Yo no te quiero
¿Qué pregunta es esa? ¿Por qué diablos me preguntas algo así?
Y no, no me mires de esa manera. Aparta esos malditos ojos tuyos que me quitan el aliento. Esos que parecen haberse robado el atardecer de un día de otoño. Apártalos de mí que cuando me miran, sin importar cómo, hacen saltar mi corazón.
Pero no, no te confundas. Eso no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que calla. No hables más, no pronuncies tus palabras benditas ni tus blasfemias exquisitas. No importa cuánto disfrute de mantener una discusión contigo. No pronuncies palabra, que tu voz derriba mis defensas siempre, y termino perdiendo. Calla, porque cuando no lo haces deseo escuchar mi nombre pronunciado claramente por tus labios.
Pero no, no pienses cosas raras. Eso no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que aléjate. No te acerques más, quédate justo dónde estás. Ni muy cerca ni muy lejos, a la distancia justa para saberte ahí. No muevas ningún músculo. Ahí, no te muevas. Que cuando estás cerca algo dentro de mí tiembla, no quiero que ese algo se haga visible ni sientas mi estremecimiento.
Pero no, que tambalees mi mundo no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que no frunzas el ceño. No hagas ningún maldito gesto. Que incluso eso… esa forma tan tuya de mover las manos al hablar, o de no hacerlo; esa seriedad y profundidad que toma tu mirada cuando pliegas el ceño así; esa aura que te envuelve…incluso eso, hace que no quiera apartar mi vista de ti.
Pero no, que me embelese como idiota cada que te veo no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que no chasquees la lengua fastidiado. Esa manera tuya de mandarme al diablo cuando te he hartado es tan propia de ti, que sólo por vivir la experiencia te molesto una y otra vez. Me gusta ser repelido por ti, porque cada que lo haces tú tolerancia se ha dilatado un poco más
Pero no, que me guste que me trates mal no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que si vas a golpearme, puedes hacerlo. Sé que vas a decir, que eso también me gusta. Y si es así ¿qué? La forma en la que extiendes tu mano y me golpeas, o bien me muestra la profundidad oscura del cañón de tu arma, tiene el efecto de acelerar mi corazón con anticipación.
Pero no, que tenga tendencias masoquistas no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Así que me iré de una vez. Y no me sigas, aún si tengo ganas de ser yo quien te siga, aún si soy yo quien tiene ganas de no irse. Voy irme y no es amenaza. Porque sé que a ti te da igual. ¿Así que para qué preguntas? ¿Te basta esa respuesta? Puedo hacerla más extensa. Puedo intentar hacértelo ver de mejor manera.
Pero no, ya no hay más que decir. Que mis palabras se vuelvan tontas ahora no significa que te quiera.
Yo no te quiero.
Y entonces, sonríes. He notado que he olvidado eso. Tu sonrisa. Demonios, no sonrías. Cuando lo haces, no puedo moverme. No sonrías, maldita sea, que cuando lo haces estoy a tu merced.
-No me quieres-dices con esa sonrisa triunfadora en los labios- Kuran…
¿Qué tramas? Que argucia maquinas. Detesto que me pongas nervioso. Soy yo quién hace planes, yo quién es fuerte e inmutable. Entonces ¿por qué? ¿Por qué me afectas tanto? ¿Por qué soy tan diferente ante ti?
-¿…Acaso… me amas?
Kiryuu Zero, te odio…
…pero sí, te amo.