Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En las fauces del lobo por Keiran

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aparecen nuevos personajes y trama... sobre todo mucho DRAMA.

Segunda temporada de: "El fragmento del cometa" (El pequeño vampiro) 

HECHA SOLAMENTE POR MI PARA MIS LECTORES.

Chau!

Notas del capitulo:

Este es el primer capitulo, espero y sea de su agrado.

Va para todos mis lectores y lectoras, incluyendome XD

Esta historia se la dedico a K, que estuvo conmigo desde el comienzo, nos hemos vuelto buenos amigos... 

Bien, comienza...

Capítulo 1: “Cuando la tranquilidad huyo”

Cuando era niño ir al bosque a buscar aventuras era una costumbre de nunca acabar, y no solo yo me metía en problemas con mis padres y tíos, sino que también mis primos y mi amigo se arriesgaban por seguirme en mis locuras, siempre andábamos juntos, no había un solo día en el que no estuviéramos jugando y escucháramos gritos al final del día, o la noche… Trataba de muchas maneras el distraerme con algo, era un niño de apenas cinco años, pero no fue hasta que un día aprendí lo que era el peligro realmente que comencé a ser más cuidadoso, y tengo que contarles esto, para que todo lo demás que les voy a decir tenga algo de sentido… hasta muy después pasados los años me di cuenta de que ese día fue el que la tranquilidad huyo de mi vida, y de las vidas de todas las personas que quería y amaba.

Habíamos estado jugando Izzy, Zed y yo en la casa del árbol que habíamos hecho fuera de la reserva con ayuda de Vanimas, nadie sabía dónde estaba realmente, solo el… le habíamos dicho que nos guardara el secreto, era tarde y hacía tiempo que no dormíamos y más estábamos cansados al haber ayudado a unos castores que estaban haciendo una presa en el lago de la reserva, éramos todos unos observadores de los animales, nos encantaban… y así fue como llegamos a la casa del árbol después de decidirnos a llevar unos troncos para poder reparar un hoyo que Glaw había hecho al estar jugando a los ninjas… después de tratar de tapar con los troncos vi a Zed bostezar y como era normal nos contagió el sueño, juntos nos acurrucamos en una esquina y nos quedamos sumamente dormidos, me desperté gracias a los aleteos de un ave cerca de una de las ventanas, viendo que estaba a punto de amanecer y que nuestros padres nos estarían buscando probablemente muy preocupados.

Me levante tallándome los ojos, el cielo estaba azul, un azul algo claro mientras veía como el sol estaba queriendo comenzar a salir por las montañas muy lentamente… así que decidí hablarles a los chicos…

—     ¡Izzy, Zed vamos despierten! — les dije moviéndolos suavemente, Izzy tenía abrazado a Zed con sus brazos mientras recargaba su cabeza en el hombro del más chico de todos

—     ¿Mm? ¿Qué pasa Darían? Durmamos un poco más, comoquiera nos van a regañar— me dijo mi primo acurrucando a Zed más a su lado, este simplemente trato de alejarlo poniendo las manos en su rostro y empujándolo, Zed no era alguien perezoso, y rara vez lo podíamos escuchar hablar o decir algunas palabras después de haber aprendido al año y medio de su nacimiento

—     Está a punto de amanecer y ustedes no pueden caminar bajo el sol, si nos quedamos tendremos que regresar hasta después de la tarde o hasta que Vanimas venga por nosotros… ¡Vamos! ¡Levántate! — le dije en una súplica al ver como Zed se había alejado completamente de él hasta una de las paredes y miraba como Izzy solo se hacía bolita en el suelo— Zed dile algo tú también… si no lo molestamos no se va a levantar— le dije al pequeño niño de pelos blancos y rayos pelirrojos, me vio y se alzó de hombros como si lo que le pedía no le importara en algún sentido— El tío Sould nos dijo que si volvíamos a llegar tarde nos iban a castigar a todos…— les dije volteando a ver por la pequeña ventana como el sol estaba saliendo lentamente

—     Izzy… tu mama te va a encerrar en el baño otra vez— le dijo Zed con ese tono de niño inocente y pequeño, después fue donde Izzy y le jalo los oscuros cabellos, este no hizo ningún caso, solo dejaba caer su cabeza para que Zed lo soltara— Y el tío Vanimas no nos dejara comer miel…—

En ese momento Izzy simplemente se levantó rápidamente del suelo y sacudió sus ropas, sí, todos amábamos en ese tiempo el elixir de Vanimas, era lo único que podíamos ponerle a los alimentos de los humanos, sin que nos supiera mal, Izzy fue y tomo una pequeña sabana y se la puso encima, envolviendo al pequeño Zed a su lado…

