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La apuesta. por Rigel23

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Notas del fanfic:

No me pertenecen los personajes, pero los tome prestados para esta historia XD 

Solo por un ratiyo, ya luego los devuelvo. 

Notas del capitulo:

Notas del autor: Esta historia es dedicada a mi buena amiga Sol Reyes. Tú lo pediste cariño y yo te lo cumplo. Tu sabes que este es mi primer trabajo en la vida de esta pareja, ojala lo disfrutes y haya hecho un buen trabajo.

 

Esta es una historia basada en la canción d Thalia con Erik Rubin llamada la apuesta. Como el título XD es mi adaptación a esta pareja. Una vez más, nunca he escrito de ellos, pero lo hice con mucho amor, no sé si lo hice bien pero igual XD 

 

Bueno no te digo más, a ti a todas las lectoras, disfruten de la historia.

A leer!! 

Tú fuiste  la muñeca que yo compre aquel día.

.

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—Ichiru-kun ¿Cierto?

— ¿Sempai?

—Me alegro no haberme equivocado, encontré esto y creo que es tuyo.

— ¡Mi libro de ciencias! No lo he estado buscando todo este tiempo.

Ese fue el primer encuentro, un rubio con una brillante sonrisa, y un peliplata con cautivadores ojos lila. Takuma Ichijou era conocido por ser un amable y alegre sempai, siento el vicepresidente de una de las más importantes escuelas, él era muy popular, y con su brillante sonrisa, amado por muchos.

Era como el príncipe azul de muchos, el perfecto príncipe azul.

Ichiru Kiryuu era un joven estudiante en su primer año de secundaria, tenía grandes ojos de un hermoso lila llenos de sueños, y eso junto con un hermoso cabello plateado llamaba miradas donde quiera que iba. Conocido por ser una persona amable y un amoroso hermano, Ichiru sin saberlo era amado y deseado por la mayoría de la población estudiantil.

Así que solo fue el destino que dos personas tan llamativas como ellos se reunieran tarde o temprano.

 

Tú fuiste mi mentira pero aún no lo sabias.

.

.

.

Luego del primer encuentro, muchos más dieron lugar. Takuma e Ichiru parecían destinados a encontrarse una y otra vez. De cortos saludos, a pequeñas conversaciones, cada interacción dejando una sonrisa en ambos, hasta que al final el deseo de uno fue concedido.

— ¿Quieres salir conmigo Ichiru-kun?

 Su corazón revoloteó como loco, lechosas mejillas se tornaron de un sutil rosa, estaba avergonzado pero sobre todo feliz, feliz como nunca.

— ¡Por supuesto que sí!

Tan feliz que se hizo ciego a lo demás.

—Me alegro tanto Ichiru-kun.

Él sonrio, acercándose al menor, sus manos fueron hacia aquella delgada cintura y lentamente, tan lento; como si temiera asustar al otro con movimientos bruscos, sus labios llegaron y suavemente besaron los ajenos.

Y el momento fue perfecto.

 

Tú fuiste para míel sueño que escondía,

Desde que era un niño hasta que te conocía.

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.

 

El amor que sentía por aquella persona era inmensa, la felicidad que sentía desbordaba sin problema por cada uno de sus poros, Ichiru Kiryuu era feliz, tan feliz como nunca había sido.

—Te amo Takuma-san.

— ¿Eso es así?

— ¡Si!

— ¡Me alegro tanto!

Su corazón, que siempre había sido protegido y amado, no podía contener todo el amor que sentía por esa persona.

Takuma fue su primer amor, su primer beso. Su primero en todo. Con él conoció infinidad de cosas que no creía posible experimentar. Se sentía afortunado de conocer a Takuma, la vida no podía ser mejor.

Pero al final, fue todo ese amor que lo lastimo como nada antes lo había hecho.

 

Y yo me fui enamorando sin darme cuenta.

.

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— ¡Ichiru escúchame!

Se sentía como un monstruo, había lastimado a esta hermosa persona. Y todo fue su culpa.

— ¡No! Tu…tu

Lagrimas empañaban aquellos inusuales ojos amatista. Dolor, ira, engaño, tristeza. Pero lo que más reflejaban aquellos ojos, era el sentimiento de un corazón roto. De sueños destrozados y de un alma quebrada.

El secreto salió a la luz.

Ahora Ichiru sabía toda la verdad y Takuma debía afrontar las consecuencias de sus acciones.

 

Y yo ya me entere de que tan solo fui una apuesta.

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.

La vida era cruel, muchas veces Ichiru lo había escuchado, y sabía que un día entendería y experimentaría la crueldad en carne propia.

Pero no así.

Nunca así.

Jamás pensó que sería solo un juego, una apuesta para la persona que más había amado en todo el mundo.

El dolor era su eterno acompañante desde ese entonces.

— ¿Por qué?

Una y otra vez se lo preguntaba, una y otra vez sin nunca recibir respuesta alguna.

— ¿Por qué Takuma?

Sentía que el dolor en su corazón nunca sanaría, sin importar nada. Seguiría llorando, hasta que sus ojos ya no pudieran llorar nunca más.

 

Y como demostrar que ahora es verdad mi sentimiento.

.

.

.

 

Desde entonces las sonrisas de Ichiru desaparecieron, sus ojos ya no brillaban y Takuma moría de desesperación a cada segundo. Pero se merecía el dolor que estaba sintiendo, se lo merecía y mucho más.

