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Te amo mucho, Hyung. HunHan. por Azul Olivia

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Notas del fanfic:

Sé que estoy pecando pero yo me seinto en el cielo~

 

 

 


Digamos que, este es el inicio, desde aquí, se empieza a escribir todo. 

Disfruten bebés, quizás les guste~ 

Notas del capitulo:

Esto tiene continuación, espero que les guste~  

-Tengo sueño, es hora de ir a casa.-  se queja, levantándose del césped.

-Ven aquí, te haré dormir en mis piernas, me gusta verte dormir. No seas tímido.- le dice el otro, el de cabello arcoíris.

El rubio lo mira desde arriba, ¿Por qué el menor siempre es tan guapo? ¿Por qué es tan dulce y tierno? ¿Por qué su sonrisa siempre es tan bonita? Él es tan guapo que valla. Es un matador.

Los que no están jugando futbol, están sentados alrededor, en parejas, tríos o cuartetos, todos conversando contra todos, se ve y se siente muy agradable. Será un bonito recuerdo.

-No lo creo, eres muy duro para mi gusto.- le dice el mayor, riendo, pone su mochila al hombro el menor lo sujeta de la muñeca. Y lo jala despacio, no quiere que se valla y es obvio.

-Tu siempre me pones duro Luhan.- le contesta con picardía, causa que un rubor pequeño se instale en sus mejillas. Ríe y mira a otro lado disimulando. Luego los recuerdos vienen a su mente y su rostro neutral ha vuelto. –Vamos amor, acabas de llega ayer y no he podido verte, aprovecha el día de hoy, está bastante bonito, no como tu claro, pero está bastante bonito.- el menor le dedica una mirada tierna, se ve tan lindo, tan guapo, que Luhan tiene ganas de tirarse a sus brazos, abrazarlo, besarlo, quedarse de por vida junto a él.

-Lo siento Hunnie, pasaremos mas tiempo luego, ¿Está bien?- Sehun lo mira haciendo un mohín, Luhan se derrite en su sitio, es una de las imágenes mentales que se llevara a la tumba

-¿Qué está pasando?- le pregunta alguien mas, arrastrándose sutilmente hacia ellos.

-Minseok, dile a Luhan que no se valla, quiere irse. Quiere alejarse de mi.- las últimas palabras mencionadas por el menor hacen que se le claven pequeñas dagas en el corazón, el menor lo hiere sin saberlo. Pero es algo con lo que Luhan debe aprender a vivir.

-Lulú, siéntate en el pasto un rato más, luego si quieres te llevo a casa.- se ofrece Minseok, un carraspeo por parte del menor de todos hace que siga con su comentario. –Con permiso de tu novio, claro.- Luhan ríe.

Ríe porque Sehun se ve muy tierno celoso, ríe porque Xiumin le tiene miedo, ríe porque después, va a llorar.

Luhan se muerde el labio indeciso, es su mejor amigo y su novio, no puede decirlo aún, los rompería, no sabe qué hacer, pero ya no puede pasar más tiempo ahí, es doloroso.

-Tengo hambre.- dice, se decide por lo más básico, por el punto quiebre de Sehun, él siempre le está insistiendo que coma mas porque, cada día se ve más delgado. –Tengo mucha hambre, no he comido nada en la mañana porque me quede dormido, me han dicho que venga a jugar con los chicos a las tres y yo muy puntualmente, vine a las cuatro, ya son las seis, he aguantado suficiente. Tengo hambre y quiero comer.- se queja, haciendo un mohín como niño pequeño, la mano de Sehun tira de su muñeca y cae de bruces contra el cuerpo de Sehun, aunque no dolió tanto, fue sorprendente.

-Si te quedas, te compraré algo.- le dice Sehun al oído, hace mucho tiempo que no han estado juntos, la cercanía de su piel hace que todo su cuerpo se active, es como una droga. –Quédate, por fa.- le su susurra, cerca del oído, la mirada de Luhan se nubla por unos segundos pero luego regresa su mirada de dolor.

Sehun lo acomoda entre sus piernas, usando su pecho como respaldo del mayor, Luhan agradece por eso pero también se siente culpable, más bellos momentos, más bellos recuerdos, más razones para llorar después.

Como último recurso, Luhan recurre a Minseok. Lo mira.

Trata de expresare el dolor interno que siente, trata de reflejar que en serio, se quiere ir.

Gracias al cielo, Minseok entiende.

-Sí, yo también tengo hambre, Luhan, ¿Vamos a comprar algo?- “Luhan.”

Bravo. Ah entendido. Lo ha llamado Luhan pero no importa. Ah entendido.

El asiente con rapidez, Minseok le ofrece una mano y Luhan… casi la toma.

Los brazos fuertes y trabajados de Sehun lo rodean con partencia, Luhan gime en silencio.

-¿Vas a volver?- le pregunta, adivinando sus intenciones. Luhan asiente. –La cafetería esta por allá, iras con Minseok, si se te ocurre tomar otro camino te perseguiré y así corras tan rápido como un ciervo te alcanzaré. ¿Has entendido?- Luhan asiente de nuevo, con los ojos perdidos, el menor le sonríe y, oh, que bonitos labios tiene. -¿Me das un beso?- le pregunta. Luhan sonríe.