—     Vámonos— me dijo mi primo sonriendo

—     Vayan detrás de mí— les dije saliendo por la puerta de la casita

Bajamos por la pequeña escalera de madera del árbol y comenzamos a caminar en dirección a nuestra casa, cada vez más rayos del sol comenzaban a colarse por las ramas de los árboles, y me preocupaba, si algo les pasaba a Izzy y Zed no me lo perdonaría, yo era un confiado, yo podía salir al sol, pero ellos no… y mis padres me habían dicho muchas veces de pequeño que los cuidara, que siempre estuviera protegiéndolos. Tome a Zed de la mano y los hice apresurar el paso para llegar cuanto antes, faltaba poco para que el sol saliera por completo, así que comenzamos a correr, dentro de la reserva estaría nublado por Vanimas, pero afuera, afuera ellos estaban en peligro.

La sabana que traían encima se ondeaba con gran brusquedad al estar corriendo nosotros torpemente entre las malezas y arbustos del bosque silvestre, iba delante de ellos y al salir de entre unos arbustos corriendo tan rápido como nuestros pequeños cuerpos nos lo permitían, nos topamos contra algo que parecía también estaba moviéndose muy rápido, fuimos a dar al suelo de sentón y hasta solté la mano de Zed al no poder haberme sostenido con la fuerza con la que mi fisionomía se estampo contra los cuerpos que ahora, estaba viendo tirados en el suelo igual que nosotros…

—     ¡Raven me duele! — escuche el grito de otro niño y voltee a verle mientras yo sobaba mi codo y rodilla— Mi mano se ha torcido—

—     Ven, déjame te sobo…— ese otro niño se arrastró y tomo la mano del pequeño que tenía la mitad de su cabello de un tono gris y moteado con manchas blancas y del otro era simplemente negro— ¿Ya?... — pregunto después de haber movido la muñeca del más pequeño, el otro simplemente asintió

—     Auch mi cabeza— escuche detrás de mí y voltee a ver a mi primo quien traía sangre en la palma de su mano al tocarse la nuca, enseguida me levante en su ayuda, al parecer había caído en unas rocas

—     Hay que llegar a casa para que te curen mis tíos—le dije tomando la sabana y limpiando algo de la sangre de su mano y nuca

—     ¿Qué es lo que hacen ustedes en el bosque a estas horas…?—escuche al niño más grande— se ven muy pequeños ¿Qué edad tienen? —ese niño se acercó a nosotros como si fuera lo más normal, me quito la sabana de las manos y la dejo detrás de la nuca de Izzy unos minutos

—     Cinco…—fue lo único que le respondí

—     Ya veo… soy Raven y él es mi hermano Rex—voltee la mirada al otro niño y sólo me sonrió, parecía realmente tímido ya que solo movía sus manos nervioso— ¿se han perdido? — Me pregunto al ver como Zed se levantaba y se abrazaba al brazo de Izzy

—     No, ya íbamos a nuestra casa— enseguida voltee asustado al cielo, estaba a punto de salir el sol, y aún faltaban cientos de metros para llegar a nuestro hogar, voltee a ver a los chicos— Hay que irnos…— les dije, Izzy comenzó a levantarse

—     ¿A dónde van? — nos preguntó Rex— ¿su casa está lejos…?—

—     Tenemos que llegar antes de que salga el sol…— Dijo Izzy y enseguida lo calle chistándole, no podíamos confiar en nadie— Lo siento…— se disculpo

—     ¿Por qué  antes de que salga el sol? — nos preguntó ese niño Raven al ver que comenzábamos a caminar, se acercó a nosotros mientras nos entregaba la sabana

—     No es nad-…—no pude terminar la frase ya que Raven me había tapado la boca con su mano, me había rodeado y parecía estar alerta cuando vi su rostro, unos gestos que siempre me llegaron a gustar antes, miraba delante de nosotros como si en cualquier momento fueran a atraparnos por alguna cosa, fue entonces cuando lo escuche, los sonidos de las ramas de los arboles golpeándose, vi una luz entre ellas, que se hacía cada vez más y más grande… la lanzaron a unos metros cerca de nosotros y escuchamos claramente el sonido de una explosión, y una ráfaga de aire sacudió nuestros cabellos, pude sentir como Zed me tomaba del brazo y lo apretaba fuertemente, también lo hice, no sabíamos en lo absoluto que era esa cosa

