-Señor, tenemos noticias que el príncipe de este reino ha escapado, no es necesario presentarse esta misma noche, ya que hay que esperar que el joven aparezca- Uno de los piratas se encontraba dándole la buena noticia
-Esta bien, investiguen el nuevo territorio antes de efectuar el plan que tenemos, nos juntaremos en la noche para seguir planeando- El rubio deseaba conocer este pueblo antes de que cayera en la ruina
-Si señor- El joven se fue dejando a Eiri Uesugi, ahora llamado Yuki Eiri solo
Se encontraba caminando muy concentrado en todo cuando de repente escucho que los guardias reales venían persiguiendo a un joven de capucha, el cual entro al callejón donde se encontraba el rubio y choco con él, el pequeño cayo dejando ver su cabello rosado y unos ojos violeta que en ese momento demostraban miedo
-Ayúdame… onegai… esos tipos me quieren agarrar-El pequeño intento esconderse detrás del rubio el cual estaba consternado, jamás había visto a una persona tan bella, le había movido el piso si de alguna forma pudiera llamarse
-Ven… escóndete detrás de esos cajones- El rubio lo ayudo, aunque no sabia porque, el joven pelirrosa le hizo caso y se escondió cuando aparecieron unos guardias
-Hey tu… ¿Has visto a un joven con capucha?- Uno de los guardias le pregunto al rubio quien se alzo de hombros y dijo que no- Maldición… se nos escapo nuevamente- Los guardias se retiraron de allí los mas rápido que pudieron para seguir buscando
-Arigatou… te debo una- El joven pelirrosa había salido del escondite para agradecer al rubio, cuando vio sus fríos y gatunos ojos, el pequeño se quedo paralizado, lo único que le vino a la mente fue la palabra perfecto
-No hay de que… ¿por qué te perseguían?- El rubio estaba embobado con esa sonrisa tan sincera del pequeño
-Es que… emmmm… mejor no te lo digo jeje- el pelirrosa estaba muy nervioso
-¿No será que cometiste una falta y estas escapando de la ley?- El rubio estaba muy divertido, le agradaba el hecho de desobedecer las normas, por algo era un pirata
-Emmm… más o menos… mi nombre es Shindou Shuichi- El pequeño le ofreció la mano
-Yuki Eiri… mucho gusto- El rubio se la aferro, en ese momento el pelirrosa enrojeció, algo que no paso desapercibido por el rubio, al cual le causo mucha gracia- ¿Que sucede?, ¿Por qué te sonrojas?... a lo mejor te gusto – la sonrisa del rubio se torno a una ganadora cuando el pelirrosa se sonrojo aun mas
-NO… no digas tonterías… co…como me podría gustar un hombre-El pelirrosa estaba mas nervioso que antes
-No tiene nada de malo… uno no elige de quién enamorarse- El rubio se acercaba un poco más hacia el pelirrosa, le gustaba esa sensación, al parecer, al rubio también le gustaba aunque no lo iba a admitir tan fácilmente
-Me…mejor para agradecerte… te invito a cenar algo… jeje- El pelirrosa estaba algo nervioso por la cercanía del rubio
-Esta bien- Yuki se separo del pequeño aceptando la invitación- Quiero algo de beber
-Hay una posada que me gusta mucho… pero no frecuento ^^- El pequeño lo llevo hasta una posada de mala muerte que dejo muy contento al rubio, había bandidos, asesinos, piratas, toda esa clase de personas con las cuales el rubio siempre frecuentaba, pero, al parecer, el pelirrosa no, ya que estaba algo cubierto con la capucha que llevaba, estuvieron harto reto hablando de cosas triviales, solo se dedicaban a beber, al rubio le impresionaba la capacidad pulmonar del pequeño, a demás de su punto de ver las cosas
-Odio que hayan reglas para todo… me gustaría ser libre, jejeje, oye… no vayas a decirle a mi padre lo que te dije… je, de que hablo… tu nunca lo vas a conocer- Shu ya se encontraba bastante ebrio, al rubio le causaba gracia
-¿A si?... si te gusta tanto la libertad no te importaría que la gente pensara que te gustan los hombres- El rubio se acercaba mas al pelirrosa, quería saber hasta donde podía llegar antes de rechazarlo
