.
-¿Cómo qué no? Había una caja hoy por la mañana. –Bae se puso de pie caminando a la cocina.
-Quizás… por cosas de la vida desapareció… -Seungri miró a Seung Hyun y Seung Hyun miró a Seungri.
-¿Qué hicieron con la leche? –Los miré a ambos.
-¡Él fue! –Seung Hyun apuntó a Seungri.
-¡Yo estaba bien, Hyung, tú llegaste a molestarme!
-¡Waaaa! –El bebé se puso a llorar y Dae comenzó a dar saltitos porque no sabía qué rayos hacer.
-¿Por qué llora? –Bae regresó. –No encontré leche.
-¡Cállense! –Me estaba doliendo la cabeza. Bae tomó entre sus brazos al bebé y comenzó a mecerlo para ver si dejaba de llorar.
-Yo estaba tomando leche por la mañana. –Seungri movía sus manos a todos lados. –Y Hyung llegó a molestarme.
-¡Mentira! Yo entré a la cocina y tú te tomabas la leche directamente de la caja, y yo te dije que te sirvieras en un vaso.
-¡Y me quitaste la caja!
-¡Y tú me la quitaste de nuevo!
-¡Y tú seguías forcejeando!
-¡¿Y qué rayos pasó?! –Comenzaba a irse mi paciencia.
-¡SE CAYÓ! –Gritaron los dos al mismo tiempo.
Era oficial. Ahora tenía 3 bebés en casa. 2 papás y 1 ayudante sin mucho talento con niños. ¿Qué más Dios? ¿Cuánto más debo aguantar? ¿Por qué me pones cruces más pesadas de las que puedo llevar? ¡Alguien por favor, denme paciencia! Y lo peor de todo era que el bebé era demasiado lindo y tierno como para dejarlo así como así.
-¡Waaa!
-¡Está llorando! –Dae miró al bebé.
-No me digas, eres vidente. No me había dado cuenta. –Seung Hyun dijo quitándole importancia.
-Yo sólo quería tomar leche, también estoy en crecimiento. –Seungri explicó y se cruzó de brazos. Al parecer esto sería una noche muy larga.
-Tendremos que ir a comprar leche. –Bae dijo y yo asentí.
-¡¿QUÉ?! –Seungri miró a Bae alterado y se acercó a él –Bae, mi noche de sexo. ¡No puedes postergarla!
-Seungri, no digas esas cosas aquí. –Bae se puso rojo. –No lo podemos dejar sin alimentarse.
-¡Ya no quiero conservarlo!
-¿Ya ves a qué me refería? –Seung Hyun se acercó a Seungri. –Ese bebé nos está quitando la atención.
-¡No eres lindo para nada! –Ri apunto al bebé y este tenía sus ojos azules muy abiertos.
-Creo que hay que alimentarlo, luego podría enfermar. –Daesung comentó y entonces yo y Bae nos dirigimos a la puerta. Yo salí con Bae, este iba con el bebé, así que asumía que yo conduciría. -¿Ustedes van? –Dae le preguntó a los otros dos.
-¡Claro que vamos! –Seungri agarró de brazo a Seung Hyun y salieron de casa también. -¡No porque ahora tengan un bebé nosotros no importamos saben!
-Ri, deja eso. –Le dije, ya cansado. –Nadie va a cambiar a nadie. Además, es un pequeño, ni siquiera entiende nada todavía.
-Toma, tenlo un momento, iré por las llaves. –Bae le entregó el niño a Ri mientras bajaba. Ri lo tomó del torso y lo puse a su altura.
-¡Ponle la mano en la cabeza!
-Oye, tú, enano, te crees genial, eh. –El bebé raramente se puso a reír, quizás pensaba que Ri le estaba haciendo gracias. -¿Te ríes de mí? Eres un pillín.
-Es demasiado lindo. –Daesung le agarró los cachetes.
-Es demasiado esponjoso. –El comentario de Seung Hyun nos hizo a todos mirarle. A veces hablaba cosas sin sentido. –Digo, es como una esponjita, ya sabes, esas… ok, nada.
-¡Sólo vamos a comprar la leche de una vez! –Seungri puso al bebé en sus piernas y luego le tomó del estómago.
Yo me senté de copiloto y Bae manejaría por lo que se veía. Los otros cuatro iban atrás solamente haciendo payasadas. Entre gritos, risas y enojos sería un camino eterno al centro comercial. Y ahora que lo pensaba… ¡¿Cómo rayos íbamos a esconder al bebé en el centro?! ¡La gente sabría que éramos nosotros! ¡Maldición!
Dios, ayúdame, dame ideas.