Luego de un pequeño silencio escuchamos un profundo gruñido, aún recuerdo esa sensación, un escalofrío que erizo los bellos de mis brazos e hizo que mis piernas se adormecieran por completo… vi como un cuerpo era lanzado hacia nosotros con suma violencia haciendo que varios de los arbustos se destruyeran por completo, y ese cuerpo diera varias vueltas por el suelo… y como si no hubiera pasado absolutamente nada comenzó a levantarse, y lo vi… vi las garras, los colmillos, esos ojos plateados, ese pelaje sumamente espeso y oscuro… era un hombre lobo parado en dos patas, gruñendo en dirección de donde había salido volando…

De repente vimos nuevamente como una bola de luz se hacia esta vez entre las ramas y la oscuridad, cuando salió disparada directamente hacia nosotros ni siquiera paso por mi mente algún pensamiento, solo estaba allí esa bola gigante que ahora pienso era de energía acumulada… esa circunferencia se acercaba rápidamente hacia nosotros siendo reflejada en nuestros ojos… ese lobo se nos lanzó encima… aplastándonos contra el suelo y lodo. Nos había salvado…

—     ¡Mama! ¡¿Estas bien mama?! — escuche como Raven quien me tenía tomado encima de él, gritaba, pero yo casi ni podía respirar, ese enorme cuerpo estaba aún encima de mí y por lo tanto tampoco podía pensar, lo único que quería era que se me quitara de encima

—     ¡Mami! ¡Mami levántate hay que irnos! — gritaba Rex a un lado de mí, esa cosa, ese que creí era un hombre lobo en realidad era una mujer lobo protegiendo a Raven y Rex al ser su madre

—     ¡Les dije que se fueran corriendo en cuanto pudieron! — escuche la voz amortiguada en la garganta de ese animal encima de nosotros que estaba regañando a sus hijos, era más aguda de lo que creí que sería, se levantó de encima de nosotros y fue entonces cuando nos vio y supo que estábamos allí, sus ojos absorbieron por completo mi pequeño cuerpo…— ¡¿Quiénes son ellos Raven?! — le pregunto a su hijo entre enojada y con pánico, aun así, yo no podía más que ver a un perro enrome hablando

—     S-Son unos niños… con los que nos topamos— dijo Raven difícilmente levantándose conmigo en sus brazos, mis pies volvieron a tocar el suelo nuevamente y solo así volví a respirar

Su madre nos miraba con mucho detenimiento, y poco a poco su respiración se fue tranquilizando, y al tranquilizarse su pelaje comenzó a caerse, como si fuera polvo… sus orejas desaparecieron haciéndose cada vez más pequeñas en su cabeza, sus colmillos los cuales estaban tan sobresalientes en su boca ya no estaban y su piel regreso a la normalidad, una piel morena y unos ojos plateados que se quedaron del mismo color que había visto cuando era una bestia. Se acercó a mí y toco mi rostro con mucha delicadeza… parecía pensar al ver mis ojos.

—     ¡Madeleine! — escuchamos un grito y enseguida otra bola de luz comenzó a surgir de entre la poca oscuridad que quedaba en el bosque

La mujer me tomo en sus brazos al igual que a Zed en tan solo instantes, y comenzó a correr mientras que Raven tomaba a Izzy y a Rex de la mano y corría delante de nosotros, mi mente hizo clic, nos estaban llevando lejos del camino a casa, estábamos desviándonos… y pronto saldría el sol. Estábamos siendo secuestrados…

—     ¡No suéltenme! — grite comenzando a retorcerme en los brazos de esa mujer— ¡Tenemos que llegar a nuestra casa! —

—     ¡Cálmate… estamos evitando que mueran! — me grito la señora

—     ¡Darían tengo miedo! — grito Zed retorciendo también en los brazos de ella— ¡Darían vámonos a casa, vámonos! —

—     ¡Suéltenos! ¡Déjenos ir! — grite nuevamente, pero lo único que conseguí fue que me apretara más con sus brazos— ¡Tenemos que regresar! —

Grite, y por más que intente que ella me soltara no lo conseguí, era un niño, un niño pequeño que no tenía ni la fuerza necesaria para poder gritar fuerte y nuestros padres nos llegaran a escuchar, el sol había salido por completo y pasábamos a una gran velocidad por debajo de las sombras de los árboles, estaba asustado por que en algún momento salieran del bosque, pero ese momento jamás llego… escuchaba las explosiones cada vez más cercanas a nuestros cuerpos, estaba confundido… ¿Qué era lo que los estaba persiguiendo? ¿Por qué estaban huyendo de esa cosa? ¿Y por qué los querían atrapar? Pensé que habíamos estado en el lugar equivocado en el momento equivocado…

