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The unreal is true por kuroqorra

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Naruto, Naruto Shippuden y sus personajes pertenecen al ingenio de Masashi Kishimoto, así como también las personalidades que aquí trato de retratar (intentando no caer en el Ooc). Por demás, la historia presentada aquí es de mí autoría

Espero les guste.

Los primeros rayos del amanecer se colaron por entre las cortinas hasta topar con una cabellera de un intenso y brillante azabache, perteneciente a quien ya se había arreglado y se disponía a salir. El joven se cercioraba de lucir tan bien como usualmente lo hacía, no era narcisista… Bueno, no en extremo, podríamos decir que era un egocéntrico, pues se daba cuenta de todas las regalías que sus genes le habían proporcionado, y el efecto que estas tenían cerca de otras personas.

Hace ya un año que había vuelto a Konoha, reflexionaba sobre las acciones realizadas al no estar  en la villa, pero no en exceso, ya que sentía que el hacer eso no serviría de nada. Así mismo, no dio mayor reparo, no cambió mucho su actitud prepotente, calculadora, elegante y fría. Menos con su mejor amigo, su mejor rival, y la razón del por qué en esa ocasión se levantaba más temprano de lo normal.

A Naruto le habían herido una pierna con un kunai mientras peleaba con unos ladrones durante una misión. La herida no era profunda, y no tenía gran importancia según el blondo, ya que de cualquier forma el kyubi lo sanaría. Pero no fue así. No paraba de sangrar, al parecer el kunai estaba empapado en veneno, el que tenía la intención de matar. El efecto no fue tan grande en Naruto, pero la herida simplemente no se curaba. Ahora el rubio se dirigiría hacía donde estaba la Hokage, la que le entregaría los resultados del análisis de su sangre. Sasuke había decidido acompañarlo, por si el ojiazul no entendía algunas cosas, y para saber qué no debía hacer este, ya que él nunca escuchaba. El ojinegro se había mostrado indiferente y frío al momento de enterarse de la situación, pero aun así quería acompañar a Naruto, sin mostrar preocupación. Estaba maquinando todo un plan para poder ir a esa visita médica, cuando de repente Sakura sugirió que este acompañara al rubio, ya que ella no podía, y también debido a que el blondo era un idiota, según ella.

El de ojos tan intensos como una noche, carente de estrellas y luna, se encontraba camino al departamento de su desordenado e idiota amigo, mientras pensaba acerca de todas aquellas vivencias de su juventud, o mejor dicho, de tan solo unos meses atrás.

Se encontraba solo, caminando en un espacio silencioso (debido a la temprana hora de su salida), con la brisa rozando parsimoniosamente su rostro, en aquellas ocasiones se ponía un tanto nostálgico, pensando sobre su niñez, sobre su familia, su vida, todo ello con un tinte de soledad. Pero, a pesar de ello, no mostraba cambio en su expresión. Aun así, generalmente se sentía agradado con su situación actual. Había sido, después de todo lo ocurrido, muy bien recibido, y era tratado como uno más de la comunidad, inclusive seguía ganándose admiradoras, y su relación de amistad rivalidad con su mejor amigo no había cambiado en nada, al menos así le parecía.

Un tanto distraído, como pocas veces había estado, se dio cuenta de que ya estaba en la puerta del departamento del blondo, así que se dedicó a golpearla suavemente, pero al no ver respuesta, fue incrementando la  intensidad de sus golpes, hasta que un rubio de ojos azules, un poco menos de media cabeza más bajo que el azabache, le abrió.

- ¿Qué sucede? ¿¿Por qué tanto apuro dattebayo?? – preguntó el rubio con una voz un tanto ronca, demostrando ello que recientemente se había levantado. Y con un pijama de líneas y un gorro como el de un duende, aumentando las evidencias del reciente crimen.

-Oi, Usuratonkachi, ¿Por qué todavía no estás listo? – El azabache ignoró la pregunta del pelirrubio, para pasar a cuestionarlo mientras fulminaba al ojiazul con la mirada.

Pues no hay mucho apuro – dijo Naruto mientras se rascaba perezosamente la cabeza con una mano, mientras que hacía un ademán con la otra, indicando que el azabache podía entrar en su casa.

-Me levanté temprano, obligado a buscarte a tu casa… Y sabiendo que te acompaño (“obligado”) a algo que solo es para ti, – entró a la casa del blondo – además teniendo una hora concreta de llegada a donde está Tsunade, ¿te atreves a decirme aquello? – el azabache se había molestado levemente, pero se mostraba parsimonioso y acusador, algo frívolo, algo de temer.

-Pff, Tranquilo Teme, es solo que llegaste muy temprano – decía somnoliento el rubio – además yo no te pedí compañía, tu eres quien aceptó venir ttabayo.

