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The Soul Of Silver Lake por OhBany

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Notas del fanfic:

Basado en el performance acuático de Kai (Baby Dont Cry para EXOluXion)

 

 *

Me alegra mucho traer ésto, es una idea que me ha dado un amigo mio (Milkboy) y otra amiga (Dearlay) se ha unido porque yo soy muy ciega para ver mis propios errores, espero le guste <3

 

El frío entumece los huesos de Jongin y sin embargo no parece importar. Sus pies se arrastran por la arena húmeda y el murmullo de la noche es el único acompañante musical. Jongin deja caer sus brazos de cada lado en señal de derrota y su respiración se hace profunda, sus ojos pasean por el lugar en el que se encuentra y sus labios tiran hacia arriba a lo que parece ser una diminuta sonrisa. Es lo único que hace brotar felicidad dentro de él.

El lago de plata se vislumbra a lo ancho y largo, Jongin siente su pecho hincharse de la emoción que produce estar a segundos de danzar con furor en las aguas tranquilas cuyo color es lunar y más por tener un público que aplauda sus proezas. La luna llena se refleja y las olas ondean con serenidad. Jongin camina lago adentro y sus pies mojándose hacen que su ansiedad aumente.

El agua, pese al clima, está cálida y el muchacho siente que puede vivir con esta rutina por el resto de sus días. Sus dedos acarician la superficie y de repente una melodía imaginaria resuena con ímpetu, como si altavoces se escondieran entre los matorrales, Sus manos se elevan formando figuras delicadas y es cuando decide olvidarse de todo lo que agobia su vida.

No hay cabida para profesores de danza gritando lo errado que está en su paso de ballet, no importan las madres gritonas exigiendo más de lo que él puede brindar. Sólo importan sus pies moviéndose con elegancia por el agua y sus manos volando con gracia, elevando minúsculas gotas de agua plateadas.

Jongin se siente en la gloria. Esa comunión que nadie más ha podido lograr es como llama que incendia su cuerpo, pero sabe que más que el agua, él espera paciente la llegada de él.

La luz lunar prontamente se convierte en centelleos dorados, la faz del lugar donde se encuentra ubicado el lago repentinamente es oscura, mientras los pasos de Jongin no se detienen, su sonrisa ahora no es tan lineal, es más como la sonrisa de un niño cuando obtiene su dulce preferido.

De entre las sombras con siluetas doradas emerge una figura. Mantiene una pequeña sonrisa y sus vestiduras blancas juegan un papel muy importante con respecto a su piel, que es blanca y tersa como la seda misma.

Jongin sigue danzando a pesar de que el agua ralentiza sus movimientos, su corazón estalla en júbilo porque él está aquí y es la única cosa que realmente importa.

—Ya te habías tardado —dice, manos arriba, cabeza en alto.

—Estabas perturbado, no podía aparecer hasta que estuvieras completamente sereno —dice la figura, dejando atrás todo ese brillo dorado y haciendo más humana su presencia.

—¿Ahora lo estoy?

—Lo estás —confirma.

Jongin se mueve alrededor de la persona que está frente a él, sus manos sujetan su cintura y lo incitan a ser un sublime acompañamiento. El contrario se niega aunque sostiene su encantadora sonrisa.

—Baila conmigo, hyung —invita el bailarín.

—No me gusta arruinar tu elegancia, me gusta mirarte.

—Y sin embargo eres el guardián de éste lugar, él que sólo aparece cuando bailo— Jongin clama victorioso y como castigo de su comentario obtiene un bufido.

Jongin salta llevándose numerosas gotas en su camino, pese a las negativas que recibe del chico dorado, sujeta su cuerpo para que sea su fugaz cortejo. Una pareja de baile solitaria y fantasiosa en medio de un lago en ensueño.

Todos los episodios desagradables de su vida desaparecen con el pasar de los segundos. Todo cobra un sentido diferente cuando Kyungsoo lo recibe entre sus brazos y con la punta de sus dedos toma la mano de Jongin para que éste gire en su propio eje.

