Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Voy a hacer que ames. por Duquesa del Pan

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es la primera vez que escribo una historia original, aun así para esta me base en muchas cosas de la vida real.

Espero que disfruten esta historia.

Notas del capitulo:

 

Me costó algo escribir este primer capítulo, a pesar de tener a la idea en mi cabeza me fue difícil plasmar todas mis ideas en palabras.

Vamos a ver cómo me va con los personajes originales (yo espero que bien).

-Mateo, yo creo que es suficiente, no puedo seguir siendo tu novia.

-Si tú lo dices entonces creo que está bien, me gusto el tiempo que pasamos juntos.

-¿Vez porque ya no quiero seguir contigo?, siento que no pones nada de interés en lo nuestro, soy la única que propone algo claro para nuestra relación, ¿ya no te gusto? ¿O es que existe alguien más?

-Claro que no hay nadie más, yo soy así, lo sabias desde antes de que iniciáramos esto.

-Fuiste mi primera vez, yo no quiero acabar esto así, es solo que yo…

-Espera, no llores.

No es la primera vez que esto le ocurría a Mateo, más bien se podría decir que era algo que le ocurría con mucha frecuencia, todas las relaciones que tenía acaban por que las chicas con las que salía se sentían ignoradas por él.

Mateo no comprendía a que venía todo esto, a él le gusta el sexo con cualquier chica, ya fuera su novia o no, mayores o menores, conocidas o desconocidas, eso no importaba, lo único que le importaba era el cómo se sentía al hacerlo, todo bien, pero cuando se trababa de entablar una relación seria las cosas eran muy diferentes, Mateo ponía todo de su parte, o por lo menos eso era lo que él creía ya que todas sus parejas en algún momento le dijeron “no pones todo tu corazón para esto” o “siento que mis otros amigos se preocupan más por mí que lo que tú te preocupas por mí”.

En la memoria de Mateo no existía ni un solo recuerdo de que alguna de esas rupturas realmente le doliera o le impactara, el simplemente seguía adelante buscando otra chica con la cual pudiera estar, así pasaron sus años de instituto pero todo esto sería muy diferente cuando entrara a la universidad.

Durante toda la vida de Mateo el siempre tuvo en mente cuales eran sus dos grandes amores, el futbol y su madre, estas cosas eran sagradas para él, pero siempre sintió como si tuviera un vacío, ¿Qué seria esa tercera cosa? ¿Algún día podría encontrarla? Estas dudas surgían frecuentemente cuando salía con alguna chica pero sentía que ninguna podría llenar ese vacío.

Regresando a la actualidad era su amor y pasión por el futbol lo que lo tenían en donde estaba, estaba becado en una universidad con un programa deportivo que tenía una duración de 4 años, Mateo quería intentar debutar en el mundo del futbol después de terminar sus estudios, por el momento no había muchas cosas que le preocuparan, su situación económica iba bastante bien, además le era fácil coquetear con cualquier chica, una vida casi perfecta para alguien tan despreocupado como Mateo.

-Hey, Mateo espera un momento.

-Ah, lo siento, no te había visto –En realidad Mateo si había visto a la delgada chica de cabellos rojos que corría hacia a él, simplemente había decidió ignorarla pues a pesar de haber estado juntos en numerosas ocasiones siempre olvidaba su nombre.

-Siento que en estos últimos días has estado diferente, ¿acaso me estas ignorado?

-Claro que no, es solo que…

-¿Es solo qué?

-Es solo que ahora estoy saliendo con alguien de una manera seria y me sentiría muy mal estando contigo al mismo tiempo estando con ella, por eso simplemente deje de llamarte.

-Mateo no tienes por qué mentir, si no quieres verme más simplemente dímelo.

-No te estoy mintiendo Kate.

Mateo sintió un fuerte impacto en su cara, cuando se percató la pelirroja que se encontraba frente a él tenía los ojos llorosos y parecía que se caería por la expresión de su cara.

-¡MI NOMBRE ES JULY PEDAZO DE IDIOTA!

La chica salió corriendo, cuando Mateo se dio cuenta había un gran número de personas a su alrededor y todas estas lo estaban mirando, podía oír que las personas a su alrededor estaban hablando mientras lo veían “¿Qué le habrá hecho ese idiota a esa pobre chica?” “Maldición, como existen tipos como él”, Mateo suspiro, saco un pañuelo, lo puso de su cara y salió de aquel lugar, al ver que la multitud era mucha entro al primer edificio que encontro “Facultad de ingeniería”.