Se estira un poco y le da un ligero beso, en las comisuras de sus labios, uno chiquito, apenas un rose. Pero Sehun no se conforma, lo atrae y se dobla más hacia él, hace que sus labios se atropellen y lo besa, despacio, con demasiado amor, con mucho más de lo que Luhan puede soportar. Pero, solo por esta  vez, se da el lujo de aprovechar, solo por esta vez se lo permite.

Por eso, su mano toma la mejilla tan suave de Sehun y se une más, enrienda su  lengua con la ajena y el beso de amor se va convirtiendo de a poco en un beso de despedida. Aunque Sehun no lo sepa. Y no quiera saberlo tampoco.

Cuando se separa, el brillo de los ojos de Sehun solo se compara con el brillo de la luna, esa luna que a Luhan le gusta ver de noche, esa luna que se enteró primero lo que le sucede, esa luna que será testigo de su final.

Le gusta, el brillo en sus ojos le gusta, le gusta tanto como le gusta Sehun, aunque a él lo ama, lo ama con todas sus fuerzas, más de las que necesitas, más de las que deberían ser necesarias.

-Te amo.- le susurra en sus labios, Sehun sonríe, con esas sonrisas que solo el mayor tiene el lujo y el placer de ver, además de que son solo única y exclusivas, dedicadas y provocadas por él. Luhan también le sonríe de vuelta.

-Te amo. Te amo mucho, Hyung.- le contesta Sehun.

A Luhan se le atoran las palabras en la garganta, sus ojos se mojan y para disimular sonríe.

Sonríe achinando sus ojos más de lo que debería. Y Sehun no nota su repentina caída.

-Bueno, parejita, ustedes díganme si quieren ir a un hotel o no.- se burla Minseok, ambos ríen.

Luhan toma la mano de Minseok que quedo extendida, el más bajo lo levanta sin mucho esfuerzo y caminan juntos.

Luhan sabe que Minseok hará o dirá algo, pero por el momento solo esta cabizbajo, mirando sus zapatillas en el suelo. Eso le duele al más alto, porque, bueno, es su mejor amigo y se las está oliendo. Sabe que le oculta algo y no lo presiona por saber qué. Le está dando tiempo.

Mucho tiempo, quizás más del que Luhan use, en vida.

Juntos llegan a la cafetería, Minseok mira por encima de su hombro a la dirección de Sehun, luego voltea completamente hacia Luhan. Lo mira  a los ojos.

-Luhan, iré al baño, ¿No te molesta?- los ojos del más bajo no expresan disculpa, ni alegría, ni compañerismo, ni amistad. En realidad no expresan nada. Minseok lo está dejando solo. Le está dando carta libre para irse, la salida solo está a unos metros y si Luhan quiere puede huir sin ningún reclamo.

-Claro, no hay problema, Min.- Luhan pone su mejor sonrisa, lleva fingiendo desde hace mucho y al parecer, el más bajo lo nota por primera vez, su cara neutral se mueve hacia abajo y luego hacia arriba de nuevo asintiendo con la cabeza, una minúscula sonrisa se le asoma por los labios.

Luhan observa como el más bajo se va, mira hacia la dirección de Sehun y este esta echado en el pasto, con ambas manos detrás de la cabeza sin préstale la más mínima atención.

Perfecto.

Sus pies lo llevan en dirección de la salida, camina rápido sin tener que llamar la atención, es alto, la gente solo pensara que camina un poquitín más que los demás, no importa.

Sale. Esta afuera.

Respira el are de la calle y acomoda con fuerza su mochila, su celular suena, es Sehun. Lo sabe porque el ring tong es una canción que le canto en su dedicación de amor, hace ocho meses. Lo ignora, y camina más rápido, quiere llegar a la estación de buses lo más pronto posible, debe hacerlo por su propio bien, porque tiene atoradas lágrimas en los ojos y palabras en la garganta.

Para su suerte, el bus que siempre lo lleva a casa, dejándolo solo a un par de calles, está pasando, levanta la mano y sube, está bastante vacío para ser de esta hora, se sienta al lado de la ventana derecha, apoya su cabeza en el cristal.

Su teléfono suena una vez más, esta vez, es Minseok y es un mensaje. Lo sabe porque Min ama esa canción y porque en mensaje es una versión súper corta de la música.

Saca su celular sin prisa, lo desbloquea y el mensaje aparece. “Me encargaré de Thehun. No sé lo que te pasa, pero te juro que lo averiguare, así que más vale que me cuentes porque igual me enteraré. Mañana iré a tu casa, cuídate y duerme temprano, recuerda que te quiero y eres mi mejor amigo.”

Listo.

Las lágrimas atoradas en sus ojos empiezan a descender sin pudor alguno sobre sus mejillas.