Jongin no recuerda cuando fue que Kyungsoo llegó a su vida, lo único que recuerda es que, desde entonces, ha estado allí para él en los momentos donde la turbulencia parece cegar su rumbo. Kyungsoo lo sujeta en brazos cuando Jongin se desploma en el agua casi al esconderse la luna,  y promete estar allí al día siguiente y al siguiente y así sucesivamente y todavía no ha soltado su mano aunque han pasado muchas lunas.

El bailarín a veces tiembla ante la idea de que sus pies no puedan moverse un día y sus manos no puedan formar agraciadas figuras en el agua y eso lo lleve a que Kyungsoo desaparezca. El tiempo que ha transitado sólo le da la certera convicción a Jongin de que es Kyungsoo su centro, incluso más que bailar.

Aquel moreno, de piel tostada y piernas largas y elegantes ha cavado más allá de la humanidad misma, amando y deseando un ser que sólo aparece entre pasos de bailes y piel mojada. Cuando la luna plateada se esconde y la faz comienza a teñirse del despertar mañanero Kyungsoo le dice Hasta luego a Jongin y es cuando su triste y apática vida hace acto de presencia nuevamente.

Jongin no desea vivir de esa manera, quiere permanecer en el tiempo y vivir su ahora, sin temor a que todo se haga polvo al  llegar la alborada. Jongin quiere que Kyungsoo permanezca para él, intacto, sin esfumarse, sin convertirse en polvo.

Lastimosamente no es algo que sólo se puede lograr deseándose.

—¿Cómo estuvo tu día? —Kyungsoo interrumpe el hilo pensamiento de Jongin.

Sus ojos saltan, grandes y expresivos mientras Jongin no se detiene y pone en práctica esos pasos de baile que según Yixing, su profesor, no son lo suficientemente elegantes.

—Lo normal —dice—. Escuela, danza, padres, vida —Vida sin ti a tiempo completo, quiso decir el moreno.

—Deberías aprovechar tu juventud Jongin. Sabes, salir más en lugar de estar aquí con un ser que no existe.

Jongin gruñe.

—Pero si existes, Kyungsoo —Un ágil Arabesque acompaña un gruñido porque Otra vez estamos teniendo ésa conversación.

Kyungsoo quiere protestar pero unos dedos finos y húmedos se posan en sus labios callando todo aquello que Jongin no quiere escuchar. Sonríe bajo los dedos del moreno y decide que es mejor callar y disfrutar a plenitud el espectáculo que trae el moreno para él ésta noche.

Extiende su mano para sujetar la mano de Jongin mientras éste hace un sigiloso Croisé devant y luego su cuerpo es arrastrado entre las aguas hasta aterrizar firme de frente al pecho de Jongin que sube y baja errático debido a la actividad física. Sus manos van sin vacilar a su cuello y sus ojos negros como lagunas nocturnas observan la divinidad del rostro de Jongin.

La música cambia de Ballet a Vals en un momento y al segundo está el bailarín sujetando sus manos en alto mientras la música se convierte en un, dos tres, marca, un, dos, tres…

Ambos se sienten en un salón solitario, donde la música es complemento para dos corazones igual de solitarios. Jongin sabe que Kyungsoo es un encanto del lago que nadie más es capaz de ver, por la única razón de que Nadie tiene tu fe en las cosas sobrenaturales, Jongin. Si me presentara ante la gente posiblemente huirían a un hospital mental. Entonces Kyungsoo concluye su explicación con un solemne Eres especial que derrite las barreras del bailarín y las hace ahogarse en el agua sin opción a ser rescatadas. Kyungsoo sabe que Jongin está cansado del mundo y el que él no sea parte del mundo real funciona para ambos.

El más bajo de ambos tararea un poco de la melodía mientras se apega más al de piel tostada y éste siente que su corazón se disuelve ante el tacto. Sus manos yendo a cinturas y labios paseándose sutilmente por curvaturas entre cuello y hombro. Jongin murmura algo que suena como Hueles bien y Kyungsoo se deshace entre las cosquillas que le produce la vibración en su cuello ante las palabras de Jongin.