Trate de voltear a ver que era esa cosa que ahora nos estaba persiguiendo a todos, torcí mi cuello un poco y vi una sombra, una sombra que se movía a una gran velocidad, pero no lograba definir bien que era, vi entonces como hacía otra nueva bola de energía blanca y la lanzaba directamente hacia nosotros, fue tarde ya que la velocidad con la que la madre de ellos corría no fue suficiente para evitarla y salimos Zed y yo volando de los brazos de la señora… Vi como Raven y Rex le estaban gritando a su madre que se levantara nuevamente, y difícilmente se levantó con algunos rasguños en sus piernas y brazos, apenas estaba volviendo a enderezar mi cuerpo para ver qué era lo que pasaba… pero mi oído se había ido, esa explosión me había dejado completamente sordo, escuchaba algunos ecos pero nada más, todo mi cuerpo estaba desequilibrado, voltee a ver a Zed y él también estaba viendo a todos lados tratando de saber en dónde estaba… fue un error haber volteado atrás… vi a esa sombra, parecía un hombre, su cuerpo transparentaba las cosas que habían detrás como ramas y troncos, pero no tenía cuerpo en sí, y flotaba, flotaba al menos unos centímetros del suelo, y vi sus ojos, su pupila realmente enorme rodeada por ese color de su iris blanca… y me sonrió… me sonrió de una manera escalofriante, haciendo que me paralizara por completo.

Sentí como me rodeaban del pecho y me levantaban con brusquedad, sentí el viento chocar contra mi cara violentamente, y sentí como me apretaban con fuerza nuevamente contra otro cuerpo, voltee arriba y vi el rostro de perfil de esa mujer nuevamente, en esos momentos me sentí protegido, porque aun cuando tuvo la oportunidad de irse y llevarse a sus hijos no lo hizo, nos protegió como si también lo fuéramos…

La curiosidad mató al gato, decía mama Alice, y la verdad siempre creí que era mentira cuando era un niño, jamás me había pasado algo parecido a eso, pero cuando volví a voltear en dirección al hombre sombra, este estaba a tan solo unos cuantos pasos de tomar a la mama de Raven y Rex de la espalda… me asuste, quería ayudarla y que no nos atraparan, así que hice el primer hechizo que mama Alice me había enseñado apenas comenzó a enseñarme  las lecciones de magia desde los tres años, hice mi talismán de agua, ese hombre abrió los ojos muy sorprendido al ver que en pleno movimiento yo estaba haciendo magia, y de él dibujo salió un chorro de agua tan enorme y grueso que se estampo contra su cuerpo, lo desequilibro y lo hizo caer al suelo… respire tranquilo una vez vi como poco a poco nos íbamos alejando de ese hombre y nos daba tiempo para escapar, voltee de nuevo hacia el frente y la madre de Raven me veía igual de sorprendida, me veía como algo raro y extraño…

En esos momentos no hubo preguntas, simplemente siguió corriendo conmigo y con Zed en sus brazos, fue hasta que estábamos ya bastante lejos de ese lugar donde ese hombre se había caído que nos introdujo debajo de las raíces de un enorme árbol, prácticamente nos empujó dentro, y luego ellos entraron con nosotros…

—     No nos tengan miedo, no les aremos daño… — nos dijo la mujer viendo como Zed se alejaba de ella e iba hacía mí para abrazarme fuertemente— ¿Dónde está su hogar? — nos pregunto

—     M-Muy lejos…— le dije, mis padres siempre me enseñaron a no confiar en los extraños, y más en las criaturas que tenían un extraño origen como nosotros

—     Entiendo… no confían en nosotros— nos dijo quedamente— Mi nombre es Madeleine, soy mama de Raven y Rex— dijo abrazando a sus hijos— Sé que están asustados por que en cualquier momento me convierta en un perro gigante, no lo are niños, no deben de tenerme miedo por eso…—

—     Mi mama dijo que los hombres lobo eran malos, y más con los vampiros— Izzy simplemente estaba acurrucándose más y más contra mí al estar diciéndole eso a la señora

—     ¿Ustedes son vampiros? — pregunto Raven

—     S-Si…— les conteste

—     ¿Entonces… porque tienes magia? — me pregunto Madeleine realmente seria, analizándome, tratando de ver dentro de mí, me sentí sumamente pequeño, solo escuche como al no recibir respuesta, suspiro— De todas maneras… el tiempo que estén aquí será muy corto, al menos hasta que llegue la noche…— miro ahora fuera de las raíces del árbol, tenía razón, hasta la noche podríamos regresar a nuestro hogar ya que el sol había pasado entre las copas de los arboles