Nadie lo nota, y el agradece eso, el resto del camino a casa se va limpiando las lágrimas de rato en rato, esta aguantado, debe ser fuerte, no se puede largar a llorar en medio del bus. Quince minutos de agonía lo llevan a casa, se baja del bus acomodando su mochila sobre su hombro, es doloroso, quizás más que antes. Sabe que no debe andar con el teléfono en la mano, pero tienta su suerte, no cree que le pase otra tragedia más en su corta vida.

Cuando llega a casa abre con facilidad su puerta, entra. Y al momento, la tensión y las cargas que lleva tatuado dentro de su cuerpo parecen multiplicarse, haciéndolo caer.

De rodillas en el suelo, lee el mensaje de Minseok una vez más, y llora, sus labios no se contienen, gemidos de dolor atraviesan su garganta, está llorando. Está llorando solo.

Cierra la puerta de su casa y corre a su habitación, no hay nadie en casa, él vive solo, desde los quince, está seguro, puede morirse ahí mismo y nadie jamás lo notaría.

Pero no lo hará, porque primero se va a despedir, mentira mucho y dirá que está bien, terminara con Sehun, el amor de su vida y se alejara por completo de él, de todos en realidad. Pero lo hará. No se va a echar a morir aquí, hoy, por lo menos aquí no.

La suave tela de su cama lo acaricia mientras llora, está destruido y se siente así, no es lo menos que espera, pero no quiere sufrir, y tampoco quiere hacer sufrir a los demás. ¿Cómo se lo dirá al resto? ¿Cómo se lo dirá a Min? ¿Cómo se lo dirá  a Sehun? ¿Sehun lo perdonara? O ¿Lo olvidara? ¿Sehun volverá a amar?

Porque Sehun lo ama.

Se lo ha demostrado desde hace más de ocho meses, se lo demostró la primera vez que lo vio, con su franqueza y honestidad que lo caracteriza y porque bueno, él era un muy guapo Hyung. Luhan aun ríe cuando recuerda eso, la primera vez que conoció a Sehun, un amigo de Jongin, el novio de otro amigo llamado Kyungsoo, que era el amor platónico de JoonMyeon, que a su vez era el amor platónico de JongDae, que, para su mala suerte, era el hombre perfecto de Minseok; lo encontró bastante atractivo, sus cejas, su nariz, la forma de moverse o hablar, esa manzana de adán… sin embargo, algo que no le gustaba, era la expresión en su rostro porque, vamos, no es como si le gustaba estar caminando de la mano con un “Estoy aquí porque me obligaron” y  “Quiero ir a casa que tengo sueño” definitivamente no.  Así que cuando lo conoció solo lo adjunto mentalmente en su archivero de “Chicos guapos” y siguió con su camino junto a Min porque, “Vamos Min, ese enano no puede gustarte.”

Sehun le mando las primeras señales de humo la segunda vez que lo vio, en la casa de YiFan, en una de sus fiestas semanales donde presentaba novio nuevo. En ese entonces era el turno de Tao, alguien que al parecer ha logrado enamorar de verdad al más alto porque incluso hasta ahora siguen juntos. Todo un logro.

Esa noche llevaba sus pantalones negros ajustados que, Min decía, lo hacían ver como un matador. Una cafarena transparente y agujereada, algo liviano, por si entraba en calor, un poco de maquillaje en los ojos porque, oye, “Beakhyun dice que no se delinearme” Minseok le había dicho miles de veces que se veía muy guapo y que esa noche si o si conseguía novio.

Minseok se equivocó, pero esa noche no fue echada por un tubo, valió la pena y se fijó como el comienzo. Esa noche el rubio, que para ese entonces, tenía el cabello negro, muy negro, se enteró ocasionalmente que Sehun era el Mejor Amigo de Jongin. Y también, si no se alejaba pronto, la próxima víctima del ojón, porque, “Oye flacucho, fíjate bien donde pones las manos” Todo Un Lio.

En las fiestas habían muchas personas pero él no había venido a ligar, él había venido específicamente a cerciorarse de que el idiota de JongDae se fije en su, ahora, sexy y producido, mejor amigo. Lo que no espero, fue que el maldito bastardo se emborrachara, desnudara y ridiculizara a su bebé, cuando le vomito encima. El hijo de puta ese.

Antes de que pase todo eso, Luhan estaba sentado en el bar improvisado de la casa de YiFan, observando de lejos a Minseok, analizándolo, y también maldiciendo en vos baja cada que Minseok hacia una estupidez, porque, “Min, restregarle el culo como puta, no hará que se enamore de ti.”

La primera vez que toco a Sehun fue accidental, él estaba buscando a tientas su margarita, Minseok estaba bebiendo mucho, demasiado, y se estaba empezando a comportar estúpidamente, no como JongDae, pero le seguía. La mano de Luhan toco otra mano y la soltó como si se hubiera quemado. Cuando se volteó a disculparse, El rostro tan carismático de Sehun lo atropello, incluso, el creyó que lo odiaba por la forma en como tenía las cejas juntas.

