En una florería se encontraba un joven muchacho de hermosos ojos esmeraldas, estatura baja, cuerpo esbelto de cabellos castaños , de19 años de edad, en su empleo de medio tiempo; llamado Takanashi Misaki.
"¡Ahhh!... ¡Es el otra vez!".- pensaba Misaki al ver a la misma persona rondar por ahí ya alrededor de 1 semana. Era una persona tranquila, con un hermoso cabello plateado y un par de ojos violetas que te envolvían al momento de mirarlo. Solo pasaba a la tienda, veía las flores y se salía inmediatamente al momento de ir a atenderlo. Pero hoy fue algo diferente....
-Quisiera una docena de estas rosas.- dijo aquel hombre alto señalando a un ramo hermoso de rosas rojas donde estaba alado el pequeño Misaki. “Por alguna razón que desconozco, un mal presentimiento acudió a mí." pensó.-Por favor entrégalas personalmente en esta dirección.- El sujeto de ojos violetas le entrego un pequeño papel con una dirección escrita en él.
Misaki sujeto el papel y aunque le daba mala espina no pudo negarse ya que es su trabajo.
Por la tarde fue a la dirección de aquel papelito.
"¿Es... aquí?¿Eh?; ¿No es una mansión deshabitada?" Misaki llego a un lugar el cual se rumoraba que estaba embrujado o deshabitado ya que no tenía mucho movimiento.
-Creo que simplemente debería tocar el timbre y averiguarlo- estaba a punto de hacerlo cuando...
-Pasa, por favor.- se escuchó una voz y dejando a Misaki boquiabierto las rejas de aquella mansión se abrieron de par en par.
"Acaso ¿me han visto venir?; tal vez tengan una cámara de seguridad..." pensaba muy seriamente.
-Bienvenido- escucho un susurro en su oído que lo hiso estremecer de pies a cabeza.
-¡¡Ahh!! ¡¿Quien esta ahi?!- volteo tras de sí muy asustado pero no logro ver a nadie.
"Debe ser mi imaginación demasiada activa, ¿Verdad? pero podría jurar que oí una voz cerca de mi oído"
-¡No ! ¡No oí nada!, ¡y no estoy asustado!- se decía así mismo para tranquilizarse pero la verdad no estaba funcionando.
"Solo dejare las flores y me iré"
-¡Disculpe! ¡entrega de flores!- un poco asustado toco el timbre que estaba dentro de la casa.
-Entra, por favor - era la misma voz que escucho en la entrada del portón, no sabía si pasar o no pero al momento de abrirse la puerta de entrada tuvo que hacerlo juntando todas sus fuerzas.
-Siento esto pero, ¿Podrías traer las flores adentro? - esa voz era tan extraña pero por alguna razón un poco seductora.
Paso a la gran casa " Si es de día ¿Por qué esta tan obscuro?" era raro el tener todo tan apagado en un espléndido día. Misaki seguía avanzando por el largo pasillo dentro de aquella lúgubre casa.
-Abre la puerta al fondo del pasillo - le ordeno la voz asustándolo.
"Lúgubre... tengo un mal presentimiento sobre esto." llego al final del pasillo "Supongo que es esta puerta"- Siento la molestia...- dijo y al abrir la puerta se encontró con 3 personas en aquella obscura habitación; dos sentadas y una de pie, era el sujeto que pidió las flores.
El sujeto lo miro y se aproximó a Misaki mientras que los otros dos se veían igual de extraños que él, era un azabache igual de alto que el peli plateado y el otro era pequeño, más pequeño que el castaño.
-¿Qué tal?, muchas gracias- dijo aquel sujeto de cabello platinado.
En esos momentos lo único que pensó Misaki fue... "Corre" regreso por donde entro y empezó a caminar.
-¿?...¡Oye!- "¡Debo correr por mi vida!" estaba alterado. El sujeto más alto lo detuvo agarrándolo del brazo.- ¿Qué pasa?, ¿No estas aquí para entregar las flores?- lo miro profundamente y Misaki sintió como si estuviera penetrando su alma con tan solo esa mirada.
-Lo...¡Lo siento! que estaba haciendo... ¡Tome! ¡¡ las flores que encargo!!- Las entrego a esa persona extraña.
-Gracias... perdón por hacerte traerlas por toda la casa; veras, de hecho estamos a la mitad de un juego- dijo el alto extrañando a Misaki.
-¿Un juego?.
-Ajedrez Japonés- dijeron los 2 individuos sentados en la mesa.
-Solo yo se las reglas, así que no podía ir a la puerta; disculpa, espero que no te hayas asustado, ya que la casa esta oscura.- se disculpó amablemente aquella persona.
-Ah, No. Debería ser yo quien se disculpe por actuar extraño.
"¡Idiota! ¿Por qué sentí que debía escapar? ¡Qué estaba pasando!" se encontraba en una gran duda “De cualquier forma que los mire son chicos normales"
-Aquí tienes el dinero de las flores. ¿Podrías traer la misma cantidad de flores todos los días a partir de mañana?.
-¿Apartir de mañana?- esto no le daba buena espina para nada.
-Sí, todos los días empezando desde mañana. Por cierto ¿Cuál es tu nombre?.
-¿Mi nombre...?.- "¿estará bien decirle mi nombre?" .- Soy Misaki... Takanashi Misaki.
-Misaki, soy Usami Akihiko, gracias por venir. Nos vemos mañana.
Después de presentarse, Misaki salió casi disparado de ese extraño lugar al igual que perturbado con el miedo de que algo le fueran hacer; y tan solo de recordar que mañana sería lo mismo lo inquietaba un poco.
-Que personas más... extrañas.
-¿Es el?- pregunto el joven de baja estatura, con una mirada seria de nombre Kisa Shouta.
-Si, al fin lo encontré.- dijo Usami- y ahora se hace llamar Misaki. ¡He estado esperando por ti "Misaki"!.
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En la noche
-No puedo comer más- dijo el pequeño castaño levantándose de la mesa.
*-Oye ¿Estas bien ? ¡apenas has tocado tu cena!- dijo la madre de Misaki preocupada.
-Creo que simplemente no tengo apetito, tal vez estoy cansado.- dijo para calmar a su madre.
*-Te esfuerzas demasiado con ese trabajo de medio tiempo, cuídate mucho.
-Ah... si claro madre.- "Me fatigue después de conocer a ese extraño grupo. Creo que si me asuste". Estaba preocupado y más por la entrega de mañana.
Subió a su cuarto y se quedó profundamente dormido tratando de olvidar y relajarse.
*Sacudida*
Por su ventana se coló un invitado no deseado para Misaki.
-...Buenas noches, Misaki- susurro Usami el cual se había metido a su cuarto cautelosamente y en estos momentos estaba desabrochando la camisa de Misaki, tocando su cuello y bajando hasta su abdomen, acercándose para unir sus labios en un beso lleno de pasión, un beso demandante.- He estado esperando por ti.
"Rápido...... Debes apresurarte... Corre... Corre... ¡Ahora!"
Misaki despertó de golpe jadeando por lo que había escuchado.
-Ah....Ah... ¿Que fue eso? Una pesadilla...¿O fue...?.- se sentó de golpe en la cama.- ¿Eh...?.- "¿Qué es esto...?" Se percató de que estaba se mi desnudo, sin pantalones, y con su camisa desabrochada, con un extraño líquido que se encontraba sobre su vientre, el cual al verlo bien se dio cuenta de que era "semen".
-Que...Que ¿Cómo paso esto...?- se repetía una y otra vez abrazando con fuerza una almohada mientras trataba de recordar. -¿Por qué...?
*****Continuara*****