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Cambio de roles por Vanessa_Wolf

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaa

Soy nueva en este lugar :D -a nadie le interesa(?)- y pos como queria entretenerme quise subir este fic :3 

Los personajes no me pertenecen son propiedad de Shungiku Nakamura. Lo unico de lo que soy dueña es de la historia y las ideas ^^

Espero les guste, toda critica sera bien recibida. 

Fuera de la Editorial Marukawa Shoten se podía apreciar a un adulto de cabellos azabaches arrastrando a un adulto un poco más bajo de cabellera castaña, el cual replicaba sin cesar. A pesar de que intentaba soltarse del agarre del mayor, caminaba a su par a regañadientes. No era que le desagradara caminar, simplemente no le apetecía hacerlo al lado de su jefe y ex-amor de secundaria.

- ¡Takano-san ya suélteme! –Intento zafarse del mayor inútilmente, puesto que el mencionado solo seguía caminando de forma tranquila.- (Mente: Si solo no hubiera perdido el último tren) –Pensó amargamente el menor, mirando la acera iluminaba por los postes de luz.

- No –Soltó con simpleza sin despegar la mirada del frente.- Quedamos en que cenarías conmigo esta noche.

- ¿¡Ah!? –Exclamo con notoria sorpresa y molestia, dejando de lado sus luchas inútiles.- ¿¡Yo cuando quede con usted!?

El azabache al notar como las protestas anteriores pararon, sonrió satisfechamente, algo que no paso desapercibido por el menor, quien inmediatamente aparto la mirada de forma avergonzada. Dejando a flote unos susurros molestos y unas cuantas groserías dirigidas a su jefe.

- No he podido escucharte Onodera –Declaro inocentemente, pero el tono burlón lo delataba.- ¿Podrías repetirlo?  

- No sabes cuánto te odio –Gruño por lo bajo.

- Yo también te quiero –Respondió de inmediato, deteniendo el paso y jalando al castaño hacia él, inclinándose para rozar sus labios.

Claramente no satisfecho con el simple roce, lo acerco más para formar un beso apasionado, cosa que sorprendió al menor y mas fue esta al sentir la mano del otro introducirse bajo su camisa. Su rostro tomo un tono escarlata y sin perder el tiempo se separo del azabache, cubriendo su boca con ambas manos, soltando tartamudeos nerviosos.

- ¡N-No haga esas cosas en público! -Reclamo después de poder calmar su nerviosismo.

No era para menos mencionar que su seño estaba fruncido, no podía creer que el mayor hiciera algo como eso. ¡Por dios estaban en un lugar público! Pero obviamente tenía que haberlo esperado de este hombre, después de todo hace lo que le viene en gana cuando quiere. Y no era por exagerar, realmente hacia lo que quería cuando quería y más aun, cuando se trataba de él. Eran pocas las veces que lograba escapar de los ataques sorpresivos por parte de Takano-san.

- ¿Entonces puedo hacerlo en el departamento? –Pregunto insinuadoramente, volviendo a tomar su mano.

Un grito exasperado y unos cuantos reclamos fueron lo que se escucharon por toda esa calle.

Una caminata tranquila y silenciosa fue lo que vino después de esa pequeña “pelea”  entre ambos. Aunque el silencio no parecía molestarle al azabache, el castaño se sentía un tanto incomodo, no era muy bueno en situaciones como esas y más si implicaban a su ex-pareja. No pudo evitar soltar un suspiro, mientras dirigía su mirada al cielo oscuro, notando que pocas estrellas estaban presentes esa noche.

- (Mente: Me pregunto si algún día podre formar una conversación normal con Takano-san…) –Pensó con tristeza reflejada en sus orbes esmeraldas.

*~~~*~~~*~~~*

Lindo

Esa era la palabra que paso por la mente del mayor al mirar como su pequeño niño mantenía la mirada baja, dominado por los nervios. A pesar de no poder ver su rostro, podía asegurar que estaba sonrojado hasta las orejas por su declaración “amorosa” de hace rato.