La primera vez que Luhan le hablo al señor carisma, fue para decirle un ligero “lo siento, no te vi” e ignóralo de nuevo, para tomar su margarita de golpe y pararse hacia un… vomitado y medio soñoliento, Minseok. Cuando acabo su margarita y estaba punto de levantarse, el señor carisma se tomó el atrevimiento de tocarlo, sujetándolo por la muñeca, quitándole la opción de dejarlo ir. “¿Me das tu número?” le había preguntado y Luhan, como no quería, le sonrió, le dijo que era demasiado pronto y que debía irse. “No te soltare a menos que me lo des, eres guapo y me gustas” fue la respuesta del señor carisma. Luhan recuerda haberse congelado y sonrojado de golpe, riendo estúpidamente cuando el señor carisma sonrió.

Sin más opción, le arrebató el teléfono de las manos y tecleo con gran velocidad, llamando a un número, el suyo, le enseño su celular para que, el en ese entonces castaño, le creyera. El menor le tomo una foto y guardó el contacto, solo así, lo dejo ir, Luhan guardó su teléfono y con una cara de asco pateo en el suelo a Minseok porque, “Carajo Min, tu hombre perfecto ah vomitado tus pantalones.”

Esa noche se llevó a su casa a min, lo baño, vistió y lo dejo dormir a su lado, y justo cuando él estaba a punto de apagar la luz, un mensaje hizo vibrar su celular. “Eres muy guapo, Hyung.” Decía, y el no hizo mucho esfuerzo en adivinar de quien se trataba, tecleo rápido contestano un, Gracias, Duerme Temprano. Y No Mensajes Más Que Minseok Puede Levantarse. A lo que, rápidamente el menor le contesto. “Envidia mía a saber que alguien duerme a tu lado y no soy yo. Buenas noches Hyung.”

Dos horas después Luhan ya estaba dormido, porque, puto mensaje, que lo tubo vomitando arcoíris por horas.

Una semana después, y para estrenar su cabello rubio, Sehun le planteo la opción de conocerse más, y ser más que amigos. Luhan accedió porque el señor carisma sonreía más y a él le gustaba mucho su sonrisa.

Otra semana más, Luhan y Sehun eran amigos con beneficios cuando JongDae le rogaba a muerte que Minseok se case con él. Pero el más bajito lo odiaba desde la fiesta hace dos semanas, era orgulloso el tipo, el otro enano tuvo que hacer muchos méritos cuando se dio cuenta que, Minseok era un ser celestial.

Tres semanas después, y con Minseok y JongDae peleando como si no existiera un mañana, Sehun le pregunto, delante de todo el grupo de amigos, que si, por favor, quería ser su novio. Luhan recuerda haberse sonrojado de golpe y asentir antes de lanzarse a sus labios.

Luhan ha comparado a Sehun con un gato desde el inicio, arisco cuando no lo conocen y muy dulce y tierno después de conocerlo, Luhan no puede negar que esté muy enamorado y que  vaya a amar Sehun el resto de su vida. Pero, por eso mismo, debe dejarlo, y mientras más rápido, mejor. Aunque sea horrendamente doloroso.

Lo que nos lleva al presente de nuevo.

Seis horas después de haber llegado a casa, Luhan ya no está llorando. No porque ya no tenga ganas de hacerlo, sino porque ya no tiene lágrimas, son las doce y algo, y Luhan debe pensar en una buena excusa para escabullirse de Minseok, mañana… o bueno, más tarde.

Nada. No se le ocurre nada, Minseok lo conoce y sabrá cuando le empiece a mentir, entonces lo arrinconara en algún lugar de su casa, lo amenazara con algún tenedor y el tendrá que contarle toda la verdad. Así es Min, y él no puede contra eso.

Sale de su cama, va mirando el suelo porque no sabe exactamente donde dejó su mochila, baja a la estancia y ¡Eureka! Detrás de la puerta principal, su mochila le espera resentida y haciendo un mohín. Esa mochila es un regalo de Minseok en su cumpleaños número veinticuatro, y si hablara, seguro le diría lo mismo que él, que, como se da el atrevimiento de dejarla botada en medio de la nada con el frio suelo de testigo.

Ríe en sus adentros porque se ha dado cuenta de que pasa  mucho tiempo solo, ahora ya habla con sus cosas, busca su celular, tiene diecinueve llamadas perdidas de Sehun. No es malo, teclea su número que, solo por si acaso se memorizo, y lo llama, Sehun le contesta al instante.

-Hyung malo.- le saluda. No lo ve, pero está seguro de que sus labios bonitos estas unidos y abultados, delante de su cara.

-Hola guapo.- le saluda el rubio

-Dijiste que volverías, mentiste, me mentiste, ¿No me estas engañando con alguien más?- le pregunta. Luhan sonríe, ¿Con quién lo engañaría? ¿Con los doctores que su madre le obliga a ver? Por favor.

-Como te engañaría. Te amo.- dice y luego se culpa. Debe dejar de decir esas cosas. Pero esta tan acostumbrado que le resulta difícil,

-¿Estas ocupado mañana? Hay una película que quero ver.- le dice el menor. Luhan se muerde el labio indeciso.