-Me obligaron, además, si hubiese sabido que esta casa estaría como un chiquero, no creo que siquiera me hubiese atrevido a entrar – mencionaba mientras observaba con desprecio todo el desorden y suciedad presentes en aquel departamento, algo natural en Naruto.

-Pues… yo puedo mantener mi casa como quiera… es mía después de todo… todo está planeado Teme ingenuo, esto está así para que quienes quieran robar mientras yo no esté piensen que no tengo nada de valor en la casa – el menor sacaba su lengua en forma de burla mientras fingía orgullo por su gran ocurrencia.

Pues no tienes nada de valor, Dobe. Y de igual forma, no querrían entrar aquí incluso si estuviese ordenado, ya que tu sola apariencia da ganas de vomitar – el azabache formaba una pequeña sonrisa prepotente y ladeada en su rostro, mientras veía como el rubio se iba irritando, y antes de que este reclamara, Sasuke volvió a hablar – Mejor arréglate rápido, tenemos que irnos pronto, y aprovechas de ayudar con la belleza de la casa.

…..Maldito teme…Dattebayo.. – mascullaba el ojiazul mientras se dirigía hacia el baño, no perdería tiempo, después se vengaría del ojinegro de piel de porcelana.

Después de unos 15 minutos, el rubio hizo acto de presencia, listo para dirigirse hacia donde estaba la Gondaime. Vestía su usual pantalón anaranjado pero, a diferencia de lo usual, llevaba puesta una polera negra sin mangas, que no era muy ajustada, pero que alcanzaba a mostrar su bien tonificado cuerpo, delgado, pero con músculos trabajados y mesurados.

El ojinegro se disponía a mencionar al rubio algo que hiciese que se abrigase más, y que de paso no “exagerara” con la vestimenta, algo como “hey dobe, hace mucho frío”, pero se abstuvo, porque no hacía frío, y porque no le gustaba demostrar preocupación.

-Bien, vámonos – fue lo que concluyó el azabache más para sí mismo que para el menor, y finalmente partieron.

El camino se les hizo muy corto, el mayor caminaba con las manos en los bolsillos y la mirada al frente, erguido prepotente y elegantemente, como todo un Uchiha,  como Sasuke Uchiha. Mientras el blondo contaba a Sasuke algunas de las cosas divertidas que le habían ocurrido durante la semana. Se divertía hablando amenamente con el azabache, sobretodo porque sabía que este, a pesar de que no lo aparentara, lo escuchaba, y respondía de vez en cuando, a veces tajante o con pocas palabras, pero respondía. Pero, como siempre, al final de esa tranquila conversación empezaba  una pelea, por el más mínimo detalle. Uno de los dos siempre buscaba molestar al otro por estupideces, lo que se repetía y que usualmente terminaba en combos e insultos. Pero esta ocasión había sido diferente, ya que el pelirrubio estaba herido.

“Toc toc toc” fue el sonido que producía la mano del blondo al tocar la puerta de la oficina de la Hokage, y como respuesta recibieron un firme “adelante”. Se adentraron a la oficina de Tsunade, la que estaba en compañía de Shizune. Observaron cómo esta hacía una reverencia mientras sostenía su puerquito, y luego se iba, el ambiente se sentía tenso, pesado – siéntense, por favor – fue lo que dijo Tsunade al momento en que señalaba los asientos frente a su escritorio.

Ambos jóvenes hicieron caso a la instrucción, esperando enterarse pronto de los resultados de la prueba de sangre.

Nadie hablaba hasta que Tsunade comenzó.

-A pesar de parecer preocupante, la herida que tienes allí no te ha causado mucho problema… Eso es debido a que la producción de sangre en tu cuerpo ha aumentado… agradécelo al Kyubi, sin él habrías muerto desangrado antes de que yo hubiese encontrado la cura – la rubia con coletas sacó de uno de sus cajones una botella de vidrio que contenía un líquido rojizo, y se lo extendió al rubio – tendrás que tomar una cucharada cada 7 horas, durante 2 semanas, y estarás listo – finalizó Tsunade con un tono entusiasta.

-¿Y qué más sucede, Tsunade? – preguntó firme y fríamente el azabache, casi como si estuviese amenazando a la Hokage.

Tsunade se molestó por la forma y el tono con el que se dirigía a ella, ese mocoso tenía tan solo 18 años, y había regresado hace poco a la aldea, después de su “traición”. Además ella era la Hokage y le debían respeto (cosa que el blondo tampoco le brindaba). Había pasado una noche de perros con tanto trabajo (y sake). Pero lo dejaría pasar, en el fondo se daba cuenta de que el azabache se preocupaba por su amigo, aunque no sabía cuánto, ya que siempre se mostraba con esa cara de póker o irritado, lo que no dejaba dimensionar cual era el efecto de las circunstancias en él.