—     ¿Cómo te llamas? — me pregunto Raven

—     M-Mi nombre es D-Darían—le dije a Raven viendo sus ojos plateados directamente— Él es mi primo Izzy y mi amigo Zed…—

—     ¿Qué edades tienen? Son tan pequeños…— nos dijo su madre sonriendo

—     Yo tengo cinco años— le contesto Izzy algo contento

—     Y-Yo… t-tres— le dijo Zed volteando apenas si apartándose de mi un poco

—     Hablas muy bien para tener esa edad Zed, Raven hablo bien apenas estuvo a punto de cumplir los cuatro años— decía su madre mientras le pellizcaba la mejilla a Raven

—     ¡Mama! — Raven se quejó y aparto su mano de su rostro algo avergonzado—tenía problemas con algunas pronunciaciones solamente…—

—     Aun así era chistoso escucharte cuando mencionabas la r como una d— su mama reía y reía mientras nosotros los veíamos realmente extrañados, parecían tan tranquilos si apenas hacía unos minutos nos habían estado persiguiendo a matar

Pasamos un largo tiempo callados, yo solamente podía ver hacia afuera, sabia claramente que nuestros padres estarían buscándonos preocupados al no haber regresado a la casa cuando amaneció, ni el encontrarnos en nuestras habitaciones o dormidos cerca del lago… probablemente nos iban a regañar como nunca antes y nos prohibirían salir de la reserva nuevamente, así que por eso tenía miedo, y estaba ansioso por salir de ese lugar y llegar a nuestro hogar sanos y salvos, lo único que faltaba era que el sol se volviera a esconder y llegara la noche… estaba comenzando a atardecer, quería al menos salir a respirar, aquí abajo había demasiada humedad…

—     ¿No tienen hambre? — nos pregunto Rex y nos tendió una especie de galletas de polvorón— estas galletas las hace mi mama, y son muy ricas—

—     Nosotros…— dude en decírselo, pero aun así sería la verdad— No podemos comer comida normal…—

—     ¿Es en serio? — me pregunto Raven con una galleta en la boca— Que horrible… ¿verdad mama? —

—     Sí, pero son vampiros, lo único que pueden comer es sangre de otros seres vivos, por eso cazan cada cierto tiempo… díganme pequeños ¿tienen hambre en estos momentos? —

—     No,  solo queremos ir a nuestra casa— dijo Izzy viendo hacia afuera del árbol— Quiero ver a mi mama, y mi papa me va a regañar muy feo…—

—     Estoy segura que en cuanto los vean en lugar de regañarlos los abrazaran y no los querrán soltar—

—     ¿No miente…? — le pregunte— Ni siquiera conoce a nuestros padres…—

—     Estoy segura porque soy madre, para un padre lo más importante siempre será que sus hijos estén bien, sanos y salvos, no importa cuán regañones y enojones sean sus padres, se alegraran con solo verlos de nuevo—

—     No, mi mama me encerrara en el baño… de eso estoy seguro— dijo Izzy en un quejido

—     ¿te ha encerrado en el baño? — pregunto Madeleine desconcertada— ¿es verdad eso? —

—     Si…— respondió Zed sonriendo— Y le apago la luz también… Izzy le tiene miedo a la oscuridad—

—     Jajá creo que esa lección es algo fea…—Madeleine rio— Basta con que los manden sin cenar a la cama y listo—

—     Nosotros casi no dormimos— le dije

—     Bueno, eso funciona con Raven y Rex— sonrió y vio a sus hijos asentir— A veces sin dulces por una semana, pero no lo sé, supongo que cada quien cría a sus hijos de diferente manera—

En ese preciso momento escuchamos una explosión cerca del árbol, y nos asustamos, cuando gritamos Madeleine nos calló por completo chistándonos, escuchamos como olfateaba el aire y gruñía… ¿Ese hombre estaría cerca de aquí? ¿Habría adivinado por donde habíamos huido? Tenía miedo, tome a Izzy y a Zed de las manos y las apreté con fuerza, quería irme, faltaba aun un poco para que comenzara a anochecer y hubiera más sombras de los árboles…