-Sí.- miente.- En la mañana arreglare algunas cosas en mi cuarto y en la tarde Minseok vendrá, ya saco cupo desde ayer.- dice riendo, Sehun es un celoso y lo sabe. Seguro ahora está ligeramente enfadado.

-Estúpido Minseok.- se queja, Luhan ríe. –Le voy a decir a Chen que lo destroce. Esos malditos se aman. ¿Sabes si ya son novios?- pregunta. Luhan camina hacia su cuarto y se encoge de hombros como si el menor pudiera verlo.

-Tanto como se odian. Y no, aun no, Min se está haciendo el difícil, y es graciosos porque su plan era aburrirlo, sin embargo hasta ahora, Minseok sigue en la mira de JongDae.- llega a su cama y arroja su mochila una vez más al suelo, su vos suena animada y casi jovial como siempre, pero su rostro está totalmente demacrado, con los ojos hinchados y la nariz roja.

-Vale, ¿Entonces nos vemos el miércoles?- le pregunta, Luhan ríe, por su insistencia.

-Estaré ocupado por aquí, pero me hare un espacio para ir a mi ensayo de canto, ¿Quieres acompañarme?- le pregunta, se arropa y acomoda en su cama antes de apagar la luz, el teléfono sigue en su oreja y parece que tienen para rato.

Luhan, muy masoquista de su parte, decide grabar la llamada.

-Genial, te recogeré en casa y nos iremos juntos a tu ensayo, estaré en tu casa a las seis y media el miércoles, ya reservé cupo, que se joda Minseok.- Luhan ríe y arruga las comisuras de sus ojos, ¿Por qué Sehun es tan así? Será difícil olvidarlo, le dolerá, maldición, lo ama demasiado.

-Vale, el miércoles, seis y media, nadie tomara tu cupo amor.- dice y luego se muerde la lengua.

-¡Sí señor!- canta en victoria el menor desde el otro lado de la línea. –El miércoles te veré un poco, ¿Qué opinas si nos vemos el jueves? Jongin hará una fiesta en su casa, celebrando el año y dos meses que tiene de relación con el diablo.- se burla. –Chen tiene razón, es como el yin y el yang.- se carcajea. Luhan lo acompaña, en la penumbra de su cuarto, mirando hacia la luna. -¿Qué me dices, amor, te recojo el jueves?- le pregunta.

-Bueno, iré, ¿quieres que me ponga hot?- le pregunta, Sehun ríe.

-¿Iras desnudo? Maldición, si es así, podemos hace nuestra propia fiesta en casa, y ahí sí, yo te re-cojo.- Luhan se sonroja violentamente y ahoga una carcajada con su mano, el menor también ríe, están tan felices ahora…

-Sí, bueno, no. Podemos ir a felicitarlos y luego venimos aquí, o en tu casa, como quieras.- le dice. Debe sonar normal, debe sonar casual, debe sonar tranquilo.

-En mi casa, me encanta tu olor en mi sabanas, por cierto, ¿Qué tal te fue en la casa de tu madre?- le pregunta. Otra vez, Sehun lo hiere sin saberlo. Es tan inocente como culpable.

-Bueno, me entere de algunas cosas…- susurra, pero decide cambiar de tema. –Solo fue una semana, ¿me extrañaste?- le pregunta. Aunque sabe que esto le hará daño.

-No podía respirar sin ti.- le contesta. Y el mundo se derrumba, de nuevo, una lagrima le desciende de los ojos, a esa la acompaña otra y otra, está llorando, su nariz moquea. -¿Estas llorando amor?- le pregunta Sehun, se nota preocupación en su vos.

-Eso fue muy tierno.- susurra, su voz suena nasal, y extraña pero a Sehun, parece no incomodarle.

-Oh, amor, es cierto, cuando no estas junto a mí, no soy feliz, ¿Qué sería de mi sin ti? ¿Cómo sobrevivir sin ti tanto tiempo? Hace unas semanas viajaste a casa de tus padres dos meses, dos meses sin ti. ¿Sabes lo que son dos meses sin ti? Y luego regresaste, tuvimos sexo salvaje y mencionaste que debías regresar luego, una semana. Sin ti, me voy a morir. Amor. Me estas matando.- la lágrimas de Luhan caen de nuevo sin tregua, eso es exactamente lo que le pasa, solo que, en realidad, Luhan sí, se está muriendo.

¿Cómo es posible que le diga estas cosas tan lindas?

Sehun lo mata, pero también le da fuerzas para vivir, es un capullo.

-Hunnie~- lloriquea, como le gustaría que el menor lo abrace justo ahora, pero eso sería demasiado egoísta, él se ira y lo dejará botado. No puede hacerle más daño.

-No llores amor, no si no estoy ahí para abrazarte.- le dice.  

Puto Sehun, puto romanticismo, puto amor, puta vida de mierda que se acaba.

-Te amo.- llora, y más suena a un lamente que a una declaración, porque lo es. Pero el menor no lo sabe.

-Te amo Hyung, lo hago desde que te conocí.- le contesta el otro. Tan dulce. –Creo que a debes descansar, el enano de Minseok me dijo que te mataría por dejarlo botado en la cafetería, debes darle explicaciones, estas en una grande Hyung.- le dice, gracias, piensa, gracias Minseok.

