Egoísta nada por hideky

 
 
No era un azul cielo ordinario, era más etéreo por un momento sólo pudo evocar a esto.
Azul cielo cristalino. 
Porque a pesar de lo antagónico que resultaba ser él, el rubio nunca lo apartó de su lado. 
 
En la escuela el rubio nunca hablaba con nadie y siempre era rodeado de personas que luego hablaban mal a sus espaldas, mientras Gaara se dedicaba en ese tiempo a manejar desde temprana edad los negocios poco honestos de su padre, era despiadado y nadie se atrevía a cuestionar su vida e irónicamente era muy popular. 
 
Gaara habría querido conocer al rubio, pero este poseía una extraña relación con uno de los líderes enemigos. Cuando él se encargó de eliminarlo completamente se enteró de algo que lo interesó más en el rubio. 
 
Era un Namikaze, hermano y prometido Pain, la familia Namikaze se caracterizaba por siempre casarse entre familia al cumplir la mayoría de edad; Naruto había sido el último hijo del líder y su consorte, sus hermanos mayores se habían casado ya,  ha el hermano menor le correspondía casarse con Pain, un tipo totalmente despreciable que había intentado varias veces forzar al rubio y no lo había logrado gracias a los hermanos mayores Yahiko y Nagato.
 
Fue sorprendente encontrar al rubio en la Universidad, aunque cuando Naruto se había enterado de la muerte de su prometido se había deprimido mucho, cosa que no logró entender. 
 
El rubio una ocasión le había dicho que Pain tenía una gran obsesión de tenerlo aislado, pero siempre prefería acostarse con otras personas para poder controlar su deseo y que un día antes de su muerte fue a visitarlo para pedirle perdón e iban a comenzar desde cero, pero el no había cumplido su promesa de llegar. Gaara temió que se alejara de su lado al enterarse que él había matado al Namikaze pero el rubio lo perdonó. 
 
Naruto  tenía un gran corazón. 
 
Gaara ¿estás bien? — cuestionó una voz cálida abranzandolo por la espalda. 
 
Estoy bien, sólo… recordaba — respondió en un susurro. 
 
Aha~ supongo que recordarás que hoy te toca preparar la cena ¿no? — sonrió mientras se sentaba a su lado, Gaara sonrió de medio lado y observó a la persona del costado, piel nacarada a simple vista suave como la seda, rostro fino, ojos grandes de un hermoso color que aún no podía describir, cuello delgado y largo, hombros pequeños y delicados, con piernas largas y torneadas. 
 
Naruto había aparecido cómo un pequeño rayo de luz en su abismal oscuridad, le había sonreído y había llorado por el diciendo que era muy valiente al enfrentar tal soledad sin llorar todas las noches cómo había hecho él. 
 
Fue así el inicio de ambos, aprendiendo cada día más del otro, entregando sus corazones, tan diferentes y únicos. El padre del rubio lo había desterrado y quitado el apellido al enterarse de los sentimientos del rubio, Gaara entonces le había ofrecido vivir con él. 
 
Recordó de igual manera la extraña confesión de ambos, no sé habían perjurado y mentido como el resto, el había preguntado que eran por la curiosidad de cómo respondería el rubio, se imaginaba que diría que eran novios y que después se casarían y muchas cosas más pero no… Naruto río dulcemente y le observó con sus expresivas orbes. 
 
"Seamos nada… dura para siempre después de todo"
 
Gaara simplemente ese día le regaló algo maravilloso al rubio una nueva faceta, había reído con soltura dejando sin aliento a su amante.
 
"Suena bien, la nada es eterna"
 
  Entremos Gaara — pidió el rubio, Gaara tomó la fina y pequeña mano de su compañero y se dejó llevar, le haría el amor al rubio como siempre, sintiéndose aun más maravillado que la última vez, recorriendo la suave piel del rubio con sus labios, perdiéndose entre los delgados brazos que se aferraban cada vez que unían sus cuerpos. 
 
Quiero hacer que te enamores aún más de mi y ser lo único que desees invadiendo tu cuerpo  — susurró ronco aquel muchacho de cabellos fuego abrazando por la espalda al rubio que jadeó al sentir el duro miembro de Gaara entre sus glúteos. 
 
Las pupilas del menor se dilataron cual felino, se enredó entonces también en la pasión, pasando sus brazos en los hombros de Gaara al momento que este le dio la vuelta tomándolo por la cintura. 
 
Naruto — los fríos y largos dedos de Gaara rozaron la mejilla del menor en una caricia frágil, cual botón de rosa.
 
Naruto correspondió el gesto con una sonrisa, poco a poco ambos se habían comprendido, no se apartaría de Gaara por nada.
 
Sus labios se buscaron sedientos con el fin de morderse, la prendas, una a una fueron desapareciendo del cuerpo contrario. 
 
Gaara Ahg… por f-favor… — gimió al sentir las caricias del taheño estremecer su cuerpo, Gaara elevó las caderas del rubio usando a favor el hecho de que lo había recostado en la alfombra de la sala, tomó la erección del rubio y sintió cómo esta se lubricaba con rapidez . 
 