—     Raven, tienes que llevar a los niños lo más cerca que puedas de su hogar— del cuerpo de Madeleine estaban comenzando a salir pelos, muchos pelos, parecía estar convirtiéndose en un hombre lobo nuevamente— Darían…— me hablo, yo me acerque a ella aun aunque vi como sus colmillos comenzaban a crecer, y sus orejas comenzaban a sobresalir en su cabeza, ella no había sido mala con nosotros, así que confiaba en ella— Saldré yo primero, y comenzaré a pelear con ese monstruo para que ustedes puedan escapar, si en algún momento ese monstruo quiere lastimarlos quiero que utilices tu magia nuevamente como cuando estaba detrás de nosotros ¿sí? No dudes en proteger a todos con tu magia… eres especial, eso lo sé, por eso sé que eres sumamente valiente— tomo mis manos y las apretó mientras sus uñas crecían— ¿lo harás cariño? ¿Protegerás a todos con tu magia? — me pregunto, mirándome directamente a los ojos, en esos momentos me sentí realmente lleno de confianza, me sentí invencible

—     Lo hare mama Madeleine— le dije y la abrace— Quiero volver a verte— le confesé

—     Un día iremos a buscarte, Raven y Rex me dirán donde ¿sí? — me sobo la espalda varias veces

—     Mama, tienes que regresar por nosotros— le dijo Raven

—     Lo hare cariño, ahora alístense…— beso la frente de Raven y luego la de Rex y nos dio la espalda— Los quiero mucho niños… a todos—

Madeleine estaba convertida totalmente en un lobo, hincada en sus dos enormes patas estaba preparándose para salir, todos dejamos de respirar al ver como algo se estaba acercando por los alrededores, escuchábamos pisadas, respiraciones, y en el momento en que vimos de nuevo esa silueta oscura frente a las raíces del árbol, Madeleine se impulsó con sus fuertes patas hacia adelante destrozando todas las raíces, y saliendo de sorpresa contra esa cosa, se abalanzo mordiéndolo, Raven me grito que comenzáramos a correr mientras yo traía sujetado a Zed de la mano, vi como Madeleine estaba rasguñando, mordiendo y estaba encima de alguien en el suelo mientras sus gruñidos eran realmente fuertes y profundos… De repente de un solo movimiento la aventaron contra unos árboles y escuche como el quejido de un perro, nosotros seguíamos corriendo, tratando de alejarnos de allí…

Vi a ese hombre levantarse, vi sus brazos moverse, y como una bola de energía como las pasadas comenzaba a crecer en su mano izquierda, en seguida deje de correr y Raven también se detuvo al verme… si no lo detenía en estos momentos nos lanzaría esa bola de energía y nos lastimaría, así que hice un talismán diferente, esta vez use mi talismán de fuego… me asuste al ver que si había resultado, ya que mama Alice apenas me estaba enseñando a ejecutarlo, esa sombra grito al comenzar a quemarse , y la bola de energía dejo de crecer al instante…

—     ¡Vámonos! — grite tomando a Zed y tome la mano de Raven quien se había quedado en shock al ver como la sombra estaba incendiándose— ¡Corre Raven, corre, vámonos! — sentí que Raven me soltó y esta vez tomo a Rex de la mano para correr

Voltee a ver si Madeleine estaba bien, y al hacerlo vi cómo se le volvía a lanzar a ese monstruo que aun traía llamas encima de su cuerpo, gruñendo y rasgando, estaba seguro de que ella no dejaría que nos hicieran daño.

Corrimos y corrimos por el bosque que cada vez estaba haciéndose más oscuro… la tarde había amainado y estaba entrando la noche en el cielo, Zed ya no podía correr más, así que se detuvo a respirar un poco…

—     Tenemos que seguir, nos falta muy poco para llegar— le dijo Raven, viendo como Zed respiraba difícilmente— ¿Estas muy cansado? —

—     Sí, me duele aquí— señalo su pecho— estoy cansado…—

—     ¿Me dejarías cargarte? — Raven le pregunto

—     S-Si…— Zed asintió y enseguida lo cargo a su espalda

Ahora solo estábamos caminando rápidamente por el bosque, muy pronto llegaríamos a los límites de la reserva de Vanimas, Izzy a cada tanto se quejaba de su herida en su cabeza, pronto lo curaríamos… pero mi piel se erizo por completo, al escuchar una voz que solo había escuchado una vez cuando ese monstruo gritaba el nombre de la madre de Raven y Rex… y la había escuchado detrás de nosotros.

