Muchos dicen que los mejores momentos se pasan durante la adolescencia. Cuando Luhan tenía 8 años también pensaba lo mismo. Deseaba llegar a esa preciada edad, pero no por eso desperdiciaba su infancia. Cada día al salir de la escuela iba al parque del lago para jugar con sus amigos. El pequeño Luhan estaba realmente orgulloso del grupo que durante años le había acompañado. Ellos eran Kris, el más alto y el que contaba con el carácter más frío; Tao, que no se quedaba atrás en lo que altura se refería pero con una personalidad totalmente opuesta y Lay, que siempre anda en su mundo. Eran conocidos en todas las clases del colegio de educación primaría y resultaban ser sobretodo populares entre las chicas. A raíz de esta popularidad habían ganado algunos apodos cariñosos como panda para Tao o pequeño ciervo para Luhan.
En uno de sus viajes al parque del lago les dio por estirarse en la hierba y mirar el cielo. Esto era realmente extraño para ellos cuatro, que siempre estaban correteando por aquí y por allí. La clase de baile de educación física del colegio les había dejado exhaustos. Todos estaban callados y absortos en los pensamientos que pueden tener niños de esa edad cuando Tao empezó a hablar:
-Chicos, que os ha parecido la clase de baile de hoy?- preguntó curioso. Kris y Luhan respondieron con pequeños soplidos que parecían indicar que no les había desagradado. Lay parecía seguir sumergido en su mundo interior.
-Porque lo preguntas, Tao?-dijo Luhan.
-Es que a mi me ha gustado mucho… Estaba pensando que podríamos hacer un grupo de baile-dijo con una brillante sonrisa en la cara.
-Pf, se nota que eres el más pequeño…-dijo Tao, con su frialdad característica.
-Es verdad, tu serías nuestro maknae, como en los grupos coreanos-dijo Luhan entre risas.
-A mi también me ha gustado-respondió Lay a la primera pregunta, parecía que empezaba a reaccionar.
-Imaginaos a vosotros mismos encima de un escenario. No sentís nada en la barriga?-preguntó Tao poniendo sus manos en esa parte de su cuerpo.
-Bueno, la verdad es que tenemos bastantes chicas de la escuela que nos apoyarían-dijo Kris que volvía a mirar al cielo.
Después de esa corta conversación se volvieron a quedar callados y siguieron mirando al cielo. Cuando llegó la hora de irse se despidieron rápidamente y cada uno se dirigió a su casa. El pequeño Luhan seguía pensando en las palabras de Tao. La verdad era que a él también le estaban gustando las clases de baile que estaban dando últimamente en el colegio. Por otra parte se pasaba mucho tiempo viendo las actuaciones musicales de los idols que daban en la televisión. Ser un idol no estaría tan mal no? De repente le pasó un pensamiento por la cabeza que le quitó la sonrisa que había aparecido en su cara, Kris se reíria de él si les explicaba todo esto a los chicos?
Al llegar a casa avisó a sus padres de que ya había llegado, cenó y encendió el televisor. En la televisión estaba saliendo 2NITE de Daeryong y Soryong. Luhan se quedó mirando la pantalla embobado durante todo el vídeo y cuando acabó decidió irse a dormir. Cuando ya estaba en la cama siguió pensando en la idea que había tenido su amigo Tao hasta caer rendido.