NNN… — Las uñas del rubio se clavaron levemente en los hombros, mientras se arqueaba respirando con fuerza. 
 
T-Te nec-cesito… — suplicó con una voz ahogada que al pelo rojo le provocó una fuerte punzada en su miembro erguido. 
 
Naruto soltó todo el aire al verse repentinamente penetrado, fue tal la sensación que se vino al instante, Gaara había entrenado a tal punto su cuerpo que con un roce su sangre volvía a hervir. 
 
Ahhh… — Gaara amaba al rubio, su natural sensualidad junto a esa mirada llorosa aunado a los gritos lascivos era algo que sólo él tenía el privilegio de ver, Naruto era su nada. 
 
Porque la nada era infinita.
 
Y era tan celoso con ello, pensar que alguien podía tan siquiera rozar esos dulces labios rosa entreabiertos.  Ambas miradas intensas se conectaron, lento, profundo, rápido, hondo; sus cuerpos subían y bajaban aumentando el ritmo.
 
Gaara…—
 
Gaara…— 
 
Yo… sólo te necesito a ti —
 
Naruto río, abrazó al mayor para  restregar su mejilla en el pecho de Gaara, el perfume del taheño era delicioso, los latidos de su corazón sonaban tan bien y la temperatura de su cuerpo era muy agradable…
 
Gaara simplemente observó al menor dormir, enterró su nariz en las sedosas hebras del rubio, simplemente cerró los ojos dormitando mientras protegía al ser más preciado para él entre sus brazos. A estas alturas incluso podía afirmar que actuaba un poco como lo hacía el ex prometido del rubio, sentía que el egoísmo lo dominaba cada vez más. 
 
 
-Un muchacho pelo rojo miraba a la nada temiendo que el cuerpo frente a él se desapareciera o no fuera real. 
 
Pensó que era mentira… que el rubio era una jugada de su mente, pero abrió los ojos al sentir unas tibias y gentiles manos tomando su rostro. 
 
"Hay personas que creen no merecer las cosas que se les presentan. Se suelen dirigir hacia los espacios vacíos, para así tapar las brechas del pasado."
 
El rubio río y se le acercó rozando sus narices en gesto tierno. 
 
"Yo era una de ellas Gaara, me he vuelto tan dependiente de ti…pero no me arrepiento"-
 
 
Todos los días, a partir del momento en que unieron sus vidas aquella tarde en el parque central, Gaara disfrutaba tomar entre sus brazos la cintura del rubio, saborear sus labios y perderse en aquellos ojos. 
 
Y al llegar la noche revivia ya no aquellas terribles pesadillas, el escenario había cambiado… soñaba el día de aquella tarde otoñal donde por primera vez, había robado el aliento del rubio con un beso.
 
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"Οa3;τε εσείς, οa3;τε χωρίς να μπορa4; να ζήσω "
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Naruto veía por el inmenso ventanal la ciudad nocturna, una gran tormenta hacía gala de  majestuosos truenos que iluminaban el cielo, los sonidos se suavizan tras retumbar contra alguna parte, Naruto se giró al sentir la perilla de la habitación abrirse y observó feliz al recién llegado. 
 
Gaara traía en brazos a una pequeña que temblaba su cabellera rubio larga como el, piel blanca de aproximadamente 6 años,  la pequeña le observó con llorosos ojos que eran iguales al pelo rojo. 
 
Mamá… — musitó abrazando más a su padre. 
 
Está bien bebé, Asami está aquí — tranquilizó con una sonrisa conciliadora. 
 
El pelo rojo se acostó en la cama con la nena y esta, abrazó a su pequeño hermano un pelo rojo, una versión pequeña de su padre en todos los aspectos. 
 
Naruto se acercó a la cama y se acomodó. Él y Gaara en los bordes y los pequeños en el medio. 
 
El rubio acarició a los pequeños, quienes se estremecieron al oír otro trueno— oigan que tal si mejor cierran los ojos y oyen sólo mi voz ¿si?— les propuso, los pequeños asintieron. 
 
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Que veo ahí tan~ fan~tástico >;<;¸.•>;<;
Me hace sentir 
Es~ tan~ mágico.       >;<;•.¸>;<;¸.>;<;•.
Mi amor seguirá~ 
Pues~ no~, oye razones >;<;•.¸>;<;¸.•
Escucha ya, tan~ fantástico 
Can~to~
Sin voz florece >;<;•.¸>;<;¸.•>;<;•.>;<;
Sueña tal vez 
Es~ muy~ mágico. >;<;•.¸>;<;¸.•
Mi pecho va~ esta~llar~ 
…Recordar emociones… na~…
…Y poder sentir …ahh~… •.¸>;<;¸.•>;<•.>;<;
Con ello el amor 
Tu guía será  >;<;•.¸>;<;¸.•>;<;•.>;<;
ஜ۩۞۩ஜ >;< ஜ۩۞۩ஜ
 
Los niños se habían quedado dormidos ya, Gaara y Naruto los observaron procurando cuidarlos de las pesadillas. 
 
El tiempo avanzaba y ambos seguían unidos, con su pequeña familia e incluso cuando les tocase quedar nuevamente solos.