—     ¿Creían que se librarían de mí tan fácilmente? —volteamos todos y ese hombre nos estaba sonriendo de una manera tan macabra que casi caí de sentón al suelo— Te quiero a ti…—me señalo con su enorme mano y largos dedos

—     ¡¿Dónde está mi mama?! — Raven bajo a Zed de su espalda y se puso enfrente de ese hombre, igual que Rex

—     La encontraran más atrás… al menos escucharan sus últimas palabras si llegan a tiempo— nos respondió

—     ¡¿Qué fue lo que le hiciste a mi mama?! — le grito Rex esta vez— ¡Tú eres un hombre malo! —

—     Gracias maldita rata…— tomo a Rex del cuello y en seguida, Raven se le abalanzo en una mordida al brazo, lo que hizo que esa sombra soltara a Rex— ¡Malditas niños! —

—     ¡Corran Darían, váyanse a su hogar! — Nos gritó Raven

—     ¡Pero…!— me interrumpió

—     ¡Nosotros estaremos bien, iremos por mama! ¡Váyanse! — me grito, enseguida Izzy y Zed se acercaron a mi tomándome de las manos

—     ¡Gracias Raven! — le grite esas últimas palabras y juntos comenzamos a correr en dirección a la cabaña, volví a voltear, para verlos, estaba preocupado por ellos, y vi como Raven comenzaba a correr a la izquierda y Rex a la derecha, distrayendo a ese mal hombre que trataba de atraparnos… Después desaparecieron de mi vista gracias a unos arbustos que habíamos dejado atrás…

Pasábamos al lado de los arboles con gran velocidad, escuchaba las respiraciones agitadas de Izzy y Zed a mis costados, solo estaba pensando en huir y en que posiblemente ese hombre volvería a llegar hasta donde nosotros estábamos, pero por más que voltee atrás para ver si algo venía siguiéndonos jamás llego… estábamos cerca del campo de fuerza que estaba comenzando a brillar con nuestras marcas de maldición y sentí como me tomaron del brazo y Zed e Izzy comenzaban a gritar asustados al ver que alguien me estaba cargando…

—     ¡No, Darían! ¡Suéltalo, suéltalo monstruo! — gritaba Izzy mientras que con sus manos golpeaba a la persona que me estaba elevando en el aire

—     ¡No soy ningún monstruo! ¡Basta niños! — escuche la voz del tío Skinner al lado mío y enseguida voltee con él, y lo abrace— Tranquilo Darían, siento mucho haberte asustado…—

—     ¡Nos estaba persiguiendo un monstruo papi! — le decía Zed muy exaltado— Nos va a atrapar, nos atrapara papi—

—     Tranquilo Zed, estaban perdidos en el bosque… es de entenderse que estén asustados, su mente les estaba jugando una mala pasada— nos dijo mientras comenzaba a cargar Zed igual que a mí— Tranquilos ya paso todo…—

Hasta ese momento fue cuando pude comenzar a llorar, hasta ese momento pude estar llorando de pura tranquilidad mientras el tío Skinner caminaba con nosotros atravesando el campo de fuerza y yo solo veía hacia el interior del oscuro bosque, rogando por poder ver a Rex y Raven decirnos adiós o sonreírnos, pero eso jamás paso… el campo de fuerza se cerró y el bosque desapareció por completo.

Llegamos cerca de unas bancas que estaban a unos metros de la cabaña y allí el tío Skinner nos sentó a los tres mientras trataba de hacer que dejáramos de llorar… enseguida escuche como se azotaba la puerta de la entrada y salía corriendo mi mama y papa hacia mí, igual que el tío Link y mi tío Gregory y Sould, realmente asustados…

—     ¡¿Dónde los encontraste?! — pregunto mi mama llegando hasta mí y abrazándome—Darían ¿Dónde estaban? ¿A dónde fueron cariño? —

—     Los encontré corriendo hacía acá, creo que estaban perdidos…— le respondió el tío Skinner mientras limpiaba las lágrimas de Zed— Ya dejen de llorar, están a salvo… tranquilo Zed—

—     Nos estaba persiguiendo un monstruo negro— les decía Izzy a sus papas, parecía que estaba muy asustado aun— Tenemos que ayudar a Raven y Rex…—

—     ¿Quiénes son? — Mi mama solo me pregunto— ¿Quiénes son Raven y Rex, cariño? —

—     Eran unos hombres lobo…—le conteste, pero enseguida mi papa se exalto

—     ¡¿Hombres lobo?! Ellos eran los que los estaban persiguiendo entonces… los hombres lobo son malos niños— me dijo

—     Pero eran niños como nosotros…— le dijo Izzy— ellos nos ayudaron…—

—     Debieron de haber estado jugando con ustedes, de ahora en adelante ya no tienen permitido salir de este campo de fuerza… ¿entendieron? — nos dijo el tío Sould

—     E-Esta bien…—

—     No saben cuánto tiempo los estuvimos buscando— mi mama me abrazo con mucha fuerza— Darían jamás me vuelvas a preocupar así bebe, estaba tan asustado, creí que les había pasado algo malo…—