Sin saber exactamente por donde debía ir, subió hasta el último piso, era medio día y aún faltaba mucho para su próxima clase así que no tenía nada de malo caminar un poco, el lugar estaba bastante solo, había visto unas cuantas personas en los anteriores pisos pero en este no se veía ni un alma, Mateo se sentó y dispuesto a ponerse sus audífonos para pasar el rato escucho unos ruidos extraños que provenían del final del pasillo, Mateo se levantó y se dirigió sigilosamente al lugar, cuanto más cerca estaba más fuerte se podían escuchar los ruidos, entonces distinguió que se trataban de gemidos.

Dicen que la curiosidad mato al gato, pero al menos murió sabiendo, Mateo no se imaginaba que toda su vida cambiaria simplemente por el hecho de abrir una puerta.

Cuando Mateo abrió la puerta sus ojos se abrieron a tal punto que parecían pequeños platos, sus mejillas estaban tan rojas que no se notaba la marca de la cachetada que aquella chica pelirroja le había dejado hace tan solo unos minutos, frente a él habían 2 chicos, mientras que uno bastante alto y fornido estaba sentado en el pupitre del maestro había otro que parecía ser más bajo de rodillas haciéndole una mamada, el chico que parecía más alto se dio cuenta de que Mateo estaba allí parada en el marco de la puerta observándolos y le sonrió.

-¿Disfrutas de la vista?

Mateo era incapaz de moverse, en cierto modo estaba en shock, no era la primera vez que veía como le hacían una mamada a alguien, pero si era la primera vez que veía como un chicho se lo hacía a otro chico.

-¿Con quién estabas hablando? –El castaño que estaba arrodillado miro hacia la puerta y vio que Mateo se encontraba allí observándolos, el también se sonrojo.

No se podía saber quién estaba más rojo, si aquel castaño que aún estaba de rodillas o Mateo, si se lo veía desde otra perspectiva era una situación bastante graciosa.

-Eh, ah, yo lo siento, sigan en lo suyo, yo me voy -Mateo intento dar un paso hacia atrás pero lo único que logro fue tropezar torpemente, aquel chico alto lo vio y se levantó del pupitre, se organizó el pantalon y fue en dirección a la puerta, entonces el estar frente a frente con Mateo le estiro la mano indicándole que la tomara para así poder levantarse, Mateo lo tomo de la mano y entonces se levantó, aquel chico le sonrió, Mateo simplemente le devolvió una tímida sonrisa y se dio cuenta de que aún estaban tomados de las manos.

-Realmente lo siento, creo que debería irme, dejarlos, veo que tienen muchas cosas que hacer.

-No, tú no te iras a ningún lado, por cierto me llamo Esteban- El chico tomo fuertemente a Mateo del brazo y lo llevo hasta su pecho, luego cerró la puerta.

-Esteban déjalo ir, se nota que no quiere estar en este lugar- El pequeño castaño se estaba levantando, su cara a diferencia de la de Mateo ya no estaba sonrojada.

-No puedo simplemente dejarlo ir, no con la linda cara que tiene.

-No puedes obligarlo a estar aquí, porque no le haces caso y seguimos en lo que estábamos.

-No seas aburrido William, mírame a los ojos y dime que no se te apetece este chico.

Mateo estaba en una situación demasiado extraña, quería alejarse lo más rápido que pudiera de aquella aula, “¿Cómo es que dos chicos están diciendo estas cosas sobre mí?”

-Escuchen, esto realmente es una confusión, mis intenciones nunca fueron las de espiarlos ni ver que estaban haciendo, simplemente abrí la puerta por curiosidad, déjenme ir.

Esteban inmovilizo a Mateo usando sus propios brazos, Mateo apenas podía mover sus manos, entonces cuando creía que su cara ya tendría un color más natural sintió un aliento bastante caliente sobre su nuca para luego sentir una húmeda lengua que lo recorrió hasta llegar a su oreja izquierda, entonces todo su cuerpo se erizo y dio un pequeño brinco, el joven que estaba frente que al parecer se llamaba William se rio un poco al ver tal situación.

-Veo que ya estas cambiando de opinión William, ¿me echarías una mano?

-Bien –William hizo un pequeño puchero y se acercó a Mateo, lo miro fijamente a los ojos mientras le sonreía- ¿Cómo te llamas?

-Mateo… aunque yo no debería estarles diciendo estas cosas malditos acosadores.

-Auch, palabras fuertes de un chico que está siendo sometido por otro.

-¿Entonces Esteban, que hago con el chico?

-Podrías hacerle una de esas buenas mamadas que sueles hacerme a mí –Esteban rio un poco, siguió mordiendo la oreja izquierda de Mateo, algunas veces bajaba un poco para así saborear su cuello dejando algunas pequeñas marcas que se podrían ver fácilmente.

