Siempre eh sido una persona calmada, un poco tímido, pero siempre sincero. Ayudo a la gente cuando lo necesita, puede que en ocasiones me tomen como una molestia pero así es mi forma de ser. Nunca antes me había enamorado, nunca eh experimentado ese sentimiento hasta que lo conocí, puede que las palabras “amor a primera vista” es algo irresponsable ya que no sabes nada de esa persona, pero eso es lo que yo sentí al ver a ese castaño oji-verde en la biblioteca, cuando lo ayude a alcanzar un libro. Me eh dado cuenta de que siempre esta solo y siempre se queda hasta tarde, se que parece que soy un acosador, pero no puedo hablarle, cuando decido acercarme a el, los nervios me ganan y termino escondiéndome. Un día conocí el nombre de ese hermoso castaño “Oda Ritsu” hermoso nombre para un ángel como el. Todos los días sin falta voy a la biblioteca para observarlo, elijo todos los libros que el lee, para que lo sospeche nada hasta me cambie mi nombre como Saga Masamune, si que estoy loco por hacer eso, pero ya lo hice no puedo arrepentirme, realmente estoy enamorado de el.
Ese acoso duro tres años, cuando finalmente coincidimos en elegir el mismo libro. Me miro directamente a los ojos, se veía tan hermoso como siempre, lo único que hice fue contemplar esos bellos ojos esmeraldas que poseía, tan distraído que estaba termine por confesarle mi amor, cuando me percate de lo que había dicho, estaba muerto de la vergüenza, pensé que iba a llamarme loco o iba a recibir un golpe de el, pero eso nunca ocurrió.
-¿Quieres salir conmigo?- esas hermosas palabras hicieron que mi corazón saltara de emoción, no sabia que decir, esas palabras del castaño me tenían encantado y obviamente acepte
Y así fue como Oda Ritsu se convirtió en mi pareja, yo estaba realmente feliz, tener a la persona que siempre eh amado a mi lado es realmente un sueño hecho realidad-.
Pero esa felicidad no duro mucho, siempre han dicho que el primer amor nunca dura, antes yo no creía eso, como creeré en esas tontas palabras si estoy demasiado feliz al lado de mi amado. Eso es lo que pensaba
Siempre había soñado que estaría al lado de Ristu lo que resta de mi vida, yo realmente estoy muy enamorado de el, pero al parecer el nunca pudo amarme y este me lo demostró.
Un día finalmente iría a la casa de mi hermoso castaño estaba muy nervioso, como no iba a estarlo si me dirigía al hogar de la persona que mas amo, que les diría a sus padres, como los saludaría, lo único que quería era que ellos tuvieran una buena impresión de mi. Al llegar a su casa, respire hondo y me dirigí con el a la puerta, aunque parecía que estaba confiado, temblaba de los nervios y el oji-verde se dio cuenta de ello
-La mayoría del tiempo estoy solo, así que no tienes que estar tan nervioso, vamos entra- No mostraba ni desilusión o tristeza, parece que mi amado ya estaba acostumbrado a estar solo. Respire resignado y entre a su casa, tal vez sea por eso de su actitud tan callada y reservada, pero ya no mas se sentirá así, ya que yo no dejare que el sufra, al entrar vi, como un gato bajaba de las escaleras-Sorata, hola-agarro el gato y empezó a acariciarlo, se veía tan tierno y tan frágil-Puedes ir a mi habitación, esta subiendo las escaleras a la derecha, iré a darle de comer a Sorata en seguida subo
-Si, gracias-Hice lo que el me dijo y me dirigí a su habitación.
Era muy simple, llena de libros, un poco desordenados cualquiera que entraría diría que es una basura de habitación pero para mi es como entrar a un hermoso castillo, para mi todo brillaba. No sabia que hacer quería aventarme a su cama y olerla, ese dulce aroma que el tiene que me hipnotiza siempre, sin pensarla mucho me avente, pero rápidamente me quite de encima, no podría dejar ver ese comportamiento tan infantil que tengo a Ritsu, moriría de vergüenza. Al rato el llego y se sentó al lado mió
-Lo siento mi habitación esta un poco desordenada-
-No te preocupes, la mayoría son libros, no me molestan al contrario me gusta-estaba feliz ya que los dos tenemos la misma obsesión con los libros, me encanta tener cosas en común con el castaño
-Ya veo-Suspiro- Y dime por que te enamoraste de mi, tu no sabes nada de mi, no comprendo eso
-Es difícil decirlo-Estaba muy avergonzado, no podía decirle que siempre lo estaba observándolo como un acosador profesional- Aunque siempre estas con una expresión tan seria, eres amable, por ejemplo con el gato que tienes, tu lo rescataste- Si, yo vi como Ritsu ayudo al pobre gato que estaba solo en una pequeña caja mientras llovía todas las personas pasaban de largo sin prestarle atención al pobre animal, pero Ritsu, el único ser humano que ayudo a ese gato
-¡QUE!, que horrible me has visto hacer una típica escena de chica de manga shojo, que vergüenza- tenia un pequeño sonrojo
-Lo siento no se nada de manga-
-Esta bien no te preocupes- se giro para verme directamente a los ojos mientras poco a poco acercaba su rostro al mió, hasta que al final nuestros labios se juntaron, el beso no duro mucho, nos separamos y el me abrazo
-Quiero que me hagas el amor-
Mi mente quedo en blanco al escuchar esas palabras, me puse mas nervioso de lo que ya estaba muy nervioso, que le haga el amor es fácil decirlo pero hacerlo no lo es. Nos recostamos en la cama del oji esmeralda, me posicione arriba de el, estaba temblando, no quería hacerle daño.
-No te preocupes estaré bien, así que no tengas miedo- toco mis mejillas y me regalo una hermosa sonrisa, eso hizo que todo mi temor se fuera, quería ser uno con el, profundizar nuestro dulce amor.
Terminamos haciendo el amor, el día mas hermoso de mi vida, podía morir de felicidad, me hice uno con la persona mas maravillosa del mundo, lamentablemente esa felicidad no duro mucho, al preguntarle a Ritsu si me amaba el solamente rió y se fue de la habitación. Ahí comprendí que fui un idiota, caí tan fácilmente ante el, sentí una gran decepción del menor, de mi, era una basura al creer en todas sus jodidas palabras, gestos. Estaba lastimado, herido, destrozado, me fui de su casa y no lo volví a ver jamás, no podía verlo ya que si me lo encontraba en la escuela volvería a caer en sus trampas.
Mis padres me dieron una propuesta para estudiar en el extranjero yo sin dudarlo dos veces acepte esa propuesta. No me despedí de nadie, desaparecí, ya no quería sufrir y un tiempo lejos del lugar que me hizo mucho daño no estaba mal, olvidaría al castaño para siempre, olvidar cada gesto, cada detalle que hice para el.
Empezare una nueva vida sin el, y es lo mejor, no quiero ser lastimado jamás, por eso yo Takano Masamune cambiare y no dejare que nadie vuelva a ilusionarme ni si quiera enamorarme.