Notas del fanfic:
Hola, con ustedes mi nuevo fanfic, son dos parejas que me gustan muchisimo, asi que espero que a ustedes tambien les guste, recuerden que los personaje no me pertenecen a mi si no Tadatoshi Fujimaki el autor del amnga.
Ese dia era en especial frio, para muchos estudiantes de los diferentes clubes de la preparatoria Shūtoku, su sueño de ser campeones había acabado, el club de baloncesto no era la excepción a la regla, puesto que habían perdido ante Rakuzan en la semifinal de la Winter cup, todos sus sueños se habían acabado con ese partido, algunos se encontraban mas afectados que otros, los titulares se encontraban en un tiempo muerto emocionalmente, los superiores decepcionados pues su vida estudiantil se acababa con esa derrota, no tenían mas oportunidades de ganar, por otra parte Midorima se encontraba trastornado tras no poder superar a Akashi, algo que significaba más que perder la Winter cup, significaba no poder seguir adelante, no poder superar su pesado junto a su ex capitán, y el ultimo titular, Takao, él fue uno de los mas afectados, porque desde ese momento perdió su gran amor, y con él las fuerzas para volver a jugar.
-Midorima- gritaron a sus espaldas, pero él no volteo, se encontraba sumergido en su propio mundo.
-Midorima- volvió a decir la persona que lo llamaba, su interlocutor cogio su brazo deteniéndolo, él se volteo caris bajo, tenia su labio partido y ojeras que se escondían debajo de sus lentes, de su cuello colgaba un viejo amuleto.
-¿Miyagi-sempai?- pregunto con su pesada voz.
-¿Qué te sucede? ¿Estas mas raro de lo normal? ¿Y qué es eso? –pregunto Miyagi subiendo una de sus cejas y señalando el objeto que colgaba de su cuello, Midorima negó con su cabeza.
-Es mi objeto de la suerte, según el horóscopo de hoy, y no me sucede nada.
-No te voy a insistir que me cuentes, pero si algo te sucede, no te lo guardes para ti no mas, cuéntale a alguien mas, como Takao, es un pesado, pero es un buen tipo- dijo, en el momento que nombro a Takao, Midorima transformo su rostro en una mueca llena de terror, algo que sorprendió a Miyagi, el peli verde siempre habia sido muy compuesto, y en muy pocas ocasiones reflejaba lo que sentía en su rostro.
-Midorima, te estaba buscando- dijo el capitán acercándoseles.
- ¿Ōtsubo? ¿Tu también lo buscas?- pregunto Miyagi sorprendido.
-Supongo que vienes por la misma razón.
-Quizás.
-¿De qué hablan?- interrumpió Midorima.
-¿Qué sucedió con Takao?- pregunto Ōtsubo, Midorima abrió sus ojos con sorpresa, no comprendía porque le preguntaban por él, era cierto que él había sido la última persona en hablar con él, pero aun así no se creía que algo le había sucedido, deslizo sus dedos por su labio, recordaba nítidamente el causante de esa herida, un derechazo perfecto por parte de Takao.
-No lo se, ¿le sucedió algo grave?- pregunto sin dejar que su voz delatara su preocupación, era cierto que Takao había faltado por mas de tres días a la preparatoria, pero él lo atribuyo a algo normal de una persona que se suele dormir en clase y copiarse de la mayoría de sus trabajos.
-Esta mañana el entrenador me notifico que Takao se presentó y le informo que no podía seguir en el equipo de baloncesto, fui asegurarme del porqué, cuando le pregunte a su profesor a cargo sobre el paradero de Takao, él me dijo que se había transferido de preparatoria, y que no tenía esa información- le informo su capitán, Midorima simplemente no podía creer lo que estaba escuchando, no podía entender el comportamiento de Takao, aunque nunca lo había podido entender del todo, había algo que le inquietaba en esa noticia.
-Así que era cierto, no puedo creerlo, maldito Takao, por que haya perdido un partido no significa que sea el fin de su vida, mira por lo menos logramos el tercer puesto, claro que no dijo que se conforme con eso, solo que tiene que seguir adelante y superarse- añadió Miyagi
-Supongo que era un partido realmente importante para él.
-No trates de justificarlo Ōtsubo- en ese momento la conversación se había convertido en una pelea entre Miyagi y Ōtsubo, Midorima no opinaba, no sentía fuerzas para hacerlo, recordaba como las manos de Takao temblaban ligeramente minutos antes del partido, sus ojos no se podían quedar quietos, paseaban en todas las direcciones, a veces habían gotas de sudor que caían por su rostro, quizás ese partido si era realmente importante para Takao.
<<Pero… ¿Por qué razón? ¿Qué fue lo que lo impulso a salirse de Shūtoku? ¿Acaso Akashi fue la razón de que lo dejaras todo atrás, Takao?>> se cuestionó mientras su superiores aún seguían debatiendo sobre la condición de su antiguo compañero, por un leve momento se sintió vacío, faltaba algo en él.
-Quizás a sus padres los transfirieron en el trabajo- respondió sin interés-Con permiso- dijo retirándose, sus superiores lo miraron confundidos, él fue hasta su salón,.
-Es hora de irnos Takao, vamos- dijo cogiendo sus cosas, se dio la vuelta siguiendo su camino, pero paro al instante al no escuchar respuesta alguna, se volteo mirando hacia el puesto de su compañero, el cual estaba vacío.
-Ya lo había olvidado- suspiro saliendo del salón.