-aah, –suspiró- observador como siempre, Sasuke – alagó Tsunade – hay algo… serio que debo mencionarles… es extraño… Aunque no reo que preocupante.

Y por primera vez el pelirrubio, protagonista de la situación, habló, y con un tono muy serio, al menos viniendo de parte del Uzumaki… - Tsunade-obaachan… no me diga que…. – el blondo decía casi en susurros mientras entristecía su expresión, parecía saber lo que sucedía. Sasuke se sorprendió, le inquietaba mucho la reacción de su amigo - … no me diga que… Ichiraku Ramen va a cerrar??!!, pero… pero yo siempre voy y-

El blondo iba a continuar, pero fue interrumpido por Tsunade -   mocoso idiota, deja de decir tonteras, no es eso – dijo la ojimiel mientras denotaba cansancio y paciencia-

-… Dejemos las estupideces de Naruto, continúe por favor – el azabache trataba de contener las ganas de golpear, y solo seguía con su tono calculador, muy bien controlado.

Antes de que el menor reclamara, Tsunade continuó.

-Bien… lo que sucede es que después del análisis de sangre, me pude dar cuenta de algo impactante – hizo silencio y serió su expresión, luego prosiguió – el cuerpo de Naruto ha estado…cambiando con los años, algo de lo que nunca nadie se había percatado, ya que no se nota por fuera…y ya que el cambio finalizó recientemente - la rubia iba a continuar, pero fue interrumpida.

-No.. No me diga que…. Estoy poseído??... podrían ser.. Fantasmas?? – Decía mientras mostraba un terror sorprendente – no puede ser ttebayo!!, yo- iba a continuar, pero una mirada asesina de los otros presentes le indicaron que no siguiera con la mal fundada idea. Se molestaban  por la poca seriedad del rubio, y porque quizá se les pegaría la estupidez si seguían escuchando.

-Escuchen con atención… Y no quiero más interrupciones absurdas, pues esto es serio – Tsunade observó el semblante de sus dos acompañantes, luego siguió con su explicación dirigiendo su mirada esta vez al blondo – Naruto… Por más impactante que suene… Este último acontecimiento parece haber acelerado un proceso que… Quiero decir… El que sangrases tanto y luego se desencadenase una reacción química en tu cuerpo para acelerar la producción de sangre en ti parece también haber adelantado una condición que…- Se detuvo.

-Tsunade-obaachan… ¿Puede hablar en nuestro idioma? – Dijo medio sonriendo Naruto.

Está bien, lo lamento – dudó un rato la Hokage – Lo que quiero decir es que debido a esta situación se aceleró un proceso… un tanto extraño, que se estaba dando en tu cuerpo desde hace un tiempo atrás, y.. bueeno, el punto es que se ha formado en tu interior un órgano que te puede “ayudar” a tener hijos…

Ahora la situación si que era rara, como salida de una película fantástica, que por cierto aún dentro de ese género parecía muy rara. Los jóvenes allí presentes no lo podían creer, literalmente. Sus ojos, abiertos de forma desmesurada, era una prueba de ello.

-Nah, yo creo que obaa-chan solo perdió un poco la cabeza – Dijo el pelirrubio mientras cruzaba sus brazos detrás de su nuca y sonreía- Quizá deba tomarse unas vacaciones o algo así… o dejar de leer esas cosas raras que últimamente leen las chicas.. Esas cosas perversas… ¿Cómo se llaman?... Comics Yaoi? – Volteó levemente la cabeza para fijarse en el pelinegro y preguntar - ¿No lo crees Sasuke?

Cuando el ojinegro iba a decir que por primera vez le encontraba la razón a Naruto, y que quizá de tan vieja la hokage se estaba volviendo loca, Tsunade habló.

No estoy jugando Naruto… ¿Cuán específica quieren que sea? – preguntó un poco molesta, y al ver en los presentes ese estado que rondaba entre la duda, la negación,  el shock e incluso la burla, decidió aclarar –Naruto puede quedar embarazado; puede quedar en cinta; durante 9 meses se puede formar un niño en su “útero”, y  en esos 9 meses tendrá una gran barriga… ¿eso es lo suficientemente claro?, ¿o quieren que les explique lo que tiene que hacer una persona, para colmo un hombre, para llegar a embarazarse?

….Eh??...

 

 

Continuará….

Notas finales:

Para que visualicen un poco la iagen que deseo que tengan de los personajes de Naruto :3 :

Sasuke:

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Naruto (Uke pero no taan afeminado 7--7):

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Sasuke y Naruto:

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Nos leemos después, byeee :p


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