—     Lo siento mami— le dije abrazándolo fuertemente— No lo volveré a hacer…—

—     Antón llevemos a los niños a la cabaña, hay que alimentarlos pronto… no comieron en todo el día— le dijo el tío Link a mi mama, enseguida nos cargaron y nos llevaron a la casa, en cuanto subieron los primeros escalones del recibidor salió mama Alice feliz de la casa

—     Traviesos…— me arrebato de los brazos de mi mama y me beso muchas veces— Nos dieron un gran susto… ¿cuidaste bien a tus primos? —

—     Si mama Alice—le dije en un puchero mientras me seguía besando

—     Bien, vengan… les preparare algo de comer, Vanimas les dará miel—me llevo dentro

—     ¿los premiaras por habernos preocupado? — le pregunto el tío Skinner algo molesto

—     Lo que no quiero es que por sus regaños les amarguen su niñez— le dijo mama Alice y el tío Skinner solo guardo silencio— Son niños…— miro a mis papas y mis tíos— de eso se trata aprender…—

—     Si mueren no podrán aprender de sus errores— le contesto mi tío Skinner ahora irritado

—     Eso lo dices porque tu niñez fue deplorable, pero algo si te digo Skinner, tu que los encierras como cuando tú en el vaticano y yo que te arranco la piel del cuerpo y la pongo a secar al sol, me are un hermoso abrigo con pelaje sintético de jaguar— eso fue suficiente para que el tío Skinner ya no dijera nada más

Nos prepararon un alimento de humanos, parecían ser Hot Cakes, como los llamaba mi mama, comimos hasta quedar satisfechos, sabían delicioso…

—     Prométanme que ya no se volverán a ir… y regresaran no importa cuánto sueño tengan— mama Alice estaba recargando su cabeza en la mesa viéndonos comer junto con Glaw, nuestros papas estaban en la sala hablando más tranquilos— ¿lo prometen? —

—     Lo prometemos— le dijimos los tres al unísono

—     Dicen sus papas que hablaron de un monstruo… ¿Cómo era el monstruo niños? —

—     Era un señor todo negro…—

—     ¿Cómo la gente de color? — nos preguntó mama Alice riendo

—     ¡No mama! — le dije enojado porque estuviera tomándolo como una broma— Era como la sombra que aparece cuando yo estoy bajo el sol…— le dije serio— y estaba persiguiéndonos…—

—     Mama Alice ¿Qué era? — le pregunto Glaw— ¿si sabes que es? —

—     No…— nos dijo pensativa— pero lo que sea que haya sido, ya no está, no hay peligro…— se levantó— Terminan de comer y dejan los platos en el fregadero y se van a dormir ¿eh? O si no quieren dormir vayan a jugar a sus habitaciones…—

—     Si mama…— le dije desanimado viendo como salía de la cocina sonriéndonos

—     ¿Qué le paso a mama Madeleine, Darían? — me pregunto Zed

—     No lo sé…—

—     ¿Quién es mama Madeleine? — nos preguntó Glaw

—     Shhh no digas nada, es una señora que se convierte en hombre lobo— le dijo Izzy

—     Pero guárdalo como un secreto— le dije— nuestros papas no nos creen… después la conocerás, dijo que vendría a buscarnos—

—     ¿en verdad? — pregunto Glaw contenta— ¡Ya quiero verla! —

—     Algún día vendrán… y los esperaremos, Raven y Rex también— le dije sonriendo

—     Que bien… hombres lobo— seguido Glaw salió corriendo de la cocina después de dejar su plato en su lugar

—     ¿Dónde estarán Raven y Rex? — me pregunto Izzy con algo de preocupación

—     Ellos están bien…— le dije—Tengo sueño… ¿vamos a dormir? —

—     ¡Si! — Salió Izzy corriendo como su hermana— ¡Yo pido en medio de la cama! —

—     ¡Izzy ese siempre es lugar de Darían! — le grito Zed

—     Hoy puedo dormir en la orilla— le dije a Zed tomándolo de la mano

—     ¿Darían? — Zed dejo de caminar y voltee a verlo— ¿en verdad están bien? —

—     Si… ellos están bien— le conteste— Ellos son fuertes…—

—     Si— Zed me sonrió y comenzamos a caminar de nuevo

Esa noche antes de quedarme dormido, pensé una última vez en ellos, en si habrían escapado, en si estarían con su mama, en si Madeleine nos buscaría algún día como nos lo prometió… y estaba agradecido, ellos me hicieron darme cuenta cuan valiente podía llegar a ser… 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).