-Creo que sí, si sigo vivo mañana, nos vemos, si no, recuerda que te amo.- una risa se oye, pero Sehun ignora que esas palabras tienen su grado elevado de verdad.

-Te amo amor, y no dejare que un enano te mate, eso sería blasfemia.- dice, Luhan ríe con lágrimas en los ojos. –Duerme, descansa mucho, ¿Sí?- oh, claro descansará, mucho.

-Esta bien, ten bonitos sueños.- se despide. –Te amo.- Repite.

-Claro que tendré bonitos sueños, soñare contigo. Te amo mucho, Hyung.- dice y cuelga.

La llamada se finaliza al igual que la grabación, la escuchará luego, cuando sus ganas suicidas lo acompañen, por ahora, le hará caso, descansará, porque en una horas, su amigo chiquitín, vendrá a pedir explicaciones. Y él se las dará.

Cierra los ojos, la imagen de Sehun con el cabello vomitado por algún arcoíris se le parece en la mente y sonríe, Sehun es muy lindo siempre, es atento, considerado, dulce, tierno y elegante. Nunca te cansas de estar junto a él porque siempre viene con alguna locura nueva, lleva casi ocho meses de relación, los cumplirán este domingo pero, este domingo también será su ultimo día, por decisión propia, claro, porque Sehun nunca le ha dado motivo para si quiera pensar en terminar la relación, ni si quiera le ha dado motivo de celos, es divertido ver a Sehun, cuando alguien intenta conquistarlo, Jongin le menciono que el menor tiene dos etapas, con Luhan y sin Luhan. Es decir, sonriente, y quiero irme de aquí ahora.

Eso es algo que también se teme Luhan, el que pasara con el menor cuando se valla. ¿Debería hacer algo para que lo odie? ¿Algo como engañarlo? ¿Con quién? ¿Con Minseok? ¿Debería golpearlo? O simplemente, fingir que nunca lo amo y que ya se aburrió de él, dejarlo botado luego de haberle destrozado el corazón. ¿Qué es lo más adecuado? ¿Decirle la verdad? Algo como: “Hey amor, me estoy muriendo, pero no te preocupes, solo será un mes de angustia, estarás bien.”

No. Es imposible.

Aunque desde donde lo vea, en todas sus posibles soluciones le romperá el corazón.

¿Por qué la vida tiene que ser tan injusta con él? ¿Por qué ahora que encontró el amor verdadero debe abandonarlo? ¿O es que su tiempo ya acabo, y por eso debe culminar? Puto tiempo. Que nunca se ha enamorado y no ha conocido lo que es el amor, nunca ha conocido a Sehun. El amor de su vida, Sehun.

Trata de olvidar todos esos pensamientos con la almohada, la coloca sobre su cabeza y ahoga un grito, un gruñido, se desahoga. No puede tenerlo atorado por mucho tiempo. Sus ojos cerrados le hacen ver más que cuando los tiene abiertos. Y no se queja por eso. Se queja porque quiere dormir, pero el sueño no permanece quieto en su cuerpo, debe dormir, en unas horas más Minseok vendrá y sabe que tiene que ser muy fuerte para enfrentarlo. Por su bien, por el bien de Minseok. Por el de su Sehun y por el bien de todos.

Luhan esa agotado, y se duerme luego de haber contado ciento sesenta y dos Sehunnies saltando por una valla. Su cuerpo descansa y duerme el resto de horas que le quedan, soñando con su amado Sehun. Con el puñetero problema que se carga y con la cara enfadada de Minseok. Que a decir verdad es la única que tiene cada vez que JongDae está cerca.

Cuando en la mañana, decide despertar por obra y gracia del espíritu santo, al mirar el reloj, ve que son casi las doce de la mañana. Gime en desacuerdo y patalea con la cama. Esto no puede estar pasando. Se levanta y se mete al baño, detrás de espejo hay un bufet de pastillas que lo esperan con desesperación para ser consumidas, se toma doce, como le recomendó el doctor, unas son para el dolor, otras para el estrés, otras para los mareos, otras para la sangre, otras para esas putas bolitas, otras para el cansancio, unas de hierro y las ultimas son solo vitaminas.

Una a una se traga las pastillas, cuando termina, se obliga a sí mismo a no vomitar sus pastillas antes de bajar, entrar a la cocina, abrir su nevera, sacar la jarra de agua y tomarse un vaso de golpe. Su cuerpo entero se siente adormecido, porque, bueno, acaba de doparse.

El timbre suena, observa su ropa y la encuentra echa un asco, es la misma de ayer, pero más ajada, ni siquiera pensó en cambiarse. Abre la puerta sin siquiera preguntar. La avalancha Minseok hace acto de presencia dirigiéndose de frente a su cocina. Luhan se queda un poco tonto en la puerta, la cierra y sigue al más bajo, el otro parece estar preparando algo pero, en serio, su cuerpo se siente dormido.