Porque había lastimado a quien amaba.

Porque si, en su tonto juego se había enamorado como nunca, de esos suaves labios, de esos hermosos ojos. De esa pura alma llena de una inocencia que no creía posible en el mundo.

De esa amable persona llena de bondad y cariño, cuyo amor era tan puro y que Takuma había destrozado.

Merecía la soledad que ahora sentía.

—Lo siento tanto Ichiru.

Y merecía nunca ser perdonado.

 

Tú fuiste el trofeo que yo tanto quería.

.

.

.

 

— ¡Es increíble Takuma! No puedo creer que lograras acostarte con Kiryuu Ichiru.

Una risa incomoda fue la respuesta del rubio.

—Si bueno…Yo…

—Estoy tan sorprendido que no me importa perder tanto dinero…pero una apuesta es una apuesta y tú ganaste.

—Bu-bueno.

— ¿Por qué tan tímido Takuma? Te acostaste con Ichiru, tal y como dijiste que lo harías, ganaste la apuesta.

—…Ti…Tienes razón.

— ¿Apuesta?

Y el mundo de Takuma se apasto en ese momento. Al escuchar aquella pregunta, con aquella suave y vacilante voz. Una voz que él conocía a la perfección.

—Ichuru.

— ¿Una apuesta Takuma?

Y ese fue solo el inicio del fin. Dolor y arrepentimiento llenaron la vida de Takuma desde ese día.

Desesperación y tristeza, era lo único que Ichiru sentía desde ese momento.

Dos corazones fueron rotos.

Y la separación fue inevitable.

 

Y yo no quería hacerte daño, estoy arrepentido.

.

.

.

 

Pero no importaba cuanto se disculpara, cuanto rogara por el perdón, una y otra vez, con cada intento suyo, este se le negaba.

Ichiru no lo perdonaría, se estaba resignando a aceptarlo.

Pero no quería aceptarlo, no quería perder a Ichiru. Lo amaba ¡Maldición  lo amaba! Pero ¿Cómo lograr el perdón? ¿Cómo reparar lo que había roto?

—Por favor escúchame.

— ¡No! No más mentiras, por favor no más mentiras.

Ichiru ya no quería ser lastimado, ya no podía confiar en esa persona. El dolor que le causo nunca se olvidaría, nunca.

—Te amo Ichiru.

Un último intento desesperado.

—Pero yo no te puedo creer Takuma-san.

Y un ruego porque todo este dolor acabara.

 

 

Y como convencerte de que ahora soy sincero.

.

.

.

 

— ¡Takuma Ichijou!

No le dio tiempo de nada, cuando se dio cuenta un puño se estreyo contra su rostro. Al levantar la mirada furiosos ojos lilas lo observaban con furia y odio.

— ¿¡Cómo te atreves!?

Una patada en el estómago lo dejo sin aire.

— ¿¡Cómo pudiste engañar a Ichiru así!?

El cuello de su camisa fue tomado por un puño lo que lo obligo a levantarse, y quedar frente a Zero Kiryuu en toda su furiosa forma.

— ¿Una apuesta? ¿¡¡Una maldita apuesta!!?

El rugido podría haberse comparado con el de una enfurecida bestia, y la comparación no estaba lejos de la realidad. Zero lo golpeo una y otra vez, hasta dejar solo un lio ensangrentado de Takuma.

Y este no se defendió.

Porque sabía se lo merecía y en el fondo deseaba esa golpiza.

Ansiaba ser castigado, más, más fuerte. Más, más duro.

—Lastimaste a mi hermano…nunca lo perdonare.

Ah, Takuma era en verdad el más despreciable de los hombres.

El haber hecho llorar a los dos últimos Kiryuu, definitivamente, era el peor.

 

Dejemos que el mundo gire y gire.

 

.

.

.

La vida no espera a nadie, el tiempo continuaba sin importar nada. Y con ello, los días, las semanas, meses y al final, cinco años habían pasado.

En un tiempo dejo de ver a Ichiru y la vida continúo.

Hasta que un día impredecible los ojos verde jade y los amatista lila se reunieron una vez más.

Y esta vez Takuma sonrio, haría las cosas bien en esta ocasión.

 

Dejemos que el aire pase entre los dos.

.

.

.

 

—Ichiru-kun.

—Takuma-san.

Nada podía ser olvidado y tal vez nunca perdonado completamente.

Pero se podía superar y seguir adelante.

Porque Ichiru amaba a Takuma.

Y podía comenzar a creer que Takuma también lo amaba.

Porque aun después de cinco años, esos ojos verde se lo decían agritos.

El tiempo había pasado ahora era más sabio. Ahora no se dejaban  cegar tan fácilmente.

Pero él sabía, que podía comenzar a creer que esa persona ahora no le mentía.

Tal vez…este podía ser un nuevo comienzo  para ellos dos.

Tal vez, esta era una oportunidad para reparar lo que una vez tuvieron.

Y volver a empezar.

Y volver a amarse.

Entre los dos.

Porque un amor como el suyo puede ser roto, pero no destruido.

Solo era cuestión de tiempo.

Fin. 

Notas finales:

No sé si merezco comentarios o no, pero igual serán bien recibidos si alguien quiere decirme algo XD

Me iré a trabajar en otros fics, muchas gracias por su tiempo.

Shion-san se despide.

Bye~

 

 


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