Capítulo 1: Ese mayordomo, consejero.
Era un día como cualquier otro en la mansión Phantomhive, con Ciel en su estudio haciendo su aburrido papeleo
-Sebástian!- Exclamo el mal criado ojiazul-
Sebástian entró en la oficina
-Que desea bocchan-
-Quiero algo dulce, hazme chocolate.- exclamó con una voz de autoridad
-Me temo que no puedo concederle ese deseo joven amo, porque después estará lleno y no querrá comer.- dijo dando un suspiro, sabría que eso haría que su bocchan proteste.
-Sebástian! Es una orden hazme chocolate!-dijo con un tono más enojado que el anterior
-No- Dice Sebástian con cara de póker.
-¿Te atreves a desobedecer una orden?-dice con una actitud arrogante mientras lo mira fijamente
-Ciertamente, si esa orden va a perjudicarlo más adelante- Dice Sebástian antes de retirarse de la oficina del conde- Además hoy viene ese invitado suyo. ¿Con que cara le verá después si dice que no quiere comer?-
-Hmp..- Se quejó Ciel enojado desviando la mirada, pues sabía que Sebástian tenía la razón
-Con su permiso, me retiro- Dijo el mayor antes de irse.
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-Bocchan- Dice Sebástian sin golpear la puerta
-¿Qué quieres? Estoy ocupado.-
-El invitado ha llegado antes de lo esperado-
-Entiendo, ¿dónde está ahora?- Dice Ciel totalmente despreocupado
-Está llegando, visibilice el carruaje que se acerca.-
-De acuerdo, hazlo pa~- Ciel es interrumpido por una discusión que se acercaba por los pasillos de la casa.
-¡¿Porque no?!- Se escucha una voz pequeña enojada
-Usted ha venido a discutir algo, y fue invitado a comer, no haga rabietas - Se escucha una voz seria proveniente de una persona grande
-Oh… ya veo- Dice Ciel para nada sorprendido
¡Toc, Toc! Se escuchan dos golpes en la puerta.
-Adelante-
-Escúchame. No vuelvas a desobedecer una orden mía ¿entendiste?- dice, enojado -Abre la puerta-
-Yes, your highness- Se escucha.
Se ve una hermosa silueta pequeña, deslumbrante e imponente; de ojos azulinos enojados, piel blanca y cabello rubio.
-Conde Trancy…ha llegado antes de lo esperado-
-Déjate de formalidades Ciel, que no hay que desperdiciar tiempo- le dice Alois un poco enojado
-Bu- bueno, entonces yo me retiro joven amo- Dice Maylene tartamudeando un poco
-Muy bien.- Sebástian acércale un asiento a Alois-
- Yes, my Lord –
Sebástian le acerca un asiento de la piel de la más fina calidad al conde de cabellos dorados.
-Por favor, tome asiento conde- Dice Sebástian
-Gracias- dice secamente en conde
-Con su permiso bocchan, me retir~- Sebástian fue interrumpido por un ¡BOOM! proveniente de la cocina.
-Oh no..- pensó Sebástian
-¿Qué paso?- Dice Alois un poco exasperado
-Enseguida voy a revisar- Sebástian.
-¡Nosotros también vamos!- Le dice Alois a Claude a la vez que comienza a correr tras Sebástian.
Claude solo lo sigue.
-E- Espera! Alois!- Ciel.
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-Oh…me lo temía…- Dice Sebástian tapando un poco su cara con sus dedos al ver que la cocina y la cara de los sirvientes Maylene y Bard estaban completamente carbonizadas.
Sebástian da media vuelta, arrodilla una de sus piernas: -Lamento mucho que haya ocurrido esto es su presencia- Dice Sebástian refiriéndose a todos.
-Bueno, no importa si no le molesta al conde-
Dice Ciel refiriéndose a Alois.
-No me molesta para nada- Responde Alois con una expresión arrogante.
-Bueno, entonces, Sebástian tú arregla esto, yo hablare con Alois en mi oficina-
-Como desee usted.-Dice Sebástian haciendo una referencia ante Ciel.
-Claude tú ayúdale.-
-Como usted desee.- Hace una referencia ante su amo.
-Entonces conde Trancy, tú y yo conversaremos en mi oficina, ¿te parece?- Dice Ciel con una sonrisa hipócrita.
-Por supuesto… pero no necesitas hacer una falsa sonrisa. Tú y yo ya nos conocemos.
-Me descubriste.- dice Ciel alargando el tono Ellos caminaban hacia la oficina de Ciel cuando él le dice a Alois:
-Lamento mucho que haya pasado esto estando tú aquí- dijo
-No importa- Dijo Alois con un tono malhumorado, con el que estuvo todo el rato.
-¿Te sucede algo?-
-No, ¿porque lo dices?-
-Porque eres una persona que se queja por todo, y además hablas mucho.-
-Ah.. Pues muchas gracias.- dice Alois con un tono sarcástico
-Ya, no te lo tomes a mal y dime lo que te pasa.-
-¿De verdad te importa?- le dicemirandole a los ojos
-Claro que sí, ¿Cómo podríamos estar discutiendo algo si tienes la cabeza en las nubes?.-Dice Ciel en un tono que parecía interesado y curvando una ceja.
-Muy bien, pues te digo. Claude no quiso hacer caso a lo que le dije, ¡y eso que se lo ordene!- Dijo evidentemente enojado Alois, que al parecer recordaba y sentía cada palabra de aquella discusión no muy distante, pues en sus ojos con mirada perdida se le notaba.
-Sabes… pensándolo bien…Oh mira ya llegamos.-
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