-Buenos días, tienes cara de drogado.- saluda Minseok, él sonríe levantando el mentón en un signo de fallida ternura. Minseok arruga la nariz.

-Yo también te quiero, ¿Estas preparando algo?- le pregunta, sentándose en la barra de cocina.

-Acabas de levantarte, ¿cierto?- le pregunta, el otro asiente. –Te vine a preparar el desayuno.-

-Genial, no iba a preparar nada.- dice y en realidad es cierto.

-Lo sé, por ahora hasta que termines de comer, todo está bien, luego te seguiré con mi tenedor por toda la casa si es necesario.- le amenaza, Luhan ríe porque es cierto.

Media hora después, están lavando los platos del delicioso desayuno que preparo Minseok, Luhan está más despierto y el más bajo le pide que, por favor, valla a asearse.

Media hora más, y ambos están sentados en el sofá, cara a cara, con un Luhan bañado, cambiado y perfumado y con un correctamente bien ubicado estéticamente Minseok. Este último tiene escondido un tenedor.

-Empieza.- le dice el as bajo, lo mira con un rostro serio pero con ojos apacibles, es un amor.

-¿Por dónde empiezo?- le pregunta el rubio, Minseok gira los ojos.

-Por el inicio, cuéntame todo, desde donde comenzó.-

Luhan inspira por la nariz antes de hablar. Llego el momento.

-¿Recuerdas que siempre me mareaba y caía por ahí sin ningún reparo?- le pregunta, como no recordar esos momentos, todos le molestaban de estar embarazado de Sehun y este último andaba muy pálido e un lado a otro. –Bueno, cuando viaje los dos meses a la casa de mis padres, esos síntomas y algunos más hicieron acto de presencia. Mis padres me obligaron a hacerme unos análisis. Claro, ya accedí después, una semana antes de regresarme para acá. Luego me llamaron tristes, pidiéndome que vuelva con ellos una semana más, y yo regrese a casa de mis padres dos semanas después, ¿Recuerdas eso?- le pregunta

-Claro, y de ese viaje acabas de regresar el lunes, fui a recogerte porque tu novio tenía una presentación importantísima, junto a Jongin y Taemin. No pudieron verse hasta ayer y tú decidiste huir.- le dice, molesto.

-Bien, ya llegaremos al punto de Sehun. Por ahora, déjame contarte la verdad y tienes que escucharme bien, esto no es un juego así que no te lo tomes como tal, tampoco te lo tomes tan mal, no quiero que te largues a llorar y mucho menos quiero que se entere de esta conversación Sehun, ¿Entendido?- le pregunta, la seriedad en sus palabras asustan a Minseok que solo asiente con la cabeza. –Bien. Cuando regrese a casa me dieron mis resultados, esos bultitos que tenía en la axila no eran de grasa. Son tumores. Son tumores malignos, tengo un poquito de cáncer Min, en el brazo derecho hay cinco y en el izquierdo solo uno, por eso me duele mucho mover los brazos hacia arriba.- Minseok esa pálido delante de Luhan.

-¿Esos bultitos que me enseñaste antes de irte? ¿Esos de hace tres meses? ¿No eran dos?- le pregunta, Luhan asiente. -¿Cómo?- pregunta, Luhan se encoge de hombros, se ve muy tranquilo, a pesar de todas las cosas que está diciendo.

-Eran dos, pero a lo largo de estos últimos meses se han ido multiplicando, y el dolor también, yo pensé que era una alergia o grasa como mencionaste, sabes que odio los hospitales y ese olor desagradable pero, esta última semana que estuve en casa de mis padres me la pase en el hospital, por eso tu dijiste que olía raro.- le dice.

-Recuerdo eso, olías a hospital y se me hizo extraño porque tú nunca los pisas.- Luhan asiente.

Minseok se ve muy serio, con los ojos más sobresalidos que de costumbre, su rostro esta pálido y su garganta seca.

-Sí, el punto es que me voy a morir, tengo un mes y algo aproximadamente de vida. Te preguntaras, ¿Por qué mierda tan poco?  Y  yo te contesto, porque en las placas generales que me hicieron, me descubrieron otras, muchas, bolitas más, en las piernas, en el ombligo, en la  espalda, es más, si me agacho, puedes verme aquí unas en el cuello.- le dice.

Minseok se está tomando algo bien la situación, okey, Luhan le está diciendo sin ningún tipo de tapujo que se va a morir en menos de un mes porque todo su jodido cuerpo está lleno de cáncer, si él no se quiebra, Minseok tampoco lo hará, debe ser fuerte, por ambos.

-¿Y qué harás?- le pregunta, su vos suena apenas en un susurro, sabe que Luhan es bastante maduro en todas sus decisiones así que, sea la que sea, su decisión ya está tomada y el solo lo puede apoyar.

-Me iré el domingo.- empieza. Sus ojos se ponen acuosos al instante. –Regalare todas mis cosas lo más pronto posible, debes ayudarme en eso por favor, también terminare con Sehun.-

Su vos se quiebra.