Esta noche no te me escapas

Como adoro ver la reacción del castaño al momento en que le susurro de forma lujuriosa aquella “amenaza cariñosa”. Pero no es como si fuera completamente su culpa, el de orbes esmeraldas tenía casi, casi una pisca de culpabilidad, por un simple hecho. Bueno al menos un hecho “valido” según el editor en jefe.

¡Ritsu era adorable!

- Hey Onodera –Miro por el rabillo del ojo al otro, notando como este daba un pequeño brinco de sorpresa.

- Eh… ¿Q-Qué pasa? –Murmuro nerviosamente, levantando un poco su rostro dejando a la vista aquel adorable sonrojo.

- ¿Por qué estas nervioso? –Volvió su atención a lo que hacía, a pesar de que le era terriblemente adorable la forma del otro, no podía darlo a conocer, al menos no por el momento.- Te vez ridículo actuando así.

- (Mente: ¿Eh?... ¿¡Ridículo!?) –Gritando internamente un par de maldiciones.- ¡Y-Yo no estoy nervioso! 

- Aunque… –Dejo el cuchillo que sostenía en la mesa, dándose la vuelta y acercándose peligrosamente al rostro del otro.-  Te da un toque lindo.

- ¡C-Cállate! ¡Yo no soy lindo! –Gruño bajo, sintiendo sus mejillas arder. A veces no entendía al mayor, primero le llamaba ridículo y luego le decía lindo, en verdad era tan injusto.

- Joder –Murmuro, mirándole en forma de advertencia.- No hagas eso.

- ¿Qué? –Aquel enojo se remplazo por la confusión.

Onodera inclino un poco la cabeza a un lado mientras sus ojos brillaban de forma curiosa. Esta acción no solo mando al diablo el autocontrol de Takano-san, sino que también lo había tomado como una invitación.

Antes de que el editor novato pudiera reaccionar, el azabache se abalanzo a él y beso de forma desesperada sus labios. Las replicas del castaño fueron ignoradas por los besos que se volvían cada vez más apasionados y las caricias.

- T-Takano- san p-pare –Intentando separarlo sin éxito, mientras de sus labios salían pequeños suspiros placenteros al sentir como las cálidas manos del mayor recorrían su torso. No supo en qué momento quedo sin camisa, y realmente no era como si le importara, sentir los labios del otro sobre los suyos y descendiendo hasta su cuello le causaba una sensación de querer más.- T-Takano-san.

Aquellos gemidos por parte de la persona que amaba, le encantaban, le hacían perder la razón y control. Simplemente no podía dejar de querer escuchar gemidos saliendo de esos finos labios, deseaba escucharlo más.

De un solo tirón logro quitarle el pantalón, ni siquiera le importo cuando escucho la tela rasgarse y tal parecía que tampoco le importaba al castaño, pues este enredaba sus dedos en su cabello y lo miraba con pequeñas lagrimas en sus ojos, perdiéndose en esa mirada avellana llena de pasión y amor. Paso su lengua por el labio inferior del otro, disfrutando del dulce roce, dejando que sus manos vagaran por el cuerpo del menor, dándole placer con cada pequeño tacto de sus dedos.

*~~~*~~~*~~~*

Sobre la cama yacían dos cuerpos desnudos abrazándose, cubiertos por una fina sábana blanca. Ambos tenían su respiración regular, intentando recuperarla después de su pequeña actividad, Takano-san acariciaba los cabellos de su pareja, quien poco a poco se dejaba vencer por el sueño, aferrándose al pecho desnudo del mayor, disfrutando del suave toque. Sin duda disfrutaban del momento.

- Ritsu –Sonrió con dulzura al mirarlo ya dormido, se notaba tan sereno y tranquilo.- ¿Cuándo dirás que me amas? –Despego la mirada para mandarla al techo, pensando sobre la situación, no era que estuviera insatisfecho pero en verdad quería escuchar un “Te amo” por parte del castaño, solo quería eso.- (Mente: Desearía… que las cosas fueran distintas entre ambos) 

Suspiro internamente, abrazándose al otro y dejando que sus ojos se cerraran, para luego dejarse llevar por el sueño. Con aquel pensamiento y con una de las pocas estrellas brillando con intensidad sobre aquella oscura noche.

Continuara…


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