La música está lejos de ser vals ahora, en su lugar hay una balada casi romántica y cursi y Jongin se permite besar las mejillas de Kyungsoo y sujetar como más frenesí su cintura. La melodía guía sus cuerpos, pero el corazón ordena a Jongin que vaya más allá a todas las noches, que no se conforme con sólo dejarse observar por Kyungsoo  o tocar la punta de sus dedos, ir más allá es tocar y sentir, sentirse vivo con un ser que sólo vive en un espacio de tiempo inconstante.

Jongin sigue susurrando palabras pero se hacen sordas en el momento en que sus labios se posan sobre los de Kyungsoo. El movimiento en ellos se vuelve parsimonioso y todo sin dejar de bailar. El aire no es necesario cuando la necesidad por tener más de Kyungsoo es imperante, cuando ambos desean con locura fusionarse en un solo cuerpo. Jongin se aferra al beso, y se sostiene del sentimiento más allá de Kyungsoo siendo un amigo común con el que puede pasar  solitarios ratos. Todo pinta a ser más Kyungsoo la persona con la que quiere pasar el resto de su vida, no importa si tiene que comenzar una desde cero.

Entonces las palabras abandonan su garganta como fuente que nadie detiene.

—Quiero estar junto a ti, para siempre —sisea, y vuelve a los labios de Kyungsoo con nerviosismo, quizá por miedo al rechazo. A un no rotundo.

Kyungsoo intenta hablar pero haya que los labios de Jongin son más necesarios que las mismas palabras. Tal vez es sólo por un momento, pero se siente inseguro de robarle a Jongin su juventud. Una vida juntos, es una vida como la que lleva Kyungsoo, porque él jamás podrá ser humano.

En cada abrazo Jongin susurra un No me importa perder lo que no tengo en esta vida porque mi vida eres tú y con cada beso decide que quiere ser arrastrado a lo más profundo del lago si eso representa estar atado a la mano de Kyungsoo por una eternidad, o hasta el fin de los siglos.

—¿Estás seguro? —escudriña de todas formas.

Jongin asiente, más seguro de esto que de su propia existencia.

Kyungsoo no puede evitar que una lágrima se derrame por su tersa piel, nadie nunca había querido morir por estar a su lado, por esa sombra dorada que sólo aparece con el baile de algún forastero. La luna empieza a desaparecer. Kyungsoo pide en susurros a Jongin que cierre los ojos y aguante porque no será fácil el viaje pero el bailarín le dice que está bien.

El ánima abraza a Jongin y lentamente se deja caer de espalda con él en el agua.

Quedamente el líquido va perdiendo ese color plata producto del reflejo de la luna, ahora sólo es negro como la madrugada que se está a puertas.

Pronto no queda más que el movimiento de olas donde ellos alguna vez estuvieron. Ahora están camino a una vida juntos, llena de espejismos e irrealidades, pero juntos.

No importa que los pulmones de Jongin quemen dentro de él, exigiendo oxígeno, no importa porque pronto la sensación pasará y estará al lado de Kyungsoo y es todo lo importante en su historia.

Cuando pasan los que parecen décadas Jongin siente que ya no tiene por qué pelear con el aire que se escapa, ya no lo necesita. Cuando abre sus ojos, hay un amanecer irguiéndose frente a sus ojos, el agua es azul como el reflejo del cielo despejado, un cielo que jamás había visto de esa forma. Su sonrisa se pronuncia cuando al lado suyo, sujetándole la mano izquierda, se encuentra  Kyungsoo.

—¿Cómo te sientes? —pregunta el más bajo.

Jongin lo mira con la más radiante sonrisa, tirándose sobre él, lo besa repetidamente en cada parte de su rostro, besa sus lunares, desde los más pequeños hasta lo más grandes.

—¡Me siento más vivo que nunca, gracias! —Kyungsoo se ríe mientras cierra sus ojos, recibiendo con cariño la demostración amorosa de Jongin.

—¿No te vas a arrepentir verdad? —pregunta, aún preso de la duda—. Ya sabes, tu familia, tu escuela, tu hog—

Jongin lo calla, como sólo él sabe hacerlo. Con un beso.

—Tú eres mi hogar de ahora en adelante.

Y eso más o menos quiere decir,  por el resto de la eternidad.

Notas finales:

Espero les guste, nos leemos <3


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