William se arrodillo frente a Mateo, le quito la correa, le desabrocho el pantalón y cuando le estaba bajando la bragueta escucho el sonido de un golpe, cuando miro hacia arriba Mateo le había dado un cabezazo a Esteban, el por la impresión lo había soltado, dándole tiempo suficiente a Mateo para salir corriendo y abandonarlos.

Esteban estaba sangrando, Mateo le había dado lo suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar, aun así si tabique estaba bien.

Por otro lado Mateo corría como un loco, a pesar de que hace un momento el lugar estaba casi vacío ahora rebosaba de gente, Mateo choco con mucha gente en afán de salir de la dichosa “facultad de ingeniería” hasta que después de unos 5 minutos estaba de regreso en el campus de la Universidad.

Tomo un poco de aire, se sentía sofocado, no podía creer lo que le había pasado hace un rato, entonces sintió que una delicada voz lo estaba llamando.

-¿Mateo eres tú?

-¡Ale! ¡Qué bueno que te encuentro!

-¿Con que zorra estabas esta vez?

-No estaba con nadie Ale, te lo juro.

-¿Crees que soy estúpida? Te has acostado con muchas mujeres en esta universidad  aun así creí que podríamos tener una relación seria pero no.

-Ale es la verdad, no estaba con ninguna mujer, ¿Por qué dices eso?

-¿Te has visto los chupetones del cuello? Por lo menos ten la decencia de organizarte después de estar con alguna de tus “amiguitas”.

Mateo se dio cuenta de las marcas en su cuello y que aún tenía sus pantalones desarreglados, solo que esta vez no estaba mintiendo, creyó que podría tener una relación seria y en los últimos días había estado rechazando todas las peticiones para tener sexo de muchas de sus conocidas, no era justo que le pasara esto.

-Ale, mírame a los ojos, esta vez no te estoy mintiendo.

-¿Entonces quién te hizo esas marcas? No me vas a decir que fue algún chico.

-¡No fue un chico, fueron dos chicos!

-¿Por quién me tomas?

-Espera Ale no te vayas –Mateo tomo a Alejandra del brazo, ella volteo, Mateo pudo ver claramente su expresión, parecía triste y sus ojos estaban llenos de lágrimas, entonces sintió un fuerte golpe en su mejilla, Alejandra lo había golpeado al otro lado de su cara y luego salió corriendo, Mateo de quedo parado, no tenía nada que decir, estaba realmente anonadado por todas las cosas que le habían pasado en un solo día.

Después de esto el resto de su tarde fue común  corriente, a la hora de regresar a casa Mateo fue a buscar un lugar en donde comprar un cigarrillo, una joven mujer se lo entrego y no pudo evitar verle la cara a Mateo, no era por que el fuera guapo, era por las 2 marcas que tenía.

Al tener el cigarrillo en sus manos se dio cuenta de que no traía su encendedor.

-¿Disculpa tienes algún fosforo que me des?

-Yo tengo un encendedor.

-Oh, muchas gracias.

Mateo tomo el encendedor y encendió su cigarrillo, dio una gran bocanada de aire, cuando se disponía a devolver el encendedor la expresión en su rostro cambio drásticamente, se dio cuenta que frente a él estaba el mismo infeliz que en la tarde le había dejado las marcas que tenía en el cuello, mientras tanto el otro solo podía sonreír.

-Hola.

-¡TU MALDITO SEBASTIAN!

-En realidad me llamo Esteban.

-¡No importa cómo te llames! Por tu maldita culpa mi novia me dejo y ahora tengo 2 marcas de golpes en mi cara.

-Tan solo mira como me dejaste la nariz, me parece justo que te hayan golpeado aunque no debiste salir de esa manera hoy del aula.

-No soy gay, no iba a ser parte de lo que sea que fueran a hacer.

-Eres demasiado lindo para que estés con una chica.

-¿De qué hablas?

Mateo volteo la cara, pero entonces Esteban lo tomo del cuello de la chaqueta que estaba usando y lo llevo hasta sus labios, lo beso fugazmente ya que Mateo se separó de inmediato.

-¿Qué demonios te pasa?

-Me gustas.

-Cómo puedes decir eso, hace tan solo un par de horas que nos conocimos.

-Lo sé, aun así me gustas.

-¿Qué hay del otro chico con que estabas hoy?

-¿Te refieres a William? Digamos que solo es mi amigo sexual.

-Maldito desgraciado búscate a alguien de tu clase –Mateo se fue inmediatamente, Esteban salió en su dirección.

-Sabes Mateo, voy a hacer que ames.

Notas finales:

Espero que hayan disfrutado este capítulo, me dolía un poco la cabeza cuando lo escribí.

Espero poder subir el siguiente capítulo este miércoles.

¡Nos leemos la otra semana!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).