No era algo que tenía pensado hacer pero tocar el tema de Sehun le afecta en demasía porque, maldición, es Sehun y Sehun es el amor de su vida, sería bueno si al menos esos sentimientos no fueran correspondidos, pero los son, y son correspondidos con más fuerza todavía.

Tomo la decisión con sus padres, ya está todo resuelto.

La primera vez que les conto a sus padres que tenía novio, ellos pegaron el grito al cielo, porque, “¿Cómo coño mi hijo es un jodido maricón?” Pero, después, al escuchar y ver las reacciones de Luhan, no hicieron más que aceptarlo porque, “Esta tan enamorado, mira como le brillas sus ojos y mira el nuevo tono rosa de su piel, la felicidad se le escapa por los poros.” Fue difícil pero lo aceptaron, más le dijeron que, como Luhan iba a morir, el menor sufriría, entonces, ¿Qué haría al respecto? ¿Arrastrarlo junto a él hasta el último día de su vida?

-Terminaras con Sehun.- dice Minseok abriendo los brazos. Luhan capta con facilidad la señal y se tira a sus brazos apretándolo más de lo que debiera, haciéndole difícil la tarea de respirar. Pero al más bajo no le importa, porque quizás, solo quizás, esa podría ser la última vez que lo abrace así de fuerte.

-Sí, bueno, no quiero hacerlo, pero debo. Porque, yo amo a ese bebé, y no quiero arrastrarlo conmigo a mi propia miseria, me iré a morir a la casa de mis padres, nadie lo sabrá, le he pedido que ni siquiera le pasen los partes de mi muerte, no quiero que sufran, todos ustedes, son mis amigos ahora, tú, el extraño, estúpido y bastardo de JongDae, Jongin y su novio asesino Kyungsoo, El anciano de JoonMyeon y su futuro novio, el distraído de Lay, baila genial Min lo he visto y es grandioso. YiFan y Tao, el otro gigantón de Yeol y el bastardo de Beak. Dile que si no le dice a yoda que sea su novio antes de que muera, vendré en la noche y ¡lo jalare de las patas! ¡Pobre yoda! ¡Tres años persiguiendo a ese inservible ser adicto al delineador! Pero, quien no se debe enterar, nunca, nunca, nunca, nunca, jamás, es mi bebé HunHun, él debe odiarme, no sufrir por mí, porque, ¿Qué ha hecho de malo ese niño más que enamorarse de mí? De este ser inservible que se viene consumiendo de poco en poco. No es justo Min, yo merezco amar y ser amado por Sehun, ninguno de los dos merecemos este sufrimiento, es decir, ¿Cómo es posible? Carajo.- Luhan se lamenta y llora en el hombro de Minseok.

Pasan alrededor de tres horas en esa misma posición. Ambos lloran diciendo cosas sin sentido, uno hablando de Sehun, el amor de su vida, putada y perra vida y el otro diciéndole que jamás encontrara un amigo como él y que promete cuidar bien a Sehun. Y que dejara de convencer a Kyungsoo para que mate a JongDae.

Cuatro de la tarde y ambos siguen en la misma posición. Abrazados, con los ojos hinchados, la ropa mojada y arrugada y el alma quebrada

Minseok está destrozado, bueno, okey, Luhan ha sido de lo más directo con él y le ha contado todo con exactitud, han estado llorando y toda esa cosa. Genial. 

¿Cómo podría sentirse Minseok?  Porque bueno, algo un poquitín malo va a suceder.

Su mejor amigo, se va a morir un poquito. Carajo.

Y eso no es todo, lo peor es lo que se viene después y no lo que ya está pasando, ¿Qué va a ocurrir cuando Luhan desaparezca? ¿El también negara su presencia diciendo que el también desapareció de su vida? ¿Cómo lo va a hacer? Cuando todo el mundo lo bombardee con miles de preguntas acerca de Luhan y de los buenos amigos que son.

-Luhan, deberías ser especialmente más cariñoso con Sehun esta semana, múdate a vivir con él o algo, dile que el domingo viajaras por un tiempo y que por eso quieres aprovechar lo máximo de tiempo con él, trátalo bien solo hasta el domingo, después vete sin mirar atrás, olvídate de todo, olvídate de mí, del resto de tus amigos, se egoísta solo por esta vez, esta conversación se mantendrá solo entre nosotros dos, nadie más lo sabrá, no peleare por tener cupos para salir contigo.- ambos ríen. –Complace a Sehun, Luhan, ese hombre esta ciegamente enamorado de ti. No sabes cómo se puso durante esos dos meses que te fuiste, bajo de peso, Jongin le obligaba a comer, diciéndole que si no comía, tú lo ibas a encontrar más flacucho y entonces ya no lo querrías, Sehun volvió a comer, pero no era como antes, andaba todo zombie a todas partes, fue…. Muy difícil sobrevivir con él, parecía que no respiraba, y que solo lo hacía cuando hablaba por teléfono contigo, entonces se le devolvía el color al rostro, volvía a sonreír… volvía respirar, vivir. Lulú, por favor, vive esta semana sol para él.-|

Notas finales:

Qué tal? 

Me dan amor o me lo quitan? 

Nos leeremos pronto~


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