-Oe!!!... eso no tiene nada que ver… a demás- No pudo continuar, los labios del mayor se habían posado sobre los suyos y estaban ejerciendo presión para que el pequeños abriera su boca, no tardo demasiado dejando entrar la lengua del mayor para dejarle probar de su sabor, al poco rato se separaron por falta de aire, el pequeño estaba muuuuuy sonrojado, se levanto de la silla- Me tengo que ir, ya pague todo… sayonara- Y se retiro, el rubio lo quedo viendo con una sonrisa en los labios “Parece que tendré a otro aliado a mi bando… Shu-chan… tu serás mío” y con estos pensamientos se dedico a celebrar toda la noche
A la mañana siguiente, un joven de pelo negro igual a Yuki se acerca a él para darle las buenas nuevas
-Ne oni-chan, ya encontraron al príncipe y ahora podemos ir al palacio, si tenemos suerte nos podemos hacer amigos de él en el tiempo que nos quedemos en el palacio- Tatsuha estaba emocionado, era la primera vez que participaba en un plan con su hermano, siempre se quedaba en el barco limpiando la cubierta
- Quiero que vengan todos los que suplantarán a los guardaespaldas, nos quedaremos en el palacio y robaremos lo que podamos, después buscaremos a algunas personas que nos quieran ayudar a saquear el pueblo y nos vamos-Al decir estas palabras, el rubio pensaba en Shu, no se lo había podido sacar de la cabeza en toda la noche, sus ojos aparecían en el momento en que cerraba los suyos, lo quería solo para él
A las dos horas después, ya se encontraban en el palacio, ambos vestidos muy bien con camisas y pantalones dignos de la realeza, los otros piratas en verdad parecían soldados de la realeza, cortesía del verdadero Yuki Eiri y sus guardaespaldas. El palacio era muy bello, con grandes y sólidas paredes dignas de un imperio tan poderoso que ningún pirata lo había podido saquear “Hasta ahora” pensaba el rubio con malicia mientras entraba y conocía al rey del castillo, el cual estaba con su familia sentados en una mesa, era un señor entrado en edad, con unos imponentes ojos violetas, iguales a los del pequeño que Eiri había conocido el día anterior, al lado del rey se encontraba su esposa, era una señora muy bella, con el pelo y los ojos castaños, a uno de los extremos se encontraba una muchacha con una trenza y el cabello y los ojos castaños, al otro lado se encontraba un joven con los ojos azules y el pelo verde, cosa que no paso desapercibido por Tatsuha, que al observarlo se sonrojo ligeramente
- Siento la demora, lo que pasa es que mi hijo se había escapado de casa, vendrá en unos momentos, por ahora, les invito a tomar asiento- Tatsuha y Eiri se sentaron, los demás se encontraban parados, se supone que eran guardaespaldas- Les presento a mi esposa Kaede, mi hija Maiko y el príncipe amigo de mi hijo Ryuichi, el cuál ayudo a escapar a mi hijo ayer
-Kumagoro y yo nos divertimos mucho noda… a demás, Shu-chan estaba muy encerrado aquí y no llego mal ^^- Al escuchar ese nombre, el rubio tuvo un pequeño escalofrío, no se podía referir a ese pequeño ¿O si?
-No llegó mal porque los guardias lo encontraron, y no en muy buenas condiciones a mi parecer, alguien debió ayudarlo afuera a escapar de los guardias, cuando lo encuentre me las pagara- El rey estaba muy serio, Yuki se puso algo nervioso, si el mocoso que había ayudado ayer era el mismísimo príncipe y sabían que lo había ayudado, todo su plan se iba a ir por la borda, literalmente- Pero bueno, es mejor que sirvan la cena y comenzamos a hablar mientas mi hijo llega ^^
En ese momento, se abren las puertas dejando entrar a un guardia
-El príncipe entrará en estos momentos- El guardia se hizo a un lado dejando pasar a un joven muy bien vestido, con una camisa blanca a medio abrochar y unos pantalones azules ajustados, su cabellera rosa resaltaba sus ojos violetas que demostraban aburrimiento y desagrado, se notaba que odiaba estar en el palacio, “ No puede ser” el rubio quedó estático al verlo, era el mismo Shindou Shuichi que había conocido ayer y que, por decisión propia, lo quería como su amante
CONTINUARÁ…